Mi primo me puso a fumar marihuana, me comió el culo y me convirtió en su puta………
Un joven pervierte a su primo primero poniéndolo a ver porno, luego lo pone a fumar marihuana, y posteriormente le da por el culo haciendo también que se vista de mujer..
Mi primo me puso a fumar marihuana, me comió el culo y me convirtió en su puta………
Cuando mis tíos, botaron de su casa a mi primo Eduardo, mi mamá lo recibió en la nuestra, peleándose con mi tía, llamándola miserable, porque mi tía quería que su hijo, o sea mi primo se pusiera a trabajar, mientras estudiaba en la universidad.
Cuando mi primo llegó, a casa lo primero que ella me dijo, mi madre de manera bien autoritaria, como para que no me quedara la menor duda al respecto, fue. “Ahora tú primó es como tú hermano mayor, así que tienes que hacerle caso, en todo. Ya que él es ahora el hombre de la casa.”
Lo que más le agradó a mi primó fue que mi madre lo ubicó en lo que ella llamaba la habitación de los huéspedes.
A los pocos días, cuando regresé de clase, noté un fuerte olor por toda la casa, olor que salía de la habitación de mi primó, y al acercarme a curiosear, me invitó a entrar.
Él estaba fumando, y aunque yo nunca había fumado, supe que se trataba de marihuana, apenas entré, me invitó a sentarme en su cama, mientras miraba en el televisor, un video porno.
Lo cierto es que me quedé extasiado viéndolo, mientras que mi primo no dejaba de echarme el humo en la cara.
A los pocos días me llamó a su cuarto, y nuevamente nos pusimos a ver películas porno, al tiempo que él volvía a prender otro cigarrillo de la hierba, y de cuando en cuando, me echaba nuevamente el humo en la cara, cosa a la que, no le daba importancia, ya que lo que deseaba, era seguir viendo como le daban verga, a las mujeres, de los videos.
En cierto momento, mi primo se quitó toda la ropa, y me dijo que hiciera lo mismo, para que estuviera más cómodo, cosa que hice de inmediato, mientras que mi primo sin dejar de fumar se puso a manosear su verga.
Mientras que comencé a reírme, como un tonto, fue cuando por primera vez me dijo mi primo que fumara, lo que hice, más que todo, por curiosidad.
Como nunca antes había fumado, casi me ahogo tosiendo, pero por insistencia del volví a tomar otras bocanadas, y mientras seguíamos viendo los videos porno, después de que le di otra bocanada a eso, de la manera más tranquila, me agarró mi mano, y la colocó sobre su verga, diciéndole. “Ayúdame un poco hacerme la paja.”
No sé en que estaba pensando yo, ya que mientras no apartaba mis ojos de la pantalla, comencé a masturbarlo, sin ponerle realmente atención a lo él estaba haciendo.
De momento, mi primo apagó la tele, y me volvió a dejar que le diera otra profunda bocanada, a su cigarrito, cuando comencé a decirle que la volviera a prender la tele, mi primo me dijo. “Si quieres seguir viendo esos culos, me la tienes que mamar.”
Al principio lo tomé como una broma, pero al ver que él no prendía la tele, sin pensarlo mucho, ya que la nota que cargaba era tan grande, que coloqué mi boca sobre su ya parada verga, y de inmediato volvió a prender el televisor.
Así que mientras miraba como a un par de chicas, un par de negros, le daban por el culo, me puse a mamar su verga.
Pero al poco rato, comenzó a acariciar mis nalgas, y hasta me llegó a meter uno de sus dedos dentro de mi culo, sin que yo protestase, ya que no quería que volviera apagara la tele.
Esa tarde se vino dentro de mi boca, y bien molesto, me retiré de su cuarto, pero al siguiente día, me volvió a llamar, y sin decirme nada, me ofreció un cigarrillo entero de marihuana, y prendió la tele.
Para que los dos siguiéramos viendo videos porno, luego de un rato, mi primo se desnudó, y me dijo que se quitara toda la ropa, cosa que hice, mientras que sin dejar de ver la pantalla me masturbaba.
En cierto momento, cuando mi primo se dio cuenta de la tremenda nota que tenía, mientras seguía haciéndome la paja, mi primo comenzó a acariciar mis nalgas.
Y poco a poco, tras colocarse a mi lado, sin darme cuenta, comenzó a pasar su verga entre mis nalgas, cuando me vine a dar cuenta y decirle que se detuviera, me apretó con fuerza contra su cuerpo, y sentí como su verga penetró mi culo.
Inútilmente traté de zafarse de mí primo, pero a medida que más lo intentaba, con más fuerzas me abrazaba, y me empujaba toda su verga dentro de mi culo.
Y entre ese mete y saca, como que algo de eso comenzó a gustarme, ya que después de un corto rato, yo estaba moviendo mis nalgas, buscando más placer, hasta que se vino, dentro de mi culo.
Diciéndole que por la manera en que me movía, por lo visto me había gustado mucho, que él me diera por el culo.
No se lo pude negar, pero le dije que se lo diría a mi mamá, y él me respondió. “Si anda, ve y dile, que yo le diré que tú fumas marihuana, y que te encanta ver pornografía, y a los de la universidad, les diré que te encanta que te den por el culo. A ver a quien le va a creer más.”
Mi primo sabía que mi mamá no me creería a mí, y yo también lo sabía, pero antes de irme al baño, me dijo. “Para la próxima, te va a gustar más”.
Al siguiente día, después de que mi mamá se fue a trabajar, apenas ella se fue, mi primo prendió un par de sus cigarrillos, me dio uno a mí, y mientras que yo me puse a ver a un par de tipos, teniendo sexo con una chica, a la que, al mismo tiempo, la penetraban por su coño y el culo.
Mi primo salió del cuarto, y cuando regresó, lo hizo trayendo varias prendas de intimas, de mi mamá, diciéndole. “Estas las saqué de la ropa sucia, así que póntelas, que quiero ver cómo te quedan.”
Por un momento protesté, pero finalmente le hice caso, y apenas terminé de ponerse todo incluso un ajustado vestido, mi primo me abrazó, y comenzó a acariciarme, y besarme, tal como si yo fuera una chica.
Al principio, quise sepárame del, pero ya al poco rato, lo dejé que siguiera agarrándome las nalgas, besándome y acariciando todo mi cuerpo.
Lentamente me fue subiendo el ajustado vestido, me bajó los pantis, hasta que nuevamente comenzó a penetrarme con su verga, la que me fue enterrando dentro de mi culo, sin que yo protestara.
Mientras que sin que me lo pidiera comencé a mover mis nalgas, frenéticamente, eso siguió sucediendo durante varios meses, sin que ni mi primo ni yo, desde luego, le dijéramos nada a mi mamá.
Tiempo durante el cual, no volví a cortarme el cabello, porque así me lo ordenó mi primo, aparte de que continué fumando marihuana, y mi primo continuó obligándome a que me vistiera con algunas prendas de mi mamá.
Además de que me ponía a mamar, para luego darme por el culo sabrosamente, y decirme de forma repetida, que yo era su puta.
Hasta que un buen día, mi primo no regresó a dormir a casa, ya que se había conseguido un viejito gay, con mucho dinero, que se lo llevó de viaje para Europa.
Mientras que yo me quedé con el gusto de que me siguieran dando por el culo y de vestirme de chica.
Chaleeee w mala onda se haya ido tu primo ya q vivían buenos momentos. Debe haberlos extrañado un chorro.