Mi vecino y yo
Segunda parte de como mi vecino Pablo me cogió .
Sentí una mano que me alejó de esa verga y Vi a Pablo muy enojado levantándose del sillón y guardandose la verga en el pantalón.
-Que te pasa pendejo?- me preguntó
Yo no sabía que decir, tenía miedo de que me pegara o algo así pues al ser policía podía ser agresivo.
-No me vas a contestar maricon?
Solo pide decirle perdón pero mi mente pensó algo que realmente no sabía si iba a funcionar y me ponía nervioso hacer pero debía hacerlo.
Ele seguía insultando y diciendo que le daba asco hasta que le dije con toda mi valentía
-Si no dejas que te haga todo lo que yo quiera le voy a decir a mis papás que me quisiste violar-
Después de decirle eso mi corazón latia muy fuerte y Vi como Pablo pasó de estar enojado a estar serio y sin creer lo que dije, pues era una acusación muy grave y más para el siendo policía.
Pasaron unos segundos dónde tenía muchos nervios de lo que iba a pasar hasta que ví como Pablo se sentó en el sillón y se sacó la verga otra vez mientras miraba a otro lado con una cara entre sería y enojada.
Yo no podía creer que lo había logrado y me acerque de a poco a él hasta lograr meterme su verga otra vez a la boca y seguir chupándola mientras lo masturbaba con una mano y con mi otra mano le quería quitar la camisa hasta que lo logré y Vi como el solo miraba serio y enojado.
Después de quitarle la camisa ví sus axilas bien peludas y les meti la cara sin dudarlo para olerlas bien sudadas mientras lo masturbaba.
Después de eso quise más y le intente quitar el pantalón junto a su boxer pero el se negó, así que le recordé lo que iba a hacer si el no se dejaba, por lo que se dejó de resistir, pero primero le quité sus botas y sus calcetines para sacar esos pies que olían tanto que no pude evitar olerlos y saborearlos un rato hasta finalmente bajarle el pantalón y los boxers dejando descubierto su gran culo, para ser hetero era bastante culon, sudaba y olía demasiado a macho y eso me estaba excitando demasiado, abrí sus nalgas peludas para ver su ano todavía más peludo y sin pensarlo metí mi cara entre ambas malas y empecé a jugar con mi boca en su agujero mientras lo masturbaba con una mano y le tocaba el abdomen con la otra, alzaba la mirada y el solo seguía viendo hacia otro lado pero en sus ojos yo veía sus ganas de llorar del coraje que tenía, lo que por alguna razón me ponía más caliente.
Después de estar así un buen rato chupándole el culo mientras lo tenía abierto de piernas en el sillón yo quería más así que le dije que fuéramos a su cuarto.
El me suplico por favor que ya no hiciera más cosas pero estaba tan caliente que a mí ya no me importó así que lo seguí amenazando y no tuvo más remedio que pararse para ir juntos a su cuarto donde por fin me iba a hacer sentir su verga.
Había algo en esa situación que me excitaba mucho, y era lo bien que se sentía hacer sentir violado a un macho hetero como el.
Continuará…
Parte dos, por favor