MI MUJER DA PALIZAS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Es un hombre delgado, mas bajo que yo, estuvimos juntos en la cita charlando algo mas de dos horas pero, mi mujer cuando nos fuimos lo supe, la habia puesto muy cachonda, pegarle una buena paliza a aquel hombre, su calentón lo pagué yo ese dia nada mas llegar a casa, no dejaron de chatear, a mi esposa le gusta montarselo por las mañanas nada más levantarse ducharse y desayunar, durante dias me habia dicho que el dia menos pensado él llamaria a la puerta, en realidad me estaba tanteando y en realidad yo deseaba ver aquello, tambien me ponia cachondo como se lo haria a otro hombre.
Eso llegó el sabado pasado, estabamos desayunando y llamaron a la puerta ella se levantó y abrió, yo no lo esperaba, volvimos a darnos la mano y mi esposa lo invitó a sentarse en la mesa de la cocina con nosotros, le eché el café la leche, tomó tostadas pero ya mi mujer habia cambiado, su forma de hablar empezaba a ser borde, sobretodo hablando sobre el sexo masculino como suele empezar.
– Los hombres no servis para nada solo para darnos gusto en el coño, para lo demas, sois nulos, si por mi fuera estarias encerrados en las casas en vez de las mujeres, es para hincharos a guantazos, de lo inutiles que sois
No fue a por mi sino directamente a por él, que escuchaba como yo, lo infló a hostias allí sentado en la cocina, el se cubria como podía pero le estaba dando por todos lados hasta que lo cogio del pelo, de tal forma y fuerza que termino cayendo al suelo pero sin ser soltado por mi esposa, yo me levanté alejandome un poco pero ella no estaba por mi, por el momento, él consiguió levantarse, aunque sin que mi mujer lo soltara del pelo y se lo llevo entre gritos hasta el salón, teniendolo asi le dijo que se desnudara rapido, lo hizo, todo lo que pudo, mi mujer lo soltó del pelo se quitó la bata quedando en bragas y sujetador y empezó a pegarle por todos lados él se cubria como podia, bofetadas patadas, hasta que terminó cayendo de rodillas, mi mujer con la mano abiertta empezó a pegarle fuerte en la nuca, hasta que se dobló de dolor, no dejaba de gritar, empezó a pegarle en la espalda, como sonaba, sabia que aquello dolia enormemente por experiencia, de golpe, le cogió desde atras su sexo todol huevos polla, él aun gritó más, sin imaginar que con aquello mi mujer, disfrtuaba enormemente escuchandolo y a la vez deseaba más como asi fue le dio en su culo con todas sus fuerzas, sin soltar con la otra mano su sexo, soltó se fue hacia delante a la vez qe le decía.
– Quieto, quieto
Le pegó de nuevo en la nuca, le levanto la cara le dió dos enormes bofetadas y él se tiro totalmente al suelo para cubrirse mejor, mi esposa se levanto y lo pateó lentamente en las caderas en el costado, en hombros todo lo que se desprotegia, hasta que paró, se sentó él quedo tirado en el suelo ella mirandolo, él fue mirando, ella le dijo se levantara, supe que le esperaba, se levantó confiado mi esposa se levanto se puso junto a él frente a freente y sin él esperarlo le dio un puñetazo en el estomago seco fuerte, se encogió de dolor frente a ella al instante ella le cogio del pelo y le remató con dos nuevas bofetas enormes y secas, simplemente cayó al suelo, mi esposa se puso encima de él, estaba boca arriba, una mano la puso en su cuello, mi esposa sentada en sus muslos la otra en su polla, empezó a acariciarla, lentamente, él empezó a ponerla erecta, era mas grande y gorda que la mia, hasta que la tuvo toda erecta mi esposa solto la polla, se echó a un lado la braga volvio a cogerla sin soltarlo del cuello se la paseó por su mojadisimo coño hasa que se la fue metiendo y gimiendo, él, suspiraba ella empezó a cabalgar en la polla para instantes despues, correrse como una desesperada pero tras correrse, siguió, de nuevo cabalgando en la verga mirando al tipo con su mano en su cuello, ahora estuvo como unos diez minutos más, cabalgando hasta de nuevo correrse, encima del tipo, nada más terminar, se levantó de la polla se colocó la braga y le dijo
– duchate y vete ya te llamaré
El tipo se fue, sin correrse, vi como en el salón le suplicaba que lo llamara y ella le decia que lo llamaría en su momento y se fue, mi esposa nada más cerrar la puerta se sentó en el sofá me llamo y me hizo arrodillarme y que me comiera su coño, follado por otro, lo hice excitado, recibí varias bofetadas entre medias, me masturbé comiendole el coño y tuve una de las corridas mas fuertes de mi vida, olia aquel olor nuevo extraño de la polla del tipo, despues nos duchamos y salimos.
al dia siguiente lo volvio a llamar esta vez despues de comer, pues estaba cansada de la noche, volvio a patearlo a humillarlo y golpearlo volvio a follarlo esta vez si se corrió, en su coño por que ella quiso, para despedirlo tras correrse mi esposa tres veces.
Ahora en vez de a uno tiene a dos para pegar sus palizas.
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