Mi primera vez a los 14 con mi primo mayor, César.
Mi nombre es sebastián, de la región de Valparaíso y cuando perdí mi virginidad tenía 14 años,.Mi primera vez a los 14 con mi primo mayor, César.
Mi nombre es Sebastián, soy de la Quinta región específicamente de Valparaíso, pero siempre mi infancia estuvo ligada a un pueblo que queda hacia la cordillera (PCA), yo viajaba regularmente hacia PCA a visitar a mis familiares, mis padres nos llevaban de viaje al pueblo casi todos los fines de semana, por lo que tenía un vínculo muy estrecho con mis primos, sobre todo con un primo llamado César con el que compartía mucho y tenía mucha confianza también, es importante contar que siempre he sido el menor de todos mis primos, por lo que siempre estuve compartiendo con personas mayores que yo. En ese entonces yo tenía 14 años y César 17 años, nos llevábamos muy bien a pesar de que éramos muy diferentes.
César era un chico muy varonil, bastante machista y homofóbico delante de sus amigos y familia, pero en su intimidad no era de esta forma. Los pasatiempos de César eran hacer mucho deporte, jugaba fútbol en un club de la zona, por lo que entrenaba casi todos los días, además de practicar de forma ocasional descenso y motocross, físicamente César medía 1,75 aprox. tenía un físico muy lindo, completamente marcado y un trasero muy redondo y parado, al igual que sus piernas formadas por el fútbol, sinceramente yo siempre lo miraba con admiración y morbo también, ya que él representaba al hetero que todos los gaysqueríamos tener de adolescentes. Yo por mi lado con 14 años no era tan masculino o varonil, aún no le contaba a mi familia que yo era homosexual, pero hacía cheerleading en un club de viña del mar (cómo no cachar con eso jajaja), por lo que se podrán imaginar que tenía desarrollado mi lado femenino, sin embargo, lo mantenía oculto; físicamente yo era bajito, medía 1,65, también tenía un cuerpo algo trabajado, más femenino debido al deporte que practicaba y también por algo hormonal (más hormonas femeninas), lo que hacía que tuviera caderas un poco más anchas y un trasero muy grande y redondo que mi primo siempre nalgueaba en juegos o bromas.
Una vez durante semana santa, específicamente en el mes de abril, por petición mía, viajamos al pueblo para celebrar mi cumpleaños que se aproximaba, mis padres accedieron de llevarme a celebrar mi cumpleaños allá lo que me tenía muy contento ya que iba a ver a mis primos y a celebrar con todos ellos, al llegar al lugar mi primo César tenía muchos panoramas para esos días, estaba muy ansioso por pasar esa semana juntos, además que los adultos se dedicaron a las festividades de semana santa, lo que nos permitió pasar mucho tiempo a solas. Con mi primo siempre desde pequeños dormimos juntos en su pieza, nunca nadie nos dijo nada por eso, ya que teníamos mucha confianza, así que esa semana no iba a ser la excepción, César esos días andaba muy afectivo conmigo, me daba muchos abrazos y me apretaba mucho por la espalda, yo podía sentir como rozaba su pene en mi culito, pero yo me hacía el tonto, en varias ocasiones pude ver que su pene estaba erecto de la nada mientras estábamos juntos, antes de continuar debo mencionar que con César teníamos mucha confianza, al nivel de yo haber visto porno por primera vez con él en su pieza, él me enseñaba como me debía tocar y algunos tips para que no me descubrieran mis padres o mis hermanos, siempre le gustaba ver porno conmigo y mirarme como me tocaba, pero nunca pasó mas de eso, aunque yo siempre quise que pasara algo más, hasta el día de mi cumpleaños…..
El día de mi cumpleaños cayó un día jueves santo, ese día en la iglesia católica se realiza la adoración del santísimo, lo que significa quedarse toda la noche en las iglesias” rezando y acompañando a Jesús”, mi familia es muy católica, por lo que decidieron celebrar mi cumpleaños durante el día tipo 3 de la tarde con todos mis primos y amigos de la zona, a las 20:00 pm ya estaba terminando todo, ya se estaban yendo a sus casas todos los niños y mis primos igual, a las 22:00 pm aproximadamente mis padres y mis tíos se estaban preparando para ir a la iglesia a la adoración, nos preguntaron si queríamos ir, pero nos advirtieron que se iban a amanecer en la iglesia, mi primo me dijo que mejor nos quedáramos jugando a la consola, que él me iba a cuidar en la noche, así que le dijo a los adultos que fueran tranquilos, que él se iba a hacer cargo, todos se fueron y quedamos solos en la casa.
Con César nos quedamos jugando por mucho rato, hasta que hicimos una pausa para comer algo, y ahí César me dijo que antes de acostarnos nos podríamos duchar, para estar limpios:
César: Sebita, nos podríamos duchar mejor antes de acostarnos para estar limpiecitos, porque igual jugamos harto en el día.
Seba: Ya, tú primero nomás, yo voy a seguir comiendo lo que me queda, pero después seguimos jugando play igual po.
César: Oye sebita, pero mejor te espero y nos bañamos juntos, para no demorarnos tanto, y así la hacemos rápida.
Sebita: Confundido un poco, empecé a pensar en lo que había dicho César, me dio susto responder, pero solo asentí con la cabeza y dije con voz baja…Ya buena, así seguimos jugando altiro.
Al rato termino de comer, voy a buscar mi toalla y mi ropa interior limpia, junto con mis útiles de aseo personal, y César se dirige a preparar la ducha y exclama: “Voy a abrir el agua mientras, para que esté tibia…”
Al entrar al baño, me encuentro con mi primo sacándose su ropa interior y quedando completamente desnudo, se veía muy lindo, su trasero completamente descubierto y su cuerpo bien trabajado, me hicieron sentir muchas cosas, quedé mirando mucho rato:
César: Oye sebita, no mires tanto po, como si nunca me hubieras visto así, o acaso te gusta? …
se queda mirándome fijo y serio por un rato, lo que me puso muy nervioso en ese momento y caliente a la vez, ya que mi mente imaginó cosas morbosas.
Seba: No tonto, solo que me da un poco de vergüenza desvestirme…
César: Dale nomás, si ya te he visto el culito en las noches, y lo tienes bien rico y redondito (risas)…
En ese momento se acerca y me da una nalgada muy fuerte, y me ayuda a sacarme la ropa, yo me puse tieso y muy nervioso, a pesar de que tenía mucha confianza con él, pero en ese momento sentía una tensión sexual muy fuerte, algo que no había sentido otras veces.
César: Oye sebita, si no quieres ducharte conmigo, no lo hagas nomás, no quiero que te sientas mal, yo pensé que teníamos esa confianza, después no me vayas a estar acusando.
Seba: No tranqui (terminando de sacarme la ropa), duchémonos nomás, si me da igual, solo que me da vergüenza estar completo desnudo.
César: Pero si tienes el culito tan rico, que no te de vergüenza… y se pone a reír muy fuerte y me empieza a hacer cosquillas.
Seba: tratando de apartarlo por las cosquillas, me pongo a reír y le digo, ya oh duchémonos porfa para seguir jugando luego.
César: Ya entra, yo me pongo atrás (Me toma de un brazo y me entra a la ducha, se pone atrás mío, y muy pegado)
Seba: ¿Me vas a echar jabón en la espalda? (jugando también y entrando en modo morboso)
César: Ahh, quieres que te bañe yo, era cosa que lo pidieras nomás po sebita…
César Se hechó jabón en la mano y me empieza a tocar todo el cuerpo, pasaba sus manos por mi culito muy fuerte y me enjabonaba la espalda y luego el cuerpo entero, me tocaba mucho el culito y me decía que estaba sucio, de todas formas a cada rato me preguntaba si estaba bien, y me miraba la cara; la verdad es que yo estaba muy relajado con sus manos tocándome, tenía muchas sensaciones ricas, hasta que me di vuelta para buscar mi shampoo, y ahí logré ver que César estaba muy excitado, con su pene muy parado y duro, me quedé mirando hacia abajo muy descaradamente, y él con algo de vergüenza me dice que es por el agua de la ducha y la presión que se le había parado, yo le dije que no se preocupara.
César: Ya, estás bien limpiecito ahora, ponte jabón en tu culito, pero adentro en el hoyito, porque eso no lo puedo hacer yo, o quieres que lo haga? Y nuevamente se pone a reír muy fuerte.
Seba: Ya oh (con toda la confianza y tratando de provocar algo, me puse jabón en mi hoyito y me enjuagué) … Oye y tú quieres que yo te enjabone también?
César: no no, yo no… ya enjuaguémonos juntos, no nos demoremos tanto.
En eso César me agarra por la cintura, me empuja hacia adelante para meterme debajo del chorro de agua, y luego se apega mucho a mi cuerpo, tanto que pude sentir todo su pene en mis nalgas, lo sentí muy rico y no pude evitar sentirme muy excitado, además que él estaba muy duro, y yo podía sentir eso en mi culito, pero no dije nada, solo disfruté el roce y el estar pegados bajo el agua, él por su lado se acomodaba y se movía, refregando su pene en mi culo, no le daba vergüenza, ni tampoco se sentía incómodo, aunque siempre me miraba para ver si yo estaba bien. Luego de estar mucho rato rozando nuestros cuerpos y enjuagándonos, nos salimos de la ducha para poder secarnos e irnos a la pieza de mi primo.
Una vez listos, nos fuimos a su pieza solo en ropa interior y polera, nos acostamos en su cama y seguimos jugando, empezó a ponerse muy raro todo porque mi primo estaba demasiado cariñoso conmigo y también juguetón, desde la ducha que se estaba comportando de esa forma, yo me dejaba llevar solamente, porque por dentro yo sabía que quería eso y más, y que me gustaba lo que estaba pasando. Cuando perdía en las partidas me hacía llaves de lucha libre y se aprovechaba de eso y me rozaba su pene por todos lados, yo lo podía sentir todo pero me dejaba solamente, ya que me gustaba sentirlo, me excitaba mucho.
Cuando ya nos cansamos, nos pusimos a dormir debajo de la cama, yo usando un slip y él un bóxer, ambos con polera, estuvimos viendo videos y conversando un rato, hasta que me di la vuelta a la pared para quedarme dormido, cuando de repente siento que César me abraza por atrás y se apega mucho a mi cuerpo.
César: Te molesta si duermo así? …. es que eres como una almohada, y me gusta dormir apoyado en algo.
Seba: No, dale nomás.
César: si te sientes incómodo me dices nomás (se apega mas a mi cuerpo y me aprieta de la cintura, lo que hace que sienta mas profundo su pene y duro a la vez)
César: que rico ese culito que tienes (susurrando), ¿me puedo apoyar y mover un poquito? Me dices si no te gusta y yo paro.
Seba: Ya dale nomás primo, si igual me gusta que me abracen…pero, no pasa nada?
César: No tranquilo, usted calladito nomás…si igual he visto que te gusta.
Al decir esto, César empezó a moverse más y más, haciendo movimientos circulares con su pene apoyado en mi culito, lo que me gustaba y excitaba mucho, yo por mi lado le seguía los movimientos y paraba aún más mi culo redondo y grande, para que él lo pudiera sentir todo.
César: que rico tienes el culito primito, me la paras mucho, te gusta lo que te estoy haciendo?
Seba: Si, si me gusta, solo que me da un poco de nervios primo, (gimiendo un poco por el roce)
César: Tranquilo, si está rico…
En ese mismo instante César me da vuelta y me dice que me va a hacer algunas cosas y que yo me debo dejarme llevar nomás, que esas cosas me van a gustar mucho, yo asiento con la cabeza, y luego me dice que cualquier cosa que no me guste le debo decir, yo asiento de nuevo con la cabeza, ahí César me empieza a dar besos muy ricos en el cuello, me tenía gimiendo un poco fuerte, porque era primera vez que sentía esas sensaciones, y me gustaba mucho, quería más y más, César podía notar mi cara de placer y me hacía decirle que siguiera y que quería más, a él le gustaba que yo le pidiera más. Luego de tenerme listo, entregado total con sus besos, decide bajar y empezar a pasar su lengua por mis pezones, que estaban parados y duros por el placer que estaba sintiendo; cuando pasó por primera vez su lengua por mis pezones y comenzó a chuparlos, sentí algo muy intenso y rico, que nunca había sentido antes, todo eso me dejó gimiendo muy fuerte y descontrolado, el seguía y seguía, no paraba, le encantaba verme disfrutar de esa forma, me decía que disfrutara, yo entregado al placer le pedía que no parara, recuerdo decir muchas veces “sigue primo, por favor… me gusta mucho, no me dejes así” rogándole que siguiera dándome placer.
Después de chuparme los pezones y darme muchos besos en el cuello, me pude dar cuenta que fue tanto el placer, que mi calzón estaba muy mojado, con el roce y todo lo que me estaba haciendo mi primo, ambos estábamos muy mojados, en ese momento César me dice que es hora de jugar con su pene, que él me iba a enseñar como darle placer a un hombre, se acuesta en la cama boca arriba, y me hace bajar hasta quedar a la altura de su pene, ahí me iba dando indicaciones, pasar la lengua por encima de su ropa interior, sintiendo su pene palpitar de lo caliente que estaba, yo no aguantaba las ganas de poder ver su pico parado y tomarlo con mis manos, pero me dijo que aguantara, que él me tenía que decir cuando, seguí comiéndome su pene por encima del bóxer podía sentir su pene muy excitado, hasta que me dijo que lo sacara para afuera y me lo metiera hasta el fondo, yo cuando vi su pene muy grueso y grande, pensé que no iba a ser capaz, pero la excitación y las ganas de darle placer a mi primo eran muy grandes, así que de una vez abrí bien mi boca, usé mi lengua para lubricar su pene y logré tenerlo todo adentro de mi boca, en ese momento mi primo gemía de mucho placer y me tomó la cabeza para hacer más presión, no me dejó sacar la cabeza hacia atrás por un buen rato, me decía que así estaba muy rico, que siguiera, me llevaba el ritmo de las mamadas con sus manos en mi cabeza, hasta que con tanta excitación, comencé a mamar su pene sin necesidad de ser guiado, yo utilizaba mi lengua, mis manos, me lo metía hasta el fondo de la garganta, con tal de verlo sentir mucho placer y gemir, yo estaba muy contento, estuve mucho rato haciéndole sexo oral, hasta que me tuvo que frenar y decir que parara, porque sentía que iba acabar adentro de mi boca y él quería seguir jugando conmigo.
Mi primo me dio vuelta y se puso a los pies de la cama, dejándome a mi con las piernas abiertas y el culito abierto, y en ese momento me acomoda y decide pasar su lengua por mi hoyito y dar besos en mis nalgas, cuando pasó eso, yo al principio sentí cosquillas, luego sentí algo incómodo, pero cuando empezó a moverse y mamar mi ano un poco mas profundo, yo sentí muy rico, tanto que pensé que ahora yo iba a acabar, y le dije a mi primo eso, pero él me dijo que no me preocupara, que me relajara y que disfrutara la sensación, él lo hacía muy bien, me tuvo todo el rato con la sensación de que iba a acabar, pero solo era líquido preseminal el que salía de mi pene, ahora si estaba demasiado mojado, ya no daba más, pensé que no podía sentir mas placer, además que después mi primo combinó el chupar mi hoyito y con sus manos apretar mis pezones muy fuerte, lo que aumentó mucho mas el placer, yo ya no podía contenerme, yo gemía muy descontrolado, como una verdadera putita, ya que mi voz era muy femenina. Luego de estar mucho rato así, mi primo decide meterme un dedo en mi ano para estimular mas adentro, me avisó que iba a meter un dedo, que me tenía que relajar y mientras hacía eso, se subió a darme mas besos en el cuello y seguir chupando mis pezones, yo por mi lado me entregué a que él me hiciera lo que quisiera, con el primer dedo adentro de mi hoyito, sentí una sensación muy rara, pero placentera, le pedía que siguiera, pero él insistía en preguntarme si estaba bien, yo asentía con mi cabeza sin parar de gemir, entonces mi primo decide continuar con un segundo dedo, y comenzar a sacar y meter ambos dedos con mas rapidez, eso me dolió un poquito, pero yo no quería parar, yo quería que me hiciera suyo, así que seguí relajándome y disfrutando las sensaciones, mi primo me comenta que tenía miedo de meterme su pene, porque yo estaba muy estrecho, y no quería lastimarme, pero yo le insistí y le pedí que lo hiciera, que yo quería que me hiciera suyo, se lo pedí muchas veces, hasta que con su pene muy duro comenzó a jugar en mi hoyito, roces y más roces, eso se sentía muy rico también, cada cosa que me hacía él, me gustaba mucho y me provocaba mucho placer, luego empezó a meter un poquito mas de presión en mi ano, estábamos muy mojados, por lo que no necesitamos lubricantes o algo así, cuando mi primo vio que yo estaba entregado al placer y al momento, decidió meter su cabeza en mi hoyito, y no parar, yo sentí un poquito de dolor, pero él me tranquilizó con mas besitos en el cuello y estimulando mis pezones, una vez adentro su pene, yo me sentía de él, quería que me follara muy duro, por lo que le decía que no parara, él sintió mucho placer al entrar en mi hoyito apretadito, tampoco podía aguantar sus gemidos, yo veía su cara de placer y era otro César, diferente al que conocía yo, pero eso me gustaba mucho lo que estábamos haciendo.
Cuando estaba adentro y se movía muy rico, me empezó a estimular todas las zonas erógenas, lo que me gustó mucho, yo sentía y creía que me iba a orinar, pero él me decía que me relajara que eso era pre-cum, y luego salía mucho de ese líquido, lo que me generaba mucho placer, yo ya me sentía completamente de mi primo, él me dominaba como quería, me puso en diferentes poses, me trataba de perrita, me decía que era una perrita muy rica, y me hacía responderle, afirmando que yo era su perrita, eso me calentó aún más, me enseño diferentes poses para hacer, me puso en 4 y me folló muy rápido y fuerte, el choque de mi culito con su pelvis ya sonaba como aplausos, me hizo sentarme arriba de él y darle sentones también, en esa posición el me hacía parar a ratos porque decía que se iba a ir cortado, estuvimos disfrutando mucho rato del sexo anal, yo quería sentir su pene mas adentro aún, ya no sabía como aguantar, hasta que César decide darme vuelta, poner mis piernas en su hombro, meter su pene bien adentro y mamar mis pezones mientras me follaba muy fuerte, ambos estábamos sintiendo mucho placer, no podíamos parar y tampoco controlar los gemidos, hasta que yo sentí un calor muy fuerte que empezó de mis piernas hasta mi zona genital, era demasiado intenso, y comencé a gemir y gritar muy fuerte, que me iba a ir, mi primo gimiendo muy fuerte también me decía que disfrutara, que él no iba a parar, me decía “dale mi perrita, disfruta nomás, acabe nomás perrita mía» y cuando ya no pude aguantar más, apreté mucho mi hoyito y mi pene explotó, con unas sensaciones muy intensas, que realmente me hicieron gritar y tiritar de placer, mi primo al ver todo esto y al seguir penetrándome, no pudo contenerse y también explotó adentro de mi hoyito, dejándome muy lleno de su semen, gimiendo muy fuerte también y poniéndose muy duro y rígido, me dijo que había sido muy intenso, yo sentía todo su semen adentro de mi hoyito, junto con su pene. Ambos nos quedamos en esa misma posición por un rato, él seguía adentro mío, no nos queríamos mover, hasta que luego de un rato nos acomodamos y nos acostamos.
César: Que rico sebita, eres una perrita muy rica, tu culito me hizo irme muy fuerte, me gustó caleta, yo sabía que tú eras así de rico, y ese culito que tienes me lo quiero seguir comiendo, estás bien con lo que pasó?
Seba: Ay primo, yo no sabía que esto se sentía, yo no quería parar, tú me chupabas, me lamías y yo sentía muy rico todo el rato…
César: Oye, después te voy a enseñar otras cositas ricas, Quieres?
Seba: mm, si obvio que sí, igual me gusto harto chuparte el pene, puedo hacerlo de nuevo?
César: Ya, viste que eres bien perrita, pero hay que esperar un ratito, yo te aviso…
Me tomó por la espalda, me abrazó por atrás y me dijo en el oído que ahora yo era su perrita, que íbamos a hacer muchas cosas más.
Continúa parte dos………….
como sigue por favor
Pronto se viene la segunda parte 🙂
Por favor pública la continuación, tu relato está de 100, bien caliente, lleno de detalles, te felicito,