Mi primera cita con mi Ama del chat (3)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por servicial10.
MI PRIMERA CITA CON MI AMA DEL CHAT (3)
La mano de la Señora rodeó la funda de castidad a la vez que me miraba sonriendo y fue apretando cada vez con más fuerza a la vez que subía y bajaba como si estuviera masturbando.
El dolor era muy agudo arañándome a la vez con su movimiento arriba y abajo, pero de mi boca ya no salió ni un sonido.
Cuando consideró que era suficiente, me soltó y yo me marché entonces a la cocina para preparar el almuerzo y ellos se acomodaron en el sofá.
Yo desde la cocina podía oírles.
La señora que había venido con ellos estaba hablándoles exponiendo sus deseos y sus condiciones.
Oí que les pedía conocer mis servicios y la tarifa que debía abonarles.
• Deseo llevármelo en principio un fin de semana conmigo para probarlo.
Sobre las cinco de la tarde quiero que esté en mi casa y podréis recogerlo el domingo sobre las nueve de la noche.
Debéis saber que no acepto ningún tipo de límites en un esclavo a mi servicio.
• El único límite que tendrá será el de causarle marcas permanentes velando siempre por su salud e integridad.
• ¿La tarifa por su alquiler es de cuánto?
• Pues para el fin de semana completo es de unos mil euros.
Has de tener en cuenta que no tiene límites de ningún tipo y que dispondrás de él por completo.
• Está bien, acepto.
Me parece justo el precio.
• Pues entonces el viernes a las cinco lo llevaremos a tu casa y el domingo pasaremos a recogerlo.
El pago será el cincuenta por ciento por adelantado y el resto al recogerlo.
• Bien, me parece correcto.
Terminé de preparar el almuerzo, puse la mesa y cuando todo estuvo preparado me coloqué arrodillado en la mesa y les avisé que todo estaba preparado.
Los tres se acercaron a la mesa y siguieron hablando a la vez que degustaban los platos que les había preparado.
Mi Ama Laura entonces se dirigió a mí.
• Bien, esclavo.
Acabamos de alquilarte para el próximo fin de semana a la Señora María.
Ella será tu Ama desde el viernes a las cinco de la tarde que te llevaremos a su casa hasta el domingo a las nueve de la noche que te recogeremos Fernando y yo.
Por tus servicios nos abonará la preciosa cantidad de mil euros.
Jajajajajajajajajajajajajaj ¿cómo te sientes, siendo alquilado por vez primera?.
Tu nueva Ama ha exigido que no haya límites de ningún tipo y así será, ¿entendido?.
Obedecerás en todo lo que ella te demande y tanto tu Amo Fernando como yo esperamos, por tu bien, que no nos de ningún tipo de queja sobre tu entrega y obediencia.
Poco a poco irás siendo conocido en el ambiente como uno de los esclavos más serviciales que hay y eso depende solo de ti.
De lo contrario ya nos encargaremos nosotros que sea así.
¿Me has entendido?
• Si mi Ama Laura.
Estoy algo nervioso por ser la primera vez, pero les aseguro que no les defraudaré en absoluto.
• ¡Muy bien!.
Ahora ya sabes cuál es tu sitio mientras almorzamos.
Me puse de rodillas entre mis Amos esperando cualquier orden suya.
Ellos tres siguieron hablando.
La Señora María deseaba saber mucho más acerca de mí.
• Me gusta que mi esclavo acepte todo tipo de comida o bebida que desee yo darle.
¿Come y bebe bien?
• El sabrá agradecerte como esclavo tuyo que va a ser que te preocupes por su alimentación cuando tenga hambre así como si tiene sed.
¿Verdad puto esclavo de mierda?
• Si mi Ama, mi boca siempre estará disponible para ustedes y para quienes ustedes deseen.
• Me gusta su disposición.
Mirándome fijamente a través de la mesa se refirió a mi
• Vas a saborear todo lo que provenga de mí y te saciaré.
No te faltará de nada, te lo aseguro.
Sus palabras me hicieron ponerme nervioso.
Su corpulencia y su edad me hacían presagiar que mi boca, mi nariz y todo mi cuerpo iba a ser marcado por ella.
Vi cómo se levantó de la mesa y se acercó donde yo me encontraba.
Me cogió del pelo, echó mi cabeza hacia atrás y mirándome
• Voy a disfrutar totalmente de ti y como no puede ser de otra manera haré que tú también disfrutes, y mucho, de mí.
Desde que he llegado y te he visto me has hecho sentir que nos complementaremos muy bien como Ama y esclavo.
¿Esperas algo más de mi ahora?
Mi boca permanecía abierta mientras la escuchaba y miraba.
Llevaba razón al preguntarme si esperaba algo más de ella.
Me lo debió de notar en mi cara.
• Solo lo que usted desee darme Señora María.
• ¡Perfecto!, una estupenda contestación.
Al decir esto dejó caer de su boca una copiosa cantidad de comida masticada por ella y para terminar me echó un escupitajo para así saborear mejor su comida.
.
• Ves María como era cierto lo que te hemos comentado.
• Ya, por ahora sí, pero comprenderéis que no es lo mismo lo que acabo de hacer con él que lo que ya os he contado que me gusta realmente.
De sus palabras deduje que tomar la comida masticada de su boca y tragar escupitajos de ella no era todo lo que iba a tener que tragar cuando estuviera a su servicio.
No me importaba el no saberlo, mis pensamientos estaban puestos únicamente en volver el domingo a casa y que les contara cómo había ido todo con ella para después corroborarlo con la llamada que les haría la Señora María para mostrarles de su estado tras haber pasado conmigo el fin de semana.
Siguieron almorzando y cuando ya terminaron me dispuse a retirar los platos y la mesa.
En uno de los viajes a la cocina la Señora María sacó de su bolso su paquete de cigarrillos y los tres fumaron.
Mientras lo hacían
• ¡Puto esclavo!, no tenemos cenicero.
Jajajajajjajajajajajajajajajaj
La Señora María no sabía que en la casa no había ningún cenicero y que al referir mi Ama Laura que no lo tenían había querido decir que me colocara en posición para serlo.
• ¿Qué hace? ¿Es que no te ha oído que nos trajera un cenicero?
• Si claro que me ha oído, lo que ocurre es que en casa no tenemos ceniceros pues no me gusta que huela a restos de colillas y ceniza.
• ¿Entonces?
• Pues cuando fumamos él ya sabe que su boca se convierte en nuestro cenicero personal además de tener que ponerse en una posición cómoda para nosotros.
• ¡Qué maravilla!, cuanto más veo y se de él más me está maravillando como esclavo.
Los tres siguieron charlando sobre sus gustos, las prácticas favoritas de cada uno, etc.
mientras fumaban el cigarrillo.
La ceniza la iban depositando en mi boca que debía de limpiarla después de ser usada por cada uno de ellos con el fin de que estuviera limpia para su uso por otro de ellos.
Al final los cigarrillos fueron apagados sobre mi lengua como era ya costumbre.
Sin embargo la colilla de la Señora María no estaba recubierta de ceniza y al apretarla sobre mi lengua la quemazón fue enorme.
Ahí supe que le gustaba mucho el dolor para que el esclavo, al recibirlo, lo transformara en placer para ambos.
Yo permanecí arrodillado
• Ve a terminar la cocina, nosotros vamos a despedir a la Señora María.
¿No te vas a despedir de ella como te hemos enseñado a hacerlo?
Antes de ir a la cocina me arrodillé ante ella besándole sus botas de tacón alto y fino en señal de agradecimiento y de despedida.
Ella al verme les comentó a mis Amos
• Lo tenéis muy bien enseñado, me gusta mucho.
Bueno pues entonces os espero el viernes en casa a las cinco de la tarde.
• Ahí estaremos con nuestro esclavo para entregártelo María.
Yo me dediqué a fregar todos los platos y utensilios de la cocina mientras mis Amos se sentaban en el comedor plácidamente a charlar.
Se les notaba muy contentos.
No podía ser de otra manera, iban a cobrar mil euros por alquilarme.
El anuncio que habían puesto había dado un resultado estupendo, tan solo en dos días ya había contactado una señora, la señora María, solicitando mis servicios y totalmente de acuerdo con el precio fijado por mis Amos.
Estando en la cocina vi como mis Amos cruzaban para dirigirse al dormitorio.
Seguramente deseaban acostarse juntos.
Me extrañó que no me reclamaran por lo que seguí con mi tarea en la cocina.
• ¡Puto esclavo!, a qué esperas para venir.
Jajajajajajajajaj.
¿Es que necesito llamarte para que vengas?, ¿no te has dado cuenta de que tu Amo y yo vamos al dormitorio y podemos necesitarte?
Mi Ama Laura me ordenaba dejarlo todo y acudir a su presencia.
Al llegar al dormitorio ambos ya estaban desnudos sobre la cama abrazándose y besándose.
Las manos de mi Amo Fernando envolvían el cuerpo de mi Ama Laura.
Estaban disfrutando como locos.
Yo simplemente me acerqué al borde de la cama y me quedé arrodillado a la espera de que alguno de ellos me requiriera para algo.
• Me apetece que me lamas el culo bien mientras Fernando me excita tocándome todo el cuerpo y besando mis pechos.
• Si mi Ama Laura.
Mi Ama Laura de espaldas a mi recibía las caricias de mi Amo Fernando mientras mi boca se pegaba a su culo, lamiéndolo y oliéndolo como a ella le gustaba.
Sus gemidos se hacían notar cada vez más fuertes.
El deseo aumentó poniéndose sobre Fernando e introduciéndose su polla para gozar más.
Yo entonces me coloqué sobre la cama colocando mi cabeza entre las piernas de mi Amo y con la boca bajo el culo de ella.
Mi lengua lamía su culo a la vez que sentía como la polla entraba y salía de su coño.
Al entrar y salir de su coño rozaba mi cara llenándome de sus fluidos.
• ¡Mete tu lengua bien dentro de mi culo, puto asqueroso de mierda!.
Quiero sentirme penetrada por ella mientras me folla tu Amo.
Con mis manos separé sus glúteos para facilitar la entrada de mi lengua en su orificio anal.
Las embestidas de mi Amo eran fuertes.
Mi lengua se adentró en su ano lamiéndolo.
El sabor que recogía era ácido, amargo pero proviniendo de mi Ama, me sabía cómo el más exquisito manjar.
Los movimientos de ambos se intensificaron así como los gemidos se hicieron más fuertes.
Llegado el momento se detuvieron, era la señal inequívoca de que mi Amo se había corrido dentro y ambos habían alcanzado el orgasmo pleno.
Entonces mi Ama se separó de él colocando ahora sobre mi boca su coño.
• Ahí tienes mis sobras para que las lamas y tragues.
Límpiame toda la leche de tu Amo de mi coño.
Mi boca ahora estaba tapada por su coño que con sus contracciones propias del orgasmo tenido iba dejando salir toda la leche almacenada en él para depositarla en mi boca.
Era abundante y la lamí y tragué toda.
Una vez terminada la limpieza se echó sobre la cama al lado de mi Amo.
• Tráenos un cigarrillo.
Es el mejor placer tras una buena follada.
Me levanté y les traje el paquete de cigarrillos para que fumaran tranquilamente.
• Ahora dedícate a la polla de tu Amo.
¡Mira como está!.
Quiero que la dejes limpia de flujo y leche.
Mientras fumaban plácidamente echados sobre la cama me dediqué a lamer primero y chupar después toda su polla.
Empecé con unas lamidas de abajo a arriba para terminar engulléndola en mi boca y lamiéndola completamente con mi lengua y boca.
• ¡Qué placer ser atendido por un esclavo de esta manera sin necesidad de ocuparte de él! Nuestra convivencia va a ser una delicia así.
• No lo dudes.
No sólo vamos a ser atendidos por él en todo momento sino que va a trabajar para nosotros, entregándonos todo su sueldo además de tener unos ingresos extraordinarios por su servicios.
La mano de mi Ama Laura se posó sobre mi cabeza de forma delicada acariciándome suavemente.
• Ya te dije que con tu entrega total haría de ti un esclavo feliz y agradecido por pertenecerme.
Tu vida ha dejado de ser tuya para estar de forma completa a mi servicio.
Se ciertamente y con toda seguridad que eres muy feliz siendo mi esclavo y mi deseo es que cada día que pase lo seas mucho más ya que así yo también lo seré al hacer de ti mi propiedad, mi objeto y mi criado.
• Por cierto, ¿te has dado cuenta de que mañana nos pagarán quinientos euros como adelanto por prestarle?.
Y que el domingo dispondremos de los otros quinientos.
Es una pasada vivir de él y que además sea feliz entregándonos todo lo que posee, incluida su vida que ha dejado de ser suya para pasar a ser de nuestra propiedad.
• Si claro.
La tarde pasó y cuando llegó la hora de acostarse ambos se pusieron frente a mi mandándome abrir la boca, iban a orinar antes de acostarse.
Cuando terminó, mi Ama se puso en cuclillas sobre mi boca y orinó también.
Se había convertido en una costumbre el usarme como su wc personal y particular.
Estaba acostumbrado y bebía todo perfectamente sin derramar ni una sola gota fuera de mi boca.
Cuando terminaron y antes de acostarse echaron una especie de colchoneta muy fina en el suelo para que pasara la noche.
El silencio de la noche dio paso a un sueño profundo.
Mis Amos dormían plácidamente y a mí me costó conciliarlo.
Estaba nervioso pensando en el fin de semana.
Mañana me convertiría en un objeto que se alquila al mejor postor sin condiciones más que las que mis Amos dispusieran.
De todo lo que habían estado hablando mi nerviosismo era normal el tenerlo.
Ambos dos coincidían en que el precio por mi alquiler durante un fin de semana en mil euros era muy barato y lo justificaban por ser la primera vez ya que para próximas ocasiones debían realizar un catálogo de servicios para que el cliente seleccionara los que deseaba y a cada uno marcarle un precio que se multiplicaría según el tiempo deseado.
Igualmente hablaron de que los precios se podían ofertar más económicos si el alquiler era en casa en lugar de llevarle al lugar elegido por el cliente.
Los precios podían ir desde quinientos euros si era en casa hasta los tres mil euros si era en casa del cliente y por un fin de semana completo.
De la misma manera los servicios considerados como extraordinarios se le sumarían a estas tarifas.
No dejaba de pensar en esos servicios extraordinarios a que se estaban refiriendo concretamente.
Solo algunos de ellos pude escuchar desde la cocina como podían ser el alquiler para participar en fiestas que el cliente quisiera dar con participación del esclavo para su uso por los asistentes.
Por fin estaba amaneciendo, ya solo me quedaba esperar que se despertaran.
• ¡Esclavoooooo!, ven aquí, me estoy meando.
Era la voz de mi Ama que me reclamaba desde la cama.
Me levanté del suelo tumbándome al lado de donde ella dormía.
Mis manos las coloqué a modo de soporte con las palmas hacia arriba para que pudiera sentarse cómodamente sobre mi y mi boca abierta.
Ella se levantó, se puso sobre mi y comenzó a orinar.
Su chorro era abundante llenando mi boca de su primera orina de la mañana.
Cuando terminó me mandó apartar la mano y abriendo con sus manos su culo se sentó sobre mi cara y mi boca abierta y una ventosidad sonora y maloliente penetró en mi boca.
• Gracias mi Ama, por usarme.
Es un placer y un privilegio recoger en mi boca sus deshechos.
Se levantó y volvió a la cama.
Entonces y a cuatro patas me desplacé hacia el lado de la cama en la que dormía mi Amo.
Cuando llegué levanté las sábanas y con mi boca apresé su polla esperando que tuviera ganas de orinar.
• Mira Laura, es genial este esclavo.
Después de usarlo tú ha venido para acá y se ha metido mi polla en la boca a esperar que tenga ganas de orinar para beber la mía.
• Ya te dije que te gustaría Fernando.
Mi Amo me avisó de que estaba a punto de orinar.
Que estuviera preparado.
Con mi boca eché hacia abajo la piel de su polla dejando solo su glande entre mis labios para así recogerla toda, sin derramar ni una sola gota.
Cuando terminó me acarició la cabeza y nuevamente me fui al lado de mi Ama.
• Jamás imaginé que pudiera existir un esclavo tan sumiso, servicial y entregado que esté tan mentalizado de su lugar y su condición,
• Pues sí, me siento tan afortunada de tenerlo en propiedad.
Ahora que se inicia una nueva etapa en nuestra relación me siento la mujer más afortunada del mundo.
Diciendo esto, se volvió hacia mí y me acarició la cara y el pelo.
• Vamos a levantarnos y lo preparamos para llevarle a casa de María.
La he llamado para decirle que nos era imposible estar a las cinco en su casa y hemos quedado a las ocho mejor.
Se levantaron y mientras mi Amo Fernando se duchaba y arreglaba mi Ama empezó a poner sobre la cama mi vestimenta.
• Esclavo, he pensado que te pongas esto que te he preparado, ¿Te parece bien?
• Si mi Ama, como usted disponga.
• Bien, estate atento.
Te pondrás estas medias abiertas por delante y por detrás para estar en todo momento accesible para lo que ella desee.
Irás con este collar en el cuello y esta correa sujeta a él para llevarte nosotros y dársela a tu nueva Ama como símbolo de tu entrega.
Los pezones los llevarás pinzados para que estén bien hinchados y duros como nos ha dicho que le gustan.
Tu culo llevará insertado el plug inflable para que no se te caiga en ningún momento.
Este cinturón de castidad es para tu polla y la llave que permitirá poder quitártelo se la entregarás a tu nueva Ama.
¿Qué te parece, perrito?
• Solo puede parecerme bien proviniendo de usted, mi Ama Laura.
Le aseguro que cuando me recoja no le defraudaré en absoluto.
(continuará)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!