Matías – de aprendiz a maestros (01) Mi sobrino de 2 años
En una seguidilla de relatos les voy a contar parte de mi historia. (01) Un encuentro casual con mi sobrino de 2 años en su Piscina..
Mi nombre es Matias, tengo 40 años, desde que tengo uso de razón soy amante de la desnudez. Soy sociable, empático, mitómano, manipulador, adicto y bipolar. Pero mi peor enfermedad está en los deseos y las fantasías sexuales.
Para el primer relato elegí una historia con mi sobrino de 2 años.
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A los 20 años decidí arrancar a estudiar la carrera de arte, pero por cuestiones de salud empecé dos meses más tarde. Para ponerme a tono, la profesora me asignó un acompañante (Mariana, 20 años).
Durante ese tiempo hicimos una gran amistad, a tal punto que empecé a ir a su casa donde conocí a su familia.
Giovanni, su hijo de 2 años. Un pequeño de tez blanca, pelo castaño claro, delgado y extremadamente cariñoso. Incluso me llama tío mats… y también está Fernando, su compañero y padre de Gio, también de 20 años. Él es un tipo de tez trigueña, pelo morocho, medio renegado y narcisista. Él trabaja en una fábrica cubriendo turnos rotativos para mantener a la familia.
Una tarde de verano, mis padres se fueron a ver a mis abuelos al campo, entonces aproveche a desnudarme e ir al jardín a escuchar música y buscar algo de pornos gay zoo, herero o lo que salga para masturbarme y descansar.
En ese momento de autosatisfacción, me llega un mensaje de Maru, dude en abrirlo, pero como la paja no venía bien, lo leí deslizando la pantalla.
Maru. Matuuu, ¿estas? Venite a tomar unos mates, estoy en la pile.
El segundo es una foto relacionada al mensaje anterior y el tercero fue el que me convence.
Maru. Dale que estoy sola. Gio se acaba de dormir y Fer está en la fábrica.
Mati. ¿Cómo va? Dale, en un toque estoy.
Hice un poco de orden, me puse un short y una remera llivina y salí.
La confianza que tenemos llega al punto que hace poco me había dado una copia de la llave.
Cuando llegué, pasé por el living a dejar mis cosas y fui con ella al agua.
Estuvimos charlando casi una hora, hasta que le entró un audio a Maru.
Maru. ¡Boludo! me olvidé que tenía turno con el dentista.
Mati. Ah pero vos sos media pelotuda… recién llego y ya me tengo que ir.
Maru. ¡no! No te vayas… te tengo que pedir un favor. Decime que te podes quedar con Gio… con suerte va a ser una horita, como mucho horita y media
Mati. Pero sii nena, creí q me Ibas a pedir otra cosa jajaja
Maru. Ay gracias, te amo… me cambio y me voy.
Mientras se cambia, le mete una excusa por audio al dentista de por qué iba a llegar tarde.
Maru. Si Gio se despierta, en la heladera hay yogur o leche, y en el ropero están los pañales.
Mati. Ojalá duerma tres horas mas jajaja
Maru. No seas choto…
Mati. Te jodo estúpida…
Espere a que se vaya para sacarme el short, poner música y nadar un rato. Después me recosté en los primeros escalones a tomar sol y fumar un cigarrillo. No estoy seguro cuánto tiempo pasó hasta que escucho esa vocecita que me vuelve loco.
Gio. ¿Ma?
Mati. ¡Mira quien se despertó!
Al reconocer mi voz, se viene corriendo hasta el borde. Desde ahí me estira los brazos.
Gio. ¡Tío Mats!
Mati. Venga papucho
antes de meterlo, le saque el pañal y le hago dar una vuelta para ver cada detalle de su cuerpito.
Dato. Desde chiquito tiene un cuerpo tipo nadador, pecho ancho, abdomen chato, brazos y piernas marcadas, pero lo que más me gusta ver, son sus redondas nalgas y su pito, que es de los más largos y perfectos que conocí y probé.
Mati. Pero que grande y que lindo estás…
Lo agarro de las axilas y lo levanto bien alto como si volará. Él extiende sus brazos y piernas para cuando lo acerque me abrace. Pongobuna de mis manos en sus nalgas dejando siempre mis dedos cerca de su hoyito y le doy un beso en la boca.
Gio. ¿y Mami?
Mati. En el doctor, ya viene.
Su respuesta fue una sonrisa y un nuevo beso. Mi verga está tan dura como una piedra. Lo llevo a una de las esquinas más profundas y empiezo a tocarle el hoyito con mas ganas logrando qué su pito también se ponga duro.
Él empieza a mover sus caderas para frotar su pito contra mi cuerpo mientras me masturbo. Cuando empieza a gemir lo empiezo a besar hasta meterle la lengua.
Estoy tan caliente que la presión de mis dedos va subiendo hasta que uno rompie por primera vez la barrera de su hoyito y entra hasta el tope. Gio aprieta sus nalgas, abre los ojos y suelta un chillido que se mezcla con uno de sus gemidos. Por mi calentura lo sigo penetrando hasta que contrae sus músculos y tiene su primer orgasmo.
Cuando estoy por eyacular, le saco mi dedo, salimos del agua, lo acuesto en el piso y me masturbo frente a él. Le separo las piernas, me pongo de rodillas y aumento la velocidad perdiendo el control de mis gemidos, miró al cielo y disparo varios chorros de leche sobre él.
Cuando vuelvo de semejante orgasmo, lo miro y nooto que está prácticamente cubierto de semen. Desde sus genitales, hasta carita.
Esto me lleva a empezar una nueva paja, solo que cuando estoy por acabar, lo siento, abro su boca con mis dedos, acerco mi verga y eyaculo en su boca. Gio traga lo que puede mientras hace arcadas.
Ya sin más fuerza, me acuesto a su lado y lo acaricio hasta que empieza a dormirse. Antes que esto pase, lo limpio con el agua de la pileta, lo seco, le pongo un nuevo pañal y llevo a su cama.
Cuando Maru llegó y preguntó por Gio, le conté una tierna historia de juegos y risas acuáticas hasta que empezó a tener sueño. Entonces le cambié de pañales y lleve a la cama.
Como sigue?
Como sigue? quiero saber mas.
Como sigue?
gran relato.
Excelente relato.. como sigue
Ufff.. Cuando se une Fernando?!
Uff.. menuda excitación tengo encima después de leerlo.
Me imaginé corriéndome una paja sobre el, pero más extrema el recostado y yo me siento sobre su cara para que me chupe el culo y antes de acábar me siento en su pequeño pene
Quiero leer más de este relato