Mi paso por el Albergue (2)
Ahora les contaré como me hice la perra que soy.
En este relato les daré la continuación de mi paso por el Albergue y mis aventuras con el Padre Angel y con Raúl su más fiel discípulo.
Todo es verídico y experimentado por un servidor todo fue consensuado y de común acuerdo yo siempre busque y propicie los encuentros.
Los que leyeron mi relato anterior sabrán que estaba ansioso esperando el fin de semana y pues por fin llego el tan esperado viernes por la tarde que nos mandaban a todos con nuestras familias, pero yo ese fin me quede.
Cuando todos se hubieron ido ya Raúl me indica que es hora del baño para estar preparados para la noche por lo cual me lleva a bañar y pone real empeño en mi aseo tanto externo como interno para lo cual comenzó a meter un poco su dedo por mi colita aun virgen supongo para ir tanteando que tan factible sería el usarla más tarde.
Yo ya estaba extasiado de sentir ese dedo en mi entrada y apretaba más mi colita para que Raúl lo notara y el solo sonreía, pues me termino de bañar me llevo a cambiar, pero ahora no me puso el pijama me puso ropa del futbol, una playerita blanca con el logo de nuestro Albergue y unos shorts blancos muy delgados, me dijo que no usara ropa interior esta vez que no la necesitaría.
Pasado un rato estaba muy nervioso pues yo ya sabía lo que se venía y la hora llegó, entro por mi Raúl a los dormitorios y me dijo vamos a con el Padre Angel, pero no me llevo a su despacho me llevo a su habitación, yo comencé a temblar no sé si de nervios o de la emoción y mi piel se puso toda como si muriera de frío.
“Hola Constantino, veo que Raúl hizo muy buen trabajo contigo, te ves muy bien en tu uniforme”
“Si Padre Angel” le conteste; “me dijo que nos vamos a divertir y yo hice todo lo que me decía”; en ese momento gire la mirada para con Raúl quien se quedó dentro con nosotros después de cerrar la puerta con llave.
“Muy bien Constantino que bueno que seas un niño bien portado, cuéntame estas contento de quedarte con nosotros” en ese momento entendí que Raúl no se iría de la habitación y en esta ocasión también participaría.
“Si Padre Angel, estoy muy emocionado de jugar con ustedes dos” y en ese momento corrí y lo abracé, para tocar su piel pues el Padre Angel apenas traía una playera de tirantes un short muy corto y unas sandalias por lo cual podía sentir sus bellos tocar mis pequeños brazos y piernas.
“Constantino cuando estés solo con Raúl y conmigo me Puedes decir Papi” justo al terminar esa frase me dio un pequeño beso en los labios como midiendo mi interés por seguir y yo solo recuerdo que quería comerme esa bigote y barba y saborearlo olía tan bien a Armand Dupree, jamás voy a olvidar el olor de ese perfume.
“Si papi y a Raúl como le tengo que decir” conteste obediente como me gustaba y sabía que le gustaba a mi papi que yo fuera.
“Mira Raúl pregunta el becerrito que como puede llamarte a ti, vaya nunca habíamos pensado en eso nunca nadie nos lo había preguntado” contesto el Padre Angel mientras sonreía a Raúl y me seguía teniendo entre sus brazos acariciando mi cabello y cara.
“Yo digo que me puede decir hermanito como ves Papi” contesto Raúl dando pasos hacia nosotros mientras besaba los labios del Padre Angel lo cual me dio hasta cierto punto coraje yo quería a esos dos hombres para mí no para todos.
“Muy bien pues así te dirá, Constantino a partir de este momento nos dirás Papi y Hermanito y ahora mira ven vamos a la cama para estar más cómodos”, acto seguido los dos nos recostamos sobre la cama. “Pero mi becerrito no crees que Raúl tiene mucha ropa para dormir y debería estar más cómodo”, Raúl usaba aún el típico uniforme de los viernes un pants muy bromoso y caliente porque siempre ahí hacía mucho frío, Raúl al igual que otros niños era huérfano (o al menos eso supe siempre yo) y siempre se quedaban los niños huérfanos el fin de semana bajo la vigilancia de los monaguillos.
“Claro que si papi, me voy a poner igual de cómodo que tú y nuestro becerrito, pero si me da frío me van a tener que abrazar”
Al sacarse la ropa quedo solo en una trusa sencilla de esas económicas que no tienen ni marca, pero aún así su cuerpo era perfecto 14 años y ya estaba muy bien desarrollado, piernas firmes, brazos grandes, pechos muy redondos (siempre los pectorales han sido la parte que más me gusta de los hombres), y pelos rubios por todos lados, al día de hoy sigo viendo demasiadas similitudes entre el padre Angel y Raúl, pienso que si no era su hijo eran hermanos o algo muy cercano. Raul también tenía su barba tupida pero no tanto como nuestro papi y su bigote era más ligero, sin embargo, su trusa marcaba un bulto enorme lo cual me calentó de inmediato y mis ojos se abrieron lo más que pude de la emoción, la trusa era color blanco y ya se podía notar una o dos pequeñas gotas de lo que después me percate era su lubricante natural.
“Muy bien ahora si vamos a dormir todos cómodos”, acto seguido los 3 en la cama uno a cada lado de nuestro Papi, nos abrazó y recargo en su pecho lo cual para mí era el éxtasis oler su perfume sentir sus bellos tener la cara de Raúl a un lado mío, comencé a sentir mojado mi pajarito como yo le decía en ese momento y sin pensarlo comencé a jugar con los pelos del pecho de mi papi y con su pezón el cual sin más probé con un pequeño beso como nervioso de que él se pudiera molestar.
“Mira nada mas este becerrito ya quiere amamantarse, veo que te la pasaste bien la otra vez y ahora quieres llegar más lejos, vamos Raúl muéstrale un poco de los que serán sus deberes esta noche”
Raúl se separó de su pecho y acto seguido comenzó besar a nuestro Papi, de una manera mucho más sexual, metía y sacaba su lengua yo estaba sin poder creer lo que veía y cada vez me sentía más mojado, luego voltearon a verme y comenzaron a besarme los dos, mientras sus manos recorrían mi cuerpo y comenzaron a quitarme la playera del uniforme, nuestro Papi comenzó a pellizcar mis pequeños pezones rosados y Raúl me seguía besando, yo desesperado no sabía para donde mirar, por un lado tenía al hombre de 40 años grande fornido que olía delicioso y por otro a ese muchacho joven y viril que siempre miraba y deseaba.
Mi papi bajo mis shorts y comenzó a acariciar mis nalgas, no tan grandes, pero si tersas por la edad “Mira mira, están chiquitas así que más fácil va a ser todo”, acto seguido comenzó a tocarme las nalgas y el culo mientras Raúl ahora besaba mis pezones y yo me mojaba mucho más sentía como si estuviera orinando, se dieron cuenta y cada uno llevaba un poco de esa humedad a mis pezones o a mi culo, para después soltarme ponerme sobre nuestro Papi y pedirme que le mamara la verga la cual ya estaba dura y firme una verga dura, gruesa no tan grande pero hermosa para mi unos 14 cm pienso ahora pero era gruesa mi boca me dolía de abrirla tanto y mientas estaba tratando de comer todo eso, Raúl seguía besando a nuestro papi y lamiendo sus pezones y axilas.
“¿Te gusta becerrito, estás disfrutando verdad?, se siente en tu boca que te la quieres devorar” decía mi papi mientas yo sentía lagrimas salir por mis ojos y sentía ganas de vomitar, pero no me pensaba detener. Después fue el turno de Raúl nuestro papi le hizo una seña e inmediatamente se recostó sobre la cama con su verga también ya muy dura y firme a pesar de ser igual de rubio y blanco Raúl tenía la verga un poco menos rosada que el Padre Angel, pero era firme muy firme recuerdo que pensaba sino le dolería tenerla tan dura, era muy peluda parecía que nunca se había recortado los pelos y aun así se veía enorme era más grande que la de nuestro papi, yo creo media unos 17 cm y de un buen grosor, jugosa lubricaba tanto o más que yo y comencé a comerla Raúl solo gemía de placer y apretaba las sabanas mientras yo continuaba tratando de tragarla toda, no podía pero no me daba por vencido en eso sentí que el Padre Angel me levanta un poco de la cola y comienza a lamer mis nalgas, me comienza a comer el culo de una manera que no puedo describir, pocas veces he sentido ese placer cuando me lamen el culo pero esa vez jamás la voy a olvidar.
“Si Papi por favor no pares Papi, que rico se siente eso Papi, sigue así Papi por favor te lo suplico te lo ruego hago lo que quieras cuando quieres siempre pero no pares por favor” solté todo eso de mi boca un poco basado en las películas porno que había visto ya con un vecino y otro de aportación propia.
Entonces ambos me estrujaron más como diciendo si eso quieres eso vas a tener y el Padre Angel seguía chupando mi culo aún virgen mientras metía lentamente un dedo y luego dos para ir abriendo camino a lo que se venía, Raúl por su parte seguía disfrutando mi mamada y me agarraba la cara para que chupara sus testículos que eran muy grandes no me cabían ambos en la boca.
“Parece que estás ya listo becerrito ahora si prepárate” entonces Raúl se retira de donde yo estaba va a la mesita de noche de nuestro papi y saca algo de ahí, se lo entrega y comienzo a sentir frío en el culo, pero a la vez rico (después supe que era lidocaína, el muy cabron estaba decidido a romperme el culo, pero cuidaba que no sufriera tanto). Comenzó a dedearme de nuevo con esa pomada y mi culo se entumeció un poco y yo le dije que sentía raro, pero el no hizo caso dejo a un lado el bote de lo que yo seguía pensando era crema y Raúl me detuvo de la espalda y me puso una almohada por debajo y otra en la cara haciéndome la seña que me la pusiera por debajo de la barbilla él se quedó junto a mi cara, pero no me daba su verga a mamar a pesar de q yo la buscaba (el muy cabron sabía lo que se venía y seguro no quería que se la mordiera).
“Muy bien becerrito ahora te vas a convertir en lo que tanto has querido y tanto has visto en esas películas que me contabas, vas a ser mi PUTA mi perrita ya no serás un becerrito serás una perra a la que voy a usar cuando quiera” esas palabras retumbaron dentro de mí porque ya las había escuchado y me causaban mucho placer, a pesar de que nunca me había masturbado sentía placer ver esas películas.
Acto seguido Raúl tapo mi boca con su mano y el Padre Angel me penetro de una, sin piedad y como si mi culo fuera un maldito pozo sin fondo, yo quise gritar, pero no pude, Raúl tapaba mi cara con su mano y la almohada que tan bien habían acomodado, una vez dentro y sintiendo mi culo ardiendo el Padre Angel se quedó quieto y solo bramaba diciendo cosas como “que delicioso” “un culito más virgen” “no te equivocaste Raúl este si era nuevecito” “está todo mojado y caliente” (el muy cabrón se refería a la sangre que escurría por mi culo hacia mis piernas pues me había roto del culo), yo estaba llorando del dolor y ya no me parecía tan divertido, por un momento pensé en que me había metido y porque me estaban haciendo eso.
“Tranquila putita no te resistas y pronto va a dejarte de dolerte a todos nos duele la primera vez, pero ya en poco vas a sentir muy rico” me dijo Raúl mientras me quitaba la almohada se acercó a lo que después vi era limpiar la poca sangre que salía de mi culo y había escurrido por mis piernas y así evitar no manchar las sabanas del puro y casto Padre Angel.
Acto seguido el Padre Angel comenzó a moverse dentro de mi yo a gatas y el atrás de mi parado por fuera de la cama, Raúl comenzó a tocar mis pezones para con ello el dolor fuera pasando, pero yo seguía llorando, no podía evitarlo, no era lo que yo esperaba o al menos eso creía hasta ese momento.
“Mira como comienzas a soltarte perrita, eres una putita natural, te encanta que te chupen y muerdan las chichis verdad” me decía el Padre Angel mientras comenzaba a embestir su verga en mi culo ya no virgen y si yo ya comenzaba a sentir placer y mis lágrimas comenzaron a cesar y el placer a llegar, entonces Raúl al ver que estaba haciendo un buen trabajo no paraba y de repente me agarraron no sé cómo y sin sacarme la verga me voltearon me pusieron una almohada por debajo de la espalda y luego otra y me tenía ahí el Padre Angel cogiéndome y viéndome a la cara mientras me decía todo lo que se les pueda ocurrir; “perra, eres una putita, tu mami te hizo así de puta para nosotros verdad, te gusta ser una perra” y si ya me gustaba aun al escribir este relato me vuelvo a mojar de la excitación, Raúl me besaba me acariciaba pero ya no metió su verga en mi boca.
“Eres deliciosa perrita, eres mía y solo mía nadie más te va a tener hasta que consiga tu reemplazo, que rico culo, estas hirviendo, me aprietas delicioso” decía mientras seguía bombeando mi culo cuando de repente y pasados unos 10 minutos a lo mucho sentí algo.
“Te voy a preñar, quieres que te preñe perra, te estoy preñando, estas con mi leche adentro perra”, decía el Padre Angel mientras yo sentía el calor inundar mi culo.
“Si Papi préñame, lléname de leche si quiero que me preñes” decía yo sin entender lo que estaba pasando, pero sabía que eso le gustaba a él.
“Préñalo, déjalo lleno de ti, márcala como tu perra, es tu nueva perra y yo te la he conseguido, te dije que no te decepcionaría” decía Raul mientras se masturbaba y comenzaba a aventar su semen en mi cara y pecho.
Para mi ver a esos dos hombres eyacular, era la imagen más perfecta, el Padre Angel espero un momento y luego salió de dentro de mí, me limpio y el muy cabron fue a su mesita saco algo y lo metió por mi culo, sentí fresco y agusto (después supe que era un supositorio para que mi esfínter no sangrara más y no me pasara algún mal mayor), luego los 3 en la cama quedamos por unos minutos.
“Bueno Raúl por hoy es todo viste a Constantino y vayan se a sus dormitorios”, pero yo no me quería ir y lo miraba como suplicando que me dejara ahí a dormir,
“No becerrito este lugar no es para que tu duermas no debemos levantar sospechas de lo que acaba de pasar y no debes hablarlo con nadie ni con Raúl”, me terminaron de vestir y me llevaron a Dormir,
Dure 6 meses más en ese internado ya les contare después como es que a pesar de que el Padre Angel me quería solo para si mismo, yo no estaba dispuesto a cumplir ese deseo pues había despertado dentro de mí el fuego del sexo y yo ya era una perra que no pararía y no ha parado al día de hoya mis 43 años.
Continuaremos, háganme saber si les ha gustado saber cómo fue mi primera vez.
Por favor déjenme saber si les gusto mi relato 100% real