Mi hija ludmila – 2
Después de conocernos ludmila y yo nos volvimos más unidos y agarramos mucha más confianza..
2 semanas después de habernos conocido ludmila y yo ya teníamos mucha más confianza.
Como dije anteriormente, nunca me importo lo que las demás personas piensen de mi. Así que no me generaba ninguna sensación hablar de mi vida de una manera cruda y sincera.
Era un jueves y ludmila me había mandado mensajes proponiéndome ver una peli juntos en mi casa. Claramente acepte la propuesta y ella vino a mi casa, eran las 5 u 6 de la tarde a lo mucho.
– ayy que linda que es – dijo con sorpresa al entrar a mi casa mientras miraba a los alrededores.
Si bien nunca me importo tener una casa muy amueblada ya que vivía solo, si que trataba de mantenerla lo más limpia posible.
– que bueno que te guste, sentite como en tu casa lu – dije mientras me tiraba en el sofá que estaba en el living.
Ludmila no podía quedarse quieta, me daba mil ideas sobre como decorar la casa.
– ay acá quedaría re lindo un cuadro – decía con emoción – estaría bueno si pintas las paredes de otro color… Sin ofender eh – dijo entre risas.
Yo tenía todas las paredes de la casa pintadas de verde. Hace unos 3 años que estaba en ese alquiler y la verdad es que nunca le dí bola a esas cosas.
La idea no me pareció mala, al fin y al cabo nunca me gustó el verde.
– ¿si, no? Otro dia la pintamos juntos si queres – dije todavía tirado en el sofá atento a todo lo que lu me decía
– ayy sii, tengo unas re ganas… Siempre me gustó pintar, desde chiquita – dijo ahora sentándose en el sofá en el que yo estaba – yo pinto cuadros, no te lo había dicho me parece.
– ¿encerio? – pregunté curioso – no sabía… ¿No tenes fotos en tu celu para mostrarme?
– Sisi, tengo – dijo mientras sacaba su celular del bolsillo – veni… Mira – dijo dándome un toquesito en la pierna.
Yo me acerque y el olor a perfume que tenía era hermoso. Cabe recalcar que ella estaba vestida con un pantalón jean color azul oscuro con roturas en los muslos, le quedaba bien pegadito a la cola y las piernas. Tenía una campera Adidas ya que a esa hora estaba fresco. Y al ser un talle tan justo a su cuerpo cuando estaba de pie la parte de atrás de la campera se le subía dejando a la vista ese culo gordo y firme al deleite del que lo mirara.
– mira, este lo hice la semana pasada – dijo con emoción.
– fuaa… ¿De verdad? – dije arrebatándole el celular de las manos para poder ver mejor.
El cuadro era de un paisaje verde. Con árboles y un río donde podían verse animales tomando de su agua.
Era un cuadro que parecía tener vida propia de lo bien que estaba hecho.
– sii jaja – se reía como si le diera pena mostrarme sus dibujos.
– fua lu… Esta re lindo – dije mirándola a los ojos, estábamos tan pegados que podíamos oler el aliento del otro si nos concetrabamos en hacerlo.
Nos quedamos mirando unos 5 segundos de frente, ludmila tiene una cara hermosa. Pestañas negras naturales, unas cejas muy bien depiladas y la forma de sus ojos es hermosa, su nariz es idéntica a la mia, por suerte para ella tengo una nariz bastante linda, siempre fue lo que mas destaco en mi cara.
– ehh… Mira este lo hice antes de ayer… Creo – dijo con vergüenza y nerviosismo.
– ahh… Que lindo lu – yo estaba enbobado por su belleza.
Enseguida me di cuenta que la estaba mirando de más y para no incomodarla me pare y le devolví el celular.
– ¿pedimos algo de comer? – dije mirando hacia otro lado para que no se note mi nerviosismo.
– ehh… Bueno, como quieras jaja – dijo con una risa incómoda.
Despus de eso fueron muy pocas las palabras que intercambiamos. Masó menos eran las 8 y media cuando llegó nuestro pedido. Comenzamos a comer y nos olvidamos de la tensión que habia quedado.
– ¡¡mmmm que ricooo!! – dije entre risas.
– ¡ayy dios!… Esto es lo mejor – dijo ella mientras le daba un mordisco a su amburguesa.
Los dos eramos de comer mucho, era algo que nos encantaba, se ve que compartimos eso en común.
Despues de comer como chanchos nos tiramos en el sofá panza arriba. Era tanta la satisfacción que comencé a eruptar.
– (erupto) pffff quede pipon pipon – dije entre risas.
– jajaja que sucio que sos… (Erupto) Uhhh se me escapó jajaja – reía como loca.
En ese momento nos reíamos los dos, de la nada salió una competición por ver quién eruptaba más.
– mira… Puedo hablar eruptando yo – dije y comencé a eruptar.
Ella reía y se agarraba la panza diciendo que le dolía por reírse tanto después de comer.
– yo también puedo – dijo y erupto.
Era un momento lindo la verdad. Un momento padre e hija.
– mira – dije estirando mi mano para limpiarle las comisuras de sus labios donde le había quedado un poco de comida – tenías sucio
– uhh no me di cuenta jaja – dijo agarrando mi mano y se metió el dedo con el que le había limpiado a la boca.
En ese momento me sorpendi y mi pene no tardó en ponerse duro. La verdad no sabía si todo eso lo hacía por inocencia, error o por provocarme.
Ella comenzó a jugar con su lengua en mi dedo. Parecía hacer los mismos movimientos de lengua que hacen las minas para chupar el glande, el famoso «circulito».
– listo… Ya te limpie – dijo sacando mi dedo de su boca.
– ahh… Gracias jaja – reía nervioso – ehh… ¿Y que peli miramos? – dije para cambiar el tema
– no see… Pone lo que quieras… Yo voy al baño y vengo – dijo poniéndose de pie.
Volvió a darme la espalda y sin vergüenza le mire el orto. Era increíble como ese culo trataba de comerse la tela del pantalón. Como si estuviera en busca de aire para respirar.
La pija se me puso dura, pego un salto. Parecía que ese culo estaba haciendo de un iman que atraía a mi pene.
En lo único que podía pensar era en como hacer para poder hacerle el amor. Tenía ganas de cogermela, era mi hija, me excitaba pensar en sus gemidos diciéndome «papi» me volvía loco. Hace al menos 2 semanas que no cogía.
Ella volvió y puse una peli de Disney, era una de toy story. Para este momento ya eran las 12:30 de la noche.
– ¿te gustan estas pelis? – pregunté
– Sisi… Están buenas, ya me las ví mil veces pero déjala, la quiero volver a ver – dijo con una sonrisa en su rostro.
Mientras que la película iba transcurriendo nos íbamos quedando dormidos. Llegó un momento en el que simplemente me dormí.
A la mañana siguiente me desperté todavía sentado en el sofá. Para mí sorpresa ludmila estaba recostada en mis muslos, mire la hora y eran las 6 de la mañana.
Ludmila tenía que entrar al colegio a las 8:30am asi que la deje dormir un poco mas. Al tenerla descansando en mi piernas no podía hacer mucho movimiento, no quería despertarla.
Entonces aprovechando que estaba dormida puse una de mis manos en su cara. De la nada empecé a sentir amor por ella, un amor paternal.
Comencé a acariciar su rostro con cariño, ella se acomodo un poco como si me estubiera invitando a seguirla acariciando.
Al rato ella abrió los ojos, me vio acariciándole la cara y la verdad es que no deje de hacerlo cuando me vio. Continue y ella solo me miraba, cosa que yo también hacía. Nos quedamos mirando fijo por un rato largo, no sé si hasta minutos.
– ¿que hora es? – pregunto con la voz un poco ronca.
– van a ser las 6 y media… Segui descansando un poco – dije con mi mano todavía acariciando su rostro.
– bueno… Me gusta que me acaricies – dijo entre risas tiernas.
Yo continuaba acariciándola, de la nada ella pone una de sus manos encima de la mano con la que estaba tocandola y sierra sus ojos como disfrutando el momento.
Seguimos así hasta que se hicieron las 7:00am ella tardaba una hora en arreglarse maso menos así que tenía que levantarse.
Cuando se levanto antes de salir de encima mío se me tiró y me dió un abrazo.
– gracias… Gracias Tomi – dijo mientras me abrazaba con fuerza.
– ¿que pasa lu? – pregunté confundido.
– no se – se separó de mi y pude notar que tenía los ojos llorosos – es que se me hace re raro todo esto… Perdón por aparecer así de la nada… Es que me sentía re sola y pensé que si te buscaba me iba a servir para sentirme mejor – dijo tapandoce los ojos con una mano para que no vea sus lágrimas
– ayy luu – dije y la abrace – tranquila… Ahora ya estamos juntos, yo no me voy a ir, ¿Sabes? – dije mientras la iba soltando.
– si pero… Siento que molesto – dijo ahora llorando como una bebé.
– tranquila lu… A mí no me molestas, es más, hasta me gusta saber que tengo una hija… No llores más boba – dije riendo y secando sus lágrimas.
Después de un rato se pudo recomponer y se alistó para ir al colegio. Después de un rato en el baño salio, iba a colegio privado así que tenía que usar uniforme.
Llevaba una pollera que le tapaba hasta un poco menos de la rodilla, una camisa blanca bien apretada que dejaba ver su torso bien definido y sus tetitas tenían una forma redondita por el corpiño.
– bueno… Ya me voy Tomi – dijo mientras se ponía la camisa por adentro de la pollera.
– bueno lu… ¿Segura que no querés que te acompañe? – dije mientras me acercaba para despedirla.
– nono… Me voy a encontrar con una amiga y vamos a ir juntas – dijo y me dió un abrazo, seguido me dió un beso en el cachete – chau tomii
– chau lu… Cuídate – dije
En eso lu se frena, se da media vuelta y me pregunta:
– che… ¿Te puedo decir «pa»? ¿O es muy rápido? – dijo con una risa nerviosa.
– jajaja… No boluda… Decime como quieras, al fin y al cabo soy tu papá – dije encogiendome de hombros.
– jajaja… Chau pa – dijo de una manera tierna y se marcho.
La verdad era que estaba empezando a quererla como mi hija. Era una chica linda, tierna e inteligente. ¿Quien no la querría?
Pasaron 2 días desde que ludmila vino a casa, hablábamos por Whatsapp pero unos pocos mensajes y nada más. De la nada me manda un mensaje proponiéndole pintar las paredes de mi casa a lo cual yo acepte. Asi que ella vino a casa, eran las 2 de la tarde del sábado, un día soleado que te permitía estar en remera tranquilamente.
Entonces fue cuando escuché el timbre de casa. Era ludmila, ella ya venía vestida para la ocasión con un pantalón cargo color cremita que se ve que era el que usaba cuando tenía que hacer alguna cosa que la pueda ensuciar y una remera azul Nike suelta que también estaba en mal estado.
– holaaa – dijo con una sonrisa desde fuera de mi casa.
– holaaa… Ya voy a abrirte – dije mientras me dirigía a ella buscando la llave para abrir el portón de casa.
Le abrí y me abrazó como si me hubiera extrañado. Después de eso preparamos todo para empezar a pintar y arrancamos.
Si bien ella tenía experiencia con pinceles no era muy buena usando el rodillo, así que en ciertos momentos tenia que hacerle de guía para que haga el movimiento bien.
– mira lu… Te voy a ayudar un poco acá – dije mientras me posicionada atrás de ella y puse una mano sobre la de ella y empecé a explicarle cómo era el movimiento.
La verdad es que era un momento cómodo. De igual manera no podía evitar darme cuenta de lo chiquita que era su mano, al estar tan pegados volví a darme cuenta de lo frágil que era. Tan chiquita y tan frágil que me ponía duro de solo pensar en que podía tenerla en cualquier posición sin siquiera cansarme.
– ahhh ya voy entendiendo – dijo mientras giraba su cabeza para mirarme – no es tan complicado, me tengo que acostumbrar nomás – dijo con una sonrisa.
– Sisi .. es una boludes – dije ahora soltandole la mano y agarrando un rodillo para seguir pintando mi parte.
– te va a quedar re lindo ahora con este color – dijo mientras seguía pintando.
Estábamos pintando la pared de un color rojo claro.
– si seguro, la verdad es que ya necesitaban una pintada las paredes estás – dije entre risas.
– mal boludo, una tristeza me daba el otro color – dijo ahora con una risa burlona.
– buaaa paraaa la concha tuya – y le tire un poco de pintura que le callo en el pelo y cara, yo solo reia a carcajadas.
– noo sos un hijo de mil – dijo con cara de sorpresa – ¡mi pelooo! – grito y con un rápido movimiento me tiró pintura.
Y así estuvimos toda la tarde, pintando las paredes y en sierto momento nos tiramos pintura entre nosotros.
– chee… Quedó re lindo – dijo mientras miraba las paredes ya pintadas.
– la verdad es que si… No te tenía fe eh – dije con una sonrisa y mirándola de reojo para ver su reacción.
– que me estás queriendo decir – dijo levantando una ceja – soy alta pintora yo – dijo riéndose
Después de eso ya que estábamos todos sucios aprovechamos para arreglar algunas cosas más en la casa. Eran las 7 y media de la tarde cuando empezamos a sacar y poner focos de luz.
– che lu veni… Teneme un ratito la escalera – era una escalera articulada.
– si pa… ¿De que color es el foco? – pregunto.
– blanco – respondí mientras iba sacando el foco – toma… Pásame el otro – dije
Ludmila me pasó el otro foco y lo puse. Despues de hacer todo esto ya exhaustos nos sentamos en el patio de atrás de mi casa.
Hay nos quedamos charlando un rato, ya eran las 9 de la noche y teníamos que bañarnos.
– bueno… Me voy a bañar – dije y me levanté rápidamente para ir antes que ludmila ya que siempre tarda bastante.
– !¿ehh?!… Yo me voy a bañar – dijo y salió a correr para llegar primero al baño.
– noo… Ludmila – le seguí hasta adentro – veni para acá nena – dije mientras la corría por el living.
– noo chabón… Déjame bañarme a mi – dijo agitada con una sonrisa en la cara.
– no nena, tardas una banda en el baño boluda – dije devolviéndole la sonrisa.
Estábamos jugando al gato y el ratón, así que la empecé a correr de nuevo hasta que la alcance.
– nooo… Soltamee jajaja – se reía a carcajadas mientras yo le hacía cosquillas tirada en el sofá.
– noo…yo me voy a bañar ahora, vos te bañas después – dije continuando con las cosquillas.
– nooo déjamee – dijo tratando de safarce.
Entonces empezó a forcejear y trato de empujarme. Pero no pudo, termino alejándose ella misma y sin querer termino dándome la espalda.
Yo continúe con el juego y ella reía pidiéndome que pare. Fue entonces cuando sentí un roce en mi verga, mire que era y me di cuenta que estaba apoyando mi pene en el orto de ludmila. Por tantas risas se ve que ella no se percató, pero yo sentí como si estubiera apoyando la verga en una masa.
Entonces mi cuerpo no tardó en reaccionar y la pija se me puso dura como un fierro. Seguía con las cosquillas y ludmila seguía con el movimiento ahí abajo, las risas poco a poco iban disminuyendo por parte de los dos.
Llegó un momento en el que solo era silencio, lo único que podía escucharse era el roce de nuestras ropas y el rechinido del sofa.
Yo tenía un pantalón de tela bastante fina, así que estaba seguro que ludmila estaba sintiendo toda mi verga en el orto.
Para este punto habían pasado 20 u 30 segundos de solo estarnos moviendo sintiendonos el uno al otro.
Era evidente que ludmila se percató de la situación ya que comenzó a hacer movimiento de cintura como si estuviera queriendo que me caliente más. Entonces sin poder contenerme me pegue más a ella tirando mi peso sobre su cuerpo y pude sentir su calor, con mi mano derecha agarre su cuello con delicadeza y con la izquierda agarre su cintura para guiarla en el movimiento.
Ella se agarró con una de las manos del respaldo del sofá y la otra mano la puso encima de la mano que tenía en su cintura y hacia presión.
– ahh… Luu – gemia despacio en su oído.
– mmm… papi – gemia despacio haciendo su culo para atrás y para adelante como si estuviéramos cojiendo con la ropa puesta.
Escuchar la palabra «papi» me hizo excitar aún más, así que comencé a moverme más fuerte como si estuviera tratando de meterle la verga con ropa y todo. Mis movimientos eran más bruscos y fuertes, podía escucharse como golpeaba con mi verga el orto de ludmila.
Entonces corri el pelo que me tapaba la vista a su cara y lo hice para un costado, ví la cara de excitación de ludmila mientras se mordía su labio inferior, ella giro lo más que pudo su cabeza para mirarme a los ojos.
Entonces agarre su cintura ahora con las dos manos y comencé a moverla de adelnate hacia atrás para poder chocar con más fuerza su cuerpo. Nos mirábamos fijamente perdidos en la calentura.
– ahhh… Ayyy… Mmmm( mordiendose el labio) – sus gemidos eran ahogados, sabiendo que estaba mal gemir de esa manera por mi, por su papá.
Entonces deje que ella siga moviendose a su manera y yo acerque mi cara hacia la de ella.
– ayy lu… ¡Aah! – gemia ahora en su cara mientras nos mirábamos de frente.
– mmm Tomi… Ahh Papi – gemia en mi cara con su boca abierta y podía oler su aliento.
Entonces comencé a besar sus cachetes, le di muchos piquitos y ella puso una de sus manos en mi nuca y agarraba mi pelo.
Ella movía su cintura como si estuviera bailando, meneaba tan bien el orto en mi pija que parecía tener experiencia.
Entonces fue cuando empecé a sentir como si estubiera a punto de venirme, así que me pegue con fuerza a ella. Ya no hacie el movimiento de meter y sacar sino que hice presión con mi verga en su culo y comencé a subir y bajas como si me estuviera haciendo la paja con su ogete.
– aaggh… Mmm hijaaa – gemia en su oído – ¡¡ahhh!!… ¡¡Aaggh!!… ¡¡Agghmm!! – large tres corros de leche que me hicieron gemir de una manera en que resono por toda la casa.
– ¡¡ayyy papi siii!! – gemia con fuerza mirando el techo – !mmmm! – seguía gimiendo ahora moviendo el culo más rápido.
Ya era tanta la celentura que no nos importaba gemir el uno por el otro, por más que supiéramos que estaba mal era lo que queríamos en ese momento.
Lentamente dejo de mover su culo, quedando en silencio total. Ninguno de los dos decía una palabras solo podíamos escuchar la agitasion del otro.
Después de un rato todavía con mi pija pegada a ella, me aleje lentamente, ella por su parte quedó en la misma posición sin mover un pelo.
Yo sabía que ahora no había manera de borrar ese momento, y me empezó a calcomer la cabeza. Quedamos en silencio total, ninguno de los dos se miraba ni hacia un solo movimiento. Fue entonces que sin decir sin decir más ludmila me ignoro como si no existiera y cabizbaja se dirijo al baño cerrando la puerta con fuerza.
En lo único que podía pensar era en que mierda hice, acabé en el orto de mi hija. Si bien es algo que siempre quise desde que la conocí es verdad que una cosa es pensarlo y otra cosa es hacerlo. En estos últimos días empezaba a quererla como una hija, no como algo más. Y eso era lo que me hacía sentir culpable. Después de unos minutos pensando en todo lo que había pasado me fui a mi habitación. No podía mirarle la cara a ludmila después de eso.
Eran casi las 10 y media de la noche y por el cansancio y la energía que había gastado en ludmila me quedé dormido.
¿Que va a pasar ahora?
Gracias por leer, próximamente la siguiente parte, Chau.
Estoy esperando la 3ra parte