MI GRAN FANTASIA.
al estar robusto ya tenía tetas como una niña de 15 años.
Ya en algunos relatos que he subido les he contado como fueron mis primeras vivencias, el descubrimiento del sexo desde niño.
Cuando ya estaba más despierto a lo sexual, tenía yo 10 años ya no era el niño inocente de 6 años, entonces mis fantasías también fueron cambiando, ya no era el solo bajarme los calzoncitos para que me cogieran, ya quería realizar toda una fantasía.
Me empecé a robar las tangas de mis vecinas y si estaban sucias era mejor porque sentía que sus olores eran mis olores que eso provocaría mas a mi macho, me ponía sus sostenes, al estar robusto ya tenía tetas como una niña de 15 años, ya se me hacían bultos. Me gustaba sentirme toda una femenina, me ponía faldas o blusas de mi mamá para completar la fantasía.
Teníamos una casa sola que algunas veces rentábamos a gente que llega de fuera a trabajar, pero casi por lo regular estaba sola y estaba amueblada entonces me gustaba pasarme todo el día fantaseando vestido de mujer, ocasionalmente me gustaba penetrarme yo solo con cualquier cosa que cupiera por mi hoyito fantaseando que hacía el amor con alguien. Me sentía toda una mujer.
Después de algunas horas de pasearme así por toda la casa, llegaba mi amante, bueno mi mejor amigo pero con el que pasé horas y horas de placer, fantaseábamos a que era mi marido le encantaba verme vestido así, me decía que rica te vez así que quisiera cogerte. Pero hacíamos toda la fantasía, de que hacíamos como que comíamos o me ponía a limpiar mientras el hacía como que arreglaba algún juguete hasta que me decía, ya es hora de dormir, vamos acostarnos.
Nos íbamos a la recamara y se quitaba su pantalón y se bajaba su trusa, yo le agarraba con las manos aquella rica verga, se la acariciaba delicadamente, la sentía entre mis manos.
Me gustaba mucho acariciársela, se sentía tan rica.. negra, negra y larga, no era enorme pero para mi era perfecta, se la masturbaba un rato y luego me empezaba a desvestir yo, ya todo mojado de andar así por horas, de sentirme toda una mujer, la tanga toda mojada de líquidos preseminales.
Recuerdo que solo me quité la tanga, me quedé con la falda que traía puesta porque era más morboso verme así, me empinó y empecé a sentir tan rico, esa fantasía echa realidad, sentía como me entraba esa deliciosa verga, estaba tan excitado que no recuerdo si de la excitación terminé viniéndome yo también.
Desde entonces cada sábado o domingo repetíamos esas tardes, cuando él no podía yo de cualquier forma iba a la casa, hacía el ritual de ponerme todo y cuando mas excitado estaba buscaba cualquier objeto para satisfacerme, fueron día intensos y llenos de sexo, de morbo, de demencia.
Espero que les guste mi relato. Déjame un comentario 🙂
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