Mi vida de zorra inicio de pequeña (Parte 4)
Volviendo a la historia entre el novio de mi mama de 40 años y yo de 8..
Como conté en el relato anterior ya Esquibel me había partido mi vagina con su dura y deliciosa verga a mis 10 años y me la seguía partiendo, aprovechando que me iba para su casa algunos fines de semana, creyendo mi mama que también estaba la hija de Esquibel. Pero que en realidad se iba para donde la mama.
El único problema que tuvimos después fue que mi mama comenzó a obligarme a traer a mi sobrina que en ese momento ya tenía 6 años. Una niña rubia, blanca, de rostro hermoso y que heredo el trasero de mi mama, hija de puta que trasero tenía esa niña. Ya entonces no podíamos andar desnudos por la casa y tener sexo cuando quisiéramos. Teníamos que aprovechar a que Esquibel me la metiera cada vez que ella aceptaba quedarse sola en un cuarto viendo televisión y cuando se dormía. Un día Esquibel se inventa bañarnos todos juntos en la regadera y mientras nosotras estábamos solo en panti, él estaba en calzoncillos. Y yo la ponía viendo hacia la pared mientras le lavaba el cabello y allí aprovechaba Esquibel para bajarme un poco el panti y su calzoncillo y follarme el culo, pero sin penetración pues no me podía acomodar bien. También se le ocurrió a Esquibel jugar al doctor como cuando mi sobrina estaba más pequeña de 4 años y ella se dejaba follar al igual que yo, pero sin yo saber que ella se dejaba. Cuando me tocaba a mí el me cogía en serio esta vez, penetrándome la vagina. Cuando le toco a ella, oí que se quejó y luego salió de la sabana y no quiso jugar más a eso. No supe en ese momento, pero al parecer él había intentado follarle el culo nuevamente y ella se molestó.
Llego la noche y ya era hora de dormir. Dormiríamos en la misma cama. Esquibel había puesto el colchón grande en el piso, pues la cama hacia ruidos con el sexo desenfrenado que teníamos y no queríamos despertar a mi sobrina. Una vez se durmió mi sobrina, Esquibel y yo nos desnudamos, yo me le trepe encima y me empale. Comenzó con lo que mas le gustaba que era meterme el dedo en mi ano y alzarme un poco el culo y comenzar a alzar y dejar caer su cadera, metiéndome y sacándome su verga de mi vagina a una buena velocidad. No se él, pero que estuviera mi sobrina al lado de nosotros y que pudiera despertarse en cualquier momento por el movimiento y el ruido, me excitaba demasiado. Tanto así que no me aguantaba mis gemidos y disfrutaba al máximo la cogida tan rica que me daba Esquibel. Después de un buen rato me saco el dedo de mi ano y me dejo trabajar a mí. A mí me gustaba mover mi cadera de adelante para atrás y de atrás para delante. Eso ocasionaba una penetración deliciosa. Y así estuvimos por un mayor tiempo. Luego me acostó boca arriba y se subió encima para cogerme de frente y comenzó también a devorarse mi boca, mis labios y mi lengua; al igual que yo a él.
Lo que contare desde ahora será lo que leí en un diario que encontré de él, cuando ya habíamos terminado, que fue a mis 15 años, pero esa no fue la razón del fin de la relación. Bueno según leí, esa noche mientras me estaba cogiendo de frente se le ocurrió tocar el frondoso trasero de mi sobrina y yo no me di cuenta. Al parecer mi sobrina estaba durmiendo boca abajo exponiendo ese culo enorme que tenía. Al parecer el culo de mi sobrina le excito tanto que me puso de perrito y me comenzó a coger mi vagina por detrás. De vez en cuando me daba unas nalgadas que después mi sobrina me pregunto sobre lo rojas que estaban mis nalgas al siguiente día. Me daba duro con esa verga en mi coño. Nunca lo había sentido tan efusivo cogiéndome de perrito. De pronto comenzó a hacerlo despacio. Pero según su diario, era que comenzó a tocar de nuevo el trasero de mi sobrina mientras me cogía de perrito. Yo tenía 10 años y aun sin el periodo, por lo que de pronto se vino como nunca se había venido en mi coño. Ufff me sentí llena. Luego se acostó en medio de las dos y sentí como me metió su dedo en mi coño lleno de leche. En su diario decía que luego le metió ese dedo embarrado entre los labios de mi sobrina. Con razón la oí quejarse unos segundos, dormida en ese momento. Pero creí que estaba soñando. Yo tenía sueño así que me dormí. Ahora según su diario, él había quedado muy satisfecho con la cogida que me había dado. Pero mientras dormía siguió tocando el trasero de mi sobrina, pensando que, si tan solo esa beba de 6 años se dejara, de pronto podría hacer un trio si me lograba convencer. Y eso sería el cielo para él.
De pronto cogió una de las manos de mi sobrina y comenzó a masturbarse la verga, haciendo que la mano de mi sobrina le agarrara la verga y le subiera y le bajara el pellejito. Le gustaba tanto que se le volvió a parar y eso que no había usado pastillita azul esa noche. Se levanto y como mi sobrina estaba boca abajo, lo único que tuvo que hacer es bajarle el panti hasta las rodillas. Luego metió su verga entre las nalgas de mi sobrina y comenzó a follarla con cuidadito y despacio. La puta de mi sobrina nunca reacciono. Según su diario eso se sentía muy delicioso, aun mas que cuando me follo mi culo sin penetrar por primera vez. Pues claro con ese culaso que tenía mi sobrina, como no. Como mi sobrina no reaccionaba, comenzó a darle más duro, sentía como su verga pasaba por la vagina de mi sobrina y como su piel se juntaba con las nalgas de la niña. Era el cielo para el en ese momento. Hasta que no aguanto más y se vino en la entrepierna dejándole toda llena de leche, la vagina, y el culo. Cogió su propio calzoncillo y la limpio. Y subió su panti, tentado a virarla para chuparle la vagina, pero temía que se despertara. Mejor lo dejo así.
Tanto Esquibel como yo estábamos desnudos y así dormimos. Al día siguiente ella fue la primera que despertó y nos vio a ambos desnudos. De una me fue a despertar y me pregunto que por qué estábamos desnudos y le dije que hacía calor. Le dije acuéstate conmigo y la puse delante mío prendiendo la televisión para que viera animados. En eso despierta Esquibel estando su verga parada porque siempre amanecía así. Coge la sabana y nos tapa a todos. Y jala mi culo más hacia él, sin que mi sobrina se de cuenta. Se acomoda y me inserta su verga en mi vagina. Lo cual me provoca un gemido por la brusquedad con que lo hizo. Mi sobrina me pregunta que me paso y le dije que nada. Y comenzó a darme esta cogida de las buenas en cucharita. Le dio y le dio hasta que se vino dentro de mi coño.
Luego dijo que fuéramos a bañarnos juntos y se pensando que, si ya nos había visto desnudos, para que guardar las apariencias, se levantó así mismo y me jalo igual desnuda yo jale a mi sobrina, y le quite toda la ropa. Nos metimos al baño desnudos. Y comienza con su cosa Esquibel. Y prende la regadera y comienza a pasarme sus dedos en medio de mis nalgas y luego en medio de mis labios vaginales, todo siendo observado por mi sobrina. A mí me daba medio pena, pero a la vez me excitaba un poco. Luego me untaba jabón y me enjuagaba. Yo para seguirle el juego también agarre su verga que se estaba comenzado a para y comencé a lavarla y le unte jabón y la enjuague. El muy puto me dice que debía lavarlo mejor y que usara lo de siempre. Yo lo mire como regañándolo. Y él se agarra la verga ya toda parada ante los ojos incrédulos de mi sobrina y me dice:” ¿Que acaso no te apetece lavar mi verga con tu boca?”, La verdad si quería, pero me daba cosa con mi sobrina. Y le dije a mi sobrina: Bebe, aprende a lavar verga de hombre, que tu tía no durara para siempre. Y comencé a darle esta mamada a Esquibel que hasta gemía un poco, cosa que no acostumbraba. Mientras tanto mi sobrina solo veía como con cara de incredulidad. Me excite tanto después de unos minutos de estar mamando ese pedazo de carne firme y a la vez suave, que me puse contra la pared, me incline y le dije que lo metiera en mi lavadora y el de una lo hizo y me comenzó a coger muy rico y yo gemía que gemía. Y le decía más duro, más duro papi. Y el dándole más duro cada vez, hasta que termino dentro de mi vagina.
Y dice Esquibel: Wao quedo bien limpio. Mi sobrina solo se quedaba mirando la verga. De allí nos lavamos bien y salimos a la cocina así mismo desnudos a hacer lago de comer. Tampoco vestí a mi sobrina y ella no pidió que lo hicieran. Se sentaron ambos en el sillón, pero en lados opuestos y ella miraba la tele y a cada rato se le desviaba la mirada hacia la verga placida de Esquibel.
Les contare después lo que siguió.
Qué delicioso relato!
Que relato más delicioso, le he seguido desde el primer capítulo y me tiene enganchado, felicidades excelente trabajo
Gracias. Me esfuerzo en darle candela al relato.