Me tomé la leche del maduro
El maduro que me dio leche.
En aquella época estaba de novio, pero en una situación muy mala con él porque casi no nos tocábamos.
Un día que necesitaba sentir el calor de un hombre, estando muy caliente decidí entrar a un chat gay.
Puse que buscaba hombre maduro con ganas de dar pija. Y a los segundos tenía un mensaje de un tal «Eternauta» y un número que no recuerdo. Empezó diciéndome su edad, y que era solamente activo. Él tenía unos 54 años, yo en aquel momento tenía 29. Se llamaba Luis. Le dije mí situación y me dijo que él también tenía una situación complicada y quería discreción, ya que era casado después descubrí.
En un momento nos pasamos el celu, y me mandó un sms como se hacía en esos tiempos sin WhatsApp jaja
Me llama y me dice que anda con el auto cerca de mí casa. Le dije que me esperara en una esquina. Y fui, al verlo me mojé: era hermoso, más alto que yo, pelo y barba candado con canas, ojos verdes, se le notaba lo peludo en la camisa que traía media abierta. Panzón como me gustan a mí, y unas piernas peludas que podía ver porque traía pantalones cortos.
Apenas subí al auto me dijo «bebé» y que era hermoso. A lo que le respondí «vos también papu» y así nos llamamos desde entonces. Él era mi papu y yo su bebé.
Me llevó en el auto hasta un lugar medio descampado, estacionó y empezamos a charlar de lo caliente que estaba y más al verme. En eso se tocó el bulto bastante grande debo decir.
Se bajó el cierre, usaba un boxer de esos como con una abertura en el medio. Sacó su verga no tan larga pero gruesa, venosa y bastante mojada, y largaba mucho líquido.
Luis me dijo: Vení bebé acá tenes la mema y está cargada para vos.
A mí me salió un suspiro: y un «que rico papi».
Agarró mí cabeza y la fue bajando hasta su entrepierna. Mientras lo hacía pude sentir su olor a macho, a bolas, a pija riquísimo. Mí lengua se poso en su cabeza aún con la pielcita tapando, y absorbí ese líquido, que rico era! Me la metí en la boca entera y se descapuchó entera su cabeza en mí boca, pudiendo sentir su gusto a pija riquísimo. Mí pija ya estaba babeando mal. Y la suya babeaba mí lengua y boca muchísimo, y se le puso bien dura. Llegó hasta el frenillo y él empujó más mí cabeza, hundiendo mí nariz en su vellos púbicos y su cabeza entro en mí garganta. Que sensación más intensa y hermosa sentir su pija en mí boca largando preseminal. Se la chupé con tanto placer. Cómo media hora mientras me decía «que rico chupas putito!» «tu boca es mia» y «te la voy a llenar de leche».
Me preguntó: querés la lechita de papá bebé?
Y yo le dije si, sin soltar su verga.
Agarró mí cabeza y como cogiéndome embistió con su pija mí boca y garganta. Hasta que sentí que se movía sola y en un gemido bien de macho grrr sentí que largo chorros de leche, unos ingresaron directamente en mí garganta y otros en mí boca pude sentir su gusto entre salado y ácido, con un toque dulce de su lechita tan rica.
Yo no saqué su pija de mí boca hasta que se bajó del todo. Y lambeteé hasta la última gota de la lechita de papi.
Me dijo;
Uff bebé que rico me la chupaste! Te gustó? Te gustó la leche de papi?
Y yo le respondí;
Me encantó papu!
De ahí nos vimos varias veces más y siempre me daba su lechita rica directamente en mí boca y garganta.
Y varias veces me penetró bien rico. Y me llenó de leche el orto. Cómo disfruté ese maduro bien macho. Fue casi el único hombre que me hacía disfrutar ser penetrado y tragarme su leche con gusto rico. Pocas veces una leche me gustó tanto como la de él, mí papu.
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