Mario y sus pequeñas conquistas estando casado (parte 1)
Les hablare de un hombre que, en su niñes, adolescencia y juventud, había disfrutado de incontables niñas desde 2 años hacia delante. Siempre pidió a Dios para que le quitara ese deseo. Pero ese gusto es incurable. Y se caso para ver si podía lograrlo..
Lo primero que hizo Mario de 29 años fue buscar a una mujer que le llamara la atención, pues también se cogía rico a las mujeres mayores que le apetecían. Se le podría considerar guapo, no un adonis, pero que si llamaba la atención de mujeres y adolescentes. Y su secreto con las niñas es que era muy dulce para ellas. Apenas lo conocían, se le pegaban como chicle. El tema es que se casó y fue a vivir a casa de Juana, de 25 años. Tenia una casucha de madera en un terreno invadido. Osea que llegan un montón de gente y hacen casas en terrenos ajenos. Juana trabajaba sábados y domingos, dándole un día libre, pero en la semana, por lo que Mario los fines de semana se la pasaba solo en casa. Disfrutaba tener sexo con Juana pues tenía un culo muy bonito, de avispa y unas tetas medianas. El problema es que la vecina de al lado, con un marido maltratador y una hija de 5 años llamada Lucia, que no era hija del marido, era muy metiche y siempre los fines de semana que ella estaba allí, venia dejarle comida a Víctor. Y le tiraba a ver si se lo levantaba. Y bueno se tomó como costumbre llevarle comida todos los medio día de sábado y domingo. Ya Juana sabia del asunto y no le pareció malo. Es mas le daba algo a la vecina para cubrir ese gasto. Cuando Mario vio a Lucia se le calentó la sangre. Pues pensó que nunca más tendría acceso a una niña de esa edad. El tema es que la vecina en lugar de venir ella, mandaba a la niña a llevar la comida y se quedaba con Mario viendo televisión. La mama no se inmutaba en ver por que no regresaba. Pues como al principio cuando Mario conoce y tiene acceso a una niña, trata de aguantar sus instintos para no caer en tentación Y ella fue a observar a escondidas varias veces y vio todo normal. Así que más nunca espió. Antes de proseguir, les cuento que la mama de Lucia cuando vivía con la mama y su padrastro a sus 13 años, fue descubierta por la mama siendo penetrada por el padrastro una madrugada. Al parecer ocurría desde sus 8 años. Según ella y no se daba cuenta al principio. Y cuando ya empezó con la penetración, le daba miedo negarse. La mama la botó de la casa y ella iba a bailes para ofrecerse por 5 dólares. Era muy cachonda esa señora de niña. Mario se llego a enterar porque la vecina se lo contó a Juana y ella le contaba todo a Mario.
La niña era piel canela, mucha cabellera, y con un culo enorme igual al de la mama. Y por su tamaño y el hecho de ser delgadita, se le notaba aún más. Un día mientras Mario seguía aguantando, la niña llego con un traje que hallo de cuando era mas chiquita y obliga la mama a ponérselo. Y puesto que le quedaba corto y con ese trasero que tenía, pues al acostarse en la cama de Mario a ver televisión, la basta del trajecito le quedaba en la cintura, dejándole todo el trasero descubierto, tapado solo por el panti. Y dicho panti era de tela suavecita y le quedaba muy grande por lo que si Mario se agachaba un poco podía verle la raya del culo. Esa situación puso a Mario muy excitado. Pero se dijo que no haría nada porque la mama podría aparecer por la puerta en cualquier momento. El no la cerraba para que no sospecharan. Y la niña ahora los fines de semana se la pasaba todo el día en casa de Mario porque en su casa no había televisión. Y de pronto aparece la mama y Mario se dijo: menos mal me quede quieto. Y la mama le pregunto a Mario si podía dejar a Lucia con el mientras ella y el marido iban a hacer super. Cosa que mínimo les tomaría 4 horas. Porque el super está lejos y tenían que coger transporte público. Y Mario trago saliva y dijo está bien. Y se puso así porque sabía que no aguantaría mas teniendo como 4 horas mínimo.
Mario ya tenia la verga dura como un roble y mas parada que mástil. Cerro la puerta con seguro una vez vio alejarse a la mama de Lucia y lo primero que quiso hacer con su corazón bombeando sangre a mil, fue ver como respondía Lucia al juego de toques y caricias. Comenzó como juego a pasarle el dedo desde la nuca hasta el inicio de la raya de su trasero. Y ella solo reía. Luego se quedo quieto a ver si pedía más. Y como todo un genio, lleno des experiencia de toda su vida desde la niñez, adivino. Ella le pidió seguir jugando y el siguió con el mismo juego, pero de vez en cuando se iba de largo y pasaba por la raya de ese trasero tan hermoso, voluptuoso y virgen. Y le decía uyy se me fue. Y ella solo se reía. Y así jugo durante un rato. Y como antes dejo de pasarle por el trasero, solo pasaba por la espalda a ver si lo pedía. Y lotería, Lucia le dijo que jugaran como antes. Y él le pregunta: ¿Cómo así? ¿Por donde quieres que te pase el dedo? Y ella paso su mano por su trasero. Siendo todo un conocedor del tema, ya Mario sabia que ese culo ya estaba pidiendo a gritos que se lo comiera. Pero como todo en la vida, hay que hacerlo con paciencia para que todo salga como debe salir. Sin preguntar le alzo el traje hasta la nuca y comenzó a pasar su dedo sobre el centro de la espalda de nuevo Y cuando llegaba al trasero, intentaba bajarle el panti que era muy suavecito y fácil de quitar, con el dedo que seguía su camino. Ella no decía nada. Solo se quedaba callada y sintiendo. Y ese dedo seguía avanzando tanto que, al pasar por la raya de su trasero, Mario lo presionaba para que se hundiera el dedo entre sus dos nalgonas y rosara el ano de esa pequeña virgen. Y luego su plan maestro para saber si tenía carta blanca para hacer lo que quisiera sin preguntar más. Volvió a dejar de pasar el dedo por el trasero y Lucia segundos después se enojó y le dijo a Mario que siguiera como estaban jugando. Y Mario le agarra las dos tapas de su trasero con las manos y les los aprieta duro preguntándole: ¿Por aquí? Y ella responde como respondiéndole a alguien que no sabe nada. Siiiiii.
Bueno para Mario esa niña virgen hermosa, culona y caliente, ya estaba sazonada. Ya era hora de meterla al horno y hacerla sentir el fuego de su pasión. El relleno tendría que esperar porque solo tenia 5 años y no quería desgarrar a nadie. Sin embargo, el hueco de atrás no habría que esperar mucho. Pero siguió con lo que ahorita podía hacer. Mario procedió a quitarle el panti sin oposición de Lucia y luego le termino de quitar el trajecito quedando Lucia completamente desnuda boca abajo frente a él, con ese trasero que se elevaba en las nubes por lo grande que era. Mario se fijó en el reloj y apenas había pasado media hora. Estaba que no lo podía creer. Tenia todo el tiempo del mundo para gozar de esa delicia de niña inocente. A él le encantaba absorber la inocencia de las niñas. Era como un néctar para él. Pero eso solo lo logra robar el primero que le llega a enseñar los placeres del sexo.
Procedió a colocar una almohada debajo de sus caderas. Pero al hacerlo sintió esa piel suave y tersa que solo tienen las niñas pequeñas. Le sobo el trasero por todas partes y ya no aguantaba. Comenzó a besarle cada centímetro de ese enorme trasero tierno y virginal. Y para aun excitarse mas le pregunta a Lucia: ¿Te gusta esto mi amor? A Lucia le encanto que le dijera mi amor. Nadie le había dicho así antes. Y ella si toda apenada en voz baja y sonriendo, pero sin mostrar los dientes: Siiiiiii. Y comienza Mario a abrirle esas nalgonas por primera vez en la vida de la niña, y comenzó a pasarle la lengua por el ano. Por suerte la niña se acababa de bañar antes de ir donde Mario. Porque usualmente iba sin bañarse. Pero la mama la obligo pensando en que iría a hacer super. Claro tenía que tenerle el culo limpio a la niña para cuando Mario lo devorara. No mentira. Pero mejor que lo hizo. Así Mario pudo saborearlo como se debía y ella disfrutar esa lengua tan experimentada en acariciar anos vírgenes llenos de inocencia, como la que ella estaba perdiendo poco a poco, a medida que Mario avanzaba en las sensaciones que le hacia sentir. Luego la viro y se hayo una sorpresa. Esta niña lo tenia grande todo. Tenia este sapo entre las piernas que se le hizo agua la boca a Mario. Casi que se le salió la baba al ver ese sapo regordete en esa niña delgada, pero con cuerpo. Eso no lo veía mucho. Del sin número de niñas que tuvo en su vida, sus partes sexuales concordaban con su delgades.
Le abrió las piernas y vio tanto el clítoris, todo rojito como el hoyo de su vagina que parecía invitarlo a entrar al tener un orificio que le hacia pensar que su verga podría caber fácilmente. Que entraría apretado pero que podría entrar, con un poco de dolor de la beba. Y comenzó a mamar toda su vagina comenzando a pasar su lengua por el medio de sus labios vaginales, pasando una y otra vez por su clítoris como por el hueco de su vagina. Varias veces intento meter la lengua dentro del hueco de ese enorme sapo, pero la beba se retorcía de dolor y la sacaba. Su sabor era como el de otras niñas vírgenes, un sabor saladito, pero a la vez dulce para él. Pues no era de orina. Era un manjar de los dioses. Solo los que han probado con su lengua la entrada de una niña pequeña pura y virgen me entenderán. Y allí se lo paso, chupa y chupa, lame que lame. Ya la niña estaba tan excitada que le agarraba los pelos de la cabeza de Mario fuerte, pero sin jalarlos, mientras Mario movía su cabeza para poder mamar a gusto esa vagina sin pelos, de piel tierna y suave al tacto. Justo cuando iba a dejar su vagina para desnudarse y ponerla a jugar con su verga, Lucia oye a su prima. Una niña de 12 años que venia de vez en cuando a visitarlas, tocando la puerta de su casa y se asusta. Se pone su ropa y sale a recibirla. Mario también salió.
Al verla noto a una niña con cara de ángel, blanca, delgada, sin tanto culo, pero como avispa; con sus pechos aun tratando de emerger, pero con algo de altura. No usaba braziel. Se veían muy excitantes. Cabello a la nuca, al parecer la mama no se lo dejaba crecer. Cuando vio a Mario le sonrió y quedo Mario enamorado. Mario también le sonrió y le dijo: Mucho gusto, me llamo Mario y estoy cuidando a Lucia porque los papas andan haciendo súper. Y dijo la prima que por cierto se llamaba Cristal: Y yo que vine y ahora no están. Luego Mario le dijo que si quería podía quedarse en su casa. Que estaban viendo tele. A lo cual Cristal acepto al ver la insistencia de Lucia.
Cristal venia con una blusita suave que le dejaba ver los pechitos que tenia de una forma muy sensual y una falda bien cortita que si se agachaba se le vería todo el panti. Como no había sillón se acostaron todos en la cama y como Lucia se acostaba boca abajo hacia la televisión, pues Cristal la imito. Y Mario quedo viendo el trasero que acababa de devorar con su boca y el trasero de esa hermosa adolescente que quien sabe si podría ser suyo. Porque no tenía experiencia seduciendo una adolescente. Siempre las había seducido de niñas y las seguía cogiendo de adolescentes hasta que crecían más y se le iban. La cosa es que se le veía muy bonito ese culo. Y a pesar de que tenia la falda cortita, le tapaba lo suficiente como para no poder ver sus pantis desde atrás. Mientras veía la televisión, Cristal miraba hacia atrás para ver a Mario y cada vez que Mario la veía en eso le sonreía y ella devolvía la sonrisa.
Seguimos otro día.
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