Los camioneros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como tantas otras veecs terminé dando vueltas con el auto por aquel lugar. Los camiones estaban estacionados, era tarde y se veía muy poca gente caminando.
Mientras conducía por allí me pregunataba cuando había comenzado todo aquello, porqué me daban tanto morbo los camiones y sus conductores.
Soy muy bien parecido, alto, delgado , muy fibroso, muy masculino pero se me marca una cola que atrae a más de uno. De todos modos como estaba en el auto no había mucho que mostrar más que la cara.
A los diez minutos de llegar veo que un camión me hace luces. Lo sigo de cerca, se estaciona en un lugar oscuro y se bajan sus ocupantes. Eran varios, jóvenes y se veía que estaban un poco bebidos.
Conversamos un rato, lo de siempre, qué estaba haciendo allí, qué buscaba, etc. Como en general en aquellas situaciones no doy muchos rodeos les dije que buscaba chupar y que me cogieran, cuantos más mejor y asi fue como nos subimos dos de ellos y yo a la cabina del camión.
Se sentaron ambos en la litera de atrás , sacaron sus mienbros, yo me arrodillé y comencé a chuparselos, un poco a uno y otro poco al otro. Uno, el que organizaba y llevaba la voz cantante era bajito, morochito, marcado y tenía una pija normal dura como un palo y el otro era más rubión, gordito y tenía una pija mucho más larga y sobretodo gorda. Mientars yo seguía con la tarea, ellos gemían y comentaban como la chupaba mejor que una puta ,como me iban a coger, como me iban a compartir todavía con los otros. Allí es donde se bajó uno e invitó a un tercero a participar.
Cuando se subió el tercero no lo podía creer pues éste era el que más me había gustado al principio . era un flaco muy negro con una cara que me enloquecía.
Para los que saben de lo que hablo, se pueden imaginar el poco margen de maniobra que hay en una cabina de camión con litera con cuatro hombres adentro. Me tenáin como atenazado, me pasaban de una pija a la otra, me tocaban el culo entre todos, me metían dedos adentro, uno, el otro, me chupaban y pellizcaban los pezones, ya ni sabía lo que estaba pasando. Luego el mandamás se puso un preservativo y comenzó a cogerme, con ritmo, gimiendo y por supuesto al rato los otros dos siguieron el mismo camino, me iban cogiendo todos. El olor a alcohol, a transpiración de hombre, a sexo, me estaba volviendo loco o loca porque en el fragor empezaron a tratarme como a una puta, hablándome en femenino. Finalmente cuando ya no dábamos más, dos se sacaron el forro y mientras uno me acabó en el culo, los otros dos se fueron adentro de mi boca, llenándola de leche. Me obligaron después a limpiarles las pijas con mi boca.
Yo hubiera seguido toda la noche pero cuando nos bajamos ya no había quedado nadie a quien servir.
Esta historia es verídica y sobrepasó muchas de mis fantasías.
Espero comentarios. puromorbotr@hotmail.com
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