Malcriando a Lucia. Parte 1
Como converti a mi hija, desde la infancia en… otra cosa.
Soy Jacobo, 56 años recien cumplidos. No soy un buen hombre, lo reconozco. No estoy aqui para expiar mis pecados si no para exponerlos en toda su crueldad. No es un relato de amor, de dulces caricias. Es un relato de sexo, y el sexo no es dulce desde mi experiencia. Es salado, agrio, amargo, huele a semen y, a veces, sabe a sangre.
Estoy enfermo, literal y literariamente. Hace años un ictus provoco que mi cara este parcialmente paralizada. Y si es cosa del karma creo que, en efecto, me lo he ganado. Asi opinaria mi mujer si me viera, pero esta muerta. Esa cobarde decidio acabar con su vida antes de enfrentarse a mi cara a cara. No habria salido bien parada del encuentro, no tengo la paciencia para las discusiones razonables, pero hubiera sido mas decente que terminar su vida dando con su cuerpo en las rocas de un acantilado. Y se llevo lo que mas queria, a mi querida hija Alba con sus deliciosos 12 años. Justo cuando empezaba a disfrutar con ella mas que nunca. Era un disfrute unidireccional, seguramente la pequeña no opinaria igual. Esa maldita borracha de su madre decidio por Alba y se la llevo con ella en ese ultimo salto. Despreciable.
Mi mujer, de familia bien, me dejo en buen lugar economicamente. Seguramente sin desearlo. Su familia, para la que la imagen publica es mas importante que la verdad, decidio acabar conmigo de la forma mas comoda. Me dieron la parte de la herencia de mi mujer y me apartaron de su familia como una rata. Mejor. Me dan nauseas esos pijos. Ahora vivo en una buena casa, con un terreno enorme donde desde hace años mi mujer se dedicaba al cultido de viñedos y dos perros que guardan la casa. De tanto en cuanto acude un buen amigo medico para controlarme. Me conoce bien, hemos sido compañeros de vicios.
Lo que la enfermedad no ha curado es mi perversa mente. Reveo los videos que grabe con mi hija una y otra vez. Lo que para otros seria vomitivo para mi es puro extasis. Ver su pequeño cuerpo retorciendose en mis manos, escuchar sus lloros y gritos, hace que no pare de masturbarme durante gran parte del dia. Y es que hay ventajas en tener un mujer adicta a los tranqulizantes y el alcohol y «pertener» a una familia donde el secretismo familiar es religion: impunidad. Eso y que tu medico personal sea de tu misma calaña y de el visto bueno a las revisiones regulares de tu hija. Y es que hacia mucho tiempo que habia perdido el adjetivo de virgen. Y no de buena manera, lo asumo.
Pero dejemos de lado el pasado lejano. El relato empieza hace unos 15 años, rondando el 2004, cuando a las puertas de la finca llamo lo que seria el comienzo de los años mas felices y oscuros de mi vida. 10 meses despues de la cobarde muerte de mi mujer. 6 despues del comienzo de mi enfermedad. Sono el timbre del porton de la entrada y active de mala gana el video-portero. No suelo recibir visitas inesperadas, ni tampoco las deseo, y era dia de librar para los trabajadores. En la patalla aparece el rostro de una joven que me resulta ligeramente familiar.
-¿Si?
-Hola, ¿vive aqui Ruben?
Mi entrepierna se estremecio. Ese era mi nombre de batalla, con el que me corria las juergas, con el que rompia corazones y algunos culos, con el que…. mierda. La reconocia. Jana, Julia… no me acuerdo del nombre. Lo que si me acuerdo es de su preciosa cara esnifando una raya de coca sobre mi polla, de eso si que me acuerdo. Hace cuanto fue, ¿un año? Podria ser. Aunque su angelical cara del pasado se habia transformado, mas vieja, mas cansada y decrepita. Huelo a las mujeres debiles, son mi especialidad, y ahi tenia un buen ejemplo.
-Si soy yo. ¡Cuanto tiempo! Pasa.
Active el porton sin pensar en como y porque esa chica se presentaba en mi casa. Mi instinto depredador es demasiado poderoso. Abri la puerta de mi casa y vi acercarse un pequeño y viejo coche que aparco frente a la puerta. Salio la chica con una ropa que podira haber usado para ir a tirar la basura, un chandal mas que usado y una zapatillas de oferta. Es un estilo degradante que siempre me ha gustado y que suele indicar mucho sexo por poco esfuerzo. Solo esperaba que mi ereccion no fuera excesivamente obvia. Paseo la chica su mirada por el jardin exterior y la casa, que mantenia en regla gracias a los mismo trabajadores que mantenian el viñedo. Solto un silbido de falsa admiracion.
-Parece que te lo has montado muy bien tio. Menuda choza – al acercarse pude ver como hacia un gesto de asco al mirarme- ¿que coño te has pasado en la cara?
-Un ictus
-¿Sabes que? Te pega maldito hijo de puta. ¿Sabes quien soy entonces, verdad?
-Si
En esos momentos no podia pensar mas que en lo lejos que estaban los perros a los cuales solia encerrar cuando queria estar tranquilo de verdad. Nada en su tono y sus gestos presagiaba nada bueno y senti como mi puño se apretaba a la vez que mi polla perdia su consistencia.
-Mejor – dijo – ahorrara tiempo. – Saco un paquete de tabaco manoseado y encendio un cigarro – Me ha costado encontrarte, como la sabandija que eres sabes esconder bien tu pasos. Medio año he estado detras tuyo. Sabes… me destrozaste la vida. Una puta noche, solo una te hizo falta. ¿Te gusto? ¿Disfrutaste usandome como un trapo? Aun tengo pesadillas de ese dia.
Y tanto que me acordaba, y por supuesto que disfrute. No hay nada mas excitante que coger a una inocente princesa y degradarla hasta lo mas bajo. Droga, alcohol y unas cuerdas para que se mantenga quieta y tranquila, no hace falta mas. No fui el unico tengo que decir, por su cuerpo pasaron dos amigos mas a los que invite esa noche a la habitacion del hotel. Su cuerpo de bajo de estatura (me llegaba por el pecho sin ser yo alto) y esas tetas que parecian no querer crecer mejoraban la escena perversamente sexual de esa cama a la que la mantuvimos atada durante horas. Sinceramente, no pense que se acordara de nada despues. La ereccion volvia a asomar en mi pantalon.
-17 años maldito degenerado. Hace un mes que mis padres me echaron de casa, no quieren saber nada de mi. Llevo viviendo en una habitacion de motel desde entonces con la pasta que me dieron…. ¡no puedo mas! – grito justo antes de escupirme copiosamente en la cara, tirar el cigarro al suelo y dirigirse hacia el coche.
Fue al lado contrario del coche, saco algo del asiento de atras que dejo en el suelo, subio al asiento del conductor y bajo la ventanilla mas cercana a mi.
-Ahora es tu puto problema, seguro que con el dinero que tienes podras hacer algo bueno en tu puta vida por ella.
Me regalo la vista de su dedo central y arranco el coche patinando en la grava del patio y saliendo por el porton que aun se mantenia abierto. Cuando el coche se aparto descubri una cesta de bebe abandonada en el suelo. No, no supe reaccionar en ese momento, no entendia que cojones estaba pasando. Como acto reflejo recogi la saliva que recorria mi cara con el dedo y lo chupe. No es la primera vez que me escupen en la cara. Su sabor suele estar lleno de rabia, vergüenza, humillacion y… me encanta. La suya sabia ademas a tabaco y alcohol.
Me acerce a la cesta y descubri un pequeño bebe dormido. ¿Como podia estar tan traquilo despues del jaleo que habia montado su madre? Por los colores de la ropa que llevaba suponia debia ser una nena. Al descubrir la manta que la cubria lo confirme. Lucia. Ese era el nombre que llevaba en el body. Y, dentro de la cesta, botes de leche en polvo, pañales, cremas… Algunas empezadas, todas de marcas de beneficiencia. Recogi la cesta y entre en casa. La coloque sobre la mesa de la sala, saque una botella de tequila para calmar los nevios y comence a hilar recuerdos, pensamientos y chupitos mientras contemplaba a la calmada niña, hasta que un terrible sueño se apodero de mi y cai dormido en el sillon.
Me desperto horas despues el lloro desesperado de la puta criatura. Queria pensar que todo habia sido una pesadilla, que no me habian empaquetado ese marron. No soportaba su lloro, me estaba volviendo loco y los efectos del tequila no ayudaban. Encendi la television para amortiguar el sonido del berreo mientras la gritaba que se callara de una puta vez. Vale, nunca se me han dado bien los niños. Ni las niñas. Mi relacion con ellas ha sido diferente pero aun le quedan unos años para que este en mi categoria de follable. Tampoco muchos sinceramente. Habia probado y degustado a dulces trozos de carne de menos de dos digitos de edad. Una de ellas no creo que pueda contarlo tal como la deje.
Y cuando todo parecia ser una caida a los infiernos me percato de la television. Unas imagenes en directo mostraban el rescate de un coche accidentado en un puente que, tras un par de vueltas de campana, habia caido al rio. Mis ojos no podia creer lo que estaban viendo. Era el coche de Jana, o Julia, o como se llamara la hija de la gran puta que me habia enpaquetado a su hija. Mi hija. Lo que sea. Una grua estaba sacando los restos del vehiculo del fondo del rio, hecho un guiñapo. El comentarista relataba como los restos del cuerpo de la victima no se habia encontrado aun pero si que conocian su identidad. Habia acertado, se llamaba Julia. Se cree que iba con su hija en el coche pero no habia rastro de los cuerpos y un bombero comentaba lo complicado que seria encontrarlos dado el caudal del rio en esta epoca. Quizas hoy, quizas dentro de un mes a unos kilometros de aqui, quiza terminara en el mar y nunca se encontrara.
Mierda, mierda, mierda, y ahora que coño iba a hacer yo. ¿Como deshacerme de este paquete? ¿Me iba a presentar en la policia como padre de una criatura despues de haber tenido sexo con una menor? Zorras, todas zorras. Desesperado me fui a mi habitacion dejando atras la television encendida y a la niña llorando incansable. Tenia que descargar, relajarme, pensar con claridad. Encendi el ordenador y abri la carpeta donde tenia guardadas las grabaciones con mi hija. No con esta, con mi pequeña putita. Una paja, es lo que necesitaba, una paja y todo lo veria mas claro. Elegi un video al azar. Ella esta tumbada boca abajo en la cama formando una cruz con las piernas y brazos atados a las patas de la cama. De su culo asoma el extremo de un plug anal que tiene encajado. Debia ser de cuando tenia 11 años y empezaba a experimentar con la dilatacion sus agujeros. Mi polla reacciono al momento de ver esa escena y empezo a palpitar. Los problemas desaparecen de mi cabeza al ver esas escenas. Empece a pajearme de forma desesperada. En la escena se ve mi mano agarrar silenciosamente el plug y tirar de el con fuerza mientras un grito ahogado suena de fondo. Seguramente la tenia amordazada, solia hacerlo. En ese momento se revela su precioso ano dilatado, brillante del lubricante, palpitante del esfuerzo. Llegaba a abrir tanto ese culo que tardaba horas en cerrarse. Justo en ese momento podria venir el negro con la polla mas grande y metersela de golpe sin ningun esfuerzo. Ese solo pensamiento hizo que me corriera como un loco, en chorros espesos de esperma que corrian por mi mano. Una paz interior me inundo. Busque algo para limpiarme pero no encontre nada a mano o sea que fui para la sala con la mano encharcarda de esperma caliente.
La niña seguia con su grito estridente. Me acerque a ella y, sin pensarlo demasiado, le acerce la mano a la boca. Y, justo en ese momento, mi vida cambio. Chupo de manera instintiva la crema caliente que le proponia, muerta de hambre, desesperada por llevarse algo a la boca. Y se calmo. Que muy putita, con unos mese de vida, se calmo chupando mi recien corrida.
Y entonces fui consciente. Tenia una niña, una niña que nadie esperaba, cuya madre estaba muerta. Una niña que nadie sabia que estaba conmigo. Una niña para moldear, para criar a mi gusto. Posibilidades en estado puro. Mi polla se puso con una estaca con solo paladear todas esas posibilidades. Joder que si la iba a criar. La iba a criar muy muy mal. La iba a malcriar hasta dejarla seca.
Interesante, tienes tel…gram?