Mi vecina se vuelve adicta a mis masajes (PARTE 1)
Niña de 20 yo de 45 años….
Hola amigos,
En esta oportunidad, les traeré una experiencia inesperada, no pensé tener sexo con mi vecinita de 20 años.
Mi nombre, Alberto de 45 años, profesión masajista deportivo, 1.70 estatura piel morena, no poseo cuerpo de atleta pero si estoy en condiciones, para ese entonces estaba de vacaciones colectivas por lo de la pandemia, estaba tomando un café en la ventana de mi departamento, que a su vez colinda con el de la vecinita, mi vecina Johana, de 20 años, de 1.60 estatura cabello negro largo liso, por la cintura flaca pero con cinturita, tenías nalgas pequeñas pero redonditas, tetas pequeñas pero paraditas, color de piel blanca muy blanca, de esas que se ponen rosaditas con solo llevar sol, toda un manjar de niña… Vive con su madre pero casi no pernocta allí…
Esa mañana coincidimos en la ventana del balcón nos saludos como en otras ocasiones, pero está vez la detalle mucho más, tenía aún la piyama puesta, un shorts muy pequeño apretado a su cintura y dejando ver parte de sus nalgas y sin hablar del bulto que se le reflejaba bien tallado entre sus piernas, un franela olgada más arriba del ombligo sin sostén algo traslúcido que dejaba ver parte de sus pezones, aquello era un espectáculo de mujer mientras hablamos un rato no deja de ver semejante cuerpo que portaba aquella pequeña mujer, niña para mí… Recuerdo que de esa conversación salió el estres que le estaba produciendo la la universidad y yo no corto ni perezoso ofrecí mis masajes para relajar, así podría no solo ver aquel cuerpazo sino tocarlo también, ella aceptó y quedamos en vernos en mi departamento a las 10am así yo podría acondicionar el espacio en cuestión.
Ella toca mi puerta y al abrir la veo tal cual la ropita que tenía en la mañana la hago pasar pero con disimulo veo su hermoso cuerpo talladito que me creo la erección al instante, yo estaba de mono así que podía disimular un poco. Esto no me había pasado antes con mis masajes a deportistas chicas, pero está ocasión era distinto pues siempre me buceaba a mi linda vecina creandome un queso por ella, la hago sentarse el mueble que estuviera cómoda porq si se sentía algo tensa,
Yo: Joha, ( de cariño) te siento tensa
Joha: si, realmente si… No había recibido un masaje nunca antes.
Yo: ok, tranquila solo debes relajarte un poco para que esto funcione…
La trataba como cual otra deportista más, pero con el morbo en mente. Aproveche que era su primera vez y le consigo una toalla blanca y le comento
Yo: debes quitarte la ropa y colocarte este paño.
Joha: oh! Pensé que sería con ropa me da algo de pena, así le das masajes a tus deportistas?
Yo algo nervioso porque pensé que se daría cuenta de mi intensión
Yo: si es así deben despojarse de la ropa para que puede hacer bien el trabajo, estar relajada.
Joha: ok, tu eres el que sabe, solo necesito quitarme este estrés que me mata!!
Bien, toma el paño va hacia el baño que le indico cuál es, al salir le hago acostarse en la camilla, pero antes le advierto que debe retirarla toalla y colocarsela solo en los glúteos, algo asombrada pero con calma lo hace,
Joha: me tienes nerviosa vecino, no pensé que fuera tanto que destapar…
Entre risas comento
Yo: no tienes nada que temer vecina estás en buenas manos verás, que quedarás sin carga de estrés.
Comienzo colocándole el aceite de coco, y empiezo untando en toda la espalda, disfrutaba de su piel suave mié tras lo hacia mi erección volvió aparecer ya estaba mojando el mono, en casa no acostumbro usar boxer o interiores si no mi shorts o monos, empiezo con el masaje estando atrás de un costado de ella, y le hablo de lo que haré como para que tomara confianza aún estaba tenza y esto no convenía si quería seguir tocando aquel cuerpo angelical, masajeo su cuello con mi pulgar y voy bajando, con mis dedos toda la espalda en forma circular y esclama:
Joha: vecino tiene unas manos suaves, esto se siente bien.
Llegó a su cintura y tomandola de los lados, veo los ollitos que se le forman al final de la espalda lugar vulnerable en una mujer, masajeo de arriba abajo y le sale un gemido
Joha: que bien se siente !
Solo me limito a observar y escuchar y mi erección a explorar, solo pensar la tenía allí vulnerable tocando su hermosa piel queriendo penetrarla hacerla mía, pero no podía eso era la exitacion más rica que tuve…
La tomo del muslo y empiezo a masajear atreviendome a subir un poco hasta llegar al rose de sus nalgas, está tranquila, solo disfrutando del masaje…
Me atrevo a subir un poco más mis dedos querían llegar a su vulva, sentía el calor que venía de sus entre piernas al intentar más ella mueve un poco su cuerpo como rechazando el rose, me mantengo quieto no quería acabar con el momento llegué a sus pies solo veía hacia el medio de las piernas, su cuerpo ya se tornaba rosada por el masaje, me imaginaba como sería su vulva así de roja…
Me arriesgo y le abro las piernas un poco para deleitarme y ver más allá de la toalla, para mí sorpresa la pequeña no tenía pantis, y Vi aquel manjar bien dotado sin pelos y rosadita era una gran vista que me tenía con la temperatura a mil.
Se me venía todo a la mente, quería que mi pene entrara en aquel agujero, ya mis instintos estaban perdiendo el control, me atreví a dar un paso más, mientras le tenía el pie derecho en mis manos con el izquierdo le rosaba mi pene, no decía nada o no se daba cuenta de lo que hacía, empecé a mover mi cadera creando el vaiven en su pie y allí mismo ella reacciona y levanta la cara , pero no dice nada hago lo mismo pero cambiando el pie rose de arriba abajo y volvió a bajar la cabeza eso me dió más aliento y segui con el movimiento,
Empiezo a subir de los pies hacia arriba, seguir sintiendo aquella piel pero quería ver más entre sus piernas y hago que abra un poco más, pero veo su vulva, estaba mojadita, esto me alentó más la tenía exitada y decido subir mis manos a sus muslos repitiendole que haría el masaje un poco más arriba, ella tenso levantando un poco sus caderas, como dándome paso a tocar más allá…
Yo: hay mucha tensión entre estos muslos no?
Y alcanzó decir en voz suave
Joha: siii un poco…
Al decir eso solo subí sin pensar y arriesgar, y con mis dedos pulgares rose sus labios vaginales, solo escuche un gemido leve pero no hubo rechazo decido tocar más a profundidad y solo levanto su cola, me subo a la camilla y sus piernas quedan entre las mías rosando así mi pene entre sus muslo, dadeo con mi pulgar derecho y siento su humedad, está vecina estaba dándome señal de su exitacion floral… Mientras acariciaba con el pulgar derecho toda su raja con el izquierdo metía a profundidad, soltando otro gemido más fuerte! Yo no aguantaba más y me bajo de la camilla preguntando
yo: te gusta mi masaje?
Joha: creo que sí!
Su respuesta me dió luz verde para despojarme de mi mono y la franela quedando desnudo, me vuelvo a montar sobre ella posando mi pene bien erecto sobre sus muslos y a su vez le quitó la toalla de sus hermosas y redondas nalgas, está sumisa no hace esfuerzo alguno y acaricio sus nalgas, mi mano derecha baja, empiezo a meter mi dedo medio y anular entre sus labios vaginales introduciendo mientras mi dedo pulgar acariciaba su ano cerrado, ella solo mantenía su posición de sumisa pero su respiración era intensa y rápida, mi mano izquierda empezó a explorar su espalda hasta llegar a su cuello apretandolo y con mis piernas abro las suyas dando paso a mi poderosa erección, está putita estaba lista para hacerla mía! Con mi mano derecha tomo mi pene y se lo coloco en la entrada de su vulva caliente y mojada mi vecina coloca la cara de un lado queriendo ver, yo viendo su cara roja como tomate exitado empujó sin mediar, la tenía estrecha ella solo acomodó su cadera para la penetración su mano izquierda agarro mi antebrazo y la derecha agarro la camilla, empecé a cojermela sin pudor introducir todo mi tronco, mis movimientos eran rudo metía rápido de atrás hacia delante así mete y saca, solo escuchaba su gemido yo mis choque con su nalgas , que rico tenía a mi vecinita Jhoana cogiéndola como muchas veces me lo imaginé, así estuvimos un buen rato no quería acabar, se la saco y la volteo levanto sus piernas y me las coloco en mis hombros, ella solo se dejaba llevar, no hablábamos sino con las miradas decían todo, ella veía como la penetraban mordiéndose el labio inferior, la tome de los hombros y penetraba como queriendole sacar mi pene por la boca, penetraba tan fuerte como podía! Parecía un pulpo solo disfrutaba explorar su cuerpo, una mano en sus pequeñas tetas blancas con aureola rosadas y la otra en su clítoris, ella solo retorcía de placer tirando su cara hacia atrás con los ojos cerrados, yo sentía el calor de su vagina lo caliente que se sentía empezó a gemir más fuerte sus manos apretaban mis brazos, sabía que estaba en su orgasmo yo estaba por acabar y penetraba con más fuerzas hasta no aguantar más se lo saco de su vagina y le Heche el potente chorro de leche sobre su cuerpo mojando su cuerpo, tetas, cara, que satisfacción sentí tenía a mi hermosa vecina aún no lo creía! ella se levanta como puede y toma mi pene y se lo mete a la boca succionando lo poco que quedaba, pasando su lengua por todo mi pene flácido haciendo que volviera agarrar vida….
Pero está es otra historia que contaré más adelante, dónde mi vecina se volvió adicta a mis masajes….
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