«Mi Body-Count»: Me tocaban desde muy niña
Parte 01: Si no era en casa, era en la escuela. Ya de adulta comprendí, que mi belleza fué mi maldición desde muy niña. ¿Qué culpa puede tener una niñita? ¿Puede tanto la belleza corromper a los hombres?.
Maky no es mi nombre real, pero así me llaman desde siempre, vengo de una familia acomodada pero también disfuncional. No daré tantos detalles pues me sería más difícil de compartirles mi historia. Pueden tomarlo como algo real o solo fantasía, al fin y al cabo, sólo pretendo desfogarme. Tal vez, liberarme de cierto modo, de tantas heridas acumuladas…
Mis padres, a los que muy poco veía darse cariño, y menos abrazarse entre ellos, en mi pequeño mundo ignoraba los gestos de amor entre adultos. Ambos trabajando, y mi hermano mayor y yo siendo atendidos por nuestra empleada. Prácticamente crecimos solos, a pesar de brindarnos las cosas materiales más costosas, resaltaba la ausencia de afecto de nuestro padre. Mis 6 años son vagos recuerdos para mí, mi hermano al ser 7 años mayor que yo, me cuidaba también, pero en mi mente tengo marcados ciertos recuerdos y sensaciones.
Recuerdos como, siendo tocada por mi hermano, cada vez que la empleada estaba ocupada haciendo otras actividades, a él le gustaba siempre sentarme encima de él cada vez que nos poníamos a ver la tv en su habitación, ahora sé que se masturbaba conmigo sobándose su miembro con mi trasero. Recuerdo que se movía mucho debajo mío, mientra frotaba mi diminuta vagina con sus manos por debajo de mi ropa. Me cuesta creer que fué mi hermano quién empezó a estimular mi tierno cuerpo a esa edad.
Al pasar los meses, él intentaba más cosas con mi cuerpo. Me hacía recostarme sobre el filo de su cama apoyándome con mis brazos, con los pies sobre el suelo. Me bajaba o subía mis prendas inferiores, pantalón o falda según lo que llevaba puesto, y sentía cómo frotaba su verga entre mis nalgas de niña. Empezaba despacio, para luego empujarme fuerte y rápido, me sentía extraña sintiendo su peso sobre mí. No sentía dolor pero sí lo caliente que sentía entre mis piernas, supongo que era cuando se corría sobre mi trasero y goteaba sobre mis muslos después.
Otra veces me recostaba sobre su cama, y ponía una almohada sobre mi pecho, y así no podía ver lo que hacía, solo sentir cosquilleo en mi vagina, me lamía y chupaba como un animal. Y a veces me hacía gritar un poco al querer meter un dedo en mi coño. Pero como alzaba la voz no lo volvía a intentar. No podría olvidar su pecho sobre mí pues el me rozaba la vagina con su miembro. Sentía fuertes incones en mi entrepierna pero sé que no logró penetrarme, lo recordaría si lo hubiera hecho. Sabía que terminaba de hacer eso al sentir caliente sobre mi vientre.
Yo no sabía qué sentir al respecto, me decía que era juego, otras que era su cariño pero que no debía de decirle a nadie. En realidad ignoraba todo lo que me hacía. Todo ello pasó entre mis 6 a 9 años, nunca participé en esas cosas sucias que me hacía, él lo hacía todo incluso limpiarme el semen que me embarraba. Lo que hacíamos para mí parecía ya algo normal. Nunca fuimos descubiertos por nuestros padres ni las empleadas.
En mi escuela, todo empezó a los 9 años, durante el recreo venían chicos a hablarme de otros salones, eran mayores que yo, talvez sus 12 a 14 años. Unos eran tranquilos, me daban cartas de amor, o me regalaban golosinas. Pero otros eran muy mañosos, me llevaban a lugares aislados, siempre entre 2 ó 3 chicos, y me tocaban por todos lados, como soy bien blanca, dejaban mis muslos y cuello bien enrojecidos, no sé por qué me dejaba hacer todo eso. Me besaban turnándose, me besaban como adultos, metían su lengua en mi boca y recorrían todo, otros al estar besándome me apretaban fuerte las nalgas para luego frotarme en círculos.
Esto lo hacían cada 1 ó 2 semanas, pero me sentía muy rara cuando a veces uno me punteaba por detrás apretando fuerte mis pequeños pezones, otro me besaba tocándome la vagina, todo por encima de mi uniforme, y el tercero me hacía coger su miembro por encima de su pantalón, sentir todo eso a la vez era demasiado para mí edad, empezaba a temblar mucho y ellos se reían viéndome bien sonrojada. Recuerdo que uno de ellos me decía: «Tú tienes la culpa, eres tan bonita que no podemos evitar hacerte cosas». ¿Bonita yo? Sólo me veía como una niña normal igual que todas.
En una ocasión le conté sólo a mi hermano lo que me hacían esos chicos, y para qué le conté, se puso como loco, me gritó e insultó, incluso quería ver mi coño si ya había sido desvirgada. No se lo permití, pero empezó a tocarme, me quería bajar el pantalón y tampoco se lo permití. «Bien, espero que así te resistas cuando esos imbéciles quieran desnudarte» dijo furioso mi hermano, «¿Cómo van a hacer eso tonto? Si estamos en la escuela» le contesté, «¿Ya se las chupaste?» me preguntó serio, «¿Qué?» le dije poniendo una cara de coraje, «No te hagas, sus vergas, ya te la pusieron en la boca?», «No. Nunca lo hicieron ni lo harán» le dije. Me quedé con la boca abierta cuando se sacó del pantalón su pene bien erecto. «¿Qué pasa? ¡No es la primera vez que me lo ves!», «Heee si pero… ¿Para qué haces eso? Hiug ¡es asqueroso!» le dije frunciendo la nariz. «Quiero que lo pruebes hermanita». Recordar la primera vez no es fácil, pero en ese momento probé una verga de verdad, aunque yo no hacía nada sólo abrir mi boca para que él lo metiera, y follara mi boca a su gusto. Admito que empapé mi calzón aquella vez, el idiota de mi hermano me hizo tragar toda su leche ese día, «No lo escupas, trágalo» me ordenó, entre tres intentos pude hacerlo, y tapándome la boca del asco me fui corriendo al baño a vomitarlo.
Desde ese momento odié a mi hermano por obligarme a hacer eso, y como venganza hacía él ya no le permití tocarme nunca más, pues al verlo insistente por mí era mi gozo. Ese mismo año mi hermano se fué al extranjero a estudiar, para ya nunca más volver a vivir juntos. Perdí mucho la comunicación con él después, la verdad prefería no saber de él por todas las cosas que hicimos juntos, y más por las que él me hizo.
Al siguiente año escolar, uno de los tres chicos se fué a otra escuela, sólo quedaban dos chicos los cuales me seguían buscando para seguir con sus toqueteos como antes, hacían lo mismo de siempre, y a mí ya me empezaban a dejar bien mojada y lubricada. Uno de ellos se me declaró, quería que sea su novia, fue genial mi venganza al rechazarlo delante del otro chico, ser humillado y despreciado por aquella chica sumisa que se dejaba ser manoseada como un juguete, fue terrible trauma para él, nunca más me buscó de esa vez. Así que sólo quedaba el otro chico, al que una vez por mes se animaba a buscarme en el recreo. Nos besábamos con lengua y todo, y éste ya se atrevía a meter su mano directamente a mi coño mojado, me tocaba con miedo, despacio, muchas veces sentí querer llegar a mi primer orgasmo, pero nunca se dió. Al siguiente año escolar, me tocó a mí cambiarme de escuela. Y nunca supe más de ellos.
En mi nueva escuela, me hice muy amiga de Angela, mi compañera de salón, las dos ya teníamos 11 años, y llegamos a ser tan íntimas que terminamos contándonos casi todo. Yo le platiqué de los 3 chicos de mi anterior escuela pero nunca de lo que hize con mi hermano mayor. Angela al igual que yo, era muy bonita, pelirroja y pecosa con ojos verdes, y yo ojos gris claro con mi cabello largo y lazio, del color más azabache que puedas imaginar. Cómo le conté mi gran secreto (lo que me hacían los 3 chicos), ella también compartió su gran secreto conmigo. «Hay ya pues, ¿Qué tan grande es ese secreto tuyo?» le pregunté, «Hay está bien, te lo voy a decir pues…» me dijo. «¿Y qué es?», Y Angela al final me lo dijo, «Pues… Soy novia de mi papi»….
Continuará…
me encanto, y espero la segunda parte
Me has dejado con ganas de saber que más paso, ojalá pronto subas la siguiente parte, se ve que se va a poner bueno 👍
Guau, ¡increíble!, pareciera que me viste haciendo ese tipo de cosas a mi hermana o que mi propia hermana estuviera contando sus experiencias de cuando la acariciaba y frotaba mi pene en sus labios vaginales. Con la diferencia que ella siempre que se lo hacía fingía estar dormida.
Que rica experiencia debe ser esa!
Que edad tenia tu hermana en ese entonces?