Le pedí ayuda a mi amigo, y terminó siendo mi novia.
Un joven sumamente tímido, fue invitado por su jefe y su esposa a cenar acompañado de su novia, per o al no tener novia por lo tímido que es, se lo comenta a un amigo que se ofrece ayudarlo, vistiéndose de mujer y haciéndose pasar por su novia, pero después de la cena se ponen a beber y……….. .
No es que yo fuera raro, o maricón, pero desde adolescente siempre se me ha hecho bien difícil el relacionarme con una chica, si tengo algún interés en ella, me pongo tartamudo, gagueó, las manos me tiemblan, y siento que me falta el aire.
Cosas que no me pasan, si no tengo ningún interés de relacionarme íntimamente con ella, debido a eso me dicen que soy sumamente tímido.
Por lo que cuando el dueño de la empresa para la que trabajo, me invitó a cenar en uno de los restaurantes de un lujoso hotel, junto con su esposa, pero insistió que llevase a mi novia, por lo estuve a punto de decirle que no, pero opté por buscar otra alternativa.
Cuando me dirigía a mi casa, me encontré a un amigo mío que es actor de teatro, él me acompañó y durante el trayecto le conté el problema en que me encontraba, por un rato se quedó en silencio pensando, y ya entrando a mi casa, me dijo. “Ya tengo la solución a tu problema, pero antes llévame a mi casa, que tengo que recoger unas cosas.”
Pasamos por su casa, o mejor dicho la pensión donde vive, rápidamente se bajó de mi auto, y al poco rato salió con un pequeño morral, diciéndome que ya podíamos seguir para mi casa.
Apenas llegamos, sin decir más nada entró al baño, mientras que yo me servía un trago, y luego otro, después de una media hora, apareció ante mí, una hermosa y llamativa chica.
Al verla, me quedé sorprendido, ni idea tenía de donde ella había salido, ni como había entrado a mi casa, por lo que, entre mi tartamudeo, y gagueo, temblando como si tuviera cien grados de fiebre, a duras penas le pregunté quién era ella.
Mayor fue mi sorpresa al escucharla decirme con una melosa voz, que era mi amigo, además me recomendó que respirase hondo, que me tranquilizara, que él me iba a explicar su plan.
En pocas palabras, el plan de mi amigo era extremadamente sencillo, él se haría pasar por mi novia, y de seguro ni mi jefe, ni su esposa, se darían cuenta del engaño.
Aunque al principio dudé en hacer lo que mi amigo me indicaba, finalmente me convenció y acepté que me acompañase a la cena con mi jefe, y su mujer.
En pocas palabras, la cena fue un excito, mi supuesta novia, me hizo quedar bien, y mi jefe me promovió a gerente de producción.
Ya de regreso a casa, apenas entramos procedí a servirnos unos tragos, para celebrar, y como agradecimiento por su invaluable ayuda, luego sin que mi amigo se cambiara de ropa, comenzamos a charlar.
En cierto momento salió a relucir, lo tímido que yo era, con las mujeres, que según mi amigo se reflejaba en mi tartamudes, gagueo, y temblores.
Pero en esos momentos me sentía de lo más tranquilo, quizás porque sabía que era él quien se encontraba frente a mí.
Fue cuando me propuso hacer un experimento, que consistía en que lo abrazara, y besara, cosa que a mí en ese instante me pareció algo descabellado, pero como me había hecho el favor de pasar por mi novia, acepté.
Lo cierto es que al principio me sentí un poco incomodo, quizás por la misma razón de que sabía que se trataba de mi amigo, pero a medida que continuamos besándonos, y acariciándonos mutuamente, comencé a sentir algo raro, que jamás ni nunca había sentido.
Yo seguí besando a mi amigo, introduciendo mi lengua dentro de su boca, a medida que él hábilmente me la chupaba con sus labios.
Y una cosa pasó a la otra, mis manos acariciaban todo su cuerpo, en especial sus paradas nalgas, y cuando me vine a dar cuenta, ya lo tenía recostado bocabajo en el sofá, enterrándole toda mi verga, por su sabroso y apretado culito.
Hasta ese momento, una de las cosas que me paralizaban al hablar con una chica era que sabía que mi verga, es un poco más grande que la de la mayoría de los hombres, razón por lo que en ocasiones las chicas con las que salía la veían, se asustaban y no querían volver a salir conmigo, pero a medida que se la seguía enterrando a mi amigo, este movía sus caderas, y hasta me pedía que le diera más y más duro.
Esa noche mi amigo y yo hicimos casi de todo, se puso a mamar mi verga, al tiempo que yo la del, dejó que nuevamente le diera por el culo, nos besamos, en fin, hice cosas que jamás había ni tan siquiera soñado en hacer.
Hoy en día mi amigo y yo somos pareja, se vino a vivir a mi casa, y la mayor parte del tiempo viste y actúa, como una chica.
Qué rico y excitante tu relato amigo 🤤🤤🤤🍆 quiero ser tu amigo también 🤤🤤🤤🤤