Mati entre hombres y pecados Parte 2
Matías recibe un cálido regalo de cumpleaños por parte de su vecino .
Pervertidos, que bonito escribirles nuevamente esta vez con la continuación de mi relato anterior, espero les guste, besitos.
El silencio era reconfortante, un salón vacío, probablemente la preparatoria también. Mi respiración se estaba calmando, poco a poco. Demasiado esfuerzo físico le venía de maravilla a mi cuerpo, cuerpo que estaba completamente desnudo, que divertido sería caminar así por toda la escuela.
Yo estaba echado sobre el pupitre de quien era mi maestro y también mi hombre en este bello día. Las horas pasaban, el sol ya se estaba ocultando, hacía un poco de frío, pero afortunadamente estaba arropado con el saco de mi querido Profesor Cesar, acordarme de él me calentaba, pero no podía demostrarlo, no podía ser tan fácil, aunque mi cuerpo me fallara y se entregara completamente a él.
Parecía que lo había invocado, mi querido profesor Cesar se asomó por la puerta con unas botellas de agua.
- Profesor Cesar: Debes estar cansadito…
Me dio una de las botellas, la cual me vino de maravilla porque realmente estaba cansado. Me levanté para recibir la botella, me saqué el saco, mostrando nuevamente mi desnudez…
- Profesor Cesar: Que belleza
- Matías: Viejo pervertido
- Profesor Cesar: Ese es el cuerpo que tanto me gusta
- Matías: Solo porque me acabas de violar
- Profesor Cesar: lo disfrutaste, no fue violación
- Matías: …
- Profesor Cesar: tu silencio me da la razón
- Matías: Pervertido
Luego de sus melosos halagos por fin me dio la botella de agua, la bebí con ganas…sentí como mi cuerpo recibía un segundo respiro. Casi al mismo tiempo que tomaba de mi botella, observé como otra cosa volvía a la vida.
El paquete de mi profesor se hacía más grande…
- Profesor Cesar: Mira cómo me pones cariño
- Matías: Pensé que no aguantarías una segunda ronda
- Profesor Cesar: haré un esfuerzo extra, por el cumpleaños de mi alumno favorito
- Matías: ¿Favorito?
- Profesor Cesar: mi alumno favorito, ahora ven a abrir tu regalito
- Matías: no se para que te quitas el pantalón si te lo vas a volver a quitar
- Profesor Cesar: no es muy ético ir a la cafetería con la polla al aire
Bebí un sorbo más de mi botella de agua y fui por mi regalo.
Me puse de rodillas frente a mi querido profesor, bajé el cierre y tiré hacia abajo con calzoncillo y todo, volví a ver semejante regalo que me había dado hace un momento. Lo sujeté con mis manos, por fin pude tocar semejante monstruo, ya lo había sentido dentro, pero con solo tocar ese miembro caliente enserio me excitaba.
Lamí la punta de la polla al mismo tiempo que masajeaba sus huevos, mi querido profesor me acariciaba la cabeza. Me metí su glande a la boca para degustarlo, era un sabor fuerte, a mi parecer agradable.
Poco a poco fui metiendo semejante tronco en mi boca, poco a poco se iba haciendo más grande, más duro, más caliente, justo como a mí me gusta. Mi cuerpo se puso en automático, en cuestión de segundos tenía todo el miembro del profesor Cesar en mi boca, metiendo y sacándolo, chupándolo una y otra vez
- Profesor Cesar: OH SI…que bien lo haces mariconcito
Dijo mi profesor encantado por la mamada que le estaba haciendo. Inconscientemente comencé a gemir, tenía la boca llena de un exquisito manjar. Agarré sus muslos con fuerza y continué de forma, chupando con ganas, quería exprimir esa polla de una vez y recibir mi deliciosa recompensa. Lo noté en su respiración acelerada, este viejo ya no podía aguantar, un poco más y será mío.
Sin embargo, el profesor no lo quiso así, La sacó poco antes de que terminara en mi boca.
- Matías: ¿Que pasó viejo? ya estabas a punto de acabar…
- Profesor Cesar: quiero poner esta lechita en otro lugar
El hombre me levantó y me echó de espaldas contra su escritorio, me abrió de piernas, nuevamente mi culito a su entera disposición…
Volvió a dilatar mi ano, su dedo medio era grueso, lo movió en círculos en mi culito y luego lo metió, se sintió muy bien …
- Matías: Uff
- Profesor Cesar: Te gusta he perrita
- Matías: Mi…mi culo ya está lleno de tu leche
- Profesor Cesar: ¿la quieres en tu boquita cierto?
- Matías: …
- Profesor Cesar: aun sigues conteniéndote cierto, ya te dije que lo dejes salir todo…además nunca será suficiente leche para tu culito
El hombre ahora metió dos dedos en mi interior, sentí como se agrandaba mi anito…
- Matías: AGH…no tan rudo
- Profesor Cesar: Así me tienes bebito, que rico estás…y que rico ser el primero en entrar, parece que yo fuera el cumpleañero
- Matías: ¿el primero? Ya quisieras
- Profesor Cesar: ¿Cómo? Pero si apenas hoy has cumplido 18
- Matías: Solo…métela de una vez
Esa será historia para el próximo capítulo…
Fiel a mi indicación, sentí la punta de su polla en mi entrada, lo recibí con las piernas más abiertas aún, invitándolo a invadirme una vez más…
- Matías: Ay si…más adentro
- Profesor Cesar: Te das cuenta que en esta pose entra más?
- Matías: si…golpea mi interior por favor
El hombre tenía razón, le abrí mis piernas y sentí su verga más adentro todavía, era sencillamente delicioso.
Una y otra vez el hombre me daba placer, masajeando el recto con su imponente polla, gruesa, caliente, la poca resistencia que podía poner no se comparaba a la fuerza que este macho tenía en la polla.
- Profesor Cesar: Si…así Matías, estos son los culitos que me gustan a mí…
Decía mientras yo seguía echado con las piernas abiertas, recibiendo cada una de sus embestidas, la metía y la sacaba, era un golpe intenso a mi culito, me estaba ganando este viejo pervertido, estaba comenzando a agotarme
- Profesor Cesar: Justo así es como te quiero tener siempre, con las piernas abiertas
No debió decir eso…esto me hizo “enojar”, ustedes me entienden.
Cerré las piernas, las crucé incluso y también presioné su polla con mi ano, con todas mis fuerzas.
- Profesor Cesar: Oh así que quieres jugar enserio, bien, esto no me detendrá…
Este viejo me agarró fuerte de los muslos y siguió serruchando mi culito, esta vez no era tan fácil.
Cada metida le costaba el doble o el tripe, note como tenía que hacer más fuerza para entrar en mí, yo también me agotaba, mantener cerrado el culo mientras una enorme polla me está perforando…
- Profesor Cesar: Joder que si me lo pones difícil
- Matías: ¿Pensabas que iba a ser fácil, viejo? No te lo pondré nada fácil
- Profesor Cesar: Ya lo veremos putita…
El hombre hizo cuanto pudo para no caer, ya no era el enérgico macho que me estaba reventando el culo, ahora su respiración era más acelerada…no te lo iba a poner fácil, no a ti por lo menos.
Nunca me rendí, apretaba con todas mis fuerzas, y cerré las piernas como si mi vida se fuera en ello.
Los últimos gemidos del profesor Cesar retumbaron por todo el salón, las ultimas embestidas del hombre fueron las más profundas…nuevamente, chorros de su leche me llenaron el culo…un calor reconfortante que recorría desde mi ano hasta mi estómago.
El hombre derrotado se echó encima de mí, se quedó así un rato. Nuestra respiración casi estaba sincronizada, exhaustos, presas de dar rienda suelta a nuestras pasiones. Terminamos besándonos, no me preguntes como, solo pasó. Abrazados, más conectados que nunca, su polla seguía dentro de mí, pero ahora su lengua también.
Después de tan frenética faena volvimos a la realidad, me coloqué mis diminutas prendas y ayudé al profesor a ordenar todo el desorden que habíamos provocado. El hombre primero se puso a ordenar antes de colocarse los pantalones, más tiempo para mi de observar su enorme polla meneándose por todo el salón.
Estaba a punto de retirarme, era más tarde de lo habitual, ya no alcanzaría a mis amigos en la feria. Tomé mi mochila cuando de repente.
- Profesor Cesar: Espero que me entregues ese examen resuelto lo más antes posible
- Matías: No se preocupe, se lo entregaré el lunes a primera hora
- Profesor Cesar: Ah y una cosa más
- Matías: ¿Sí?
- Profesor Cesar: si quieres un poco más de esto, no dudes en buscarme
Dijo el pervertido mientras se meneaba la polla, no voy a negarlo, se me hizo agua la boca…
- Matías: lo pensaré…
Cogí mi mochila y me fui corriendo a casa, tenía ya dos corridas en mi culo, una tercera era excesiva hasta para mí…por ahora.
Recorrí los vacíos pasillos y el amplio patio de la academia, completamente desolado, sentía algunas miradas, miradas acusatorias, juzgonas, quizá era mi paranoia o quizá la academia no estaba totalmente vacía.
¿Y si alguien nos escuchó? después de todo hicimos mucho ruido…otro asunto para otro día.
Camino a casa me puse a pensar en unas muchas cosas, el sexo con mi profesor, que pensarán mis amigos de que me haya quedado solo con el profe, donde estarán ahora mismo, aún podría alcanzarlos. Ya era un día perdido, realmente quería pasar tiempo con ellos, y luego…bueno.
Mientras caminaba sentía algo húmedo, viscoso, recorriendo mi pierna, no puede ser. Ese viejo me llenó bastante el culo y ya se me estaba escapando la lechita mientras caminaba, manchando mis pantaloncillos, además, no traía mi calzoncito rosa ya que ese viejo pervertido profesor me lo quitó, pese a que dicho calzón rosita no era para él, si no para otra persona especial…ya no importaba de todos modos…
Ya estaba llegando a casa, quizá mi madre ya había llegado, o quizá no, después de todo ella acostumbra a quedarse trabajando hasta la noche.
Ya estaba cerca de mi casa, de pronto un enorme gran danés vino acelerando y se me tiró encima…cuando estaba en el piso me lamió toda la cara, el cuello y el pecho, quizá por el sudor luego de haber cogido por horas.
Ese perro era Mike, el perro de mi vecino Don Manrique…quien venía corriendo detrás del enorme animal, tenía vestido una camiseta blanca de tirantes y nos shorts deportivos
- Don Manrique: Mike noooo, perro malo
- Matías: jajaja no pasa nada Don Manrique…
- Don Manrique: Querido Matías, no sabía que eras tu…
Don Manrique es mi vecino, lo conozco desde que tengo memoria, en ocasiones que mi madre o mi tío no estaban en casa, que era casi todo el tiempo, pasaba el rato en su casa, es como si fuera mi padre, aunque no me gusta llamarlo asi…ya que tengo otras intenciones…Don Manrique tenía rasgos de haber sido deportista o atleta…tenía brazos y piernas con músculos bien formados, abdomen con poca panza y un bronceado envidiable.
Don Manrique me ayudó a levantarme, el hombre de 50 años era tan considerado conmigo, realmente me quería como si fuera uno más de sus hijos, recordó que era mi cumpleaños y me abrazó con fuerza y me dio un beso en la mejilla.
Continuando mi camino a casa me ofreció entrar a su casa para que me de un pequeño regalo, de verdad era un hombre adorable, lo quería mucho…Sin embargo tenía que decirle que no a su oferta…ya estaba mucho tiempo fuera de casa, tenía que entrar o sino mamá se enojaría conmigo…
Entré, saludando a mi madre, pero no obtuve respuesta, recorrí la casa y no encontré a nadie, saqué mi celular de la mochila, encontré 2 mensajes: uno de mi madre diciéndome que llegaría tarde a casa, pero que traería pastel, y otro muy desagradable de mi tío diciendo que vendría en la noche para hacer cosas ricas…
Ya en mi habitación tiré todas mis cosas a la cama, me quité toda la ropa y me fui a dar un baño.
Lavé bien todo mi cuerpo, en especial mi culito, que estaba viscoso y lleno de leche de profesor. Mientras me jabonaba todo el cuerpo cerré los ojos y pensé que lo que sentía eran las manos de mi vecino Don Manrique. Dios como quisiera esas calientes manos en mis enormes nalgas…pero abrí los ojos y volví a la realidad.
Cuando era pequeño y no había nadie en la casa, Don Manrique solía bañarme antes de ir a dormir, era algo normal…pero ahora quisiera que lo volviera a hacer…quizás con un final feliz…sería delicioso.
Terminó la ducha, salí y sequé bien todo mi cuerpo, me puse un pantalón y una casaca deportiva, a mí me encantaba usar ropa deportiva o muy holgada.
Bajé a la sala…aún no llegaba nadie…quizá demorarán…podría…
Salí de casa caminé unos cuantos pasos hacia la casa de al lado, toqué la puerta y quien me recibió fue un hombre mayor con un bronceado espectacular, era mi vecino Don Manrique.
- Don Manrique: me alegra que hayas aceptado mi invitación, querido
- Matías: no hay nadie en mi casa y no quería pasar mi cumpleaños solo…
- Don Manrique: adelante…
Don Manrique me invitó a pasar, era una casa amplia, ordenada. Me senté en el sofá de la sala, mi anfitrión me pidió que cierre los ojos…
Me trajo una pequeña torta de gelatina, frutas y una jarra de limonada, de verdad me sorprendió y me sorprendió, estaba sonrojado, le abracé y le besé en toda la cara. Disfrutamos la merienda de cumpleaños juntos, sentados muy pegaditos en el sofá…
- Matías: que linda sorpresa Don Manrique, gracias
- Don Manrique: de nada querido, eres como un hijo para mi…
No diga eso…me apaga la libido
- Matías: este ha sido el mejor regalo de cumpleaños
- Don Manrique: o no querido, este no es tu regalo
- Matías: no…claro que no…
Sacó de atrás del sofá una bolsa fucsia y me la entregó diciendo una vez más “feliz cumpleaños” Mi emoción no paraba de aumentar…le abracé una vez más y abrí la bolsa con mucha emoción.
En su interior había un conjunto de shorts y playera deportivos, de licra, bien pegaditos al cuerpo…pero lleno de purpurina dorada que me encantaba…
- Matías: Oh por dios es bellísimo
- Don Manrique: a tu mamá no le gusta que te pongas este tipo de ropa ¿cierto?
- Matías: bueno…
- Don Manrique: No importa cariño, si te gusta nada más importa
- Matías: Gracias, ¿me lo puedo poner ahora mismo?
- Don Manrique: Por favor, quiero ver cómo te queda
Fui al baño, me quité toda la ropa, incluso mi calzoncillo y mis zapatos. Me coloqué el conjunto deportivo, me quedaba muy bien, se pegaba bien a mi pecho y resaltaba mi culo redondo.
Salí y mi anfitrión me recibió encantado, le gustaba mucho y a mi también.
Me acerqué y por fin pude sentir sus manos calientes tocando mi pecho y mis caderas…aunque por encima de la ropa…
- Don Manrique: te queda espectacular
- Matías: ¿cree que tengo un lindo cuerpo?
- Don Manrique: tienes un cuerpo precioso
- Matías: es usted tan lindo
A medida que la conversación fluía, el hombre recorría mi cuerpo, sus manos tocaban todo el conjunto deportivo y por momentos mi piel, era una gozada…
- Matías: ¿Recuerda cuando era pequeño y nos bañábamos juntos?
- Don Manrique: claro que lo recuerdo cariño, siempre fuiste mi niño hermoso
Por momentos tocaba mi culo, pero sus manos no llegaban enteramente a mis nalgas Yo sabía que el hombre lo estaba disfrutando, pero quizás su afecto hacia mi como si fuera su hijo, no le permitía liberar por completo su lujuria.
Necesitaba un pequeño empujoncito…
- Matías: Cierra los ojos, ahora yo te quiero dar una sorpresa…
Le dije mientras maquinaba mi ultimo pecado del día, me quité los pantaloncillos, estaba completamente desnudo de la cintura para abajo…le coloqué los pantaloncillos en la cabeza, como si fueran un sombrero…
- Matías: Muy bien, ábralos
- Don Manrique: Madre de Dios
- Matías: ¿qué tal?
Estaba parado frente a él, mi pollita, mis carnosas piernas y mis nalgas estaban a su disposición…
- Matías: Usted dijo que tenía un cuerpo hermoso
- Don Manrique: y vaya que ahora lo veo, es el cuerpo más hermoso que haya visto
Ahora si me tocó con placer, con lujuria…como si estuviera tocando el cuerpo de su amante.
- Matías: No se contenga esta vez Don Manrique
- Don Manrique: Ya no me digas así cariño, llámame por mi nombre
- Matías: Nunca…usted siempre será mi querido Don Manrique
Frotó mi abdomen plano…
Bajó lentamente, acariciando suavemente mis caderas…
Llegó a mis muslos…
- Don Manrique: Tienes unas piernas enormes, me encantan
- Matías: ahora son todas suyas
Masajeó mis testículos, que rica sensación…se me estaba poniendo dura…pero el plato fuerte no tardaba en llegar…
Un apretón fuerte a mis nalgas fue lo que elevó mi calentura a otro nivel…
- Don Manrique: estas nalgas están a otro nivel
- Matías: ¿le gustan?
- Don Manrique: están firmes y con buena musculatura
- Matías: las he trabajado lo mejor que pude
- Don Manrique: te felicito, tienes unas nalgas perfectas
El hombre siguió apretando y acariciando, alabando mi cuerpo caliente y lujurioso.
Vamos a dar el golpe de gracia…
Me di la vuelta y alcé el culo tanto como pude…
- Don Manrique: JOOODER
- Matías: ¿y ahora qué tal?
- Don Manrique: Es el culo más hermoso que haya visto
Continuó apretándome, y vaya que lo disfrutó, estaba comenzando a babear de solo apretar mi gran culo.
Ya me tenía en la posición perfecta, aferrado a mis caderas…ahora dame mi verdadero regalo…
Cogí mis dos nalgas y las abrí, enseñándole mi anito, todo a su disipación
- Matías: adelante
- Don Manrique: Matías… ¿estás seguro?
- Matías: Lo deseo tanto como usted Don Manrique
El hombre echó su saliva en mi anito…y me dedeó hasta tenerme bien dilatadito, listo para la verdadera acción…
- Don Manrique: ¿Te gusta Matías?
- Matías: me encanta…
- Don Manrique: Lo que viene a continuación podría doler un poco al inicio
- Matías: Eso espero Don Manrique…no me decepcione por favor
Mi querido vecino se quitó los shorts…se la sacudió bien hasta tenerla bien dura…
Vaya que no se equivocaba la punta entró con un poco de dolor…el hombre vigoroso empujaba más y más…y más y más su polla invadía mi interior…
Era una vara gruesa y tiesa, DURA…Como si me estuvieran metiendo una vara de acero en el culo…
El hombre me martilleaba los adentros…dolía…de lo enorme que era…
- Matías: Uff…uff…uff
- Don Manrique: ¿Te duele Matías?
- Matías: No…no te detengas por favor…
Quien diría que la polla de un atleta también estaría llena de músculo…había tanto musculo que podría cargarme solo usando el pene…
- Matías: Don Manrique…no se contenga por favor, quiero sentirlo enserio
Grave error…le di ánimos a este viejo…y de verdad conocí al verdadero Don Manrique
Las embestidas fueron más bruscas…más rápidas…el super hombre sacó la fuerza para azotarme, para azotar a la tremenda puta que estaba siendo…
Sentí su fuerza, la fuerza de un verdadero hombre…sin querer liberé a una bestia…y vaya que me gustó…
Sus pelvis seguían impactando con mis nalgas, y su polla me abría más el recto…
- Matías: Vaya que se lo tenía guardado…don…Don Manrique
- Don Manrique: años sin acción querido…quizá por eso es que accedí sin pensar a tu oferta…
- Matías: Ahora me tiene a mi…recupere el tiempo perdido conmigo por favor
- Don Manrique: Vaya que lo estoy recuperando…
- Matías: entrene conmigo las veces que quiera, soy toda suya ahora…
- Don Manrique: Te amo Matías
- Matías: Yo también le amo Don Manrique
Era todo muy perfecto, demasiado perfecto como para ser verdad…
Escuchamos que alguien tocaba a la puerta…era mi madre…llamándome…
Con profunda tristeza tuvimos que parar…no pude recolectar la lechita de mi querido Don Manrique…
Nos separamos y cada uno se colocó sus prendas…yo tenía ese conjunto deportivo super cortito que mi madre no quisiera que usara…me coloqué el pantalón y la casaca que había traído para no darle un patatús a la puta aguafiestas de mi madre.
Y ya antes de abrir la puerta, tomé de la mano a mi querido Don Manrique y le di un piquito en los labios, recordándole que cuando quisiera…podríamos seguir con la practica…
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Gracias por leer mi primer relato, espero que te haya gustado. Te dejo mis correos por si quieres comunicarte conmigo, darme sugerencias o mandarme lo que quieras, lo recibiré con gusto cariño.
Correo: [email protected]
Telegram: @MatiasVaron
Excelente relato. como sigue?
Que Delicia de relato… Que gustazo da masturbarse con relatos así 🤤
Como sigue???
Me dejaste muy caliente 🤤 espero que pronto subas mas relatos.
Como sigue?? Necesito mas.
Como sigue?
Gran relato, como sigue?
Uufff… Esta historia me tiene muy excitado. Es un lujo masturbarse con una historia asi, estoy deseando que subas otra parte.
Excelente relato… Me encanta como escribes y me encanta como se esta desarrollando la historia.
Como sigue?