Mi novio jugaba conmigo
El me usaba como un juguete y así lo extraño mucho.
Un día por un chat de internet conocí un hombre guapo e inteligente, me encantó desde el principio.
Pasamos días hablando hasta que decidimos conocernos, él escogió todo, me envió el vestido que debía usar, la ropa interior, los tacones, me visto elegante pero sexy, me sentía muy bien, nos encontramos en el restaurante que a él le gustaba, yo sabía que era dominante, me lo había dicho y yo prometí obedecerlo.
Comimos y nos fuimos a un hotel, estaba nerviosa, era mi primeramente con alguien mucho mayor que yo y tan fuerte.
Al entrar a la habitación me tomo fuerte del cabello, me beso de forma brusca pero maravillosa, me hizo ponerme de rodillas con la espalda pegada a la puerta, metió su enorme pene en mi boca y se movía tan duro que mi cabeza pegaba de la puerta una y otra vez, estuve a punto de vomitar varias veces de lo profundo que entraba, el sonreía y me miraba hasta que eyaculo dentro de mi boca y lo único que me dijo en eso momento fue: «tragatelo» por su puesto eso hice.
Luego me levanto me acaricio y me dijo: «creo que vas a ser una buena chica» yo aún en shock solo asentí con la cabeza y los ojos llenos de lágrimas.
Me dijo que era hora de comenzar que si lo quería tener a su lado debía obedecerlo y aunque suene raro si lo quería a mi lado.
Me acosto sobre sus piernas y subió mi vestido dejando ver mi muy bien formado tracero comenzó a forrarlo y a nalguearlo, me moje como nunca, metía sus dedos en mi vagina, en mi ano, jugo conmigo hasta que decidió metemelo, tiene un enorme pene y yo de apenas 1.45 parecía un juguete entre sus manos, lo metió completo y sentía como me rompía un poco pero me encantaba, así comenzó me rompió la vagina luego el tracero, por el tercero me hizo llorar de dolor pero aún así tuve un maravilloso orgasmo.
Cuando había usado cada parte de mi me dijo que lo había muy bien y que seguiríamos juntos, así me convertí en su juguete, introducía en mis partes todo lo quería desde su cerveza hasta el control remoto de la tv, me vendía de vez en cuando, si eran hombres más feos que el les cobraba caro pero si tenían un pene más grande que el de él les cobraba barato, no era el dinero solo le gustaba venderme.
En fin ese fue solo el comienzo de muchas de las cosas que me hizo y que yo acepte por amor, ya les contaré más.
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