Los inicios de javiercito 5
Roberto me lleva a la casita de carrizos .
Que tal amigos pues como les contaba, días después de que Jorge y yo vimos como se cogían a Víctor, desde ese día no podía dejar de recordar como se comía Víctor las vergas de Luis y Marcos, sentía envidia, deseaba también disfrutar esas dos vergas, o la de Jorge o la que fuera pero necesitaba ser cogido.
Ese día salí a jugar con la intencion de ver a Jorge pues era con el único que tenía confianza y que sabía que si se daba la oportunidad me la metería, anduve un rato por la calle y no lo veía cuando de repente me hablan por la espalda
Roberto- a quien buscas Javiercito?
Yo- a los muchachos, pero no he visto a nadie
Con Roberto tenia algo de pena y también miedo por lo que había pasado así que solo le contestaba lo más indispensable
Roberto- Y no se fueron al canal, creo que irían a bañarse
Yo- quizás si ya se fueron, ni modo, iré a la casa a jugar
Roberto- Si quieres te acompaño al canal para ver si están
En ese momento me dió miedo, sabía que esa no podía ser su única intención y tenía miedo que intentara cogerme otra vez ya que la tenía muy grande y lo hacía con mucha fuerza, pero otra parte de mi deseaba volver a sentir esa verga en mi culito.
Roberto- que dices? Vamos? Solo paso al taller a dejar está herramienta
Acepte y nos encaminamos al canal, íbamos lado a lado y me hablaba de cualquier tema, yo de vez en cuando lo veía de reojo, hacia arriba ya que para mí era muy alto, olía a gasolina y su ropa y su piel tenían manchas de grasa
Roberto- necesito mear pero aquí está muy descubierto
Yo- más adelante hay un caminito al monte, ahí puedes entrar si quieres
Roberto- sale
Cuando llegamos al caminito y entramos, Roberto se sacó la verga a un lado mío, estaba dormida pero aún así se veía enorme, comenzó y mear y cuando terminó se la sacudió y se la guardó, tono sin esconderse de mi, yo estaba ardiendo por dentro y aunque trate de ocultarlo el lo empezaba a notar
Roberto- que pasa Javi? Apoco te pone nervioso vermela? Si ya la conoces bien, te gustaría volver a comertela?
Dijo frotandose
Yo- no, mejor vámonos
Roberto – que pasa chiquita si bien que lo disfrutaste?
Yo- es que me dolió mucho
Roberto- y que te parece si lo hago con más cuidado
Roberto me tomo del brazo y me llevo caminado a la casita de carrizos, cuando entramos me tomo con sus brazos fuertes y me cargo apretándome contra su pecho mientras me sostenía con sus palmas apretaba mis nalgas y comenzaba a besarme, yo lo rodee con mis piernas por la cintura podia sentir su duro abdomen y la fuerza de sus brazos, comenzó a exitarme locamente, luego me bajo lentamente, se sacó la camisa y me saco la mía, se desabrochó el pantalón y saco su larga y peluda verga aún un poco blanda, comencé a chupar y fui sintiendo como se endurecía y se iba haciendo más gorda y larga
Roberto- te gusta putita?
Yo- sii, me gustas mucho
Roberto- pues cómetela es toda tuya,
Yo seguí saboreando la verga de Roberto un momento más, disfrutando el sabor ahumado, comencé a chupar sus bolas mientras el abría un poco las piernas para sentir ese olor a hombre que percibía en la parte entre sus bolas y el culo, de repente acerque mucho la lengua al culo y cerró las piernas
Roberto- cuidado putita ese culo es intocable, pero yo si te voy a comer el culo
Me jalo y me volteo comenzó a pasar su lengua por mi culito, di decía que rico y cerradito está, y en eso escuchamos unos pasos , Roberto se subió el pantalón sin abrocharse y se asomo a la puerta, eran los muchachos salió y cerró la puerta mientras yo asustado escuchaba desde dentro
Marcos- Roberto que haces aquí carnal, esta casita la hicimos nosotros,
Luis- si carnal, la hicimos pa jugar
Roberto-si carnal ya lo sé y ya me imagino a qué juegan verdad Victor,
Los muchachos se quedaron en silencio,
Roberto- denme chance carnales, vayan a bañarse al canal y en un rato más allá los veo, y en una de esas y hasta nos cambiamos los juguetes jaja
Marcos- sale pues allá nos vemos
Roberto entro sacándose la verga y me dice
Roberto – ya estuvo perrito, ahorita si te vas a comer toda esta verga por ese culito rico, me alzó con sus brazos y me sostuvo con una mano, se puso saliva en la otra y la paso por mi culito y por su verga, me fue bajando poco a poco y fue sentándome en ella, yo abrazado a su cintura con mis piernas trataba de levantarme dónde sentía que me dolía pero sus brazos eran fuertes y no me lo permitan
Roberto – tranquilo chiquito, ya verás como te acostumbras y te va a encantar, me metía un poco más y me dejaba quieto un rato, y después otro poco, cuando ya había entrado más de la mitad me dejo un momento así mientras me besaba y que me clava el resto de su verga sin dejar de besarme y ahí me dejó clavado hasta que deje de quejarme, lo ves putito, te va a encantar, y comenzó a levantarme y meter y sacar suavemente, seguía besandome y besando mi cuello mientras iba metiendo y sacando cada ves más fuerte, yo estaba volviendome loco, sentír su verga hasta el fondo de mi culito mientras frotaba mi verguita en su abdomen peludito, me hizo sentir tanto placer que comencé a estremecerme y sentir ganas de orinar pero el no paraba y cada vez sentía más placer hasta que explote y sentí como salía semen de mi verguita embarrandolo en su abdomen, el lo noto y comenzó a hablarme suciamente
Roberto – te acabas de venir en mi abdomen pinche puto, nunca ningún vato me ha embarrado sus mecos y eso lo vas a pagar caro , decía mientras me embestia brutalmente, me levantaba con sus brazos y con todas sus fuerzas me clavaba su verga hasta que lo fue haciendo cada vez más rápido y comenzó a estremecerse también en eso me clavo hasta el fondo y pude sentir como los chorros de su semen caliente llenaba mi culito, cuando hubo terminando y se recuperó un poco me saco su verga y me bajo al piso, me tomo del pelo ligeramente fuerte y me pegó a su abdomen y me dijo comete tus mecos putito que no me los voy a llevar embarrados, y así me hizo lamerlo hasta no dejar huellas de mi leche en el
Cuando terminamos nos vestimos y salimos al camino rumbo al canal, yo iba a su lado y me tomo de la cabeza y me sacudió tiernamente el pelo, te rifaste Javiercito he, nunca había conocido un chiquito que aguantará tanto como tu,yo solo pude pensar en como me palpitaba el culito en ese momento y sonreí y continuamos caminando rumbo al c
anal donde estaban los muchachos….
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como sigue?