Le quite lo virgen a mi primito 3
Continuación al relato anterior donde le mame el ano e hice que se viniera mi primito, esto es lo que pasó el tercer día de vacaciones con mis tíos. Les prometo que este les va a dejar la verga durísima. .
La parte anterior acá:
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/le-quite-lo-virgen-a-mi-primito-1/
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En continuación al relato anterior donde le mame el ano e hice que se viniera mi primito, esto es lo que pasó el tercer día de vacaciones con mis tíos. Les prometo que este les va a dejar la verga durísima.
Esa mañana desperté temprano antes de que mi primito despertara, la luz del día ya era visible y pude admirar su cuerpo infantil-puberto de 12 añitos, riquísimo, esas nalgotas que se cargaba y su espalda de niño sexy, el calzón blanco que traía puesto no dejaba nada a la imaginación (a los que nos gustan de esa edad saben a qué me refiero), tuve que capturar en mi mente esa escena pues ya moría de hambre, decidí bajar y me encontré con mi familia ya desayunando y con la sorpresa de que nos iríamos el fin de semana a la playa, cosa que me emocionó pues en ese tiempo era re caliente y me gustaba ver cuerpos al sol jaja.
El viaje de ida fue un tanto aburrido si no fuera porque como siempre mi primito pegoste no se quiso separar de mi y lo notaba contento y a la vez un poco nervioso, lo de la noche anterior había sido muy excitante para los dos pues cruzamos el limite del incesto, se la pasó recargado en mi hombro mientras dormitaba, yo en ratos tenia la verga durisima y babeando de solo acordarme las puercadas que habíamos hecho y oh vaya las demás que haríamos en ese mini viaje.
Llegamos a Puerto Vallarta un tanto antes del medio día y nos instalamos en dos casas, nos repartimos como nos dio la gana y por fortuna pudimos elegir el cuarto de arriba, mis primas en el cuarto de abajo y los papás adultos en la casa contigua, así que había privacidad por si se daba algo más, cosa que ansiaba pues me quede enganchado con el jueguito de probar a hacer cochinadas con mi primito. La tarde transcurrió entre comer, idas a la playa, idas a la alberca del hotel y el mar, enseñar a Robertito a “nadar” pero era excusa para estarnos toqueteando y aumentando el libido, era un actuar entre que hacíamos que no había pasado algo y que queríamos aumentar el morbo, ambos con las hormonas a full, por fortuna nuestros papás no estaban al tanto de lo que hacíamos y no había tanta gente como para tener que escondernos.
Lo mejor vino en la tarde noche, salimos a cenar con vista a la caída de la noche y pues yo ya tenía la edad legal para beber así que decidí pedir bebidas alcohólicas, mis papás siempre fueron abiertos a que mientras estuviera con ellos podía probar, llegó un punto en la noche donde yo me puse un tanto ebrio, a Robertito lo notaba ansioso, con la excusa de que ya quería regresar al cuarto, decidí que era momento de probar suerte con mi primito, mis primas se quedaron abajo en la alberca, le dije a mis papás y tíos que me retiraba a “descansar” y ellos ni se inmutaron, siempre que se ven, exprimen el tiempo entre charlas largas, cosa que a mi me aburría.
En el camino al hotel noté la sonrisa pícara de mi primito y yo al estar un poco ebrio estaba re-caliente, quería sí o sí follarlo, me entró la idea de que me daría un baño para quitarme la sal y arena del mar, mi primito pegado a mi como rémora me acompaño al segundo piso a nuestro cuarto de hotel, decidí ahora yo poner seguro a la puerta para que mis primas no entraran, su mirada al instante cambió a una como de excitación, ruborizado y nervioso, yo simplemente encendí la T.V. a volumen un tanto alto y le dije que me bañaría así que comencé a desnudarme enfrente de él para tantear su reacción y vaya que se sorprendió, yo ya traía la verga medio gorda y semi hinchada (soy alguien de verga grande), noté su cara de emoción.
Me voy a poner un tanto gráfico en esta parte del relato:
Sin más así le dije que si quería nos metieramos juntos a bañar y sin dudarlo me dijo que sí, pero ahora yo ya entrado en el efecto del alcohol decidí acercarme y besarlo mientras le quitaba la ropa, comencé a besar su cuello y lamer sus orejas un tanto desesperado, solo notaba los gemidos y respiración acelerada de Robertito, su verguita al bajarle el calzón estaba más que dura, apuntando al techo y sus huevitos pegados a su pubis.
Quité toda su ropa mientras lo seguía toqueteando por todos lados, él solo se limitaba a decir “ay primo, ayyy, mmmmhhmm” se veía super delicioso, todo lampiño y blanco como la leche, un poquito gordito y carnoso (los que se han comido un nene así saben lo rico que son) el mientras me sobaba tímidamente la verga y los huevos, sin más así lo cargué besándolo y metiéndole la lengua y me lo lleve al baño, abrimos el agua caliente y en lo que se regulaba ésta, lo tenía cargado de sus nalgas y arremetido contra la pared, mi verga apuntaba a su culo y el me tenía abrazado con sus piernas y brazos en mi espalda, podía sentir su verguita picandome mi estomago, nos fundimos entre besos, así lo lleve a la regadera y lo bajé, comencé a enjabonarlo para que se relajara y quitara lo tenso y eso pareció agradarle mucho, aproveché para acariciarlo más, tocar su verguita y anito, él tímidamente me imitó, él era un poco más bajito que yo así que hacia lo que podía.
Terminando de bañarnos rápidamente lo lleve de nuevo a la cama donde supe que no había vuelta atrás, su culo iba a acabar con mis mecos dentro de sus tripitas jaja. Me acuerdo que le pregunté si eso es lo que quería hacer conmigo desde que me toqueteaba en lo que yo dormía (de esto hablo en el primer relato) y me dijo que sí, que yo le gustaba mucho y ufff eso me mega uuuultra prendió, su carita de niño diciendo eso fue música para mis oídos, entonces procedí a pedirle que me mamara la verga, él inexpertamente me chupaba el glande y parte del tronco en lo que yo le mamaba su colita (lo puse encima de mi estomago, contrario a mi), sus gemidos enmudecidos al mamar mi verga hacían vibrar mi pito y me prendían más y más, le hundía la lengua en su cola lo más que podía, le estaba follando con mi lengua, quería que su ano quedara lo más relajado posible, alternaba metiendo mi dedo medio y mi lengua, mamando y chupando su culo, sus gemiditos de niño me tenían hipnotizado, le mamaba con devoción ese anito lampiño, olor a jabón y a colita.
Cuando sentí que estaba listo para su primer penetrada me acordé que traía mi crema Nivea y fui por ella a mi maleta, noté en sus ojos esa lujuria inexperta en sus ojos, le pedí que se acostara boca arriba (recuerdo que de fondo en la tele pasaban Los Simpson) y le puse una almohada en su espalda baja y doblé sus piernas hacia su pecho, él instintivamente tomo sus piernas y procedí a ponerme mucha crema en la verga y meterle un dedo con suficiente crema también en su culo, que ya estaba un poco relajado por la mamadota de culo que le di (justo como hacía Don José cuando estaba yo chiquito).
Le advertí que le iba a doler mucho al principio pero que después le iba a encantar, y él solo con su vocecita de putito me dijo “Métemela primo”, y yo ni corto ni perezoso le meti mi boxer a su boca y le pedí que lo mordiera, le puse mi glande en la entrada y comencé a empujar y sacar poco a poco, un vaivén de lujuria, puta!, qué rica sensación la de un ano de chiquillo apretando tu verga, solo escuchaba los quejidos y gemidos de Robertito.
Estuvimos fácilmente así unos 10 minutos en lo que cada vez entraba más y más mi verga, me alternaba en sobar su pitito y abrir sus nalgas para que saliera y entrara más, él a este punto ya estaba lagrimeando y casi llorando, me decia que le dolia y que querìa hacer popó, la verdad es que me valió verga eso porque yo sabía que él había nacido para complacer machos y es lo que buscó desde un inicio en esas vacaciones, en una de esas la metí toda mi verga de golpe y él pegó un grito que me asustó un poco, pero le quité el boxer de su boca y le planté un beso de lengua bien cachondo en lo que lo tenía bien ensartado, como un balero.
Solo recuerdo sus gemidos y sus “ayyyy, ahhh, mmm” infinitos apagados por mis besos, el sonido de la tele y los de mi pelvis chocando con su colita, lo tenía bien agarrado de la cintura, su erección se había bajado, los dos estábamos disfrutando mucho, me sorprendió que pudo aguantar mis embestidas y tenerme todo dentro de él, en momentos se agarraba su pancita y decía que lo sentía ahí adentro (sí le creo por la diferencia de tamaños de cuerpo) y llegó un punto donde pasó algo que me excitó muchísimo, se comenzó a hacer pipi en lo que lo penetraba, eso me puso UFF, al mil, le agarré uno de sus pies y me metí a la boca sus deditos, los chupaba con emoción mientras lo penetraba, llegó un punto donde no aguanté más y comencé a venirme intensamente, un par de chorros acabaron en su recto apretado y otros sobre su pancita al sacar mi verga pulsante, me llegó ese olor mezclado de culito y crema al sacar mi pene de su anito.
Me di cuenta que mi primito estaba sangrando un poquito, me dijo que tenía muchas ganas de cagar jaja, le pedí que fuera al baño a hacer popis, en realidad era el aire y mecos que le había entrado entre tantas metidas de verga, cuando se bajó de la cama noté como comenzó a escurrir por su pierna izquierda mi leche, y al ir caminando al baño le salían peditos jaja 🍑 💨💨💨 Escuché ese clásico sonido que se oye cuando tu pasivito va al baño a sacar todo (como cuando exprimer el bote de Ketchup), y nos reímos, tardó unos minutos en regresar, cuando lo hizo le revisé su colita y estaba MUY abierto de ahí, le puse un poco de mi crema corporal y nos acostamos, rendidos ante ese intenso momento, su primera vez siendo penetrado.
Los minutos posteriores los pasamos abrazados viendo la tele después de habernos bañado de nuevo, él sobre mi pecho hasta que se quedó dormido, había sido un dia muy muy largo para ambos, debíamos reponer energías para el resto del fin de semana en la playa.
CONTINUARÁ



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