Mi compañero me dijo. Cuando lo tengas adentro te vas a acordar de todo.
Un recluta descubre que cuando se emborracha, fácilmente se deja dar por el culo..
Mi compañero me dijo. Cuando lo tengas adentro te vas a acordar de todo.
Cuando ingresé al ejército, durante mis tres primeros meses de entrenamiento, nada extraordinario sucedió, pero cuando tuvimos nuestro primer pase, varios chicos de nuestra compañía, agarramos una tremenda borrachera.
En mi caso fue tan, y tan grande, que cuando desperté, me encontraba totalmente desnudo, y para colmo de males, tenía a un tipo de mi compañía, con su verga entre mis nalgas, por lo que no me quedó la menor duda de que me habían comido el culo.
Enseguida como pude, me levanté, me bañé, y hasta expulsé de mi cuerpo, lo que quien sabe quiénes me habían dejado.
Por aquello de no formar un escándalo, decidí quedarme callado, y durante el mayor tiempo que pude, evité encontrarme con aquel tipo.
Cuando volví a disfrutar de otro pase, me sucedió lo mismo, y de igual manera la siguiente vez, por lo que decidí no volver a beber, cuando estuviera de pase.
Y pensé que con eso ya había resuelto mi situación, pero con lo que no conté, fue que uno de los tipos con quien me acosté, y dejé que me comiera el culo.
Una noche que me tocó hacer guardia, se me presento, y de manera directa y descarada, me dijo. “Lo de la otra noche, fue magnífico, quiero que lo repitamos.”
Al principio no tenía idea a que se refería, pero traté de hacerme el pendejo, diciéndole que no sabía de qué me hablaba.
Fue cuando él me dijo. “Está bien, o lo volvemos hacer, o se lo cuento a todos en la compañía.”
Yo me quedé sin saber que decir, fue cuando él me dijo. “Estás de guardia, y te relevan en una hora, te espero en las viejas barracas, que está de tras del comedor, pero ya sabes si no te presenta, se lo cuento a todo el mundo.”
Al terminar mi guardia, y ser relevado, pasé por la armería, y entregué mi arma, para luego dirigirme al sitio donde aquel tipo me había citado.
No bien llegué, me dijo. “Quítate toda la ropa, que tengo muchas ganas de que me des ese culito tan sabroso, y luego me lo mames.”
Por el temor a que me fuera a denunciar con nuestros superiores, y que me fueran a expulsar, deshonrosamente, le obedecí.
Ya estando completamente desnudo, le dije. “Que yo no recordaba nada de lo que hubiéramos hecho, y él riendo me dijo, no te preocupes, que apenas lo tengas adentro te vas a acordar de todo.”
Aunque parezca mentira, así fue, apenas él se colocó tras de mí, y comenzó primero por ir introduciéndome sus dedos dentro de mi culo, como por arte de magia recordé que ya eso lo había estado haciendo otras veces, tanto con él como con otros dos tipos.
Además, pude recordar, como fue que comenzó todo, cuando yo cayéndome de la borrachera, y ayudado por él, me dejé llevar hasta una vieja casa semi destruida.
Una vez dentro él comenzó a quitarme la ropa, pero cuando me opuse bastó que me diera un trago para que yo mismo sonriéndole, me quité toda la ropa.
Fue cuando él me plantó un tremendo beso, en la boca con todo, y lengua, la cosa es que yo, lo dejé que siguiera, y cuando me vine a dar cuenta, ya me tenía toda su verga enterrada dentro de mi culo.
Y lo peor de todo fue que después de todo eso, cuando acabó, sacó su verga de entre mis nalgas, y sin más ni más colocó su verga frente a mi boca, la que yo sin más ni más me puse a mamar.
Esa noche, cuando su verga se le volvió a poner bien dura, me la volvió a enterrar, así que cuando amaneció, me encontré desnudo, y con él encima de mí, con su verga enterrada entre mis nalgas.
También recordé, que el segundo tipo al que le di el culo era un civil que se ofreció llevarme al cuartel, en su auto.
Apenas me senté a su lado, se puede decir que comenzó a piropearme diciéndome lo lindo que me veía de uniforme, a lo que yo en medio de mi borrachera no hacía otra cosa que reírme como un verdadero pendejo.
Cuando después de decirme, otra vez, que me veía lindo en uniforme, continuó diciéndome que más lindo me debería ver desnudito.
Yo en lugar de no hacerle caso, no sé de dónde se me ocurrió decirle, que si él quería lo podía complacer, fue cuando se salió de la carretera y en un descamado apagó el coche.
Yo me acuerdo de que me desnudé frente a él, y apenas terminé de quitarme toda el uniforme, así como mi ropa interior, me abrazó, me besó, y cuando me vine a dar cuenta me lo enterró.
Y el tercero, fue otro de mis compañeros, ambos estábamos en un bar, salimos a tomar aire, cuando al poco rato ya me tenía en un callejón oscuro, completamente desnudo mamando su verga y posteriormente dejando que me diera salvajemente por el culo.
La cosa es que, a los pocos días, ya se había corrido por toda mi compañía, que a mí me gustaba dar el culo cuando me emborrachaba.
Así que, dentro de mi pelotón, una noche, varios de los muchachos cuando ya regresábamos de pase, yo me encontraba tan borracho, que cuando comenzaron a pedirme que les diera el culo, lo hice, y si al poco rato me estaban dando por el culo, y también me pusieron a mamar.
Lo mío de momento fue tan obvio, que, hasta el sargento, al igual que varios tenientes, y hasta un mayor, aparte de que me dieron por el culo, también me pusieron a mamar.
De ahí en adelante, más eran las veces, que mis compañeros, y hasta que uno que otro oficial, me trataban más como si yo fuera una puta, que como si fuera soldado.
Para colmo de males me comenzaron a regalar ropa íntima de mujer, la que usaba en ocasiones, mientras estuve haciendo el servicio militar….
Rikisimo