Me convertí en el culito del exnovio de mi mamá.
Un chico gay, se convierte en el amante de un exnovio de su madre..
Me convertí en el culito del exnovio de mi mamá.
Cuando yo era niño, mis padres se divorciaron, y al poco tiempo mi mamá comenzó a traer sus nuevos novios a casa, a lo que rápidamente me fui acostumbrando a verlos.
Ya que nada podía hacer por evitarlo, por lo que como ya les dije con el tiempo me fui acostumbrando a ver como ella los cambiaba, de la misma manera que se cambiaba los pantis.
Hasta que hace poco, trajo a casa un nuevo novio, lo que me sorprendió del, fue que después de los primeros días, mi mamá aún seguía saliendo y acostándose con él.
La mayoría de sus novios, al poco tiempo o ella terminaba con ellos o ellos terminaban con ella, por lo que ninguno de ellos, ni tan siquiera se preocupaban por saber mi nombre, pero este fue la excepción.
Ya que apenas lo conocí, a diferencia de los otros muchos novios que ha tenido mi mamá, me cayó simpático, además desde que lo conocí, siempre me trató muy bien.
Por lo que cuando un día en que mi mamá, estaba hospitalizada haciéndose la cirugía de los senos, que de paso su novio pagó.
Él llegó a casa, con la excusa de buscarle algo de ropa íntima a mi mamá, para ponérsela después de la operación.
Yo no vi nada raro en ello, hasta que, en cierto momento, se me acercó por la espalda, y cariñosamente me colocó sus manos sobre mis hombros.
Lo que en ese instante sentí, fue algo indescriptible, ya, que, aunque nunca se lo había dejado saber, siempre él me atrajo.
Aunque pienso que jamás le di motivo, para que se llegase a dar cuenta, su manera de hablarme en esos momentos me convenció de que él sabía que yo era gay.
La verdad es que me puse sumamente nervioso, tanto que no podía, o no quería decirle que se detuviera.
En cosa de breves segundos, cuando se quitó su camisa, yo sentía que me derretía, por él, así que cuando me comenzó a quitarme la ropa, no hice nada por evitarlo.
El sentir sus cálidas, y fuertes manos, recorriendo mis hombros, mientras me desnudaba, era para mí algo increíble.
Yo simplemente me dejé llevar por él, sintiendo como acariciaba toda mi piel, y sin que yo le dijera ni que si ni que no, a los pocos segundos, ya nos encontrábamos en mi cama, yo con su grueso y vigoroso miembro, dentro de mi boca.
Por un buen rato, estuve mama que mama, hasta que él me indicó que me colocase en cuatro sobre mi cama.
Al tiempo que lo hice, comencé a sentir, la cabeza de su miembro, acariciando descaradamente mi esfínter.
A los pocos minutos, comencé a sentir, como él me iba penetrando, divinamente, acercando su boca, a mis oídos, y nuca.
En esos momentos, comencé a sentir, que él me estaba penetrando, les confesaré que desde que estaba más jovencito, comencé a tener sexo con chicos mayores que yo.
Eso sin contar que en el instituto donde estudiaba, un día mientras me estaba duchando solo por ser el último, llegó uno de mis compañeros de equipo.
Quien, de manera descarada, me miraba fijamente las nalgas, al tiempo que yo, algo nervioso, no apartaba mis ojos de su parada verga.
Solo bastó que él, me dijera. “Ya todos los demás se marcharon a sus casas, estamos solos tú y yo.”
y me preguntase que, si yo quería tocársela, para que yo, gustosamente le respondiera que sí.
Cosa que yo deseaba tanto, bueno esa fue la primera de muchas experiencias, que tuve en el instituto.
Ya que, de estar tocando su parado miembro, a pedido de él, pasé a mamárselo, y de eso a dejar que me diera por el culo, solo fue un paso.
Aquel chico, me lo tenía bien adentro, mientras que yo restregaba mis nalgas, contra su cuerpo, para en cierta forma o manera, se convertirse en mi novio.
Pero con el nuevo novio de mi mamá, me pasó algo diferente, cuando comenzó a besarme, y acariciarme, por la espalda.
Yo no le dije nada, pero de inmediato supe que era lo que él deseaba, ya estando los dos en mi cama, cuando comencé a sentir que aquella cosa, que había tenido dentro de mi boca, comenzó a penetrarme por el culo, casi lloro, pero de felicidad.
Me sujetaba firmemente contra su cuerpo, apretándome por las caderas, mientras que una y otra vez yo seguía sintiendo como su duro y caliente miembro, entraba y salía de mi apretado culito.
Luego hizo que yo cambiara de posición, para que su duro miembro siguiera entrando dentro de mí, a medida que yo me sentaba, una y otra vez sobre su parada verga.
Gritando de placer, y pidiéndole que me diera más y más duro, hasta que nuevamente, me hizo cambiar de posición, por lo que mis pálidas nalgas quedaron al aire, y vi con cierto asombro de mi parte, como su cosa no dejaba de penetrar mi culo.
Desde esa tarde, continuó comiéndome el culo, divinamente, y aun después de que mi mamá, y él terminaron, porque ella se consiguió otro pendejo que la mantuviera.
Perdón quise decir un nuevo novio, por mi parte yo he seguido siendo el amante de su exnovio.
Como sigue?
como sigue?
Como sigue? quiero mas esta historia.