Mis experiencias sexuales 7 – El chico que vivió demasiado rápido
«Quería probar el sexo antes de irme» Dijo unos días antes de su desaparición .
Hay personas que con poco tiempo de conocerlas, pueden dejar un gran impacto en tu vida. Este relato es acerca de Hector. Un chico al que le quité su virginidad sin saber que quería probar el sexo antes de morir, lo cuál me contó después de hacerlo. También es un homenaje a ese chico que conocí por menos de dos meses y dejaría una gran marca en mi vida, por lo que intentaré ser lo más detallado posible
Todo comienza una de esas tardes de Grindr después del trabajo. De repente me apareció un chico de al rededor de mi edad que en su nombre solo ponía «Sitio, 23» Me dio curiosidad y le escribí. Ni siquiera sabía su rol hasta ahora. Al avanzar la conversación supe que era pasivo, pero no quiso enviar foto hot. Me dijo que llegara a su casa. así que en cuestión de 20 minutos ya iba en camino. Su casa quedaba a un par de calles de la mía así que no me tomó mucho tiempo llegar. La verdad no iba muy convencido pues su edad y el hecho de no haber visto foto hot, no me llamaba mucho la atención. Pero pudo más la calentura, así que decidí seguir el camino.
Al llegar a su casa, me enteré que era un conjunto cerrado, lo que me dio algo más de confianza, di mis datos en portería y me anunciaron. Pese a ser conjunto cerrado, Hector vivía en un primer piso. Me dieron acceso y llegué a su puerta, lo vi y me pareció atractivo, un chico delgado, con cuerpo de twink, y cabello negro. Me invitó a seguir y en ese momento supe que vivía con roomies, pero estos se encontraban en clases hasta la noche (Eran al rededor de las 4 PM) Así que teníamos tiempo suficiente. Me invitó a su cuarto mientras le hacía conversación acerca de cosas triviales. A qué se dedicaba, con quién vivía, de dónde era su familia. En fin, gracias a eso supe que era de un pueblo cercano a la ciudad, que estudiaba Química en universidad pública y que como mencioné, vivía con roommates. En medio de la charla le tocaba la pierna, él se veía bastante nervioso y hasta temblaba, por lo que le comencé a preguntar acerca de sus gustos. Musica, etc. hasta llegar al sexo, fue en ese momento que me confesó que era virgen y que yo sería el primero. Me subió demasiado el morbo y me lancé a besarlo, a lo que él correspondió. Mientras nos besabamos yo le quitaba la ropa y él a mí. Hasta quedar en ropa interior. Nos seguimos besando y yo le tocaba todo su cuerpo, prestandole especial atención a su culo. Sus nalgas duras y redonditas me tenían la verga a mil, pero antes de poderlo ver, él quería saber qué se sentía chupar una verga, así que me la sacó del boxer y comenzó a pajearme, se sentía muy bien pero lo que quería era que la chupara. Así que le agarré la cabeza despacio y lo llevé a mi pene. Se metió primero la punta y poco a poco se la tragó toda. Al principio la chupaba torpemente pero lo fui guiando lentamente para que tomara ritmo, una vez lo hizo empezó a chupar más fuerte y lo que me calentó más fue que gemía mientras chupaba. Le pedi que usara su lengua así que se sacó mi verga de la boca y me la comenzó a lamer como una paleta. Le pasaba la lengua de arriba hacia abajo y se detenía a lamer mis bolas. En ese momento hizo algo inesperado y se metió mis bolas a la boca, eso era algo que poco se esperaría de un virgen pero había estudiado bastante lo que quería hacer. Se sacó las bolas, subio con su lengua hasta la punta y volvió a chupar. Así pasaron facilmente 10 minutos en los que solo se escuchaba la mezcla de mi verga entrando en su boca, sus gemidos y su saliva bañando todo mi glande. Sentía que me venía y lo detuve porque ya quería ver ese culo.
Le pedi que se pusiera en cuatro sin quitarse el boxer. Siempre he tenido ese fetiche de ver a los pasivos en ropa interior y desnudarlos yo mismo. Lo cual obedeció. Una vez en cuatro pude observar sus nalgas mientras no dejaba de tocarlas. Le bajé el boxer y pude admirar su hoyito cerrado. No tuve que abrirle las nalgas ni nada, al ser tan delgado se le podía ver a simple vista. Me llevé un dedo a la boca para lubricarlo y se lo empecé a meter. En ese momento le pregunté si podía grabarlo, me dijo que sí. Así que tomé mi celular y con una mano le iba dilatando el culo y con el otro grababa esa situación para poderlo revivir después. En el video se ve como le meto un dedo, luego dos y él gime despacio pero se alcanza a escuchar, después del video me decidí a lamerle su anito cerrado. Comencé a pasarle la lengua al rededor y mientras más sentia que se lubricaba podía introducirla un poco. Una vez lo tuve ya bien lubricado y dilatado, le puse la cabeza de la verga en toda la entrada. Le avisé que se la iba a meter y me pidió que lo hiciera despacio. Así lo hice y poco a poco se fue tragando todo mi trozo. Era la primera verga que tenía en su culo, por lo que esperé un poco sin moverme para que se acostumbrara. Listo?, le pregunté para poder empezar el mete y saca. Una vez me dio luz verde empecé a moverme poco a poco, primero despacio y después aumentando el ritmo. Pude ver que su posición no era la más cómoda ni para él ni para mí. Normal, no sabía ponerse bien en cuatro. Le enseñé a arquear la espalda, levantando más su culo. Y en ese momento comenzó la verdadera acción. Con el culo bien parado y a mi merced, estaba recibiendo mis embestidas firmes y seguidas. En ese momento tomé mi telefono de nuevo y comencé a grabar de nuevo. En este video se ve él en 4 recibiendo mis embestidas y gimiendo rico. No dura mucho ya que quería concentrarme en romperle el culito. De vez en cuando se la sacaba y le pedía que se abriera bien las nalgas para ver ese hoyo abierto y dejarle caer un hilo de saliva directo de mi boca. Al cabo de unos 10 minutos cogiendomelo en cuatro, le dije que me iba a venir. Me pidió tragarsela así que se la saqué del culo, y se sentó en la cama a chuparmela por última vez. Le dio un par de chupadas hasta que no pude más y me descargué en su boca. Pude ver sus cachetes inflarse con mi leche y de forma inmediata cómo se la tragaba. Me vi la verga y vi que me la había ensuciado un poco. Pero no le di importancia ni hice un escandalo al respecto. Simplemente me metí a la ducha y me bañé. Una vez salí me dio un vaso helado de jugo, y me despedí con un beso en la boca. Al llegar a mi casa y ya hablando por WhatsApp, me contó que le había encantado tragarse mi leche y que lo quería hacer de nuevo.
Todo esto ocurrió el viernes 22 de junio de 2018. Nos la pasamos el fin de semana planeando el próximo encuentro, pero debido a sus compañeros de casa, y a mis horarios de la semana no fue sino hasta el miércoles 27 de junio que pudimos vernos de nuevo. En ese tiempo la conversación fluyó bastante. Me contó un poco más de él y de sus demonios. Había sido diagnosticado con esquizofrenia y de vez en cuando escuchaba voces que lo atormentaban. Sin embargo en mi inexperiencia con el tema, me pareció bastante funcional para algo tan grave así que no trascendió mucho el tema. Cada que tenía oportunidad me provocaba diciendome que quería tragar leche, por lo que esperabamos con ansias el próximo encuentro.
Finalmente llegó el día, y después de llegar del trabajo, me di una buena ducha, me lavé bien la verga y me fui a su casa. Al llegar, el ambiente estaba mucho más relajado. De hecho estaba viendo el partido de Mexico – Suecia en el mundial en su celular. Me invitó a terminar de verlo antes de pasar al cuarto. Yo tenía la verga a mil pero no le diría que no a un partido del mundial. Terminó el partido y me invitó al cuarto. Hacía calor así que tomó prestado el ventilador de uno de sus roomies y lo puso frente a la cama. Todo comenzó más relajado que la vez anterior, nos acostamos en la cama y empezamos a besarnos. Mientras nos besabamos nos tocabamos. Yo concentrado en su culo y él, no sé en qué momento me había sacado la verga y me la estaba masturbando, le tomé la cabeza para que bajara a mamar, y con gusto lo hizo. Se la metio de golpe en la boca y esta vez estaba mucho más suelto que en la anterior. Se la metía entera casi hasta ahogarse, yo estaba volando de placer hasta que me pidio que se la metiera ya. Yo lo acosté y me puse encima de él a seguirlo besando y tocando, Le bajé su pantalón junto con el boxer esta vez y no lo dilaté, solo le llené el ano de saliva. Me puse sus piernas al hombro y empecé a penetrarlo, esta vez se la tragó más facil, pero aún así esperé a que se acostumbrara para poder clavarlo bien, de repente me dijo «Dame». En ese momento empezó el mete y saca y Hector estaba mucho más entregado al placer. Ya no solo gemía sino que me decía cosas sucias como «Qué rico» «Metela toda» «Me encanta tu verga»
Después de un rato en esa posición le pregunté si quería cabalgar, dudó un poco ya que no sabía hacerlo pero le dije que yo le explicaba. Me salí de su culo y me acosté en la cama, él se puso encima y le dije que con su mano guiara mi verga hasta su hoyo, lo hizo y se la enterró poco a poco. Cuando ya la tenía toda adentro y él estaba encima de mi, le pedí que se emnpezara a mover despacio. Lo hacía de adelante hacia atrás mientras gemía y en su cara se veía todo el placer que estaba sintiendo, yo le pedi que me besara y así nos empezamos a besar mientras el mismo se daba sentones en mi verga. Un rato despúes nos cambiamos de posición. Lo puse de nuevo en cuatro, y esta vez lo hizo de maravilla. Le metí la verga facilmente y seguí dandole un rato. No sin antes grabar un video más. En este ultimo video, le estoy dando en cuatro y le saco la verga para que se abra las nalgas y verle el culo bien abierto. Estaba cerca de venirme y se lo avisé. El mismo se salió de la clavada y se sentó para chuparmela de nuevo hasta llenarle su boca de leche. Nuevamente se la tragó, y me metí a bañar. Esta vez el ambiente era algo diferente, no nos despedimos de beso como la vez pasada sino de abrazo. Un abrazo que se sentía como de despedida. De esos que sabes que será la última vez que ves a la persona, y efectivamente lo fue.
Las vacaciones se acercaban y ya no debía ir a mi trabajo en las mañanas, por lo que le propuse quedarnos cogiendo toda una mañana. La idea en un principio le pareció, pero un rato después al preguntarle cuándo, me dijo que cada vez las voces en su cabeza eran peores. Que no sabía cuánto le quedaba en el mundo pero que no quería irse sin haber probado el sexo, ahí me enteré que fui el primero, pero no el único. Ya que antes del segundo encuentro se lo habían cogido de nuevo. A mí no me molestaba porque no tenía ningun interes romantico en él, era más bien como querer tener un amigo con el que coges pero sin afectar la amistad. Por esos días me enteré que compartíamos la misma afición por la lucha libre y eso fue un nuevo nivel en nuestra amistad ya que teníamos un nuevo tema del qué hablar. Supe que era bastante experto en el tema y llegué a imaginar viendo los eventos mientras cogíamos o después, pero nada de eso pasó.
Comenzando julio, nos fuimos cada uno a su pueblo. Seguiamos hablando y me seguía provocando. Me decía que le guardara la leche para cuando nos vieramos, e incluso me mandó por primera vez nudes. Era de él acostado boca abajo y la foto tomada desde arriba, con el pantalón abajo se veían sus nalgas. Me calenté bastante y le dediqué una buena paja y le mandé el video corriendome. Me dijo que se la quería tragar y que pronto lo haría.
Durante todo el mes seguimos hablando, de temas varios. Nos calentabamos compartiamos memes, etc. como buenos amigos. Hasta que un día dejó de responder. Se me hizo bastante raro ya que casi siempre lo hacía, al día siguiente busqué su nombre en Facebook ya que no lo tenía de amigo. Y vi un cartel de desaparecido en una pagina de su pueblo. Me asusté bastante Y le escribía y le escribía y los mensajes ni siquiera le llegaban. El 30 de julio. En la misma página de su pueblo publicaron que el joven Hector X. se había quitado la vida en las afueras de su pueblo. Las voces finalmente habían ganado. Por momentos no podía evitar pensar en que pude haber hecho algo por él. Algo para ayudarlo a salir de esa oscuridad, pero era muy dificil estando tan lejos. Esa noticia me impactó bastante ya que compartíamos un vinculo sexual y yo lo consideraba un buen amigo. Hoy lo recuerdo con mucho cariño y con cada acontecimiento que pasa en el mundo de las luchas, me viene su recuerdo y digo «A Hector le hubiera encantado esto» Este relato lo cuento con todo el respeto y cariño que le tuve y también con todas las ganas que le tuve a ese chico que vivió muy rápido y perdió la última batalla contra su oscuridad. Dondequiera que estés Hector. Gracias.
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