Me di cuenta de que, vestirme de mujer, dar el culo, y ponerme a mamar me gustaba más que fumar.
Un marihuanero se da cuenta de que, vestirse de mujer, dar el culo, y ponerse a mamar le gustaba más que fumar marihuana.. .
Me di cuenta de que, vestirme de mujer, dar el culo, y ponerme a mamar me gustaba más que fumar.
Yo estaba tan, y tan deseoso de fumar que finalmente vendió mi reloj, y hasta mi teléfono, para poderse comprar algo de marihuana, para fumármela, yo solo, cosa que hice en una sola noche.
Ya en la madrugada, me lo había fumado todo, y apenas disfrutaba de una ligera nota, cuando me encontré con mi primo y un amigo del, que me invitamos a fumar.
Con la tremenda nota que agarré, les conté lo que le había sucedido, ya que hasta de mi trabajo me habían votado, por fumar marihuana, y por hacerme el gracioso les comenté. “Esto de fumar marihuana me gustaba tanto que, si tenía que dar el culo, para fumar, lo daba.”
Al siguiente día, cuando volví a ver a mi primo y a su amigo, mi primo me dijo. “Ya sabes, prepara ese culo si quieres fumar esta noche, a costillas nuestras”.
En ese momento lo tomé como un vacilón, y no le di importancia, hasta que después de que prendimos el segundo tabaco, mi primo me dijo. “Sí deseas seguir fumando, debes obedecer todo lo que nosotros te ordenemos.”
Como vi que su amigo lo respaldó, y con lo deseoso que yo estaba por seguir fumando, acepté sin pensar en las consecuencias.
Como nos encontrábamos en el patio de la casa de mi primo, él me dijo. “Como mis viejos están de viaje, aquí nadie nos va a molestar, quiero que te quites toda la ropa, y te tires desnudo a la piscina”.
Lo cierto es que no lo pensó dos veces, y de inmediato me desnudé, y tras darle unos cuantos jalones al cigarrillo que habían preparado, me tiré completamente desnudo a la piscina.
Cuando prendimos el tercer tabaco, pero antes de dármelo, mi primo me dijo. “Ahora queremos bacilar un rato, así que te vas a poner la ropa que, te traiga”. Resultó que la ropa que me trajo fue un vestido de mujer, así como unos pantis, y sostén, que eran de su mamá.
Lo que en medio de la tremenda nota que yo cargaba, me los puse sin tan siquiera protestar, el detalle es que entre los tres montamos tremendo vacilón, la nota me dio por ponerme hablar, y a moverme como si fuera una verdadera mujer.
Fue cuando a mi primo le dio por tocarme las nalgas, por lo que a pesar de la tremenda nota que yo cargaba, le dije en tono serio, que dejase el vacilón, y que no siguiera agarrándome las nalgas.
Fue cuando mi primo, me dijo. “Está bien, como dijiste anoche, que por un tabaco eras capaz hasta de dar el culo, ya sabes lo que tienes que hacer si quieres seguir fumando”.
En ese momento me dieron ganas de mandar a mi primo y a su amigo al carajo, pero me las aguanté, quizás nada más de pensar que me quedaría, sin seguir fumando.
Así que a medida que entre los dos me rodearon, y cuando me volvieron agarrar las nalgas, me quedé quieto, por lo que ellos dos entendieron que yo había aceptado el trato.
Así que a medida que comencé a darle unos cuantos jalones, al tabaco que me habían preparado, mi primo me dijo que me pusiera en cuatro patas.
Después de subirme el vestido, y bajarme los pantis que me habían ordenado que me pusiera, poco a poco me fue enterrando toda su verga por mi culo.
Con la nota que yo tenía en esos momentos, la verdad es que ni me dolió, es más si mal no recuerdo, resultó ser algo que apenas mi primo comenzó a penetrarme, lo disfruté, y mucho.
Eso fue como si la nota que carga encima se me hubiera subido al máximo, ya que sentí como toda su verga se fue metiendo dentro de mi culo, cosa que en ese momento yo mismo no podía creer que a mi me estuviera gustando tanto.
Los brazos de mi primo rodearon mi cuerpo, apretándolo contra el del, al tiempo que yo de manera, casi involuntaria comencé a mover mis nalgas, restregándolas contra su cuerpo, para sentir más, y más dentro de mi toda su verga.
La que continuamente entraba y casi se le salía de mi culo, al tiempo que apretaba y soltaba mi esfínter.
El amigo de mi primo, mientras preparaba otro tabaco, me preguntó en ese momento, si ya había dado el culo antes, y con voz afeminada le respondí, que no, les dije que esa era mi primera vez, pero que me estaba gustando un montón.
Por lo que cuando el amigo de mi primo volvió a prender otro tabaco, y me dijo, al tiempo que yo aun mi primo me daba sabrosamente por el culo. “Si quieres fumar más, me lo tienes que mamar”.
Ni lo pensé, casi de inmediato agarré la parada verga del amigo de mi primo, y la introduje en mi boca.
Así que al tiempo que mi primo me daba sabrosamente por el culo, a su amigo le mamaba su verga, hasta que, de momento, sacándola de su boca le dije. “Yo espero a que tu amigo, termine.”
Al poco rato mi primo estaba a punto de venirme, por lo que sacó su verga de entre mis nalgas, y llevándola hasta mi boca hizo que yo terminase de mamársela, mientras se corría en mi cara, boca y hasta en mi garganta.
Después no bien que yo había terminado de mamar su verga, cuando el amigo de mi primo me clavó su verga por el culo, pero a diferencia de mi primo su amigo me tomó por los tobillos, separó mis piernas, y dirigió su verga directo a mis nalgas, por lo que pude ver como la verga de su amigo, se fue desapareciendo dentro de mi culo.
Al siguiente día al parecer todo el mundo se había enterado de lo sucedido, y comenzaron los vacilones.
Desde luego que, al principio, negué que todo eso fuera cierto, pero ya saben cría fama y acuéstate a dormir, en mi caso fue, ponte en cuatro, si quieres fumar.
Al principio lo negué todo, pero eventualmente, cuando ya no tenía nada para fumar, digamos que dejé que me volviéramos a dar por el culo.
Al poco tiempo les confesé, que me di cuenta de que, en ocasiones, como que eso de vestirme de mujer, que me dieran por el culo, y me pusieran a mamar, me gustaba más que fumar.
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