Los Tordos – Parte III – Leche con papaya
Un niño de 10 toma la decisión entrar a trabajar con su tío, sin saber que terminara como depósito de leche….
Lamento hacerlos esperar, pero el trabajo no me permite escribir como es debido.
Una vez todos me dejaron mojado de orines, regresaron a la casa de Don Benito, me dejaron ahí, secándome al sol, no sé cuánto tiempo estuve esperándolos, pero el sol tocaba mi piel, y las voces de la gente pasando por la calle sonaban muy cerca, creí que cuando el camión que entro por el costado de la casa de Don Benito, me verían así, desnudo, atado, me ayudarían, pero se trataba de “el burro” que metió el carro para que nadie que pasara me viera por accidente.
Cuando bajo del camión se acero a verme y toco mis pezones, jugando con ellos, mientras se tocaba el bulto en su pantalón, podía oler el alcohol que bebió, lentamente se abrió la camisa, dejándome ver su torso, tenia una mata de pelo en el pecho muy ligera, y al igual que mi padre, los pezones marrones, podía oir a la gente pasando mientras el bajaba por mi cuerpo hasta tocar mi “tilín” intento sacar su cabeza pero como siempre solo bajaba hasta la mitad, asi estuvimos un rato hasta que se abrió el pantalón, y me mostro el “tilín” mas grande que había visto en mi vida, era grueso, peludo, con un tono entre morado y rosa, el solo se rio al verme preocupado.
-Tranquilo perrito… se que aun no estás listo, pero esperare… no se cuánto pero esperare…- me dijo mientras acariciaba mis huevitos. – ¿Te gusta tomar leche o solo agua de piña…?
-Hoy fue mi primer dia… -conteste apenado.
-¿Tomando leche o agua de piña…?- Pregunto mientras subia y bajaba la piel de su “tilín”
-Las dos… mis tios me dieron su leche de cerveza antes de desayunar, después, fuimos al rio y me dieron pipi, y pues ahora estoy aquí…
-¿Qué hacen par de putos…?- Pregunto mi tio Valente, saliendo con un plato de papaya picada, seguido de mi tio Ramón, mi padre y don Benito, con mas papaya picada.
-Solo hablábamos… el perrito tiene hambre… -dijo “el burro”.
-Si claro, hablando, y el pito es para que te hable ahí o que pedo…- Don Benito se rio. -Déjalo, ve por tu plato, vamos a ver que tanto puede comer este perrito…
Todos se acomodaron a mi alrededor, podía ver la emoción en sus caras mientras sacaban sus “tilines” de sus pantalones.
-¡Buenos días!- Se escucho la voz de mi madre gritando por el costado del camión. Todos se miraron y don Benito se guardo su “tilín” y salio a ver a mi madre.
-Doña Claudia… buenos días, ¿en que puedo apoyarla? -Respondio don Benito tapando el paso a mi madre, podía su mano en su espalda, haciendo señas de que asumieron era un “continúen”.
-Si Don Benito, quería ver si hoy mandara a alguien al pueblo, quiero mandar a vender unas matas de frijol que tengo en casa de mi hermana. En un rato mando a mi esposo a que se lo traiga.
Todos escuchaban atentos la platica que tenían cerca de nosotros, como vieron que no se movían de ahí, me hicieron gestos de guardar silencio, y volvieron a sacarse los “tilines”.
-Si claro, de echo su marido esta adentro dándole leche a su hijo de desayuno… – le dijo don Benito a mi madre. El disimuladamente, se asomó para vernos y pareció que era un comentario para mi padre.
El se paro frente a mi y metio su “tilín” en la boca.
-¿Mi marido? ¿Qué hacen aquí?- Pregunto nerviosa mi madre.
-Ya le dije doña Claudia, su marido le esta dando leche a su hijo, el vino a ver lo de un trabajo que le ofreci y pues su hijo tenia hambre, asi que el esta ahorta dándole leche caliente a su hijo, no se preocupe, en cuanto terminen se los mando para su casa, es mas, llevese esta papayita picada, para que desayune usted y sus hijas.
Mientras mi padre seguía moviéndose adelante y atrás dentro de mi boca, todos se reian bajo, viendo como mi padre me llenaba la boca.
-Gracias, dígale a mi marido que antes de ir a casa pase por el frijol con mi hermana Ara…
-Si claro en cuanto su marido termine de darle su leche a su hijo se lo mando con su hermana…
-Ya casi tienes tu leche perrito…-susurro mi padre para mi. Escuchamos como mi madre se alejo y don Benito regresaba.
-¿Cómo va ese perrito?- Pregunto don Benito sacándose el “tilín”.
-Listo para su leeeecheeee- contesto mi padre llenándome la boca de ese liquido espeso y amargo.
Todos se rieron mientras mi padre sacaba su “tilín” babeado de mi boca.
-Ya oiste a tu señora, tienes cosas que hacer…- Le dijo Don Benito a mi padre.
-Si pero no me quiero perder el desayuno de mi perrito…
Yo los mire a todos, y vi que apuntaban sus “tilines” a los platos de fruta, y empezaron a tocarse, viéndome a los ojos. Todos empezaron a quejarse mientras veía como subían y bajaban la piel de sus “tilines”, poco a poco los platos de papaya quedaron cubiertos con la leche de cada uno, asi como iban terminando de ponerle su leche, se acercaron a mi, y empezaron alimentarme con la fruta, el sabor era curioso, dulce por la fruta, y amarga por la leche.
Asi como terminaba de comerme la fruta, se vestían y regresaban a la casa, mi papa solo veía como comia de los platos. Cuando solo estuvimos el y yo, se acerco a mi y me desato.
-¿Cómo estas mijo…? ¿te gusto?- Revovio mi cabello, mientras nos sentábamos en una piedra junto al árbol.
-Si pá… ¿eso no es bueno verdad…? Esto no debería gustarme…- Pregunte, mientras lamia los restos de leche de mi boca.
-No te preocupes por eso, las mujeres tiene lo suyo y lo descubrirás, pero estos juegos con los amigos son buenos, siempre y cuando se queden entre nosotros. ¿te gustaría trabajar?, ya no en el campo conmigo, sino con tu tio en el pueblo…
-¿Me dejarías?- pregunte sorprendido.
-Tu tío me comento que necesitaba ayuda, pero seria solo entre semana, el viernes te regresarías con “el burro” en el camión de don Benito, asi ganas algo de dinero para ti.
-Si pá, me gustaría… – El sonrió y estiro la mano para tocar mi “tilín”.
– Jamás imagine que pasaría esto, menos mal que te gusto, tu tio me dijo que nos desnudaste en la cama, y que te metiste nuestras vergas en tu boca… por eso lo hicimos, ¿Qué te pareció? Dime la verdad…
-Fue raro, verlos desnudos me hizo preguntarme si yo crecería como ustedes, y lo que hice, fue por algo dentro de mi que me hizo metérmelos a la boca, el sabor de la leche no me agrada pero lo veo como recompensa por aguantar…
El sonrio y parecía pensativo.
-Mijo, esta prohibido hablar de esto con tu madre… ¿entendido?
-Si pá.- Asenti mientras movia nervioso mis piernas.- ¿Puedo vestirme ya…?
Mi padre suspiro. –Eso dependerá del patrón… digamos que anoche que fuimos al palenque, perdi dinero que no tenemos, por eso tu tio trabajara en uno de sus camiones, y si tu trabajas también, me ayudaras a pagar mi deuda, y pues después de lo de hoy, creo que el jefe tiene otros trabajos para ti, si estas de acuerdo…
-¿Tendre que hacer esto de nuevo…? – Pregunte preocupado.
-Solo si tu quieres… puedes decir no… y tu tio cuidara de ti…
-Si lo hare… – Conteste emocionado.- Me gusto mucho, si no te importa…-Mordi mi labio al ver su cara de asombro.
-Algo que debes aprender es que por mucho que te guste, nadie, y repito, nadie, debe saberlo, en cuanto tengas edad, consíguete una novia, para que puedas probar lo diferente que es.
-Si pá, lo hare…
-¿Todo bien con ustedes…?- “el Burro” venia saliendo de la casa. –Deberias meter a tu chiquillo, tengo que mover al camión, y por mucho que les guste verlo asi, la gente ahora preguntas.
Mi padre rio y dejo te tocarme el “tilín” para llevarme dentro.
-¡Jefe! ¿le puedo encargar a mi chiquillo? Tengo que ir a ver a mi cuñada, no me tardo…
-Si claro- Contesto Don Benito desde la puerta de su tienda- Tus hermanos fueron por sus cosas, se van al pueblo hoy, uno en el camión del pueblo y el otro en el volteo…
-Esta bien jefe, mi chiquillo va a trabajar con su tio en el pueblo, si esta de acuerdo, asi le pagamos mas rápido.
-Por mi no hay problema… y si se porta como hoy, te abonare algo a la deuda.- Don Benito me vio de pies a cabeza, y yo solo pude quedarme ahí de pie en su sala, sin ropa.
-Si señor, hare lo que me pida…- Conteste viendo a mi padre.
-Es tu decisión, yo solo quiero que trabajes con tu tio, lo demás depende de ti. – Mi padre me sonrio-
-Si pá… lo se. –Sonrei y mire a Don Benito.
-Bien, en lo que tu padre va con tu tia y a tu casa deberías comer algo, es casi hora de comer, y solo tienes fruta y leche en el estomago niño.- Me hiso señas para ir a la cocina.- Ve, cuando vuelvas aquí estaremos esperándote.
Mi padre salio por la puerta y me quede solo con Don Benito, sentado desnudo en su cocina.
-¿Su esposa? ¿No esta en casa?- pregunte con el pensamiento de ser descubierto desnudo en su casa.
-No mijo, ella esta en el pueblo con mis hijos, se regresan el viernes en el ultimo camión… estamos solos…
-Es bueno saberlo… – me relaje mientras don Benito ponía unos trozos de chorizo y huevo en la mesa frente a mi.
-Te cuidado, esta caliente. –Don Benito se sento a comer frente a mi.-Cuando termines puedes darte un baño, el agua ya esta caliente.
Comimos en silencio hasta acabar, el recogio los trastes y me llevo a su baño-¿Quieres bañarte aquí dentro? o puedo sacar la cubeta con agua al patio, donde te sientas mas comodo…- Sonrio y sabia que se referia a lo que paso en la mañana.
-Aquí esta bien don Benito… entre al baño y cerre la cortina.
El baño se sintió tan rico, sentir el agua sobre mi piel, me relajaba, tome mi tiempo masajeando mis brazos adoloridos por lo que paso.
-Aquí hay una toalla y ropa para ti, no tengo pantalones de tu talla pero si ropa de mis hijos.-Don Benito entro al baño sin avisar a dejar todo sobre la caja del baño.
-Gracias… -murmure mientras terminaba e aclarar el jabon de mi piel.
Bajo la mirada avida de don Benito, me seque completo, y me puse la camiseta que me había dejado, me llegaba casi a las rodillas, y de las mangas me llegaba casi al codo. Eso era todo, no había mas ropa.
-Lamento no tener mas ropa, mis hijos ya están grandes, es lo mas chico que encontré…
-Gracias.
Salimos a su sala y vimos televisión un rato, algo nuevo para mi, asi que no me di cuenta cuando mis tios y mi padre llegaron.
-Bena, mijo, es hora, tu madre ya sabe que te iras con tu tio al pueblo, bajan hoy, llévate el frijol al mercado, para venderlo, para que tengas algo de dinero, tu tio y tu se quedaran a dormir en el camión, el jefe les conseguirá un cuarto donde quedarse en la semana.
-Si pá. ¿Regresare hasta la próxima semana?- Pregunte mientras me paraba del sillón.
-Si mijo, el viernes que viene te regresas con el “burro” a la casa.- Me hizo señas para salir de la casa, mis tios y yo subimos al camión, y nos sentamos hasta atrás, esperando que se llenara con la gente que bajaría al pueblo a vender, sus cosas.
El camión no se lleno por completo, avanzamos con dirección al pueblo, mientras mis tios metían sus manos bajo la camiseta, y notaron que no traía ropa interior.
-No cabe duda que este perrito le gusta estar al natural… -comento mi tio Ramon, jugando con mi “tilín”.
-¿Te gustaría jugar mientras llegamos al pueblo…?-pregunto mi tio Valente, tocándose su pantalón.
Mire alrededor y vi que los que iban en el camión iba en sus platicas sin prestarnos atención.
Asenti y mis tios me quitaron la camiseta dejándome desnudo en el camión.
Bueno, hasta aquí este relato, espero les haya gustado leerlo tanto como a mi recordarlo.
Como sigue?
De verdad que empieza a gustarme tus historias. Por favor continúa.
Excelente relato, menudo calentón,.asi da gusto masturbarse. Necesito mas.
Gran relato. Como sigue??
Que delicia de relato, que placer da masturbarse con una historia asi. Necesito que nos sigas contando mas de ella.
Gran relato, como sigue?
Menudo putito está echo el pequeño 🔥🔥 que fantasía de relato, me tienes enganchado a la historia.