Mi mujer, mi títere PT1
Hace dos años mi mujer pasó de ser mi esposa a ser mi juguete y necesito contar como paso..
La siguiente historia es pura ficción y cualquier semejanza con sucesos de la vida real son pura coincidencia.
Hola, soy Roberto, tengo 45 años y quiero contar mi historia, una triste, dolorosa y llena de venganza. Yo era un hombre normal, estaba casado con la que creía que era la mejor mujer del mundo, tengo la mejor hija del mundo y un trabajo que me permite darme descansos de un par de semanas cada un par de meses.
Lamento que esta primera parte sea tan larga en el contexto que doy, pero creo que es necesario para entender todo lo que hice hacer a mi mujer luego.
Mi mujer se llama Paula, tiene 46 años, es morena, figura envidiable para su edad y no trabaja. La conocí cuando tenía 16 años, por temas familiares nos mudamos y tuve que cambiarme de escuela, ahí la conocí y empezamos una relación, cuando tenía 19 años ella quedó embarazada y como vengo de una familia con buenos valores decidí hacerme cargo y casarme con ella. Desde entonces estamos juntos, 26 años de casado y todo se fue al infierno hace aproximadamente 2 años.
Aproximadamente en mayo del 2022 empecé a notar que mi mujer actuaba más distante, ya no era tan cariñosa como de costumbre, cuando nos acostabamos ella se alejaba (tenemos una cama kingsize por lo que ella puede alejarse mucho de mi), ya no se despedía de mi con besos o cosas asi y empecé a preocuparme, los que tengan pareja sabrán el miedo y preocupación que da que tu pareja de un día para otro deje de tratarte como tu pareja y empiece a tratarte como un amigo o conocido por lo que empecé a tomar medidas. Empecé a cocinarle, llevarle más regalos, detalles, salidas, todo lo que se me ocurría lo hacia pero ella seguía igual, en público era como siempre pero en la privacidad de nuestro hogar era una compañera de cuarto.
Una noche antes de cenar la escuche en el baño hablando con alguien, debo de decir que no me gusta espiar a la gente y menos a mi mujer por que creo que todos necesitamos privacidad y espacio para ser libres de expresarnos pero esa vez mi yo interior me grito que escuchara. Me acerque lo más posible a la puerta y la escuché hablándole a alguien, no sabía quién era pero mi mujer le explicaba como iba a usar su lengua para hacer que tuviera orgasmos en segundos. Escucharla me dio asco, la imagen de mi mujer usando su lengua para hacer que otra persona tuviera orgasmos me dio nauseas y decidí irme a li habitación, no podía pensar bien, miles de situaciones empezaron a tener sentido en mi mente, la forma en la que me trataba, las veces que se metía al baño por mucho tiempo, las escusas, las historias, todo tenía sentido, me estaba engañando y ella era tan mala ocultándo lo que no sabía si lo hacía apropósito o no.
Al día siguiente mi mente estaba más calmada, en el trabajo llamé a un abogado y le conté mi situación, el me recomendó un par de cosas, los documentos se empezaron a redactar en ese momento y mientras eso sucedía yo pensaba maneras de encontrar pruebas de la infidelidad. Lo primero fue colocar cámaras ocultas por toda la casa, fuera y dentro, no hubo una sola habitación que no pudiera ver, lo segundo fue tomar su celular y revisar todas sus apps de mensajería, sus correos electrónicos, galería, redes sociales, todo, esto fue más difícil ya que ella le cambió su contraseña y además casi nunca lo dejaba sin supervicion. En los pocos días ya tenía vídeos del engaño y pruebas de mensajes, fotos y videos del engaño sacados de su celular, los papeles estaban listos y ya no podía esperar a que ella los firmara.
Una noche la espere y la hice sentarse frente a mi, le mostré pruebas de que sabía lo que hacia y ella se derrumbó, empezó a llorar y a pedirme perdón, luego empezó a culparme de que ella lo hiciera y luego volvió a pedirme perdón. Antes de hablar del divorcio le pregunté si prefería dejar todas las comodidades que le daba por su amante (que por cierto era una mujer que conocimos en pandemia) o si estaba dispuesta a ceder ante toda petición y deseo que tuviera, ella me miró y sin dejar que dijera algo saque los documentos del divorcio y los puse sobre la mesa, le dije que tenia hasta el día siguiente para elegir y me fui a pasar la noche en un motel.
Al día siguiente volví para el almuerzo, ella me esperaba con mi comida favorita sentada en la mesa, al entrar me quiso saludar con un beso y un abrazo pero no la deje, me senté y le pregunte si había decidido, ella bajo la mirada y me preguntó si en verdad la dejaria sin nada en caso de seguir con el divorcio, le respondí que no solo la dejaría en la calle sin un solo centavo, sino que también subiría a Internet todas las fotos y videos y la expondría a todos los que conociera como la infiel que era. Ella empezó a llorar, me dijo que era un monstruo y yo le respondí que en 20 años de casados la trate como una reina y ella misma había decidido transformarme en un monstruo, la insistí en que me diera una respuesta y ella decidió que haría todo lo que le dijera, me miró y yo tenía una sonrisa macabra en mi rostro.
Como primera orden decidí demostrarle que iría enserió y que ahora ya no era mi mujer sino mi juguete. Le pedí que se pare y se quite la ropa, ella al principio vacilo en hacerlo, pero lo hizo, luego le pedí que acostará sobre la mesa y cuando lo hizo, tire toda mi comida sobre su cuerpo, le ordene que se quedara quieta y empecé a comer, como si fuera un animal tiraba mordiscos sobre la comida y apropósito raspaba mis dientes sobre su piel. Al terminar le dije que se bañara y se preparará para salir. Al rato nos subimos al auto y la lleve a una tienda de tatuajes y piercings, al ver la tienda su rostro se volvió pálido, ella odiaba las agujas y con su mirada me rogaba que no lo hiciera. La obligue entrar e hice que en su espalda baja le pusieran «Gran puta» además de que pusieran piercings en sus pezones.
En casa mis pedidos no pararon, le hice que grabara una confesión de todo lo que hizo, le hice andar desnuda todo el día e incluso hice que le mandara fotos y videos a su amante. Ella se veía triste, tenía constantemente los ojos llorosos y a mi me daba igual, a la hora de dormir la agarre y le dije que desde ahora ya no tenía derechos, voz ni voto en la casa o fuera de ella, me saque la ropa y le dije que usará su cuerpo para lo único que sabía hacer. Recuerdo como ella empezó a chupar mi verga, como sus lágrimas caían sobre mi pelvis, como luego de un rato la tira en la cama y empecé a usar su vagina sin piedad, horas pasaron y ella lloraba del dolor por las nalgadas, estirones de cabello y ahorcamiento que le daba, cuando acabe con ella me acosté y le dije que sin hacer ruido se limpiara y se acostará desnuda.
A la mañana siguiente me desperté, ella ya estaba despierta en la cama, le tomé de la cintura y me acerque únicamente para susurrarle en el oído «donde esta mi jodido desayuno? Sirve de algo y hazme de comer antes de que te recuerde lo que te hice anoche» ella se levantó rápidamente y se fue a la cocina. Esa mañana también me la cogi, la use mientras me cocinaba y mientras comía, no iba a dejarla descansar ni un segundo, sin embargo me tenía que ir a trabajar por lo que luego de acabar con ella me aliste y le dije «tengo cámaras por toda la casa, como vea que te pones ropa, te limpias el semen que tienes, sales o intentas hablar con alguien, haré que tus padres vean como le comes el coño a otra mujer, entendido?» Ella asintió y me fui.
Espero que esta primera parte les guste, una vez más lamento que el contexto sea largo pero les prometo que valdrá la pena saber como hago que mi nuevo juguete se rompa física y mentalmente a lo largo de estos dos años.
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