Mi hermano lo comenzó. 4° Parte

El regresó de papá..
Mi hermano lo comenzó. 3° Parte : Mi hermano lo comenzó. 3° Parte – Sexo Sin Tabues 3.0 (sexosintabues30.com)

 

Después del último encuentro que tuvimos, mi hermano y yo dormimos como si no hubiéramos descansado en años. Sin embargo, a las 7 de la mañana desperté por el sonido de llamada en mi teléfono, lo tomé, ví la pantalla y el nombre de Papá aparecía.

• Bueno- Respondí
• Daniel, apuesto a que estás aún adormitado, soy yo, tu papá, necesito que vengas al aeropuerto por mí, he llegado apenas, no tardes.
• Hola, papá, Buenos días, si, solo me cambio y paso por ti- Respondí
• Muy bien, hijo, te espero, te quiero —se despidió papá.

Miré a mi hermano aún dormido, y decidí no despertarlo, así que me decidí a ir solo por él hasta el aeropuerto. Procedí a cambiarme, me cepillé y al finalizar, solo pude limpiarme la cara. Bajé a encender el auto y procedí a iniciar el viaje de una hora acompañado de buena dotación de música, haciendo que el trayecto sea más relajado.

Al llegar a la entrada del aeropuerto, comencé a buscar a mi papá, no duré mucho tiempo buscándolo, pude verlo, no era tan difícil de reconocer, 1.90, alto, fornido, bronceado, y sin ese traje, sería más fácil de identificar, tatuaje una brújula  y un ancla en el  brazo, y parte del hombro, y un tatuaje de su nombre en manuscrita en su pecho. Papá se encontraba parado al lado de un pilar haciendo una llamada. Me acerqué hasta donde estaba él, y me estacioné, bajé del auto, y procedí a darle un fuerte abrazo.

-Papá, que gusto verte nuevamente-  Saludé a papá, mientras me abrazaba con fuerza y procedía a darme un beso en la frente.

– Te extrañe demasiado, los extrañe a todos, a tu hermano, a tu mamá-

– Nosotros también, me da gusto que ya estés aquí.

Tomé su maleta y la guardé en la cajuela, y procedí a subirme al carro, mientras él se subía de copiloto e iniciábamos el viaje. El viaje estaba de lo más entretenido, papá se encontraba contándome sobre su viaje de negocios, y a la vez me preguntaba cómo me estaba yendo en la escuela, cómo se encontraba mi hermano, y hablamos sobre mamá.

—Desafortunadamente, tu madre no tiene una fecha exacta cuando llegará, tu abuela se encuentra muy mal y sus cuidados se vuelven cada vez más delicados. He hablado con ella sobre contratar una cuidadora, pero no quiere dejar a su mamá sola, ni mucho menos que lo cuide una desconocida- comentó.

-Qué mal, es una pena que por la escuela no podamos ir a visitar a la abuela, espero podamos ir pronto —comenté, aunque solo pensaba en que si mamá no venía, tendríamos más oportunidad de hacer el amor Diego y yo. Aunque papá esté en casa, su trabajo demanda mucho tiempo y atender el negocio los sábados y domingos lo haría más fácil.

Llegamos a casa, y preguntó por mi hermano, le dije que se encontraba durmiendo, que estaba muy casado por sus entrenamientos.

-Iré a darme un baño, y luego me dormiré —comentó mi papá

Papá se dirigió al baño caminando por el pasillo con su toalla, cuando mi hermano salió de mi cuarto con su verga erecta y al ver a papá se puso pálido y procedió a taparse, algo difícil, ya que sus manos no podían tapar su gran verga.

– ¿Por qué estás desnudo y saliendo del cuarto de tu hermano? -preguntó  mi papá viendo el inútil esfuerzo de mi hermano ocultando su virilidad, mi hermano tragó saliva  y nervioso contestó.

-Solo fui a su cuarto a buscar un short, me faltan dos y ya no tengo limpios, creo que nos confundimos y quizá el los tiene —respondió mi hermano.

– ¿Así que porque estaban solos, comenzaron a andar desnudos por toda la casa?- preguntó papá.

—Bue… —íbamos a hablar, cuando fuimos interrumpidos por papá.

—Miren, yo no tengo problema, ni me incomoda, somos hombres y la desnudes entre nosotros debe ser algo normal, solo les digo que en cuanto llegue su madre, vuelven a conocer los boxers- respondió sorpresivamente tranquilo.

Mientras papá abría el baño, y procedía a ducharse, mi hermano y yo nos metimos a su cuarto, recogí toda mi ropa y algunas cosas que había dejado y las llevé a mi cuarto, mientras terminaba de acomodar mi ropa y las cosas, salí del cuarto por que recordé haber olvidado algo en el cuarto de mi hermano, en el pasillo me topé a diego aún desnudo con mi computadora a punto de dármelo, de pronto la puerta del baño se abre y papá sale secándose la cabeza mientras se encuentra totalmente desnudo, por curiosidad mi hermano y yo solo lo vemos y observamos una gran verga dormida, larga y gruesa arriba de unos huevos grandes y gordos con poco vello,  mientras caminaba solo podía ver su verga moviéndose de un lado para otro a cada paso que daba, hasta que se detiene y dice.

– ¿Qué, no es así como han estado viviendo? – Papá solo rie y se dirige a su cuarto.

– Papá sí que está vergudo- mencionó Diego.

– No mames, si lo está- Respondí.

– ¿Y qué?, ¿Cuál verga te gusta más, la de papá o la mía?- Preguntó Diego.

– No mames, wey, no preguntes eso, solo puedo sentir esto por ti, no quiero imaginarme a papá o pensar en el- Respondí enojado, me encerré en el cuarto y procedí a dormir porque estaba muy cansado.

Desperté sorpresivamente, sentí un peso encima, y cuando desperté ví a Diego, tenía su verga apoyada frotándola encima de la mía, yo por mi parte me encontraba muy duro, pero al voltear vi la puerta abierta, lo miré preocupado y él solo dijo.

-Papá  se fue al negocio, no llegará hasta la noche —sonrió, mientras escupía sobre nuestras vergas y comenzaba a masajearlas y a frotarlas.

-Uff que rico, sigue así- gemí.

-Lo sientes?- Preguntó

-¿Qué?- respondí

-Lo pesada que mi verga está- mencionó mi hermano mientras agarro su pene, y comenzó a golpear sobre el mío haciendo que sienta su dura barra golpeándome.

-Sí, sí lo siento- gemí, -Sigue.

-Imagina la de papá, ha de estar más pesada- Diego sonrió.

-Callate, y sigue moviéndote- Le pedí mientras con mis brazos rodeaba su cuerpo para sentir su cuerpo más sobre el mio

Sin embargo, en mi mente comenzaba a pensar en lo que había sucedido en la mañana, la imagen de papá desnudo, su verga moviéndose de un lado para otro, de pronto más ideas vinieron a mi cabeza en ese momento, el cuerpo de papá, sus tatuajes, su fornido y duro cuerpo, me estaba excitando más y más.

Comencé a moverme más frenéticamente, y mi hermano lo notó.

-¿Estás pensando en el, verdad?- Preguntó Diego mientras comenzó a moverse más rápidamente y a gemir.

-Ya cállate-

Nuestros cuerpos se movían tan rápidamente, que de pronto comencé a sentir el pene de mi hermano hincharse aún más, hasta que mi abdomen se empezó a mojar, un fuerte grito de mi hermano se escuchó y fue lo que bastó para que en seguida comenzara a expulsar chorros de leche que se comenzaba a desbordar por mi abdomen. Nos quedamos recostados un rato y luego Diego se acercó a mí para besarme.

-Me encantas— dijo Diego mientras me besaba- La única verga que te puede hacer feliz es la mía, sé lo que te digo— mencionaba mientras me seguía besando.

Nos paramos y mientras el procedía a limpiarse con su boxer, decidí darme un baño, al salir me vestí y comenzamos a desayunar, ya eran las 09 de la mañana y ambos teníamos hambre.

-¿Papá está en el negocio?- Pregunté algo extraño.

-¿No se  te hace extraño? —respondió, ¿Deberíamos ir a ayudarlo, no crees?, mm no, acabo de recordar que tengo que dejar unos papeles en el club de fútbol; es urgente, pero no deberías dejarlo solo, ha de estar cansado.

-Pues sí, debería de estar descansando, pero bueno, deja voy-

Terminando de desayunar, procedí a cepillarme y dirigirme a la tienda familiar, al llegar al local, me sorprendió que estuviera cerrado, se me hizo extraño ya que Diego me había comentado que papá estaría atendiéndolo. Por suerte traía mi llavero y en ella, la llave trasera con la cual podría entrar.

Escuché ruidos dentro, así que saqué mi teléfono y procedí a marcarle a papá, “El saldo de su amigo, se ha agotado” (muchos sabrán que ese sonido significa que te encuentras sin posibilidad de llamar), me dirigí a la puerta, y procedí a abrirla despacio haciendo la menor cantidad de ruido, al entrar vi las luces encendidas, caminé por el pasillo, y la puerta donde está la pequeña oficina de administración de papá se encontraba abierta. De inmediato pensé que estaban robando, me acerqué al marco lentamente, y algo que  nunca hubiera pensado apareció ante mí.

Ante mí apareció la imagen de Paco el chalán (Estatura media, moreno, de abdomen y brazos marcados por ejercicios de calistenia), que había contratado papá para descargar las cajas de mercancía, sentado sobre el escritorio con las piernas abiertas mientras mi padre estaba de rodillas chupando su verga, un sentimiento de inquietud y asombro comenzó a invadirme, mientras mi cuerpo permanecía congelado sin poder moverme. Paco sostenía la cabeza de papá y la bajaba hasta abajo mientras papá solo tenía arcadas, por momentos.

-Uff sigue así, ya lo haces mejor- gimió Paco, – Chúpala solo, como te enseñe, ya sabes cómo me gusta.- Ordenó

Papá lentamente se introducía toda su verga completa y cuando ya llegaba al tope, solo se detenía, mientras a paco se le ponían los ojos casi en blanco de tanto placer

-Uuuuff así, así-

Papá se retraía y sacaba toda la verga de paco de su boca mientras una pequeña tos lo invadía, en seguida se apreciaba la morena verga de Paco brillando de toda la saliva que tenía, y al recuperar su aliento volvía a chupar lentamente y hasta la verga de Paco; por mi parte, yo ya me encontraba frotando mi verga de la vista que tenía.

Paco comenzó a flexionar su marcado brazo mientras papá besaba su abdomen e iba subiendo hasta su pecho. Mientras Paco se masturbaba, papá comenzaba a besar el marcado brazo, casi, casi adorándolo. En un segundo se puso directamente en axila, y dio una olfateada fuerte.

-Uff- que bien huele hoy- Dijo papá mientras se acomodaba, dejando ver su gran verga dura y palpitando, que, sin mentir, juro que en ese momento pensé que podría medir más de 22 cm.

Permanecieron así un buen rato, mientras papá ahora ya lamía su axila, Paco y él se masturbaban intensamente.

-Sígueme haciendo feliz con tu boquita-  Ordenó

Papá dejo todo lo que estaba haciendo  se agacho, como si estuviera en sentadilla, se colocó frente a el dejándome poder ver y darme cuenta del gran trasero que tiene, por primera vez lo estaba viendo y era muy grande y firme, Paco tomó la cabeza de papá y comenzó a moverlo rápidamente de arriba abajo, a papá solo le daban arcadas y tosia, pero a Paco eso no le importaba, él seguía incrementando su ritmo, y papá, lejos de incomodarse, se masturbaba más rápidamente, Paco da un último empujón y comienza a gemir y gritar del intenso orgasmo que estaba experimentando. Papá por su parte permanecía inmóvil mientras agitaba su verga rápidamente y chorros de leche salían disparados al suelo.

De pronto papá se safa lentamente de la verga de Paco, y la sostiene tratando de expirmir la última gota.

-Uff qué bueno estuvo- Ya necesitaba que me dieras mi dotación de leche- comentaba papá.

—Qué buena boca tienes, te he estado entrenando bien, pero aún necesito dar un paso más allá contigo, tienes un culito delicioso y es una lastima que no lo esté usando.

-Aún tengo dudas con eso- Respondío Papá.

-Recuerda cómo te convencí para que me chuparas la verga, lo puedo hacer para que me des el culito —respondió Paco. – ¿Quién lo pensaría? , tan macho que te haces ver, y termine haciéndote una putita desesperada por probar mi leche de hombre. Reía

-No se como lo hiciste, pero fue lo mejor haber probado tu verga. – Comentó Papá

-Jaja te dicen el caballo por la gran verga que tienes, pero aquí estás, agachado ante mí, deseando tener mi dura verga en tu boca- Respondío.

Yo en ese momento, me vine dentro de mis propios pantalones de lo excitado que estaba después de toda esa escena y sobre todo la humillación que paco ejercía sobre mi padre, el contexto era ridículo, Paco un flacucho de 17 años recién cumplidos, con un marcado cuerpo pero nada de grandes músculos, comparado con mi papá, un Macho de 43 años, musculoso, fornido y con unos grandes brazos que se habían aventado peleas con otros hombres y en los cuales había ganado, superaba ridículamente en fuerza a Paco. Papá podría haber hecho su perra a Paco sin problemas, pero Papá era la perra y se veía que disfrutaba siéndolo.

 

*Notas del autor*: Todos los acontecimientos que cuento son reales, aunque en ese momento tenía una serie de sentimientos encontrados. Descubrirán cómo la historia evoluciona en cada capitulo