Los Tordos – Parte IV – Leche de Cacahuate
Un niño de 10 toma la decisión entrar a trabajar con su tío, sin saber que terminara como depósito de leche….
Hola de nuevo, lamento la tardanza pero la universidad y el trabajo no me dejan tiempo suficiente para poder escribir.
Mi tio Ramon se saco su “tilín” y me lo metio en la boca, flácido y domido, mientras mi tio Valente me chupaba el mio. De reojo, veía que todos seguían en lo suyo. Mi tio Valente me susurro en el oído que me subiera al sillón mientras seguía chupándoselo a mi tio Ramon, sentí como me ayudaba a acomodarme en el sillón de plástico.
-Tranquilo perrito, no grites o nos verán…- me susurro al oído mi tio Valente, y metio un dedo en mi culito.
Yo solo pude gemir bajo mientras aguantaba el dolor que causaba. Poco a poco sentí como su dedo entraba y salía de mi, dando toques dentro de mi con cada movimiento del camión.
Mi “tilín” se puso duro, y sentí como salía algo de el que escurria por mis piernas.
-Ya casi estas listo perrito…-Mi tio Valente susurro mientras metia otro dedo en mi culito, mi Tio Ramon, ya tenia duro su “tilín” en mi coba y tenia su mano en mi cabeza para que no lo sacara de mi boca.
Yo solo podía gemir asintiendo mientras seguía con la boca llena, los dedos salieron de mi, y me dejaron con el culito adolorido, y con una sensación de ser vaciado. Sin avisar, sentí como el “tilín” duro de mi tio Valente se acomodaba en mi, y poco a poco lo metia remplazando sus dedos.
Sentir ese dolor mientras me partia el culito, me hizo llorar y mi “tilín” volvió a estar normal, mi tio Ramon no dejo que me sacara su “tilín” de la boca, por mas que lo intente.- Tranquilo perrito, aguanta o todos nos verán… y no quieres que todos los del pueblo te vean sin ropa…- Mi tio Ramon me susurro al oído mientras seguía llenándome la boca con su “tilín”. Sin avisar, cuando pasamos por un hoyo en el camino, mi tio Valente me enterro su “tilín” en en culo, mientras mi tio Ramon me metia el suyo hasta la garganta, sentí como las lagrimas caian por mi cara mientras ellos seguían entrando y saliendo de mi cuerpo a su voluntad.
Fue la primera vez en mi vida que el tiempo se me hizo eterno, los dos seguían moviéndose sin hacer ruido, y mis lamentos de dolor se fueron transformando en gemido de placer ya que con cada golpe que me daban en el culito, sentía como mi “tilín” se ponía duro de nuevo y mis huevitos se contraían, mi tio Valente empezó a moverse mas rápido, mientras se recargaba en mi espalda, haciendo que las divisiones de los asientos de plástico se clavaran en la piel de mis piernas y rodillas, mi tio Ramon por su parte, me hacia descansar de chuparle el “tilín” por ratos, de la nada mi tio Valente tomo mi cadera y enterro todo lo que pudo su tilín en mi culito, y se quedo ahí mientras sentía cada chorro de su lechita caliente llenármelo.
-Cambiemos… quiero rellenarlo también…- Mi tio le dijo a su hermano, me baje adolorido de los asientos, mi tio Ramon me cargo y en un movimiento me metio su “tilín” mientras me sentaba en el, tapo mi boca con su mano para ahogar mi grito, ya que lo tenia dentro, mi tio Valente se paro sobre los asientos, y quedo a la altura de mi cara, golpeo mi cara con su “tilín” semi duro.-Limpialo perrito… -Mi tio me lo puso frente a mi y pude ver restos de su leche en la cabeza asi como algo café que asumi era caca mia, me vio dudar y me abrió la boca y lo metio.-No te pongas melindroso ahora… te has tragado cosas peores el dia de hoy… -Susurro entre dientes tomando mi cabello en su puño, para que no lo sacara.
Seguimos asi un rato hasta que pude sentir la leche de mi tio Ramon llenarme el culito. Me saco su “tilín” del culito, y se lo guardo en el pantalón, mi tio Valente estaba vestido igual cuando me di cuenta, mi tio me puso la camiseta de nuevo para taparme y me sente entre los dos todo el camino hasta terminar de bajar al Pueblo.
Cuando llegamos al pueblo, eran pasadas las 4 de la tarde, y yo tenia hambre, bajamos junto con los demás pasajeros, y ayudamos a bajar las cosas que venderían, hasta ese momento no había caído en cuanta que era mi primera vez solo en el pueblo, sin mis padres, y ahí estaba yo, sin zapatos, y vestido con una camiseta del hijo de Don Benito, me sentí expuesto, todos me veian y asumi que era por la forma en que vestia.
-Tengo que ir a dejar unas cosas a la casa del patrón…Tordo mayor… vas conmigo…- “El burro” le dijo a mi tio Ramon- Tu acompaña al perrito a vender su frijol y paso por ustedes en una hora para ir a hechar taco…
Mi tio Valente tomo el costal con las vainas de frijol y me hizo señas de seguirlo, caminamos por entre los puestos que había ya montados en la calle, había gente montando tarimas y lonas, todos metidos en sus asuntos, que nadie reparo en nosotros, la calle se me hizo eterna, sientiendo que en cada paso que daba mostraba mi culito pegajoso, llegamos a las escaleras que subían a la iglesia, y nos detuvimos mientras mi tio levantaba la vista hacia arriba y se reia. –¿Has venido aquí por la noche…? Hay unos chorizos que debes probar…- Me guiño el ojo y seguimos caminando entre las tarimas vacias.
Llegamos a una esquina donde vendían periódicos en un puesto de metal, mi tio reviso algunos libros con imágenes de vaqueros y compro 3, los guardo en la cintura de su pantalón y me llevo por un pasillo lleno de tiendas en dirección al mercado municipal, había gente que nos veía sin decir nada. El mercado no estaba tan iluminado, pasamos por locales de comida, tortillerías, hasta que llegamos a la sección de puestos de verduras, entramos entre los pasillos y llegamos a un pequeño local en una esquina, donde habían dos hombres mayores, llenando costales de cacahuate hervido de unas cubetas con agua.
-Buenas tardes patrón… -Mi tio saludo a los dos señores sentados.- Le traigo frijol de mi rancho, es medio castal, es de mi sobrino, ¿Cuánto nos da?- Pregunto tomando un puñado de cacahuates, y dándome uns cuantos a mi.
-Buenas patrón… -Contesto el viejito- Ahorita no ando comprando frijol… mañana es plaza y es tarde para pelarlo…
-Entiendo patrón… pero no puede dejarnos asi, el niño necesita el dinero…
-Si patrón… pero usted sabe, la cosa esta difícil estos días… No puedo solo comprárselo y no venderlo…
Mi tio se rio bajo negando con la cabeza- Ah que don Antonio… -Comio un puñado de cacahuates mirándolo.- Y si le digo que el chiquillo es el nuevo perrito del patrón Benito… ¿nos lo compra?
Don Antonio me vio y me hizo señas para que diera una vuelta para que me viera.
-¿Esta seguro? El cachorro esta muy chiquillo, el anterior minimo ya tenia pelos en la verga…
-Pues hoy lo estrenamos, y aguanto…- Mi tio le comento a Don Antonio.
-¿En serio…?- Don Antonio me vio y paso su lengua por los dos dientes que tenia en la boca.
-Quitate eso perrito…- Mi tio le dio un jalon a la camiseta que traía puesta.
Lo mire nervioso y mire a mi alrededor, estaba parado en la esquina que conectaba dos pasillos, si bien estaban “cerrados” los puestos en ellos, se oia gente pasar por los pasillos principales.
Mi tio negó la cabeza exasperado, y me quito la camiseta desde abajo dejándome desnudo delante de don Antonio, y el otro señor, quien al verme asi dejo de colar sus cacahuates, y presto atención a lo que hacíamos.
-Sigo diciendo que el cachorro se ve muy verde…-Comento don Antonio.
-Pongamoslo a prueba… – Mi tio le hizo señas al otro señor, que estaba frente a Don Antonio, el se paro y sin decir nada se bajo el pantalon de manta dejando su “tilín” peludo frente a mi. Se saco la cabeza el “tilín” y me recordó a los cacahuates que estábamos comiendo, morados, salados, y listos para entrar a mi boca.
El señor hiso ruidos señalando su “tilín”, me acomode frente al el y me lo lleve a la boca, sabia a orina y sus pelos me hacían comezón en la nariz, escuche como el señor se reia y sentí que me tocaban mi culito, poco a poco sentí como se hacia grande en mi boca, sentí una boca lamerme el culito.
-Recien usado por lo que veo…- Y paso su lengua en mi hoyito.
-Bulgaros de familia… le digo que el perrito ya tiene experiencia. – Mi tio seguía comiendo cacahuates, mientras los dos hombres jugaban conmigo.
Senti como la lengua de don Antonio salía de mi hoyito.- Y que tanto le gusta que lo vean asi… conociendo al patrón, le espera unas buenas cojidas con publico…
-Eso lo veremos mas tarde, nos quedaremos en la base de los serranos, si quieres pasarte a vernos mas tarde… -Comento mi tio, mientras sentía la lengua de don Antonio pasar por mi hoyito de nuevo, el “tilín” del otro señor poco a poco dejaba de saber salado y podía oírlo gemir bajo mientras movia su cadera ayudándome a metérmelo hasta la garganta.
Seguimos asi ya sin hablar, después de un rato, el “tilín” que tenia en la boca, me lleno de leche la boca, amargo y espeso, una vez lo deje limpio, don Antonio se saco la suya, y me la meti en la boca, el me tomo de la cabeza y me hizo sacármela.
-Aquí no perrito…- Me tomo de la mano y me llevo entre los pasillos vacios, hasta llegar a un local vacio donde usualmente venden pollo.-Subete…-Lo hice, me sente sobre la planca de azulejo, el se subio y se termino de quitar la ropa, se coloco frente a mi, y se hizo pipi sobre mi, cuando termino me lo metio en la boca para limpiárselo.
Poco a poco el sabor salado de la pipi me lo trague, hasta que solo sabia a piel, ese sabor que hoy me hacia experto en reconocer, seguimos asi por un rato mas hasta que me lleno de leche la boca, era mas de lo que podía tomar, salado, amargo, espeso, que salía de mi boca.
Cuando don Antonio recupero el aliento, me acaricio la cabeza. –Buen perrito… me quedo con tu frijol… te doy 400, comprate unos zapatos, los necesitaras… -Se bajo de la planca y caminamos desnudos hacia su puesto.
-Tanto te caga el pollero por lo que veo… ¿crees que limpie?- Pregunto mi tio al vernos llegar.
-Naaa ese pendejo nunca limpia, siempre le meo la plancha y no se da cuenta…
Se puso los pantalones, de nuevo y de un morralito saco dos billetes de 200 y me los entrego. –Eso es por el frijol… -Saco un billete de 100 y se lo dio a mi tio- Eso es por la ordeñada, y ya sabes, mi carnal nunca dice nada…- Don Antonio se rio, y señalo al señor sentado colando cacahuates.
-Es mudo cabron… ya ni porque es tu hermano…- Le dijo mi tio y se rio.- Vamos ya tenemos el dinero.- Me tomo del brazo y me llevo por los pasillos, justo cuando íbamos a salir, me pare de golpe mirándome.
-Tio, estoy desnudo… mi ropa…- Lo mire y el se rio.
-Cierto mijo… yo no la tengo, la dejamos con Don Antonio.
Regresamos caminando por los pasillos y cuando llegamos el localito ya estaba cerrado. Mire a mi tio y el solo se rio.
-Tocara el camino largo mijo… -Me tomo del hombro y me llevo entre pasillos, adelantándose, para ver que nadie viniera. Asi llegamos al otro extremo del mercado, donde también había tarimas montadas, amarradas con lonas y mantas, cubriendo el mercado.
-Tenemos que llegar a la calle de la base, si caminamos por la iglesia, llegaremos mas rápido, pero debes caminar rápido, y por las orillas para que nadie te vea…
-Si tio…- Camine por donde mi tio me indicaba, caminando por la orilla de la calle detrás de todos los puestos, pasamos por una plaza donde siempre quise entrar, estaba llena de espejos, pude verme en ellos, desnudo, mi “tilín” y mis huevitos al aire, moviéndose mientras caminaba, mis pezones estaban duros por el aire frio, y mis pies ya tenían enterradas piedritas, que lastimaban al caminar.
Llegamos a la primera esquina, y escuchamos gente hablando, eran comerciantes terminando de amarrar sus puestos, y hablando de que comerían. Mi tio se acerco a preguntarles por como llegar algún lado, para distraerlos, yo aproveche y corri para cruzar la calle y esconderme, mi tio siguió detrás de mi tratando de no reírse mientras caminábamos. Subimos la calle hacia la iglesia, tratando de que no me vieran.
El camino se me hizo eterno, cuando llegamos a la iglesia mi tio me dijo que esperara, lo vi subir las escaleras hacia la iglesia, y meterse por una puerta de madera, pasaron los minutos y mi tio no salía, me sente sobre una banqueta detrás de un puesto de verduras, tenia hambre, asi que me meti por debajo de la tarima, busque unas zanahorias y empece a comerlas, con el hambre que tenia me sabían a gloria.
-Bena, mijo… ¿Dónde estas?- Mi tio me llamaba, salí de debajo del puesto y lo vi haciéndome señas para entrar por la misma puerta que el. – Mijo metete ahí…-Me señalo detrás del altar.- Voy a ver si tu tio ya regreso con el camión, para que vengamos por ti…
Camine a pasitos y me meti detrás del altar, mi tio cerro la puerta, y me quede ahí a oscuras, esperando, me sente en el piso frio y segui comiéndome una de las zanahorias que me robe del puesto, hasta que oi pasos del otro lado de la puerta, esta se abrió y un padre no tan viejo por la puerta, con una copa que parecía de oro, de esas que usan para dar la comunión.
El padre paso frente a mi sin verme, saco de la mesa del altar unas ostias, bajo a la banca que daba frente a una estatua de la virgen Maria sujeta por un par de hombres, parecía que ella quería soltarse, después supe que era una representación de la pasión de cristo, donde ella quería correr a ayudar a su hijo, el dejo la copa y las ostias en la banca, acerco un banco de madera, y subio ante la estatua, desabotono el vestido que tenia la virgen, y pude ver que debajo la estatua no parecía solo un cuerpo de cerámica, sino que se podía ver los pechos con pezones marrones, y una entrepierna peluda, sin “tilín”, estaba tan sorprendido por eso, que no me di cuenta cuando el padre se quito la sotana negra, quedando desnudo, pude ver como el par de nalgas peludas se movían mientras el se tocaba su “tilín”, se sento en la banca,y puso con la otra mano las ostias en la copa, siguió asi un rato y pude sentir mi “tilín” ponerse duro mirándolo.
El tomo la copa y puso su leche en la copa, podía ver el sudor bajar por su cuerpo. Se levanto de la banca y volvió a cubrir la imagen de la virgen, sus nalgas peludas se movían y rebotaban al caminar, dejo el banco en su lugar, tomo su sotana y camino a la puerta. Se detuvo antes de abrirla, y hablo sin mirar a otro lado mas que a la puerta. –Si no te tomas tu leche perrito, el padre Conrrado vera su copa sucia, y no le gustara, cuando termines dejala limpia y en el cajón de las ostias.-Abrio la puerta y salio dejándome ahí desnudo.
Camine hacia la banca y tome la copa, la base se sentía calientita, tome con mi mano una de las ostias sumergidas, y la saque, la leche le escurria, abri la boca y me la comi, el sabor era mas dulce que las demás que probe, saque la otra e hice lo mismo, después me tome el resto de la leche directo de la copa, con mis dedos trate de sacar toda la leche que quedaba. Camine al altar y abri el cajón, deje la copa en su lugar y me volvi a sentar en el piso frio esperando a mi tio.
Bueno hasta aquí el relato, espero les guste.
Uuff.. que fantasía de relato, me encanta esta historia y me encanta disfrutar de ella mientras me masturbo 💦🫦
Gran relato… Menudo calentón me provoca 🔥🔥
Como sigue??
Excelente relato… Como sigue??
Que delicia de relato, no sabes que paja me he hecho gracias a ti 😋
Como sigue??
Muy buen relato…. Como sigue?
Me encanta esta historia… Siempre me provoca muchísima excitación.
Como sigue?? Necesito mas.