Mi fuckboy de 12

Pablo jugaba futbol en la calle y siempre volaba su balón a mi casa hasta que un día me vio erecto..

Esta anécdota me sucedió cuando yo tenía 30 años, vivía solo, el fraccionamiento donde vivía estaba lleno de niños y adolescentes que jugaban en las calles tarde y noche. Específicamente, siempre se juntan unos diez chavitos de entre 10 y 13 años a jugar fútbol frente a mi casa. Muy seguido su balón se les vuela a mi patio. Y es frecuente que me toquen la puerta para pedirme que les pase su balón.

Siempre gustoso les paso su balón, pero se los doy en las manos para que me vean sin playera o en boxers. Algunas veces ven que yo estoy con algún chico, lo cual despierta el morbo de los chavitos. Alguna ocasión los observé jugando y entre ellos hay  muchos toqueteos íntimos mientras se aventaban y se daban arrimones,  y en algunas ocasiones se les salía de control y alguno tenía una erección y para despistarla aventaban el balón a mi casa para apartarse tantito y acomodarse el pene. Una ocasión mientras yo estaba cogiendo, tocaron varias veces y solo me puse un short y fui a la puerta, era un vecinito que quería su balón. (El vecinito era delgado, blanco un poco definido por que juega mucho futbol, tenía muy buenas nalgas y era muy simpático). No lo noté, pero traía aún erección y el chavito me vio despacio y me sentí avergonzado y caliente. Fui por el balón y cuando se lo pasé se acercó a mí y me dijo: -¡Enseñámelo!(refiriéndose a mi pene).

-Tú primero, le contesté para asegurarme de que era mutuo por el tema de que es un chavito caliente.

Saqué mi pene semi-erecto y él de inmediato lo tocó muy suave, mientras acariciaba yo el suyo por encima del pantalón, ya que él se clavó tanto en mi pene que no me enseñó el suyo. Sentí un trozo grueso semi-erecto, y me dijo: ¡ya me voy! (mientras aún me acariciaba el pene).

Nadie vio nada y él se veía avergonzado. Le dije: No te preocupes, yo no le diré a nadie.

Él preguntó: ¿sabes guardar secretos?

y le guiñé el ojo.

En esa misma semana mientras los chavitos jugaban futbol yo los veía desde mi habitación del segundo piso y vi cómo el chavito que me había tocado (que ahora se llama Pablo y tiene 12) le estaba dando arrimones a él más grande del grupito un morro como de 13 años, alto, flaco, moreno. Pero de tal forma que el otro morro ya la traía bien parada y ya no podía disimularla con el shorts tan flojo que traía. Dejó de jugar y se metió a mi patio frontal y donde está mi puerta que no se logra ver hacia la calle jaló a Pablo y pensando que nadie los veía se dieron un beso largo con agarrón de todo y después el chico alto le bajó los shorts hasta las rodillas a Pablo y le restregó su vergota morena y jugosa en las nalguitas. Se fueron casi en seguida a seguir jugando. Después de un rato se dejó de escuchar el ruido de su juego y al poco rato llegó Pablo a tocar mi puerta un poco nervioso.  Lo invité a pasar, con pena  me dijo:  Me siento muy caliente por culpa de mi amigo. Yo sé que tú nos viste hace rato. Y solo tú me puedes ayudar.  

Le pregunté: ¿cómo te puedo ayudar?

y él respondió: ¿Me dejas tocar tu pene otra vez?

(me explicó que Giovanni, el chico mayor solo jugaba con él, solo rosaba su cuerpo y se masturbaba con él para sacarse las ganas pero jamás pasaba algo más y Pablo lo único que quería era sentirlo, jamás hubo esa aproximación con Giovanni y por eso venía conmigo.
no le dije nada y me empezó a tocar muy bruscamente con nerviosismo o prisa, lo abracé y lo llevé hasta mi patio trasero donde con calma lo fui guiando para que al mismo tiempo que me tocaba fuera quitándose lo nervioso, más lento y lo iba tocando, lo tomé de la cintura y empecé a recorrer con mis manos toda su espalda. De inmediato Pablo tenía una erección bien firme y saqué su pene, esta vez lo pude ver y sentir bien erecto, medía como unos 11 cm estaba carnudo y pellejudo.

Lo empecé a masturbar y  se tumbó de rodillas y quedó su cara frente a mi durísimo pene, empezó a darme besitos y lengüetadas por todo mi pene y después por mis testículos.  Después lo fue metiendo a su boca poco a poco hasta que la desapareció por completo. (Tampoco es que mis 15 cm sean mucho). Sus labios tan suaves y el tacto de sus manos acariciándome las nalgas y los testículos me tenía al millón. De hecho, me estaba concentrando en no eyacular tan pronto porque nunca había estado tan exitado, estábamos gozándolo ambos. Guiado por la calentura,  lo cargué boca abajo para que no dejara de darme esa increíble mamada y yo poder dársela a él al mismo tiempo de pie. El sabor a nuevo, a orines de puberto me tenía embriagado, lampiño y suavecito.  Después de dos minutos él se vino en mi boca y algo avergonzado me pedía disculpas, le expliqué que era algo normal y que no se preocupara. Estaba riquísimo el morro. 

Ya totalmente desnudos en ese 69 procedí a mamarle su colita tan rica, lo empecé a dilatar entre lengua y dedos, poco a poco empezó a gemir y cuando le metí 3 dedos gritó de placer.  Ya de pie le restregué mi pene en sus nalguitas justo como el morro moreno lo hizo afuera de mi casa, con lo lubricado que estaba mi pene y su  colita,  hacía una fricción riquísima, así estuve por unos minutos hasta que se la metí poco a poco. No se quejó, la aguantó y poco a poco lo fui bombeando en 4.  No resistí mucho y lo llené de leche. Podía sentir su pulso en mi pene.  y él estaba satisfecho y complacido.

Se quedó un buen rato conmigo ahí desnudo en mi patio trasero. Hasta me pidió una fumada de weed. Desde ese día Pablo fue mi fuckboy por unos meses.

Si me califican subo más anécdotas.

strangerthingsofboys.