Lu y los policias corruptos
Gracias a mi, estos tres policias tuvieron una noche inolvidable. Lu también. .
Lu (24 años, colorada natural y flaquita) y yo eramos pareja hace años. Hasta ese momento todo iba bien, pero poco a poco enpezamos a aburrirnos. No era la atracción sexual, sino la rutina en la cama. En mi cabeza se cruzaban fantasías de lo más locas, pero Lu no era de cumplir casi ninguna, ni siquiera podía entrarle por atrás.
En un punto empecé a hacer algunas cosas un poco indevidas; me abrí un tinder a escondidas y al menos una vez al mes encontraba alguna putita para cojer, que al menos se dejaban hacer un poco más que Lu. A la par que hacía eso, empecé a fumar marihuana dos o tres noches a la semana, los fines de semana más que nada.
Una de esas noches tuve la poca fortuna de que me pararan unos policias mientras llevaba a Lu en el auto a la casa de si hermana. Había fumado así que me llevaron a declarar luego de dejar a mi novia.
La suerte no estaba tan en mi contra. Aunque me dijeron que iba a tener que pasar unas noches allí, me dieron dos opciones más: podía pagarles (una suma un poco alta la verdad), o prestarles a mi chica.
Al escuchar eso mi cabeza imagino un montón de escenas de peliculas porno y no pude evitar aceptar.
—Es toda suya por una noche, pero yo miro y que no sepa que es culpa mía.
Junto a ellos ideamos un plan para que todo salga bien, sería a la noche siguiente y lo hariamos pasar por violación.
Antes de continuar tengo que describir a los tres uniformados. Los tres eran bastante musculosos y superaban 1.80 mts. Uno de ellos era blanco, y los otros dos eran negros.
La noche siguiente comencé lo pactado. Le dije a Lu que la llevaria a un lugar, pero que era sorpresa, asi6que debia ir todo el camino con una cinta los ojos. Luego de conducir unos minutos hasta el destino, un terreno abandonado cerca de la playa, bajamos y caminamos un poco (Lu aún tenia la venda en los ojos).
De pronto comenzaron a moverse los policias. De atras de unos arbustos aparecieron los tres y nos atacaron, simulando que me noqueban y me ataban y apoyando a Lu contra una pared. Lu grito un poco, pero el lugar estaba alejado. Yo me moví a un costado y me preparé para el show.
Uno de los policias le quito la ropa a Lu y los tres comenzaron a tocarla, escupiendo por todo su cuerpo y llamandola de muchas formas denigrantes.
Lu rompió en llanto, pero lejos de hacer que paren, eso bizo que los tres oficiales se convirtieran en bestias.
La hicieron poner de rodillas y la forzaron a chuparles la verga, de uno en uno. Una era tan grande para Lu, que casi se queda sin aire.
Pasado un rato, uno de los policias se apoyo en la pared y tomo a Lu como un juguete. La puso sobre su enorme pija y comenzó a cojerla, sin piedad. Ella gritaba, pero ya no distinguía si era miedo y dolor, o cada vez era más placer y lujuria. Mientras esto ocurría, otro de los hombres lubrico el culito de mi novia y sin pensarlo dos veces, ensartó su miembro en el ano de Lu. Ella grito de dolor, pero poco a poco se rindió al placer, dos vergas dentro suyo, una por delante y otra por atrás.
Entre los tres la fueron turnando de pija en pija. Mi chica tuvo al menos 5 orgasmos y a cada rato pedía que paren.
No satisfechos, acostaron a Lu boca arriba. Uno de ellos se puso encima de su cara, obligando a Lu a lamerle los huevos un poco mientras él le chuoaba la concha (el clásico 69 digamos), hasta que él decidió que era suficiente. Se inclinó un poco y metio su enorme verga en la boca de Lu. Parecia que podía ver como un bulto entraba y salia de su garganta. La putita movia las manos, intentando que saquen semejante miembro de su bocs, que no aguantaba más. El la dejó respirar.
Mientras tanto otro de ellos la tomo de la cintura y comenzo a usar su concha. Luego de resoirar, el otro continuó asfixiándola con la verga hasta que no aguantó más y la llenó de leche, tanto que casi la ahoga. Sin sacar el pene, un monton de semen salia de la boca de Lu, sin poder encontrar luvar dentro de ella donde quedarse. El tercero, que solo estaba masturbandose, decidió tomar el lugar del que recién había acabado y continuó destrozando la garganta de Lu.
El que la estaba cojiendo decidió cambiar de agujero y empezó a cojerle la colita. Yo decidí acercarme y empecé a pajearme, rozando mi pene en sus tetas.
Al pasar unos minutos, la verga de su boca la dejó respirar, solo para llenarle hasta el último centimetro de su cara con un montón de leche espesa. Finalmente ella tuvo un par de orgasmos mientras el último oficial le llenaba el culito de semen y yo acababa en sus tetas.
Lu quedó tirada en el piso y a mi me ataron para que no sospeche. Luego de un rato se incorporó, se acercó a mi, chorreando semen por todos lados, me bajó el pantalón y comenzó a cojerme. No podía creerlo.
—Fue horrible mi amor, pero estoy tan excitada que tengo que cojerte a vos.
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