Mis perversiones en el trabajo.
Hola. Hoy les quiero compartir las cosas pervertidas y morbosas que he hecho en mi trabajo..
Desde que inicié mi vida godín he estado en 4 empresas.
1ra. Constructora
Mi primer empleo formal, mi primer año estuvo bastante normal, pero en algún momento del segundo año me empezó a ganar el morbo. Empezaba a espiar a mis compañeros en el baño, nunca logré ver un pene, más bien, por la posición de los focos en el baño, se alcanzaba a ver la sombra del miembro mientras orinaban y empecé a identificar a quienes sólo se les veía la cabecita, los que la tenían más larga e incluso, los que la tenían muy gruesa (alcancé a grabar la sombra de un gerente, que rica se le veía, aún no se si la tenia parada.
, es mi cuenta de X , por si gustan. mayormente reposteo). Admito que dejé ir muchas oportunidades por pendejo y tímido. Recuerdo que había dos hermanos, uno diligenciero y otro en contabilidad, en una ocasión salí con el de contabilidad a acompañarlo a hacer un trámite, me dijo que antes pasaría a revisar una casa que están construyendo pues nos quedaba de paso. Al llegar me preguntó si me quería quedar en el coche o bajaba con él, por pendejo no me bajé, según yo porque hacía mucho calor. En otra ocasión, con ese mismo hermano, estábamos en su oficina cuadrando unos reportes, me empezó a contar que en los baños de una gasolinera a las afueras de la ciudad había visto que entre los cubículos había un hoyo, que según él “no se explicaba” para qué era o para que se usaba. Ya se imaginaran. y aquí su pendejo se puso nervioso y sólo le dije que no sabía, aunque él en varias ocasiones volvió a traer el tema a la conversación. Por su sombra, a ambos hermanos se les veía un miembro grueso. Me arrepiento de no haberle seguido el juego.
Siempre me quedaba sólo en la oficina, me jalaba la verga en mi lugar, incluso llegué a sextear en whisper (una app que creo ya no existe), tomándome fotos en la oficina con la verga de fuera. Cuando renuncié, en mi último día fui el último en salir del edificio. Me quedé una hora más, me aseguré de que no había nadie y empecé a pasar mi pene por las cosas de mis compañeros, plumas, tazas, libretas, sillas, teclados, mouse… vaya quería dejarles mi aroma a todos. pero con el que más me desquité era con un ingeniero que me caía muy mal. un viejo católico metiche. Recuerdo que hasta le orine su termo (que siempre dejaba con agua) pues ya había visto que lo lavaba una ve a la semana. Me da mucho morbo pensar que se tragó mis orines. puse mis nalgas peludas sobre su teclado y me pasé su mouse por el ano.
2da Despacho
En este trabajo, si teníamos cámaras en nuestros lugar. Así que nunca me atreví a jalármela ahí mismo.Algo que sí hacía en mi lugar era escuchar relatos de esta página. Recuerdo que descargaba una app para pasar texto a voz, copiaba los retratos cuyo título me llamara mas la atención y los reproducía con audifonos en mi celular, siempre emanaba calor y mi verga siempre andaba mojada. Creo que aquí inició mi gato por los culitos prohibidos, pues escuchar esos relatos, rodeado de 4 compañeros con hijos me reventaba la cabeza de excitación.
Algo que me gustó mucho de aquí es que el baño de hombres estaba alejado de los lugares de trabajo, todas las tardes iba y me jalaba, recuerdo que tardaba. Lo que más me dió morbo fue cuando cambiaron a mi jefe, pues empecé a notar que a cierta hora del día, él también iba al baño y tardaba. Así que empecé a ir después de él, sin ser obvio. él volvía, esperaba unos segundos, me levantaba e iba al baño. Al inicio sólo percibía el tufo de que alguien acaba de cagar. Pero conforme lo seguí haciendo, noté que otras veces olía a sudor y mecos, era claro que también se la jalaba, pero me frustraba un poco no saber más, sólo tenía el olor. hasta que llegó una idea a mi mente tímida. revisar el bote de basura. Al inicio esa idea me causaba mucha repulsión, meter mi mano donde está la mierda de otras personas y la mía. era asqueroso pensarlo. Pero poco a poco la curiosidad me rebasó. me puse una bolsa en la mano y empecé a hurgar en el papel.Las primeras veces sólo encontraba papel cagado. Pero llegó el día en que encontré oro. un papel apenas arrugado con restos de semen en él. Primero imaginé que serían mocos o saliva, pero cuando lo olí UUUFFFF sentí electricidad en todo mi cuerpo, como un cosquilleo que altera algo dentro de ti. Se notaba que tiraba su leche en la taza o lavabo y sólo se limpiaba la punta con papel. nunca me atreví a probarlo, sólo lo olía y me la jalaba invadido por ese aroma. Yo intenté dejarle carnada, dejaba también papel con un poco de mis mecos e incluso llegué a dejar mi carga de leche completa hasta arriba del bote, imposible de no ver. Pero cuando iba a revisar después de él, seguía todo igual. se veía que sólo quería sacar el estrés y regresar a trabajar. Dudo que no se haya dado cuenta cuando le dejaba mi regalito a la vista, pero no pasó a más. Igual me arrepiento de no haber intentado sacarle más plática, hablar de viejas de la oficina y morbosear con el. se veía que era puerco.
Aquí me surgió la duda, cómo puedo hacerle para grabar en los baños. Qué tipo de cámara puedo dejar escondida. me masturbaba en casa pensando en esa situación.
3ra Constructora.
Esta constructora era más grande que la primera. Y los baños tenían más cubículos. Ese era mi lugar de morbo, ir a los baños a espiar. en los demás lugares nunca pude pues en este edificio había aún más cámaras.
Por la posición de los cubículos en los baños, había un que quedaba a lado de una ventana. la cual, cuando bajaba el sól, se alcanzaba a ver el interior pues las paredes eran como de un plástico, no recuerdo el nombre del material pero es borroso y blancuzco, cuando me di cuenta de eso, cada tarde me ponía en el cubículo de al lado y me echaba un taco de ojo de los culos de mis compañeros. En especial, los que se limpiaban parados. No alcanzaba a ver sus pelos, pero si la silueta en 3D jaja En especial la de los becarios, que ricas nalguitas redonditas se les formaban.
Aquí también revisaba los botes de basura, pero sólo una vez tuve lo que buscaba, bueno más o menos, no era semen de alguien que se acababa de correr. Más bien era el olor de una verga sucia pero rica, que se la había jalado en la mañana o la noche anterior y no se había bañado. Un olor a hombre delicioso. ese día me descontrolé y me la jalé frenéticamente sin importarme quien estuviera a lado. Hasta sentí que saqué un chingo de leche.
En ocasión, uno de mis compañeros me pidió de favor llevar su mochila, pues la había olvidado y no quería dejarla en la oficina (le iría a buscar a mi casa al siguiente día). Al llegar a mi casa me ganó la curiosidad y le revisé para ver que tanto tenía. Pues sabía que antes de ir al trabajo, él siempre iba al gym. Así que husmee entre sus cosas hasta que encontré el tesoro, unos boxer de esos pegaditos apenas húmedo, con olor a sudor. cuando lo volteé al revés, me ganó la excitación pues tenía manchas blancas de mecos secos. Olía delicioso, la combinación entre mecos, orín y pene sudado. Debido a lo extasiado que estaba, esa fue la primera vez que pase mi lengua por ropa interior ajena. Lami todas las manchas blancas. Algo que también me encantó es que la parte de las nalgas tenía un aroma a culo rico. no a caca y a pedo hediondo (que también he leído que a algunos acá les gusta esto… interesante), olía a culo mamable, sudado y rico. rodee mi verga con esa zona y me la jale bien rico imaginando que me lo cogía. no me animé a dejarle embarrado el boxer de semen pues se iba a dar cuenta. así que sólo me limpie al final para dejar mi propia manchita blanca, lo volví a hacer bolita y lo dejé enrollado en su ropa de gym. A el si le llegué a tirar miradas lascivas para insinuarle, pero jamás correspondió. según el era super hetero.
Unos meses antes de renunciar, llegó un señor al equipo de presupuestos de obra. Este cabrón, siempre que iba a orinar se subía la camisa demás, como los niños. La primera vez que lo vi me agarró por sorpresa. Me da risa porque hasta me aprendía en qué horarios usaban el baño los que me gustaban. Siempre que me lo topaba yo bajaba la mirada y tenía mi vista fija en su paquete, me excitaba mucho porque se le alcanzaban a ver los pelos del pubis. Sólo una vez logré ver el inició del tronco. Que delicia.
4ta Corporativo.
Aquí es donde estoy actualmente. Para mi placer, sólo hay cámaras en el pasillo y áreas comunes. Siempre que tengo la oportunidad, después que todos se van, me pongo seguro en mi lugar (lo comparto con 2 compañeros) y me la jalo. Le pasó mi verga a las pertenencias de ambos, me masturbo con sus chamarras, me siento desnudo en sus sillas, pasando mi culo por todos los lugares donde pasan sus manos. Como en la oficina siempre hay gente que vende por catálogo, uno de mis compañeros le compró un labial a su esposa pero lo olvidó en su cajón. Ese día, por la tarde-noche. me pasé el labial por la verga, dejando mi aroma a entrepierna sudada. Me exita pensar que su esposa se pasa por sus labios mi esencia. Aunque ya no escucho relatos en la oficina, a uno de mis compañeros le gusta mostrarnos fotos de su hijo. como todo un papá orgulloso, es tan confianzudo que hasta nos ha mostrado a su criatura en trusas. Incluso nos ha mandado fotos al grupo, una en particular donde está durmiendo, según él, muy tiernamente. uff que buen culito tiene.
Por supuesto que las chaquetas en los baños no podían faltar. Pero ahora hago algo más. Hace un mes, me ganó el morbo y me vine dentro del bote de jabón para manos, agite bien para revolver, y ahora siempre que veo que alguien entra a ese baño, me exita pensar que traen restos de mi semen en sus manos. También sigo revisando los botes de basura, pero sólo encuentro aroma a orines, no he tenido éxito en el baño de hombres. aunque en uno que es mixto, me encanta oler los restos de menstruación, es un aroma bastante penetrante, me electrifica.
En este trabajo he retomado la idea de grabar en los baños, aunque aun no encuentro la mejor manera de dejar una cámara escondida, algo que se vea disimulado y que no noten.
Jamás le he contado a nadie de estas experiencias. para todos soy un compañero algo reservado, me gana la timidez, lo admito. Pero también hay una bestia morbosa dentro de mi.
Saludos, les mando un apretón de huevos jajaja.
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