Me cogí al amigo de mi hermano que estaba inconsciente.
Mi hermano pidió una peda como celebración y después me cogí a su amigo. .
Tengo 24 años pero no diré mi nombre. Mi hermano «José» cumplió 18 años hace 7 meses. Es el típico morrito hetero que le gustan los corridos tumbados, el monster y esas mamadas, pero le gusta mucho el ejercicio; no va al gym todos los días, pero tiene un cuerpo delgado y fornido. Si no fuera mi hermano me lo cogería a pelo jajaj. Desde que tuvo 16 años siempre quiso ponerse borracho pero mis padres nunca le dieron permiso hasta que fuera mayor de edad. Es por esto que, como su regalo de cumpleaños, pidió permiso para ir a una discoteca con sus amigos, mis papás para calmar su insistencia aceptaron y me pidieron de favor ser el chofer de mi hermano y sus amigos, a mi no me importaba la verdad.
Mi hermano José tenía 3 amigos, igualitos a él: obsesionados con animes, repitiendo frases de internet, etc. 2 de ellos ya tenían 18 años, sin embargo, había uno que todavía tenía 17 y sin identificación. Su nombre era «Julio» y era el más guapo de todos: era moreno y muy alto para su edad, iba al mismo gym que mi hermano, pero él estaba más musculoso que José, por lo que tenía unas nalgas grandecitas y bien paraditas. Cada vez que venía a casa a jugar playstation con mi hermano, me encantaba verlo en shorts caminando por la casa, a veces fantaseaba con oler su culo o tener sus nalgas en mi cara. Pero como era menor de edad, se me pasaba y buscaba chacales en otros lados.
Como llevaba bastante tiempo sin coger, cualquier cosa me elevaba mis ganas de insertar mi pene en algún hoyo. Fuimos a buscar uno por uno a sus amigos. Cuando subió Julio al auto, no pude evitar ver lo guapo que se veía, tenía una camisa formal y unos pantalones que marcaban tanto los brazos y el culo durísimo que se cargaba. Yo iba bastante caliente, por lo que pensé en poner bien pedo a Julio y ser capaz de hasta cogérmelo estando inconsciente.
Mi hermano estaba preocupado que su amigo Julio no tenía identificación y no podría entrar a la discoteca. Convencí al portero con 50 dólares para que lo dejara entrar. Desde ahí, comenzó mi plan.
Empezó a caer la media noche y los chicos seguían activos, bailando y tomando. Yo solo tenía una cerveza que lo tomaba poco a poco ya que debía manejar de regreso, sin embargo, pedía ronda de shots para que todos cayeran bastante pedos. Me acerqué a José y le dije que Julio no estaba tomando nada (lo cual no era verdad) y que debían obligarlo a que tomara más. Al principio estaba muy inseguro y hasta miedoso, le retaron a que no podría tomarse media botella, lo cual lo hizo.
Como todos unos heteros, se desafiaban a quién podía soportar más. Así fue hasta alrededor de la 1 am, donde todos estaban sentados y que ya no podían seguir. Como pude, senté a mi hermano y sus dos amigos en los asientos traseros, pero Julio sería mi mujer esta noche, por lo que lo senté al lado mío.
Todos iban absolutamente dormidos, fui a dejar a los dos amigos de José a su casa, pero no quería dejar a Julio ya que quería coger su lindo culito. Fui directamente a casa donde mi madre seguía despierta esperándonos. Para que todo siguiera bien, bajé a ambos y me los llevé al hombro, uno a cada lado, para darle lástima a mi madre.
Le dije a mi madre que había ido a casa de Julio pero nunca contestaron, por lo que sería buena idea que durmiera en nuestra casa (ya que había una habitación de huéspedes al lado de mi habitación). Mi madre al ver a ambos chicos bastante dormidos aceptó, se fue a dormir y yo los subí a su habitación.
Dejé primero a José en su cuarto pero, por si acaso, puse seguro a su puerta así no podía salir. Luego, llevé a Julio a la habitación de huéspedes. Lo bajé de mi hombro y lo acosté en la cama quedando con los brazos y las piernas abiertas. Me quedé parado observando su hermoso cuerpo, sudado y bastante musculoso para su edad. Me acerqué a su entrepierna para oler su paquete. Olía a orina y sudor combinados. Mi pene estaba palpitando de la exitación al ver todo el banquete listo para mí solo. Salí al pasillo a observar si las luces ya estaban apagadas, puse seguro a las puertas y regresé a la cama con Julio.
Julio estaba en un sueño profundo, bastante sudoroso y hasta murmurando sin sentido mientras dormía. Comenzé a acariciar su cara suavemente, mis dedos se llenaban de su sudor y le di un pequeño beso en sus labios, el sabor del alcohol era demasiado delicioso.
De manera muy sutil comenzé a desabrochar su pantalón, yo no quería que se despertara, por lo que observaba su cara por si iba a despertar. Como pude, baje sus pantalones dejando a la vista unos boxers negros con su pene marcado hacia un lado. Puse mi cara sobre su paquete y empezé a acariciarlo con mi nariz, oliendo cada centimetro de ese maravilloso pene.
Me acerqué a su torso levantando su camisa lentamente, tomé su cintura y lo volté esperando a que no despertara de su sueño. Lo coloqué boca abajo y su culito ya estaba apuntando al techo. Podía ver el vello que bajaba desde su espalda hasta la raja del culo. Me acerqué a su cuello recostándome sobre su espalda y empezé a besarle, lo salado de su sudor me estaba prendiendo. Solo podía escuchar la respiración pesada y unos pequeños quejidos cuando apretaba mi pene erecto sobre sus nalgas. Bajaba lentamente besando cada parte de su espalda, hasta que llegue a los pelos que marcaban el camino.
Tomé el cinturon del boxer y lo bajé de golpe, tenía el culo más blanco que su piel. Con mis dos manos abrí sus nalgas como si fueran unas montañas, donde su ano estaba lleno de pelos, lo que prendió más. Mi boca estaba llena de saliva preparada para comerme ese culo que tanto anhelaba.
Mientras abría sus nalgas, acerqué nuevamente mi nariz a ese ano y ufffff, olía a culo sudado. Pero no era cualquier olor, sino a el olor de ropa guardada mezclada con el sudor. Empezé a lamer ese ano sin importarme nada, a lo que Julio comenzó a respirar más rápido y hacía ruidos como «mmmmm» mientras dormía. Comenzé a lamer fuertemente y hasta morder ese ano tan delicioso, hasta jugaba a jalar esos pelos con mis labios. Yo intentaba meter la punta de mi lengua dentro del recto, pero estaba bastante apretado. Mientras que con una mano mantenía abierto ese culo, chupé un dedo y se lo metí en el ano. Julio comenzó a mover lentamente su cabeza, por lo que estaba comenzando a despertarse por el dolor.
Me levanté y volví a recostarme en su espalda, pero mientras besaba su cuello lleve mi mano hacia su culo metiendo mi dedo de nuevo en su ano. Podía escuchar a Julio gemir mientras dormía, pero movía mis dedos de adentro hacia fuera preparándolo para cogerlo.
Baje mis pantalones y mi calzoncillo hasta mis rodillas, escupí en mi mano y empezé a lubricar mi pene, yo ya estaba ansioso de poder meter mi carne en su culito. Tomé mi pene y empezé a meterlo despacio por su culo. Julio movió su cabeza sin despertar, claramente estaba sintiendo la presión de mi pene queriendo entrar en él. Aprovechando su inconsciencia, inserté mi pene hasta el fondo cuando su hoyo se abrió completamente.
Julio comenzó a mover su cabeza más rápido y empezó a gemir intentando moverse. Me acerqué a su oído y le susurré «Shhh» mientras mi pene ya estaba insertado hasta el fondo. Mientras ejercía presión en su espalda para que no se moviera, comenzé a mover mi cadera cogiéndome ese riquísimo culo como tanto quería. Estaba muy apretado, como un culito virgen. Julio abrió los ojos como pudo, pero yo presioné su cabeza a la almohada para que no pudiera levantarla. «D-duele» decía jadeando, todavía estaba muy borracho. Con mi otra mano, tapé su boca para que hiciera completo silencio.
Ya estaba cogiéndome a Julio, mis movimientos pasaron a ser más rápidos y ya estaba presionando mi pelvis a sus redondas y hermosas nalgas. Julio se movía intentando quitarse, pero ejercía más presión a su espalda para que no pudiera moverse. «E-espera… me duele mucho» intentaba decir entre los dedos de mi mano, pero no dejaba que levantara su cabeza. «Shhhh, silencio» susurré en su oído mientras movía más rápido mi cadera. Le insertaba mi pene lo más profundo de su recto.
El pobre Julio ya tenía sus ojos entreabiertos moviendo su cabeza intentando quitar mi mano de su boca, de repente pude ver como una lágrima salia posándose en su mejilla mientras respiraba más agitado. Claramente lo estaba violando, pero se sentía tan rico que ningun otro chico me había hecho sentirme así. Tomé una almohada y se la puse sobre su rostro para que no pudiera verme. Voltié hacia mi pene que estaba siendo enterrado entre esas nalgas peludas y bien paraditas, comenzé a clavarle mi pene más fuerte y salvaje, ya no era una cogida, sino un salvajismo. Julio comenzó a sollozar del dolor pero mi mano le tapaba completamente su boca, por lo que no se escuchaba su pequeño llanto. Yo ya estaba por venirme, por lo que me movía más rápido.
Al sentir mi semen aborde de la explotación, saqué mi pene rápidamente para no dejar rastro, eyaculando sobre la espalda de Julio. Estaba cansado y excitado, mi respiración agitada y la de Julio sonaban al mismo tiempo. Sin quitarle la almohada de su cabeza, limpié con la sábana de la cama mi semen de su espalda, subí su boxer y pantalon y bajé su camisa. Levanté mis pantalones y quité la almohada de su cabeza y ya estaba dormido, pero con su ceño fruncido y una cara llena de lágrimas. Salí de la habitación sin ningún ruido.
Al día siguiente, estuve al pendiente de que despertara para ver su reacción. Era muy temprano y mi hermano estaba tocando mi puerta. Salí y lo ví preocupado ya que su amigo no podía levantarse de su cama. Fuí y efectivamente estaba Julio en la orilla de su cama quejándose de un dolor en su cintura y que su ano le ardía bastante. Le pregunté si se acordaba de anoche: «¿Recuerdas que te caíste en la salida de la discoteca? Caíste sentado sobre 3 gradas» dije seguro. Julio estaba bastante confundido y con una cara de una resaca bastante fuerte. «No lo recuerdo, pero me duele muchísimo». Con la misma ropa de anoche, fui a dejarlo a su casa asegurándome si no recordaba nada de anoche. Él asintió y hasta el momento no recuerda que me lo cogí.
Como sigue?
Uuff… que gran relato, menudo calentón me has provocado 💦🔥
Relato perfecto perfecto, relata más cosas forzadas
Muy buena historia, me puso bien duro. Esperemos que igual le sigas a tu hermano y sus amigos