Mi viaje parte 2: El abuelo de mi mejor amigo 1/2
bastante peluda y con unas bolas gigantes, su verga, con un tono mucho mas negro que el de su piel, estaba flácida, por lo que antes de actuar, mire hacia arriba y pude ver como me estaba mirando fijamente, con una mirada malvada y mirándome directamente a los ojos, como una bestia a punto de cazar .
Hola a todos, espero y les este gustando el anterior relato, cada parte de esta historia contare los encuentros completos, por lo que son un poco largos, espero y les guste
En la parte anterior les cuento de como estuve de viaje en mi pueblo, quedándome en la casa de mi mejor amigo, la parte uno habla sobre su papá, el cual es un señor de 48 gordo y versátil, aunque en ese encuentro solo hizo de pasivo. En esta parte les contaré sobre mi encuentro con el abuelo de mi amigo, y de como me vuelve su perra sumisa…
El anterior relato ocurrió un jueves, al día siguiente mi amigo me dice que se tiene que quedar a dormir donde su abuelo y me invita a ir; por darles algo de contexto, el abuelo de Juan, el Señor Juan, es un viejo de unos 80 y algo años, que tiene bastante dinero, su casa es muy grande, pues en su juventud tuvo varias mujeres y por ende varios hijos, aunque hoy en día vive sólo; El señor Juan es de mal carácter, amargado y enojado casi todo el tiempo, con cualquiera que no tenga su confianza, y la razón por la que vive solo es, en palabras de mi amigo, porque un día se enojó tanto que echó a todos sus hijos de su casa, y por eso ahora vive solo.
A raíz de vivir solo en su casa, le dijo a mi amigo y su hermano que se podían quedar con él, después de todo con ellos no había peleado, siendo este el caso de varios de sus otros nietos también, el caso es que siempre era el hermano de mi amigo quien se quedaba con él, pero este sábado iba a salir a hacer no se que tanto y no se podía quedar con él hasta el martes, por lo que mi amigo lo iba a reemplazar, y como a donde yo fuera, mi amigo iba y viceversa, mi amigo preguntó y su abuelo accedió a hospedarnos a los dos.
Al llegar a la casa del Señor Juan, noté como era una casa inmensa, con dos pisos, varias habitaciones y hasta una piscina en la parte de atrás, con varios autos y motocicletas en su garaje, todos relucientes y muy bien cuidados, mientras estábamos en camino mi amigo me advirtió sobre su abuelo, pues era un señor algo malhumorado con las personas que no conoce, por lo que tendría que ganarme su confianza, a parte de ser amargado, era un completo patán, el típico viejo que vive en una época antigua, donde las mujeres y los gays son inferiores, así que me advirtió no mencionar nada que parezca lo mas mínimo a alguien gay (que como sabrán uno suele bromear entre amigos de eso) y no mencionar nada de política o algún tema que pueda ser controversial, con eso en mente, si todo sale bien su abuelo es muy atento con los huéspedes, dándonos de comer y beber lo que quisiéramos, así como dejarnos andar libremente por su casa, a mi amigo hasta le deja usar una de sus motos.
Al llegar a la puerta mi amigo gritó llamando a su abuelo, mientras tocaba la puerta, el cual su abuelo respondió con un breve “Ya voy” y luego de unos 2 minutos abrió la puerta, El señor Juan era algo mas pequeño que mi amigo pero mas alto que yo, de unos 1.75 mas o menos, con unos músculos no tan marcados pues se veía que con los años subió de peso, y aparte de toda la gordura, tenia una barriga cerveza bastante grande también, al igual que su hijo y nieto, el señor solo tenia vellos en su pecho y el resto del cuerpo era casi lampiño (a excepción de su entrepierna, pero esa la veremos mas adelante) su piel era muy negra también, con un corte clásico así como una barba un tanto corta y bien cuidada, con un gran bigote también para complementar. Vestía unos shorts de tela que le llegaban hasta las rodillas, el cual le marcaba demasiado el paquete “debe tener un enorme miembro también” pensé; una camisa de botones abotonada solamente hasta arriba de su ombligo, dejando al aire su gran y voluptuoso pecho, lleno de pelos entre canosos con café, una cadena con una cruz justo en el centro de su pecho y unas sandalias de cuero.
Su aspecto era todo lo que yo podía desear, sin aún ver su verga negra; mi amigo lo recibió de un abrazo y nos presentó “mire abuelo, él es Daniel, un amigo del colegio” señalándome mientras el señor y yo nos dábamos la mano “Mucho gusto señor Juan” le dije mientras le sonreí “igualmente, pasen” entramos ambos y a cada uno se nos dio un cuarto, rápidamente entramos y acomodamos nuestras cosas, luego nos dijo que estaría en el patio tomando unas cervezas y que si gustáramos lo acompañáramos. Yo deje mis cosas y fui hacia allá, ya mi amigo y su abuelo estaban sentados viendo a la piscina.
Hacerle conversación era algo complicado, casi no hablaba con nosotros, o mas bien conmigo, únicamente se dedicaba a hablar cada tanto a mi amigo de una que otra cosa, preguntándole por la familia y los estudios; yo por mi parte me limitaba a escucharlos y cada tanto sacar mas cervezas de donde estaba y destapándola para ellos, la mirada del señor me daba algo de miedo, con el seño fruncido, casi como si estuviera viendo a alguien con mucho enojo, por lo que preferí no decir nada y solo asentir o reírme si decían algo relativamente gracioso. A eso de las 9 de la noche, mi amigo se estaba quedando dormido “Bueno, yo los dejo, estoy desde las 5 despierto por el trabajo” nos dice mientras se retiraba a su habitación; fue entonces cuando el señor Juan y yo quedamos solos en el patio, ya se estaban acabando las cervezas, y yo no tenia ni idea de como romper el hielo para hablar de la mas mínima cosa; estuvimos un par de minutos en silencio hasta que recordé que el señor había estado en la milicia «Oiga señor, usted fue militar, ¿verdad?» a lo que sin voltear a verme y con su cara de enojado responde con un breve «Si» a lo cual luego de unos segundos en silencio le comencé a hacer varias preguntas al respecto, a las cuales respondía con la misma frialdad y seriedad «¿Que rango tenia?» «Sargento» «¿Hizo el servicio aquí? ¿hace cuanto?» «Si, como 20 años, ya tengo 15 de jubilado» creo que esto ultimo fue la respuesta mas larga que me dio en este lapso de tiempo, sin mas que preguntarle para no hacer todo mas incomodo, le dije que ya se estaban terminando las cervezas, y que me iba a dormir; entonces me puse a recoger las botellas que había dejado mi amigo para ordenarlas a un lado del patio, y el señor sin decirme nada solo entró y subió a su habitación.
Cuando fui a mi habitación, ya el señor Juan había salido de bañarse, como si no supiera, o mas bien no le importara, de que estábamos ahí; el Señor se había quedado dormido completamente desnudo y con la puerta abierta, al subir las escaleras lo primero que vi gracias a la luz de la noche fue su voluptuosa forma, boca arriba y con las piernas y los brazos abiertos, estuve unos cuantos segundos asomado por su puerta, viendo esa silueta grande, intentando ver su miembro, pero estaba muy oscuro como para ver algo, luego de ver como se acomodaba de lado en la cama me fui sigilosamente hasta la habitación, me dormí pensando en el semental que estaba dormido totalmente desnudo cerca de mi habitación. Al día siguiente nos despertamos a eso de las 7 de la mañana, el abuelo nos hacia desayuno mientras nosotros íbamos conversando con el esperando, pues me ofrecí a ayudar pero se negó, luego de desayunar, mi amigo nos dice que tiene que hacer algo esta tarde, por lo que llegara en la noche a dormir así que nos quedaremos solos su abuelo y yo; luego de desayunar me ofrecí entonces a lavar los platos mientras él se iba a bañar, acabé rápidamente, pues recordé que no cerraba sus puertas, por lo que al terminar de bañarse, yo entré a su habitación “de manera descuidada” para poder verlo desnudo, aunque también sabia que debía ser cuidadoso, no me fuera a apuntar con un arma por andar de gay.
Subí lentamente, y al entrar en su habitación, el señor Juan estaba dando la espalda a la puerta, por lo que no me vio llegar y yo por mi parte no pude ver ese gran paquete que se carga, únicamente sus nalgas súper firmes, con muy poco pelo, y usando una toalla para secarse el pecho y la parte de arriba de su cuerpo, haciéndome el torpe y de manera super asustada le dije «Ejem, disculpe Señor, nosotros no trajimos toalla, de casualidad tiene una que me preste» le dije mientras miraba hacia un lado luego del «disculpe», mas que para disimular, lo hice porque no quería mirar a su entrepierna y que se diera cuenta, o peor, tener una erección frente a él “Ahí hay» señalándome a su baño mientras se acercaba a su closet a buscar la ropa que se iba a poner.
Al entrar a su baño me puse a mirar donde estaban las toallas, el baño era algo grande, tenia una bañera grande, la cual tenia una ducha arriba, un espejo que cubría casi toda la pared y en los gabinetes tenia todo tipo de artículos de aseo, al lado de la puerta estaba el canasto de la ropa sucia, y como recordarán si han visto mis otros relatos, tengo una fascinación por oler la ropa interior, así que inmediatamente que el señor salio del cuarto, vi la ropa que tenia puesta el día de ayer, a diferencia de sus hijos y nietos, el señor juan no usaba boxers, en su lugar tenia unos calzoncillos holgados de esos que tienen un botón al frente; su olor era extraordinario, el olor a verga sudada se podía sentir en toda la parte del miembro, después de todo estuvimos todo el día en la piscina, el olor a su verga y culo sudados me impregno casi que inmediato, me atreví a lamer la parte interna de estos, y sabia igual de bien que olía, a sudor y verga, salado y delicioso.
Así estuve un momento oliendo sus calzoncillos, con ellos en mi cara mientras miraba que el señor no regresara, en sus cajones encontré una caja de condones XL, con los cuales me impresione mucho, para que se hagan una idea, los condones XL están diseñados para penes gigantes, estamos hablando de mínimo 20 centímetros de largo, y unos 6 de ancho; realmente para tener la necesidad de usarlos, es porque el resto de tallas te quedan algo mal; super impactado con esto, abrí el resto de cajones para buscar las toallas, luego de claro esta, encontrarme con lubricantes y otras cosas de aseo, finalmente tome una toalla y me fui a mi habitación. Nunca e sido de vestirse femenino, me puse una sudadera, con una camiseta básica y unas sandalias.
Al bajar me encuentro con que mi amigo había vuelto, con una bolsa y unas cuantas cosas en la mano «Solo vengo a dejar esto, ya me tengo que regresar» a lo que después me mira a mi y me entrega otra bolsa diferente «Estos son tuyos» me dice guiñándome el ojo y echándose a reír, al revisar la bolsa vi que eran unos brownies, los cuales por los gestos de mi amigo me daba a entender que tenían weed; deje ambas bolsas en la cocina a petición de su abuelo, cuando estaba en la cocina su abuelo entra y me pregunta «¿Esos tienen marihuana?» a lo que yo totalmente frio y sin saber que respuesta darle, pues no sabia como iba a reaccionar, volteo a verlo y sueldo un leve «Emm, pues» a lo que me interrumpe diciendo «No te preocupes, yo se que mi nieto hace eso, yo fui quien le dio su primer porro» sorprendido por el comentario, me alivie un poco y le dije «Pues no estoy seguro, creo que si, pero no sabre hasta probar uno» le dije entre risas algo penosas y con intención de aliviar el ambiente, pues como dije, su abuelo siempre tenia el seño fruncido.
«Entonces, ¿Usted fuma?» le pregunté «De vez en cuando, a veces uno necesita relajarse y no tiene un culo cerca» me dice mientras dejaba los brownies buenos en la nevera; arriesgadamente le pregunté «Siendo asi, ¿Quiere uno? no tenia pensado comerlos ahora, pero si gusta compartimos uno» no se lo dije con ninguna mala intención, aunque por mi cabeza pensaba que al estar en ese estado, se pondría a hablar más conmigo, luego de pensarlo un poco me soltó un breve «Bueno, esta bien». Luego de comernos un brownie entre los dos, nos sentamos en su sofá en la sala; su sala es algo espaciosa, con un sofá cama grande y una TV de unas 50″ o quizás más, la encendió y se puso a pasar por los canales buscando algo que ver.
Cuando se fuma la reacción es inmediata, pero al comerse algo con marihuana, suele tardar unos 30 a 40 minutos en hacer efecto, y para los que no son consumidores, su efecto hace que estés mas contento de lo habitual, puesto que sientes todo multiplicado por 10, es por esto que mucha gente consume al momento de tener sexo, pues un orgasmo lo sienten 10 veces mejor; quise intentar platicarle un poco más abriendo la conversación antes de estar drogados «Entonces señor, como asi que usted no coge en esta casa tan sola?» le pregunte con algo de miedo, pero si pasaba cualquier cosa, podía culpar al brownie «Pues si, no tengo esposa, y las viejas de por aquí están todas feas» me responde «y las jóvenes?» le pregunté «No, esas putas son muy complicadas de llevar a la cama, y ya no estoy joven para andar metiéndome con muchachitas» me responde para luego añadir «de vez en cuando me busco una puta por ahí que se vea buena y no cobre tan caro»
Unos minutos pasaron y ya podía sentir un poco el efecto, le pregunté «Oiga señor, y ¿Cuánto tiempo lleva usted sin culear?» con lo cual el señor no cambio su gesto de enojado y me responde con un «Mmm pues, como un año o más» rascándose su barba mientras se acomodaba en el sofá; no les dije, pero el día de hoy andaba vestido con unos shorts de tela, de esos que son super holgados y cómodos, asi como una camiseta básica y unos tenis; al sentarse, ocupaba bastante espacio en el sofá, abriéndose de piernas dejando que el aire entre y con su bulto al aire, el cual claramente yo intentaba mirar con mucho disimulo. «Osea que lleva un año con pura paja?» le pregunte entre risas, ya sintiéndome algo mas elevado, «No, ni que tuviera 15 años para andar pajeandome» me responde con un tono algo enojado, «Si me dan ganas, voy y me cojo a una puta por ahí, pero con esta vida casi no me da tiempo de nada» añade recostándose hacia atrás y bajando el elástico de sus shorts de su barriga a su cintura, para mayor comodidad.
Al ya estar bastante elevado, supuse que el señor también estaba en mis mismas condiciones «Yo si me culie a una vieja hace unos días, con un culo grandote en la oficina de su papá» le dije de manera picara y con intenciones de hacerlo hablar más «Menos mal que la hija no es mía, porque yo si te levanto a tiros por andar de confianzudo» me dice de manera algo seria «Bueno, uno también tiene que coger, sino es ahora, ¿cuando?» le dije «Pues si, tuviera yo 40 años menos y estuviera haciendo hijos por ahí» me responde viendo una película que había puesto en la TV, «Bueno, pero no tiene que tener 20 para poder culear» le dije, «Bueno, y cual es tu fascinación con el tema, ¿Quieres verga tu? maricón» me dice con un tono muy amenazante y enojado, me había descubierto, y es que claro, con 80 años, difícil que no se supiera todas las líneas del libro; con una risa nerviosa le digo «Hombre no, ni que yo fuera de esos» sin mucho hablar me dice «¿Como no? si no me hablaste en todo el día y lo primero que me hablas es de coger» me dice mirándome fijamente con unos ojos bastante impotentes, en este momento fue cuando pensé «Bueno, plan b» y para excusarme le dije «Bueno, es que me daba miedo hablarle, pero estando trabado se me quita la pena, y me dan muchas ganas de coger, por eso el tema de conversación»
El señor resopla como diciendo «Claro y que más» y volviendo a mirar al TV «Aquí en mi casa no vas a andar con maricadas» me dice, «Que no, aparte ya le dije que no soy gay» luego de una pausa añado «Aunque bueno, uno caliente ya nunca sabe donde la termina metiendo» a lo que vuelve a mirarme y me dice «ya sabia yo que tu eras maricón, los niños de ahora crecen cada vez mas como niñas» con otra leve risa le digo «bueno, que era una broma, no se ponga asi» disimulando un poco la incomodidad, le pregunto «Oiga, ¿No quedaron cervezas de ayer?». «Si» me responde «Me regala una?» le pregunto, «Si, y me traes una» me dice; rápidamente fui a la cocina y saque un par de cervezas, las destapé y le di una al señor, «Ahora también va a decir que lo voy a emborrachar para cogérmelo» le dije mas que todo por estar tan elevado y sin filtro «Jajaja, ni que pudieras emborracharme con un par de cervezas, primero te cojo yo a ti» me responde mientras se agarra su bulto en forma de burla.
«Yo tampoco me emborracho tan fácil, mis padres beben mucho y me heredaron eso a mi, una cerveza no me hace nada, solo el trago» le digo mientras me siento en mi lugar de antes, al lado de él «A si? y que te gusta tomar?» me pregunta algo sorprendido «Bueno, yo tomo cualquier cosa, desde whisky hasta ron» dando un sorbo de mi cerveza, «Bueno, veamos que tan aguante tienes, casi no hay cervezas, porque no vas y te traes una botella de la vitrina en la cocina, a ver cual trago va a escoger la niña» me dice; yo sin pensarlo dos veces fui al estante, donde había todo tipo de bebidas, desde vinos viejos hasta bebidas algo caras, dándome de catador, cogí una botella de vodka, agarré dos vasos y me regresé con el señor. «A ver, esta que tal» le digo entregándole la botella «Jeje, bueno, nada mal» me dice mientras la abre y nos sirve a los dos «Si vas a bebe conmigo, debes llevarme el paso» me dice dando un gran trago de su vaso. «normal» le digo mientras doy un sorbo también.
luego de unos minutos y varios tragos encima, el señor rompe el hielo diciendo «Uy, este trago siempre me a puesto a mil» me dice agarrándose firmemente la entrepierna «Si, el trago lo pone uno loco y desastroso» le digo «Una vez por culpa del ron termine en playa sin darme cuenta, y en ese entonces yo vivía aquí» le respondo (en la ciudad actual no hay playa, pero si esta cerca de ciudades donde si hay) «bueno, esto no es ron, es vodka» me dice «exacto, es peor» le respondo; no podía creer la situación en la que estaba, en plena tarde, drogado y tomándome una botella de vodka con uno de los señores mas hermosos que había visto, sin cuidado me puse a repararlo, sus brazos a los lados, sobre el espaldar del sofá, con su camiseta sudada en el pecho y en las axilas gracias al calor y al trago, con sus piernotas abiertas, firmes y musculosas, y lo mas importante, un bulto gigantesco bajo toda esa barriga cervecera, no pude evitar acordarme de los condones talla XL y creo que involuntariamente me relamí los labios, mientras miraba a su entrepierna, cosa que él notó.
«Bueno, ¿Qué tanto miras? ¿Te gusté?» me dice con un tono amenazante, aunque para este momento su cara no estaba fruncida, yo no le respondí, lo miré a la cara y volví a mirar a su entrepierna, luego solté un leve suspiro mientras le volvía a ver a la cara «Bien fácil fue descubrir que eras marica, lo supe desde que entraste» me dice, se agarra con una mano su entrepierna y me vuelve a preguntar «Bueno, ¿Te gusta? ven a chupármela entonces» mientras su otra mano me hace el gesto de que me acerque, yo sin saber como actuar me quede algo inmóvil, ¿acaso habla enserio? me pregunté ¿y si es una excusa para levantarme a golpes? pensé. «Bueno, ven, ¿no es lo que querías?» me responde con un tono muy dominante, ambos tomamos un poco más de nuestros vasos y yo me pongo de pie, al ver que no hacia nada me acerqué a él arrodillándome a sus pies, mientras acercaba mi mano lentamente hacia su entrepierna «Ven pues» me dice agarrando bruscamente mi cabeza y llevándola hacia su bulto, mi nariz y boca tocaban sus shorts, podía sentir como no tenia ropa interior abajo, y al ser tan delicada la tela, sentía sus bolas en mi boca, y su pene flácido en mi nariz.
Con la señal verde, agarré ambos extremos de sus shorts y los bajé rápidamente hasta sus rodillas, los cuales cayeron al piso luego de esto, la verga que tanto me había imaginado estaba a centímetros de mi, bastante peluda y con unas bolas gigantes, su verga, con un tono mucho mas negro que el de su piel, estaba flácida, por lo que antes de actuar, mire hacia arriba y pude ver como me estaba mirando fijamente, con una mirada malvada y mirándome directamente a los ojos, como una bestia a punto de cazar a su presa; sin dejar de mirar hacia arriba, mi mano agarró su pene flácido y lo comenzó a masturbar, mientras me dedicaba a chuparle sus bolas grandes y peludas «Tremenda cara de maricón que traes, puta» me dice muy atemorizante, mientras agarraba mi cabello con una mano para alejarme un poco y con la otra mano agarrar mi barbilla desde abajo, con sus dedos abriéndome la boca al sujetar mi mandíbula desde abajo «Se ve que eres bien sumisa y te gusta andar regalando el culo» me dice mientras me pega una abofeteada con la mano derecha que sujetaba mi mandíbula «Me querías poner caliente, ahora te vas a tragar mi verga» me dice mientras su mano izquierda, aun sujetando mi pelo, me llevaba hasta su pene; yo no supe más que obedecer, metiéndome su verga en la boca y chupándola como nunca; a pesar de estar flácida, era bastante grande y gruesa, como si ya estuviera erecta, gracias a mis lamidas y chupadas, su verga se empezaba a despertar, agrandándose poco a poco dentro de mi boca, hasta el punto en que estaba completamente erecta, sin mentirles, fácilmente eran unos 25 cm de carne negra y venuda frente a mi, con pelos en la base como si no se hubiera depilado en meses.
Me costaba un poco lamerla toda, el recorrido de la base hasta la punta era largo, y al llegar a la cabeza mi lengua daba vueltas en circulos, todo sin dejar de mirarle a los ojos «Eres una perra barata» me dijo «Media botella y ya me estas mamando la verga» añadió mientras me agarraba con fuerza empujando hacia él mientras su verga estaba dentro de mi boca «¿Te gusta mi verga princesa?» me dijo mientras me daba otra abofeteada un poco mas fuerte que antes, yo me sentía super caliente, por primera vez en mi vida me estaban degradando y llamándome nombres, y eso me encantaba, por muy afectivo que fuera el insulto, yo solo me prendía más y me dejaba hacer de todo lo que él quisiese, recibiendo cualquier orden que me diera sin oponerme, me acomodé un poco para dejar mi garganta en dirección a su pene, pues quería intentar tragármela toda y que me cogiera la garganta «¿Te gusta mamarla verdad? ¿la quieres probar completa? a ver que tal lo haces» me dice mientras se sienta un poco mas cerca de mi y recuesta su espalda hacia atrás, sus manos ya no me sujetaban, en su lugar agarró su vaso con la mano izquierda, y con la derecha sostenía la base de su verga, manteniéndola en dirección hacia mi.
Nunca había estado con una verga de gran tamaño como esta, grandes si, pero nunca así; le mamaba la verga como nunca antes, chupándola y lamiendo por todas partes, la besaba y la metía en mi boca, todo una y otra vez; cada vez intentando meterla mas hasta el fondo, llegaba a la mitad y poco a poco intentaba meter más, tosiendo y con arcadas, pero luego de tanto esfuerzo pude meterme todo a la boca, con su cabeza en mi garganta y sus pelos entrando por mi boca y nariz, olía a sudor, sabia muy salado y al ser tan grande, me costaba un poco respirar, sus manos agarraron por cada lado mi cabeza y me sujetaban en esa posición, por un momento, mis ojos se echaban para atrás como si me fuera a desmayar, sentía como se me iba el aire y el sabor, me agarraba de sus rodillas e intentaba alejarme de él, pero no podía, en parte porque su fuerza era mayor a la mía y por la falta de aire; finalmente soltó mi cabeza, haciendo que de un salto sacara esa gran y gruesa verga de mi boca, con los hilos de mi saliva por todo su miembro y conectando los centímetros que estaban entre mis labios y la punta de su cabeza.
«Muy bien nena, lo conseguiste» me decía mientras me miraba con una sonrisa de oreja a oreja «Aunque casi te nos vas» me dice dándome varias bofetadas rápidas y leves como diciendo «bien hecho campeón» yo por mi parte no podía decir nada, suspiraba fuertemente tratando de recuperar el aire, mirándolo desde abajo directamente a sus ojos, viendo como se reía de mi con la mayor de las malicias «¿Le gustó?» le dije mientras recuperaba el aliento «Me encantó putita, a ver que más puedes hacer» me dice mientras su mano me agarra del cuello, su mano era muy grande y fuerte, cubría prácticamente todo mi cuello con una sola y me guiaba hacia arriba, una vez que yo estaba de pie me queda mirando sin decir nada «Todavía no estas satisfecha, ¿Verdad maricona?» me dice sonriendo, a lo que respondo moviendo mi cabeza de lado a lado «Bien, sube que te voy a partir ese culo» mis ojos brillaron y sin darme cuenta solté un «A mi hágame lo que quiera señor»…
Se me hizo muy largo el relato, asi que lo corté en 2, ya mismo subo la otra parte, espero y les guste esta parte, asi como la siguiente 😉 recuerden que si les gustan los gordos y maduros, me pueden seguir en mi Twitter @LDGhost28 y si son maduros y gorditos, no duden en mandarme sus fotos 😉 delgados no porfavor xd
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