Las mejores vacaciones de mi vida
Relato de como se aliaron las circunstancias para disfrutar las vacaciones más increíbles de mi vida.
Hacia tres años que me había casado. Mi relación con mi ex fue más o menos normal hasta que se enteró que yo mantenía relaciones extraconyugales, dada mi bisexualidad, tanto con mujeres como con hombres. El divorcio fue rápido y poco traumático por estar ambos de acuerdo en ello. Seguí con mi vida habitual previa a mi matrimonio (trabajo y salidas con sexo los fines de semana). Finalmente llegó el momento en que había de hacer mis vacaciones. Acostumbrado los últimos años a planearlas de forma conjunta no sabía muy bien que hacer ya que, además, estaba yo prácticamente solo en la ciudad ya que la mayoría de mis conocidos/as estaban fuera. No sé si fue por casualidad o el destino hizo llegará a mis manos un folleto de viajes. Me llamó especialmente la atención un viaje a Kenia que incluía safari fotográfico y estancia en hotel de lujo en la playa de Mombasa. Poco que explicar del safari ya que lo que se suele hacer es de sobras conocido. Lo interesante para mi y, espero , también para los lectores, sucedió cuando me instalé en el hotel. Tras mi llegada al mismo e instalarme en mi habitación, baje al hall , fui al bar donde tomé un whisky y salí a sentarme en la terraza con mi vaso en la mano. Mirando de forma distraída a uno y otro lado me quedé alucinado cuando vi , a recostada en una valla frente a mi , a una joven con piel muy negra y con unos ojos de color verde chispeantes. Calculé que tendría unos 12 años . Bajo una túnica multicolor se insinuaban unas incipientes tetitas. Debi poner cara de bobo admirado por la belleza que estaba viendo ya que ella insinuó una sonrisa que dejó ver una dentadura blanca y perfecta. Casi de forma no consciente hice un gesto para que se acercará. Ella movió negando la cabeza al mismo tiempo que señalaba hacia detrás de la valla. Insistí y , finalmente, pronunció alguna palabra que no entendí. Al instante apareció un niño de unos ocho o nueve años de idéntico color y con los mismos ojos verdes. Vinieron los dos hacia mi y les invite a sentarse a mi mesa. Pidieron un helado y, para mí sorpresa, pudimos entendernos bien ya que hablaban un más que correcto inglés. Después de estar hablando un ratito me enteré que, como había intuido, eran hermanos y que en ese momento estaban de vacaciones del colegio y deambulaban por la ciudad. Tras pensarlo mucho rato finalmente me atreví a invitarlos a subir a mi habitación . No se negaron lo que me produjo alegría y tranquilidad. Una vez en mi habitación me senté en mi cama y les dije que hicieran lo mismo, una a un lado el niño al otro. Pensé que alguna experiencia tenían ya que actuaban con bastante naturalidad y no mostraron sorpresa cuando puse una mano sobre el muslo de ella y la otra sobre el muslo de el , ambas manos cerca a su zona sexual. Volví la cara y comencé a besar en la boca a la chica mientras que con mi otra mano acariciaba el pene del chico que, rápidamente, adquirió un tamaño sorprendente para su edad. Poco a poco fuimos quitándonos la ropa lo que me permitió ver dos dioses de evano que me produjeron una enorme excitación . Me acosté boca arriba y mientras la chica puso su vulva en mi boca el niño me masturbaba y acariciaba mis testículos que estaban a punto de estallar. Al rato cambiamos los papeles y el chico me metió el pene en mi boca y la chica hizo lo mismo que antes hizo su hermano. Yo no podía más. Me incorporé y cogí a la chica , le llene la vulva de saliva y despacio y con cuidado introduje mi pene en su vagina haciendo movimientos de vaivén que le a arrancaban suspiros de placer hasta que comenzó a segregar un delicioso jugo que denotaba había tenido al menos un orgasmo. Yo no pude más y comencé a soltar semen a chorros en tal cantidad que salía de su vulva manchandonos a los dos. Habiendo acabado quedamos extenuados sobre la cama dándonos los tres besos y haciéndonos caricias dulces. Tras unos quince minutos el niño comenzó a manosearme el pene como si me dijera que me había olvidado de el. Ante mi sorpresa tuve una nueva y gran erección. Cuando lo noto, el niño se puso de espaldas a mi y su hermana le llenó de saliva el ano y me invitó a penetrarlo. No me hice de rogar y cuidadosamente introduje parte de mi miembro en un culito delicioso que hizo que volviera a tener una nueva explosión de semen y placer. Descanse un poco , me levanté y me serví una bebida y refrescos para mis acompañantes. Charlamos un rato, me dijeron que debían marcharse y si quería que volvieran al día siguiente a lo que, lógicamente, dije que si. Estos contactos se prolongaron diariamente los siete días que estuve allí. Nos hablamos a menudo y los tres esperamos ansiosamente mis próximas vacaciones
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