Lubricante natural
Experiencia divina.
Hola lectores, quiero relatar una EXPERIENCIA DIVINA, que viví cuando tenía unos 12 años. Mi nombre es Alí y soy de Venezuela, siempre he vivido en un estado del centro del país a orillas de la playa. La zona donde vivíamos en ese entonces era un cerro y para la época no habían muchos habitantes.
En aquella zona, habían muchas minas de arena, que los vecinos explotaban para construir sus casa, cerca de una de esas minas vivía una familia conformada por los padres y seis hijo, tres hembras y tres barones, mi relato se centra en el hermano mayor de esa familia que tenía unos 9 años, su nombre Gimmy, de piel clara no gordo, pero tenía unas nalguitas, paraditas y redondas, yo siempre estaba en esa casa, pues los padres de mi amiguito eran muy amigos de mis padres, siempre llegaba a esa casa después de las 12 del medio día, porque asistía a la escuela en la mañana. Yo comencé a ir para allá por solicitud de los padres de mi amiguito, ya que ellos trabajaban en la tarde y tres de los hijos iban a la escuela en la tarde, en fin que Gimmy era uno de los que estaba en casa en la tarde.
Un buen día, estaba jugando, no se que juego, pero recuerdo que yo me senté en una silla que estaba muy cerca de la puerta de entrada a la casa, se podía ver el camino y las personas que pasaban por allí. Estando en la silla, mi amigo se acerca a mi y me dice que quiere sentarse y yo le digo que la silla estaba ocupada, él sin ningún reparo se sentó encima de mí. aquello fue como un baño de agua fría, de manera inmediata mi pene que ya era regular de tamaño, pues soy moreno, se levantó inmediatamente, él niño al sentirlo comenzó a mover sus nalgas sobre mi pene, no decíamos nada, yo lo tomé de la cintura y hacía movimientos como el que está cogiendo, ya con la excitación al tope, me saqué mi falo y le bajé el pantalón corto que tenía puesto, se sentía rico la piel de esas nalgas en mis piernas y busqué su agujero y puse mi pene en esa rajita, él se quedó quieto cuando sintió que la cabeza estaba exactamente en tu ojete y yo que estaba recién desarrollado era una fuente de líquido precum, estaba muy lubricado y comencé a empujar y meter mi pene que era algo grueso y regular de largo.
Le pude meter todo mi mástil y él sintió por primera vez lo que era un guevo en su culo. Estando a punto pudimos ver que se acercaba una de las hermanas que venía del colegio y él se levantó de un brinco y me dejó con aquella máquina a millón, traté de guardarlo lo mas rápido posible y pude ver que tenía en la punta un poquito de caca.
Al rato de llegar su hermana, él me dice que lo acompañe a la mina para hacer pus, en ellos era muy común usar la mina a su baño. Nos fuimos y al llegar efectivamente él se agacho e hizo su necesidad, pero yo que estaba incompleto e insatisfecho, volví a empalmarme y me saqué el pene de frente a él que aun estaba agachado, cuando terminó me dice que no trajo papel para limpiarse y le dije, sigamos lo que empezamos, le di la vuelta y lo monté sobre una piedra para que quedara a nivel de mi pene su raja. Le pedí que se abriera y tenía lleno de mierda su agujero, no me importó y puse nuevamente la cabeza en su culo y lo empujé completo, sentí que él apretó su esfínter y aquello me excitó mas y seguí empujando, cuando comencé el movimiento de mete y saca, sentía como se deslizaba tan suave mi pene en su recién abierto culo, cuando sacaba mi mástil veía la mierda de color amarilla, eso me enloquecía y le daba mas rápido, cuando ya terminé de vaciar mis testículos en aquel hermoso culo saqué mi pene bañado en mierda y semen, me quité mi ropa interior, me limpié y lo limpié a él. Ahora puedo decir que esa fue una experiencia divina.
Después que llegamos de la cantera, pasé a su baño y lavé mi miembro y el hizo lo suyo también. Desde aquel día, si yo estaba en casa de mi amigo, le preguntaba que si no tenía ganas de hacer pus y lo acompañaba, para terminar cogiendo su culito lleno de mierda.
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