Matías – de aprendiz a maestros (06) llegó el fin del fin de semana de pijamada con Gio y Agus, ambos de 7 años PARTE 4
En una seguidilla de relatos les voy a contar parte de mi historia. (06) ultimo dia de una pijamada diferente. PARTE 4.
Mi nombre es Matias, tengo 40 años, desde que tengo uso de razón soy amante de la desnudez. Soy sociable, empático, mitómano, manipulador, adicto y bipolar. Pero mi peor enfermedad está en los deseos y las fantasías sexuales.
En este relato les voy a contar cómo terminó el fin de semana.
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A la mañana siguiente cerca del mediodía flor pasa por Agus y como aún estoy con Gio no los puedo acompañar… La verdad es que tampoco tengo ganas.
Antes de que se vayan, voy con Agus a mi habitación.
Mati. Agus, espero que hayas pasado un lindo finde.
Agus. La pasé genial, me gustó mucho que Gio nos acompañe
Mati. Me alegra mucho escucharte, así lo volveremos a repetir…
Agus. buenísimo!
Mati. toma, esto es para vos así te compras lo que quieras y ya sabes, no le digas nada a mami
Agus guarda el dinero en su mochila y antes de salir nos damos un rico beso.
Flor. Vamos hijo que se me hace tarde
Antes de salir le hago señas a flor para que venga sola.
Flor. ¿Qué pasó?
Mati. Le regale unos pesos a Agus, los tiene en la mochila, no digas que te dije.
Flor. Ay mati, pero..
Mati. Pero nada. Después hablamos
Nos dimos un beso y los acompañé a la puerta.
Flor. ¿Como se dice?
Agus. Chau mati… gracias..
Mati. Chau enano, hacele caso a mamá
Agus. Mami, mati me prometió que cuando terminemos las clases me va a llevar a la playa con Gio..
Flor. Eso lo vamos a ver…
Desde el ascensor me hace señas que después hablamos, mientras que yo solo sonrio. Cuando este se cierra, entro, pongo llave y me voy derecho a la habitación donde Gio aún duerme.
Me saco el short y el boxer liberardo mi verga semi erecta, le saco la sabana que lo cubre y me quedo unos minutos viéndolo dormir con su calzoncillito tipo slip de color rojo.
Al estar boca arriba puedo notar que su pito también está tan dormidito calentándome aún más
Me acuesto a su lado y me empiezo a masturbar hasta tener una buena erección.
Con mis dedos pellizco la tela de su slip y se lo bajo suavemente hasta sacarselo. Empiezo a darle uns serie de besos tipo poquito desde sus pies hasta su pito.
Sentir su piel tan suave y húmeda, me prende fuego. Oler su aroma es un afrodisíaco insuperable y escuchar sus pequeños gemidos me lleva al mejor concierto de música.
Empiezo a lamer sus huevitos y pito hasta lograr que tenga una erección, después se la chupo muy tranquilo sin ánimo de despertarlo.
Aún dormido o semi dormido, aumenta sus gemidos y abre sus piernas para regalarme cada centímetro.
Empieza a balbucear algunas palabras casi sin sentido hasta cierra sus piernas con fuerza, abre los ojos, me mira y llega a un orgasmo seco.
Gio. Ay mmmmmssii aahhhhgg
No dejo de chuparselo, de sentir sus latidos y como relaja sus músculos incluyendo su pito que no tarda en bajar.
Lo agarro de la cintura y lo llevo hasta el borde de la cama, pongo sus piernas en mis hombros, acerco mi verta a su hoyito y sin mucho preámbulo empiezo a hacer presión para entrar. Mi presemen hace de lubricante abandonome el camino.
Cuando pude meterle la cabeza, él abre los ojos e intenta zafarse.
Gio. ay, duele… aahh
Mati. Ya pasa bebé, aguanta un poquito
En ese momento me detuve y empecé a acariciarlo para calmarlo
Mati. Eso mi amor, así… vez como va pasando…
Gio no deja de apretar los labios mientras intenta sacar mis manos de su cintura. Meto un par de centímetros más
Mati. Aaaahhhhh. . Si, aguanta un Poquito más
Gio. Ya ohhh…
Vuelvo a hacer presión entrando aún más
Mati. ¿Te gusta?
Gio no responde.
Hasta que por fin puedo meterla completa. Acompañado de algunos gemidos, empecé con los movimientos pélvicos.
Gio ya está en el mismo juego, su expresión y respiración ya son de goce.
Ya entro con más y más fuerza hasta chocar nuestros cuerpos, mientras que ambos gemimos como animales. Se que estoy por venir, intento controlarme, pero es imposible, es más fuerte que yo y llego a mi última entrada. De mi verga salen varios chorros de semen que Gio siente de inmediato
Gio. Aahhh no tiooo
Mati. Ssh asiiii aaaggg
El levanta la cabeza y mira su abdomen entendiendo que me estoy vaciando en su interior.
Cuando termino, me quedo adentro por unos segundos y sin tener control sobre mi cuerpo, vuelvo con los movimientos pélvicos.
Gio. Basta, ya no aguanto más… aahhh
Hago oídos sordos a su pedido y lo sigo penetrando. La vehemencia con la que lo penetro me tiene descontrolado. Cuando estoy por llegar al nuevo orgasmo, se me zafa la verga de su culito y el semen va desde su pecho hasta su cara. incluso alguno fue derecho a su boca.
En ese instante me desplomo a su lado completamente exhausto, ambos nos quedamos en silencio por unos minutos
Mati. ¿la pasaste bien?
Gio. Me dolió un poco, pero me gustó
Mati. Vas a ver cómo de a poco ese dolor de va y lo vas a disfrutar aún más
Gio gira sobre su cuerpo, se recuesta sobre mí pecho y me abraza.
Mati. Gracias bebé
Nos quedamos en esa posición hasta dormirnos.
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