Mi Nueva Esclava
Vi la oportunidad y la tomé..
Uno no sabe lo que el destino nos tiene preparado, en esta ocasión, encontré a una obediente esclava sumisa por pura casualidad, aquel día, había ido a un mini super que se encuentra a unos 5 minutos de mi domicilio, una vez ahí, tomé algunos comestibles y me pare en la fila para pagar, delante de mi yacía una pareja joven, conformada por un chico de complexión delgada pero ligeramente atlética, y una chica de baja estatura que apenas y le llegaba al hombro al chico, siendo esta de complexión rolliza y con un prominente y redondo culo, el cual sobresalía aún más debido a los ajustados leggins negros que llevaba puestos en ese momento, podía escuchar claramente la conversación entre ambos, una charla bastante trivial, a la cual la chica respondía siempre con un «si mi amor» transpiraba sumisión por cada uno de sus poros, de un momento a otro, su novio sacó su billetera para pagar los productos que habían elegido, situación que aproveché para posar mi mano sobre una de las grandes nalgas de aquella chica, apretandola firmemente pero con la mayor discreción posible para no llamar la atención de su pareja, ella dio un ligero sobresalto más no pronunció palabra alguna, solo se dejó hacer mientras bajaba la mirada notablemente avergonzada, no cabía duda de que era una completa sumisa de primera, lamentablemente aquel placentero momento dudaría poco, pues solo unos segundos bastaron para que su pareja pagará las compras y ambos salieran de ahí, no obstante, aquella chica me miró de reojo poco antes de salir, a lo cual decidí dedicarle una sonrisa perversa, después de todo, ya me había divertido, y aunque aquella situación me había animado el día, sentí que las cosas no habían terminado aún, tenía un extraño presentimiento, por lo que decidí volver a aquel establecimiento al siguiente día y a la misma hora, estuve ahí por unos minutos, dando vuelvas por los pasillos del lugar sin tomar ningún producto de los anaqueles, así hasta aburrirme de ello, estaba por irme de ahí, cuando vi entrar por la puerta principal a la misma chica del día anterior, para mi sorpresa, usando los mismos leggins ajustados del día anterior, ella no volteó a mirarme, solo entro con la cabeza baja deteniéndose delante de uno de los estantes de frituras, el cual se encontraba en la parte más apartada de la tienda, pero yo, no pude evitar sonreír ampliamente al mirar como mi presentimiento había sido acertado, así que sin más, me acerqué lentamente hasta aquella joven hasta quedar ala par suya, y nuevamente, tomé una de sus nalgas con mi mano comenzando a manosearla ahora de manera mucho más descarada, haciéndola soltar un par de suaves quejidos
L: E…Espera… N..No ~
– No que puta…? Acaso no es esto por lo que veniste…?
Cuestione mientras le lanzaba una firme mirada de autoridad, ella no respondió nada, solo bajo la mirada nuevamente mientras apretaba las piernas ligeramente y comenzaba a moverlas de manera inquieta
– Me alegro que vinieras sola esta vez… ese imbécil solo me estorbaba… No podía disfrutar de tu regordete culo a gusto…
L: N…No lo insultes… E…Es mi novio el… E…Es un buen chico…
Replico aquella rolliza chica, sabrá dios de donde había sacado las hagallas para ello, pero le respondería de manera contundente sin borrar aquella sonrisa socarrona de mi rostro
– Pero eso no es lo que tu deseas o si…?
L: Y…Yo…
– Tu eres una puta reprimida… Atrapada en una relación sin pasión, lo que en verdad deseas es ser usada como una puta callejera, ser tratada como un simple objeto sin ningún valor… No es así zorra…?
Cuestione de manera directa y constante, soltando una buena nalgada en aquel redondo culo, a lo cual ella solo asintió tímidamente con su cara tan roja cual tomate
L: S…Si…
– Eso esta mejor… Dame tu celular perra…
Ella no replicó, obedeció aquella orden sin rechistar, sin perder tiempo, tomé su teléfono y le agende mi número bajo el nombre de «Dueño» para finalmente devolvérselo sin más
– Quiero que me llames esta noche… Sin excusas, y sin que este el cornudo presente… Solo tu y yo, quedo claro puta…?
L: S…Si…
– Si que zorra…?
L: S…Si señor…
– Buena chica…
Dije sin más dándome la media vuelta y caminando hacia la salida, mientras que ella se mantuvo en su sitio moviendo aún más sus piernas, me parecía adorable, era como una perrita en celo desesperada, rogando con su lenguaje corporal por algo de atención, pero pronto, recibiría mucha más atención de la que jamás imaginó.
Continuará…
va muy bien,ya quiero ver la siguiente parte
Delicioso espero la continuación.