Mi mujer, mi títere Pt 2
Roberto empieza a llevar las cosas al extremo para humillar cada vez más a su mujer .
La siguiente historia es pura ficción y cualquier semejanza con sucesos de la vida real son pura coincidencia.
Luego de esa mañana pase un par de semanas sometiendola para asegurarme que haría todo lo que le decía. Ya no tenía permitido hacer muchas cosas, jugaba con su cabeza y hacia sentir culpable todo el tiempo, a veces fingía que estaba deprimido, que lloraba o cosas asi para asegurarme que ella hiciera lo que le dijese.
Con esta capacidad decidí empujarla a la sumisión más grande y profunda, ya no quería tener un juguete, quería tener un saco de boxeo el cual golpear constantemente y para esto arme un plan el cual puse en marcha al mes de que todo empezará.
Empecé a unirme a grupos donde personas comparten a sus parejas para tener relaciones sexuales, luego de subir varias fotos o videos ya tenia un grupo de hombres o parejas dispuestas a pagar por mi juguete, tras charlar con una pareja decidí darles el visto bueno y tras un pago ya estábamos en camino, mi mujer no sabia nada y al llegar fue que se entero, luego de rehusarse un poco la volví a amenazar y no tuvo otra que aceptar. La pareja la usaron durante un par de hora donde yo me encontraba grabando. Seguí prostituyendo a mi mujer por mucho tiempo, dejando que le hagan lo que deseen, fisting, trios, orgias, etc, al punto de que mi mujer ya casi ni hablaba, solo hacía lo que decía y me encantaba.
Ya tenia cierta reputación y clientes habituales, uno en especial tenia muchos fetiches raros, no juzgo a esas personas, aun menos si son humillantes para mi mujer. Un día me contacto y me pregunto que tan lejos estaba dispuesta mi mujer a llegar, yo le dije que el limite estaba en su imaginación y entonces me llego un pago, uno muy grande y luego un mensaje con hora y lugar del encuentro. Al llegar era una granja, una pequeña casa con un granero y par de animales de granja que estaban por ahí, mi cliente al vernos nos saludo y nos indicó que iríamos al granero, en mi mente pensé que era hacerlo junto a animales o algo asi pero al entrar y ver que habían un par de caballos amarrados y apartados del resto me di cuenta de que era lo que tramaba.
Mi mujer me miró a los ojos y yo sin dar señal de alguna emoción simplemente se empezó a desvestir. Mientras lo hacía el cliente empezó a contarme que siempre quiso ver una mujer ser llenada por un caballo y luego lamer el semen del animal, tenia pensado hacerlo por muchas horas y grabar por lo que decidimos que iría a hacer cosas y el me avisaría al terminar. Acepte y me fui, pase todo el día disfrutando sin preocuparme de mi mujer, hasta que por la noche me llega un mensaje del cliente para que recoja a mi mujer, llegue y la vi tirada en el suelo del granero, sucia, maloliente y cansada de todas estas horas de trabajo, el cliente me paso todas las fotos y videos, verla gritar y gemir al tener relaciones con animales hizo que algo se encendiera en mi.
Mientras mi mujer se recuperaba luego de relacionarse con caballos, cabras, cerdos y perros, me puse a hablar con el cliente, quería saber que otros fetiches así de fuertes tenia y si conocía a otras personas que los tuvieran, escucharlo decirme como tenía grupos de gente con fetiches similares me erizo la piel.
Volviendo a casa mi mujer estaba envuelta en una toalla, la miré y le conté que encontré otro grupo de gente que quería pagar por sus servicios, habían muchos animales que querían conocerla y personas con fetiches que seguro le gustaran, luego de eso pude escucharla decirme «si así lograrás perdonarme haré lo que me pidas». Esas palabras, esas malditas palabras hicieron que me hirviendo la sangre, no se por que, pero esa noche decidí que yo sería quien entrará en acción, en casa llame a una mujer de uno de los grupos y tuvimos sexo mientras mi mujer solo podía ver sentada a un lado, al acabar dormí plácidamente con esa mujer mientras mi mujer aún estaba en la silla observando.
Esta es la segunda parte de la historia de Roberto, espero les guste y pronto subiré una parte 2.5 de todo lo que paso en ese granero.
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