Mis inicios

Como me volví un niño pervertido .
Soy un habitual lector de los relatos y me excito mucho leyendo, así que me animé a contar mi historia esperando que otros también puedan ponerse bien hot y ojalá pajearse bien rico. Primero me presento, actualmente tengo 36 años, soy casado, llevo vida de hetero, pero ocultamente tengo mi lado bien pervertido, me considero un tipo bisexual adicto al sexo, al porno y la masturbación, siempre busco a otras mujeres, hombres y hasta trans para satisfacer mis enormes deseos, pero eso es para otra historia si les gustaría saber. En esta ocasión solo quiero contar mis inicios.

En ese entonces tenía como 5 años, ya era bastante precoz, a pesar de que en esa época no estaba el internet ni el porno completamente libre como hoy, siempre buscaba placer, sin saber que hacía me masturbaba frotando mi pene en la cama, en las almohadas, hasta en el suelo, lo hacía escondido porque intuía que era algo malo o prohibido, hasta que sentía un placer tan rico, obviamente por la edad que tenía mis huevos aún no tenían semen, pero sentía como si me iba a orinar, años después entendí que eso significaba acabar, mucho tiempo después como a los 12 años cuando empezó a salirme semen. En fin, a esa tierna edad de 5 años me excitaba mucho, como dije anteriormente era bastante precoz, no entiendo porque, pero siempre que veía chicas con poca ropa en la tele o en mi casa a mis primas, me gustaba mirarlas y sentía una erección, pero al tiempo después me empezó a excitar también los hombres, aquí viene mi inicio:

Como ya dije contaré una historia completamente verídica,  lo que paso a mis 5 años. En ese entonces compartía mucho con un niño vecino que llamaré Javier, él tenía como 8 o 9 años, era un poco alto y bastante extrovertido a diferencia mía que era un chico muy tímido, siempre salíamos a jugar por el barrio y él hacía cosas malas como robar pequeñas cosas en las tiendas o en las máquinas de bebidas, eso empezó a llamar mi atención hacia él, lo veía como un niño malo y eso me atraía.

Espero no aburrirlos con tanta introducción, aquí viene mi primera experiencia sexual, sucedió el verano cuando tenía cinco años, mis padres en ese tiempo como trabajan y yo no tenía que ir a la escuela me dejaban al cuidado de mi abuela, y en algunas ocasiones la vecina, la mamá de Javier que también trabajaba y no tenía con quien dejar a su hijo, dejaba a Javier conmigo al cuidado de mi abuela, fue así que pasamos varias mañanas juntos, si bien se supone que mi abuela tenía que cuidarme,  ella ya tenía una edad avanzada y no estaba muy pendiente de mí, esa situación la aprovechó Javier un día que cuando estábamos tranquilamente jugando me dijo:´¿Sabes que es culiar?”

Yo, no dije nada, solo me sonrojé y traté de evadir el tema, pero Javier insistió, me dijo, yo te enseño, tienes que aprender, así como te he enseñado tantas cosas.

Era evidente que Javier sabía del tema, ya había iniciado su sexualidad probablemente en su familia alguien se lo hacía. Él comenzó a desnudarse, me dijo que teníamos que estar los dos así, entonces comenzó a frotar su pene en mi culo, sentí como se le ponía bien duro, el mío también estaba así durísimo y me lo tocó. “Viste que te gusta” me dijo. Me di vuelta para verlo y ahí estaba completamente desnudo, el primer hombre que veo desnudo en mi vida, bueno, era solo un niño en verdad, su pene era un poco más grande que el mío, duro se le veía bien rico, no tenía nada de pelos igual que yo, pero se notaba que ya empezaba a desarrollarse sus bolas que deberían de ser muy grandes ahora. Su cara hacía notar su excitación y yo bien nervioso me decidí a tocárselo, me dijo que, si sabía masturbarme, le dije que no sabía, que solo me froto mi pene en la cama, él sonrío y me enseñó a masturbarme corriéndome el prepucio, lo intenté, pero me dolió, me dijo que después me iba a acostumbrar.

Así fue como esa tarde él me manoseó y me refregó todo su pene en mi culo, no me lo metió, pero se sintió riquísimo, esa experiencia abrió una puerta en mi que me motivó a excitarme secretamente con los hombres.

Así estuvimos con Javier varios días, nos besábamos y desnudábamos para jugar así, fueron mis primeras experiencias, si bien nunca me lo metió no dejo de recordar lo riquísimo que se sentía, él me amenazó que no le contara a nadie, de todas maneras no hacía falta, era nuestro secreto. Transcurrió así el verano hasta que Javier se cambió de barrio o de ciudad ya que no  volví a saber de él nunca más.

Aquí siguen mis experiencias, tenía ya 10 años, me consideraba un masturbador compulsivo, un niño pajero, ya que siempre lo hacía (y lo hago) todos los días, incluso varias veces por día, mi experiencia con Javier había hecho que me fijara en hombres, pero tampoco dejé de excitarme con las mujeres, sobre todo mis primas mayores a quienes veía siempre con mucho morbo y no se imaginaban lo perverso que era siendo aún un niño.

La situación económica de mi familia hizo que viviéramos con mis tíos en la misma casa, fue así que siempre podría ver a mis primas que eran tres, en ese tiempo Camila de 8, Liliana de 14 y Ale de 17, estaba muy contento, con el tiempo pude tener una experiencia con una de ellas, tema que contaré en otra historia, La vida cerca de mis primas hizo que el cuerpo femenino me encantara aún más, me excitaba mucho viéndolas con ropa apretada, a veces solo con ropa interior cuando se levantaban en la mañana, también descubrí fetiches que hasta el día de hoy me dan mucho morbo, como hurgar en el baño y oler su ropa interior mientras me masturbaba y también los pies de las mujeres, siempre me han llamado la atención, me dan mucho morbo, por lo que era muy feliz de ver a mis primas descalzas o en chanclas en la casa, eso me excitaba profundamente y me volvía loco masturbándome.

Ahora viene mi segundo comienzo, me fijaba mucho en Ale que de mis primas era la más hermosa, tenía un cuerpo muy rico curvilíneo, era la chica que todos  en el barrio se querían culiar, por eso siempre andaba con novios y los llevaba a casa cuando podía, fue así que uno de ellos llamó mucho mi atención, Cristian era un chico delgado, piel trigueña, pelo corto y cuerpo deportista, jugaba mucho al fútbol en el barrio, desde hace un tiempo era el novio de turno de mi prima y cuando iba a la casa siempre lo miraba y me excitaba mucho que se vistiera con poleras sin mangas, pantalones cortos de deporte y chanclas, me excitaban también sus pies, me masturbaba mucho pensando en él, hasta que tuve un nuevo inicio con él… si les gusta la historia puedo contarla en otro relato amigos pajeros, espero que así sea. ¡Saludos!