Mamando a Wilmito 👅

Andrés se disculpa con Wilmito de una forma no habitual ¿que tanto le gustara al niño esto?.
Debía arreglar las cosas con Wilmito. Me dirigí al cuarto del niño y esta vez decidí hablar antes de abrir la puerta

 

Andrés: ¿puedo pasar?

 

No escuche respuesta alguna pero me percaté que la puerta no tenia seguro, decidí abrir pues tenía un poco de temor que Wilmito le contará al señor Gilbert lo que había pasado con Julio

 

Al entrar vi que Wilmito estaba acostado en su cama dándole la espalda a la puerta, se había puesto un short a pesar que se le dificultaba un poco por el brazo

 

Wilmito: Vete, no te quiero aquí

 

La voz de Wilmito se oía medio sollozante, al parecer había llorado un poco

 

Andrés: Oye lo siento, no debí decirle a Julio que me ayudará a limpiarte – dije hasta acercarme a su cama

 

No oía respuesta, solo escuche como comenzaba a llorar devuelta

 

Andrés: ¿Puedes voltear a verme, por favor? Puedes dañar tu yeso si sigues acostado así

 

Wilmito me hizo caso y al momento de voltear se vi sus ojos un poco rojo por las lágrimas, me senté en su cama para consolarlo

 

Wilmito: No quería que tus amigos vieran mi pito, uno me limpio y fue tu culpa… dijiste que nadie iba a ver esas fotos y por eso lo hice – dijo sollozando

 

Andrés: Lo sé y lo siento, pero dime ¿quieres que cumpla mi parte del trato? – dije mientras acariciaba su verguita por encima de su short

 

Wilmito se limpio sus lagrimas, estaba un poco dudoso

 

Wilmito: ¿de verdad me vas a chupar el pito? – dijo todavía incrédulo

 

Anteriormente había hecho un trato con Wilmito, este consistía en que él no se pusiera short ni calzoncillos mientras me ayudaba con la mudanza y por mi parte yo le iba a chupar toda su verguita, aunque para mi era una doble ganancia. Wilmito solo sabía que la mamada era con la boca y no entendía cómo yo podía meterme a la boca su penecito pues de ahí hacía pipí, él no sabía bien en qué consistía ese «juego» pero le dije que me dejara todo a mi y había aceptado

 

Me había aprovechado de nuestro trato por lo que como disculpa no solo chuparia su verguita sino también haría algo con su culito pero eso sería después, cabe mencionar que Wilmito no sabia eso

 

Andrés: Claro, te lo mereces, solo dejarte llevar y si no te gusta lo que estoy haciendo me dices, esta vez sí te haré caso y me detendré – dije acariciando su pecho por encima de su camisa – Entonces ¿que dices? ¿Quieres hacerlo?

 

Wilmito: Si – dijo comenzando a sonreír

 

Le di un beso en la frente y termine de limpiar sus lágrimas

 

Andrés: Bien, ponte de pie, te ayudo

 

Estaba un poco nervioso pero suspire, era el momento de jugar , era el «nivel» de chupadas aunque era una lástima no poder ir al último «nivel» por el brazo de Wilmito

 

Le quite la camisa para que después no me hiciera estorbo por su brazo

 

Wilmito: ¿porque me quitas la camisa? Pensé que ibas a jugar con mi pito – dijo inquietado

 

Andrés: Guarda silencio y deja todo en mis manos – dije repitiendo prácticamente lo de la mañana

 

Me arriesgue y con mi mano tomé su barbilla mientras acercaba mis labios a los suyos y le plante un beso apasionado, eso a Wilmito lo tomo un poco de sorpresa pero cerró sus ojos y abrió su pequeña boquita intentando copiar lo que hacía aunque era un poco torpe por ser su primera vez, parecía que le estaba gustando.

Deje de besarlo para poner mis manos en su cintura y lentamente bajar su short, tenia puesto otro calzoncillo blanco pero no se lo quite inmediatamente, en cambio lo llevé nuevamente a su cama para acostarlo, estando él así acaricie con la palma de mi mano su mejilla para luego llevarla a su pecho y sentir así uno de sus pequeños pezoncitos. Lentamente lleve mi boca a uno de sus dos pezones y lo chupe suavemente lo que provocó que Wilmito soltaba algunos gemidos ahogados de dolor y placer.

Mientras cambiaba de pezón con mi mano le acariciaba ese bultito que tenía en su entrepierna, su penecito estaba ya paradito por lo que comencé a hacerle una paja deslizando la palma de mi mano de abajo para arriba sobre su calzoncito. No estuve mucho tiempo así pues no quería que terminara con eso

Notaba como Wilmito estaba impaciente pero antes que dijera algo solo le dije con mi dedo que callara

Con mis manos baje un poco su calzoncillo solo para dejar afuera su ingle. Llevé mi nariz cerca de su pequeño bulto, podía distinguir un poco el aroma de su verguita fusionado con el olor del jabón que uso para bañarlo. Con mi boca comencé a darle pequeños chupetones a su ingle, por mi posición sentía un poco como su penecito se movía y tocaba mi cuello. Después de jugar con su ingle me acerqué a los pequeños muslos de Wilmito y con mi lengua levanté lo más que podía su calzoncillo por los lados, cuando hacia eso podía tocar parte de sus huevitos con mi lengua. Con cada cosa que hacía solo escuchaba a Wilmito suspirar de placer

En esta ocasión solo quería que Wilmito disfrutara por lo que no me había quitado mi ropa pero decidí despojarme de ella para esta más cómodo además de darle un poco de tiempo a Wilmito para que se calmara y pudiera disfrutar bien de la mamada

Wilmito: ¿qué vas a hacer? – dijo ya calmado viendo mi pene y mis huevos

Andrés: ¿te molesta? Me puedo volver a vestir si quieres

Wilmito: No, ¿puedes continuar? Por favor – dijo ansioso

Andrés: Esta bien

Era el turno de desnudar Wilmito por completo, entonces tome su calzoncillo y con su ayuda se lo quite. Cada vez que veía ese cuerpo infantil era un verdadero show

Andrés: dobla tus piernas y cierra tus ojos, no lo abras

Wilmito simplemente obedeció

Con mis brazos separe lo más que pude sus piernas, mire un momento su verguita y con mis dedos acaricia su escrotito. Acerque mi cara y restregue mi nariz con su cosita, la quería sentir en toda mi cara. Si bien podía meterme todo el penecito de Wilmito junto a sus huevitos prefería ir por partes

Sin separarme de su entrepierna saque mi lengua y levante con ella el saquito de sus huevitos, los metí a mi boca y comencé a jugar con ellos, con mi lengua podía sentir la textura de su escrotito, chupaba esos dulcecitos uno por uno, chupaba y donde se salia el huevito volvía a metermelo a la boca, luego repetía el proceso con el otro. Wilmito solo gemía de placer, había vuelto a cerrar sus ojos para concentrarse en el placer que le estaba dando

Andrés: ¿te esta gustando lo que estoy haciendo o paramos aquí? -dije mirando hacia arriba

Wilmito: Si, me gusta-dijo suspirando de placer

Segui chupando sus bolitas por un rato más, a veces le daba chupetones a sus huevos provocando que la respiracion de Wilmito se acelerada, estuve asi que todo ese saquito quedo mojado por mi saliva.

Era el turno de su penecito, con dos deditos fui bajando de poco ese pellejito, escupí sobre mi mano y comencé a hacer caricias circulares con mi palma sobre ese glande rosa

Wilmito: mmmmmm -gimió un poco fuerte

Cuando Wilmito gemía noté como su cadera se levantaba un poco de la cama, su escrotito se contrajo al mismo tiempo que su penecito temblaba. Al parecer Wilmito no pudo aguantar más y por segunda vez en el día había tenido un orgasmo

Se notaba que Wilmito había disfrutado mucho de lo que le había hecho pero técnicamente todavía no había cumplido del todo mi parte de la promesa por lo que cuando vi que se estaba calmado sin decirle metí su pistolita a mi boca haciendo que Wilmito se estremeciera pues su glande estaba sensible todavía, su pene se había dormido por lo que estuve un rato sintiéndolo así en mi boca y aunque me fue difícil logré que volviera a la acción

Tener ese pequeño pene de niño no era muy distinto a meter un dedo en la boca por lo que fácilmente podía jugar con ese pedacito de carne. Con mi lengua jugaba y recorría todo el tronquito, cuando su pene iba a salir de mi boca por la chupada que le estaba dando me lo volvía a tragar, aveces me detenía en la base del glande y lamia esa zona lo que provocaba que Wilmito soltara gemidos más fuertes, todo esto lo hacía un poco lento pero decidí acelerar los movimientos que hacia con mi boca, parecía que con esta levantaba por instantes el cuerpecito de Wilmito pero lo verdad es que por instinto aun estando acostado trataba de penetrar mi boca. El pobre niño no aguantó mucho y tuvo su tercer orgasmo lo que me hizo preguntarme si aguantaría acabar otra vez.

Andrés: Y bien ¿te gustó o no?- dije haciéndolo a un lado de la cama para acostarme a la par de él

Wilmito no podía responder, estaba sudando del cansancio. Acaricie sus huevitos otra vez aunque sabía que su penecito no se iba a parar otra vez, por lo menos no de inmediato. Por mi lado tenia mi verga parada, quería meterla en su anito mas no podía hacerlo por su brazo pero aun así eso no significaba que no podía meter otra cosa en su culito pero para no lastimarlo necesitaba ir a una tienda para comprar una cosillas, si, eso sera después me dije

Andrés: Tengo un poco de hambre ¿que me dices? ¿comemos algo?

Wilmito: Si, tengo hambre – dijo sentándose

Cuando Wilmito se sentó quite mi mano de sus escrotito y con mis dedos comencé a apretar mi glande, antes de comer quería masturbarme otra vez y aunque ya había eyaculado hoy tocar tanto a Wilmito me había calentado bastante por lo que no tarde en venirme, para no manchar las sábanas al momento de expulsar mi semen con mi mano cubrir todo mi glande. Wilmito solo veía mi pene, parecía que quería hablar pero no se atrevía

Andrés: Toma, comete esto para mientras -dije ofreciéndole mi mano

Wilmito me voltio a ver con una cara como si estuviera jugando pero aun así tomo mi muñeca para lamer todos mis dedos uno por uno, cuando termino de lamer mi mano me dijo lo siguiente

Wilmito: Andrés, tengo mucha hambre, comamos ya por favor

Andrés: Ya voy ya voy, ¿que quieres comer? – dije mientras me levantaba y tomaba mi ropa

Wilmito: Quiero pizza otra vez, por favor, di que sí

No quería acostumbrar al niño a solo comer eso pero si cocinaba algo me iba a tardar un poco y de seguro él tenía mucha hambre por el «ejercicio»

Andrés: Hagamos otro trato ¿que dices? – dije ya terminando de vestirme

Wilmito: ¿otro? – dijo quejándose un poco

Andrés: Veras, ahorita estas cansado de seguro y no quiero que solo pidas pizza por lo que la próxima vez que comamos eso vas a tener que cumplir con un reto

Wilmito: ¿y qué voy a hacer?

Andrés: Eso te lo diré en el momento del reto, pero tu vas a decidir cuando hacerlo, es decir, cuando quieras comer pizza otra vez. Por el momento te pondré tu camisa

Wilmito: ¿solo mi camisa? – dijo mirando su calzoncillo

Andrés: Si, es quiero estar tocando tu pistolita – dije agarrando su penecito antes de ponérsela

Wilmito hizo un puchero al escuchar el nombre que le había puesto a su pene pero comenzaba a aceptarlo. Una vez puesta su camisa pedí la pizza, almorzamos y nos sentamos en el sofá a ver una película animada

Mientras veíamos la película noté que Wilmito se estaba quedando dormido, supongo que era lógico pues había tenido tres orgasmos hoy además que después de comer su cuerpecito se debió de relajar. Antes que cayera en los brazos de morfeo como dicen muchos lo cargue y lo acosté en su cama

Hubiera querido jugar más con Wilmito pero preferí dejarlo descansar, es decir, tenía mucho tiempo para estar con él además que debía ordenar un poco mi habitación pues supuse que sería un poco raro que en todo el día no haya sacado nada de las cajas.

Durante el resto del día no hice nada más con el niño aunque lo había despertado solo dos horas después que se durmió para que no tuviera insomnio en la noche. En la noche estuve platicando un poco con el señor Gilbert sobre cosas sin importancia, mientras hablábamos temí que Wilmito dijera algo sobre Julio pero no lo hizo.

A la mañana siguiente aunque el señor Gilbert no me había pagado todavía yo tenia unos ahorros así que decidí ir a comprar unas cosas que necesitaba a un supermercado que estaba un poco cerca de la casa antes que Wilmito despertara. Entre las cosas que compre ahí estaban un cepillo de dientes y aceite de bebé, también compré unos dulces para dárselos a Wilmito

Al regresar a la casa estaba colocando las cosas en una mesa en la sala cuando veo a Wilmito acercarse a donde me encontraba

Andrés: Hola ¿hoy no me vas a apuntar con tu pistolita? – dije con una sonrisa

Wilmito: ¿qué es esto? – dijo bostezando

Andrés: La mayoría de esto son cosas de uso personal. Pero te he traído esto – dije enseñándole los dulces

Wilmito: ¡Gracias! – dijo emocionado

Andrés: Te lo comerás después de desayunar – dije poniéndolos en la mesa – Espera un momento en lo que te hago de comer

Después de desayunar termine de ordenar lo que faltaba de mi habitación mientras Wilmito veía algunas caricaturas. Ya ordenado todo tome una bolsa negra y metí el aceite de bebé y el cepillo dentro, tome aire y me preparé para disculparme como había planeado desde ayer

Wilmito tenía todavía la camisa de DB pues no se había bañado hoy, no sabía si darle ese baño antes o después de jugar pero mi pene se comenzó a parar cuando pensé en lo que iba a suceder y no podía espera

Wilmito: ¿qué es eso? – dijo viendo la bolsa

Andrés: La mamada que te di ayer fue la promesa que te hice, esto en cambio es mi disculpa – dije enseñándole ambas cosas

Pude ver la confusión en el rostro de Wilmito, era claro que no entendía lo que yo planeaba. No sabía cómo explicarle lo que era una penetración por lo que de una vez le dije lo que iba a hacer

Andrés: Ves este cepillo de dientes – dije mientras se lo mostraba tomándolo con mis dos dedos índices – Te lo voy a meter en tu culito

Wilmito: ¡¿qué?! – dijo un poco asustado llevándose su manita debajo de sus huevos.

Andrés: No te voy a mentir, te va a doler un poquito pero te va a gustar mucho después, va a ser mejor que la mamada que te di. Te digo también que solo te meteré la mitad del cepillo

Wilmito: pero… – dijo nervioso

Andrés: No lo haré si no quieres, pero te vuelvo a decir que te va a gusta mucho que juegue con tu culito. ¿entonces lo quieres intentar?

El niño me veía y luego al cepillo, se estaba poniendo rojo, era obvio que quería decirme algo, entonces mirando al suelo dijo lo siguiente

Wilmito: Yo quería sentir tu pene en mis nalgas

Esa declaración me tomó por sorpresa, sabía que Wilmito quería hacer varias cosas por caliente pero no había pensado en eso, se me había olvidado lo que hizo aquel día en el autobús. Yo por supuesto que quería lo mismo que él, quería metérsela pero cada vez que veía su bracito me decía que no podía hacerlo, no obstante tal vez se me ocurría algo después pero mientras tanto prepararía ese anito rosa para ese momento especial

Me dirigí hacia Wilmito, me agache y toque su yeso mientras le decía lo siguiente

Andrés: Te puedo dañar el yeso, incluso me asusta que te pueda lastimar con esto que vamos a hacer por lo que no puedo hacer lo que quieres ¿lo entiendes?

Wilmito: Si – dijo triste

Andrés: Aunque cuando te cures lo podemos intentar – dije para alegrarlo

Wilmito: ¿de verdad? – dijo mientras volvía a dibujarse una sonrisa en su cara

Andrés: Claro, pero… – dije pensando

Wilmito: ¿pero que?, dime

Andrés: Si quieres que yo haga cosas que tu quieres lo justo seria que tu hicieras cosas que yo quiero

Wilmito: ¿me vas a volver a castigar? – dijo poco convencido

Andrés: Ve esto como un cambio de deseos, yo te castigaré pero no solo te meteré mi pene cuando te cures sino que durante todo el tiempo que pase contigo tu culito y pistolita estarán felices – dije mientras con una mano le tocaba su penecito y con la otra le acariciaba sus nalgitas

Wilmito: Está bien – dijo convencido

En ese momento me acordé lo que habían dicho julio y Alfredo de que Wilmito usará pañal, si bien al estarlo limpiando yo no era necesario eso se me ocurrió aprovechar ese «intercambio de favores», además que así no le tendría que inventar algo al señor Gilbert, es decir, él no se tendría que enterar que su sobrino usaría tal cosa. Aunque tampoco le diría a Wilmito esto todavía

Andrés: Así me gusta – dije poniéndome de pie – Ahora es momento de mi disculpa

Tome a Wilmito e hice que con su brazo sano se apoyará en el brazo del sofá

Wilmito: ¿qué haces?

Andrés: Ya verás – dije acercando el cepillo y el aceite y poniendo ambas cosas en el suelo

Me senté en el suelo haciendo que mi cara quedara prácticamente frente a esas nalgas blancas que me volvían loco cuando las miraba. Mi primera idea fue meter el cepillo con ayuda del aceite pero teniendo ese culito a mi disposición decidí mejor darle a Wilmito un buen beso negro

Rodee con mi brazo izquierdo la cintura de Wilmito haciendo que mi cara estuviera más cerca de sus nalgitas y entonces le di una lamida a esa rayita iniciando desde lo más abajo posible, Wilmito se estremeció y soltó un pequeño gemido al sentir esto

Despegue mi cara de su trasero para darme cuenta que no me estaba viendo, no decía nada, solo escuche su respiración y sentía que algo comenzaba a tocar el brazo que rodeaba su cintura, el penecito de Wilmito se estaba parando, todo esto me dio luz verde para continuar

Andrés: Mantente lo más firme que puedas – dije soltándolo de la cintura

Con Wilmito apoyándose lo mejor posible del sofá con mis manos abrí sus nalgitas para deleitarme con el ano rosa que se escondía a veces en ellas. No sé como describir ese olor que salía de Wilmito, era algo nuevo y excitante para mi, pero de algo estoy seguro y es que era un aroma embriagador

Abrir mi boca y comencé a comer ese culito, la abría para luego cerrarla justo en ese asterisco, era un movimiento de sube y baja con mis labios, también pasaba mi lengua por los pliegues anales del niño y aprovechaba para meterla lo más que podía en ese pequeño hoyito. Quería hundí lo más que podía mi cara en las nalgas de Wilmito así que lo volví a rodear con mi brazo, comencé a hacerle chupetones lo que provocaba que las piernas de Wilmito se pusieran como gelatina por la excitación que debía de estar sintiendo.

No quería que Wilmito terminara ya, no quería cometer el error de ayer por lo que me separe de él y tomé con mis dedos un poco del aceite para que el siguiente paso fuera más fácil. Me sorprendió como mi dedo se deslizaba dentro de ese culito, me volví a sorprender por lo fácil que fue cuando le metí el segundo dedo, ese culito de niño era fabuloso. En esta ocasión le metí un tercer dedo lo que provocó que Wilmito soltara un pequeño gemido de dolor pero aun así el dedo entró sin mucha dificultad. Me había imaginado que meter tres dedos sería mucho más difícil pero creo que fue fácil por las grandes nalgas de Wilmito

Una vez que todo ese hoyito estaba bien resbaloso tome el cepillo de dientes y se lo metí, mientras el cepillo iba ingresando en el interior de Wilmito él solo soltó un gemido largo de placer, también involuntariamente llevaba su trasero para atrás, por mi parte me volví a sorprender a ver como fácilmente un poco más de la mitad del cepillo se perdía en semejante culito infantil.

Había dejado el cepillo dentro de Wilmito para que se acostumbrara a la sensación mientras tanto le acariciaba las nalgitas, con mis manos las agarraba de los lados y las intentaba cerrar lo que hacía que se viera más nalgoncito

Sin avisarle le saque el cepillo de un jalón lo que soltara otro gemido pero mucho más fuerte que los anteriores, vi el cepillo y tenía un poco de mierda y sangre pero era algo normal por lo que se lo volví a meter hasta el fondo lo que gimiera otra vez pero de manera ahogada y lenta

Comencé a hacer un mete y saca lento, cuando tenía el cepillo dentro de ese culito lo meneaba como si fuera una cuchara, con mi otra mano tocaba esos huevitos pasando mi brazo por debajo de las piernas de Wilmito

Deje de tocar esos huevitos para una vez más tomar de la cintura a Wilmito, después tome el cepillo con firmeza e inicie con una penetración más rápida, me estaba volviendo loco, solo veía salir y entra el cepillo al mismo tiempo que escuchaba los gemidos de Wilmito

No pasó mucho tiempo cuando escuche un último gemido salir de la boca de Wilmito para inmediatamente después ver cómo caía de espalda pero como yo estaba de él lo pude atrapar. Teniéndolo encima de mi lo primero que hice fue sacarle el cepillo

Wilmito sudaba mucho por todo ese esfuerzo pero aun así le di otro beso en sus labios aunque menos largo

Andrés: Entonces ¿estoy perdonado? – dije poniendo mi mano en su verguita

Wilmito solo movió su cabeza afirmando mi pregunta, no podía hablar, parecía un muñeco de trapo después de semejante espectáculo

No se cuanto tiempo pasamos sentados en el suelo pero lo que si sabia es que si Wilmito quería volver a

experimentar estas sensaciones tendría que hacer unas «cosas» que si bien no le gustarían a él a mi si, pero eso lo contaré en otros relatos