MIS PRIMEROS CLIENTES II
Después de una tarde entera recibiendo vergas, el pequeño Sergio se levanta confundido. No recuerda bien todo lo que pasó el día anterior, pero algo inesperado hará que recupere la memoria..
A la mañana siguiente, como era habitual, me desperté con los pollazos que siempre me daba mi padre para levantarme. Me daba en la cara, en la parte trasera de la cabeza, en los hombros, en la espalda… Ese era mi despertador de todos los días: una polla de macho ibérico de 19cm, sin circuncidar, algo curvada a la izquierda, con unos huevos grandes y peludos, siempre babeando y con olor a macho.
-Despierta putita, es hora de tu bibe mañanero- Decía mi papá con la voz aún ronca por acabarse de levantar.
-Mhh, no papá hoy no, por favor… Estoy muy cansado- Le respondí mientras me acurrucaba en la almohada de espaldas a él.
De repente siento una de sus manos en mi hombro, me agarra y lo empuja con fuerza apoyándolo en el colchón, con la otra me coge la cabeza para dejarme tumbado boca arriba. Veía su cara encendida por el deseo y la lujuria. Se subió a la cama y se puso de rodillas, dejando mi cabeza justo entre sus piernas. Me dio una tremenda bofetada.
-Te tengo dicho que nada de resistencia- Tenia su pollón en la mano y me daba golpes con él en la carita.
-Ahora vas a abrir la boca y papá te va a violar la garganta… Como te muevas ya sabes lo que pasará- Sus ojos incendiados me miraban fijamente.
Acomodó la almohada bajo mi cabeza, se inclinó un poco, se cogió la polla y la dirigió a mi boca. Una vez su glande baboso estuvo dentro mio, me cogió fuertemente de la cabeza con las dos manos para inmovilizarme y empezó a follarme a lo bestia. Yo sabía que resistirme era peor, así que relajé los músculos de mi boca y le dejé hacer. Sentía su enorme verga dilatar los costados de mi boca, presionando con fuerza para entrar en mi garganta, tras un par de intentos ya la tenia metida hasta el fondo, sus huevos golpeaban mi barbilla. Plup, plup, plup…
-Ohh bebé que bien lo haces, así abre bien esa boquita… Ohhh- Su voz era suave, aunque sus acciones eran totalmente lo contrario.
-Ooohh, no me aguanto putita, ahí te va la lechita de papá… Ohh sí maricón, trágatela!- Se le notaba en éxtasis.
En unos segundos me inundó con su abundante leche, tenía la polla tan adentro que noté como los chorros golpeaban directamente en las paredes de mi garganta. Después de cada corrida mi papá se quedaba unos segundos dentro de mi boca, tiempo que yo tenía que aprovechar para dejarla completamente limpia. Si al salir de mi boca quedaba un pequeño resto de semen, me daba de hostias, así que me esmeré y le dejé la polla bien limpia. La sacó, comprobó que no había restos, bajó de la cama, se puso el pantalón y me dijo:
-Date prisa que es tarde, hoy no desayunas más que esto- Mientras se acomodaba el paquete.
-Una ducha y para abajo, te espero en el coche para ir al colegio- Me dio la espalda y salió de la habitación.
Yo estaba agotado, me ardía la garganta. Estaba acostumbrado a las mamadas matutinas, pero porque me dolía hoy tanto mi pequeña boquita? También el culito por cierto, aunque no lo hubiéramos usado. Medio confundido, recordé… Me había pasado la tarde anterior recibiendo vergas sin parar durante horas! Por unos momentos había olvidado lo que había pasado hacía solo algunas horas… Me puse a pensar y no lo recordaba todo. Me acordaba de llegar al garaje, de empezar a mamar vergas a través de unos agujeros, de meterme otras en el culo, pero después mi memoria se quedaba en blanco hasta el momento en que mi papá me recogió del suelo.
Algo confuso, acabé de ducharme, me vestí y bajé hasta donde me esperaba mi papá.
-Vamos pequeño, sube que llegamos tarde- Su voz era dulce y tierna, como si nada hubiera pasado. Su sonrisa cálida y compasiva.
Me subí al coche sin mucho entusiasmo, me abroché el cinturón y me senté con la cabeza gacha mirando al suelo del coche.
-Que te pasa pequeñín?- Su voz era amable.
-Papi me duele mucho el culito y la garganta me arde- Respondí sin levantar la cabeza del suelo.
-Bueno es normal, ayer tuviste tu primera aventura, pero te acostumbraras. No lo pasaste bien?- Me acariciaba la espalda y el pelo con una mano mientras conducía con la otra.
-No lo sé, no me acuerdo de casi nada papi…- Le miré, esperando una respuesta que me calmara.
-Pues por lo que me dijo el señor Gonzalez, lo pasaste muy bien y sus hombres también. Es normal no acordarse de algunas cosas cuando te estás divirtiendo mucho. No te preocupes bebé, el dolor se pasará y me pedirás volver a tener otra aventura, ya lo verás…- Su voz era mas firme y seria.
-Si tu lo dices papi, supongo que es así- Respondí poco convencido. Yo siempre me acordaba de los momentos en que me divertía.
Seguíamos en el coche de camino al colegio cuando sonó el móvil de mi papá, era un mensaje de texto. Yo lo miraba mientras leía el mensaje, una sonrisa enorme se le dibujó en la cara y rápidamente contestó dejando de mirar hacia adelante y haciendo que casi nos saliéramos de la carretera.
-PAPAAAAA!!- Le grité
-Lo siento pequeño, noticias importantes. Ya está, no paso nada- Me contestó mientras redirigía el coche hacia la carretera.
-Uno de los hombres con los que estuviste anoche quiere verte a solas este fin de semana, que te parece campeón?- Me miraba sonriendo como si me estuviera ofreciendo el mejor de los regalos.
-No sé papi, no me acuerdo de como eran esos hombres- Intentaba recordar alguna cara, pero solo recordaba pollas; grandes, pequeñas, negras, blancas, peludas, sin pelos… pero ninguna cara.
-No te preocupes, es un buen hombre y nos pagará muy bien, podrás pedirme lo que quieras como regalo de recompensa- Me revolvía el pelo de manera juguetona.
-La bici papi, quiero la Mountain Bike!!!- De repente estaba yo también compartiendo el entusiasmo que hacía unos minutos tenia eufórico a mi padre.
-Lo que quieras pequeño- Me acercó a él y me dio un beso en la mejilla
-Ya llegamos, baja- Seguia sonriente.
Nos despedimos y yo entré al colegio dando saltos de alegría pensando en mi nueva bicicleta. Ya el dolor en mi pequeño trasero y el enrojecimiento de mi garganta quedaron en un segundo plano.
Así pasaron los días y ya era viernes. Habíamos acabado de cenar y estábamos mi papá, mi mamá y yo viendo la tele cuando mi papá recibe una llamada y sale de la casa para hablar en el patio. Mi mamá lo siguió con la mirada, luego me miró y encogió los hombros. Debo decir que mi mamá era completamente sumisa y siempre se quedaba en un segundo plano cuando mi papá tomaba las decisiones.
Después de unos minutos mi papá volvió a entrar, noté que sonreía mucho, parecía haber recibido una gran noticia.
-Es algo tarde, porque no llevas a Sergio a acostarse?- Dijo en tono autoritario.
-Papi no tengo sueño…- Me atreví a decir, haciendo un puchero.
-Recuerda que mañana nos vamos a pasar el día a la montaña, no querrás estar cansado?- Mi miro de una manera que yo sabía que no había otra respuesta que…
-Vale papa, no quiero estar cansado mañana- Me levante del sofá resignado y le di la mano a mi madre.
-Miguel yo también voy a acostarme, estoy agotada- Le dio un beso en la mejilla a mi papá y subimos hacia las habitaciones.
Supongo que por los nervios de saber que al día siguiente iba a volver a tener una aventura, así le llamaba mi papá a mis días de prostitución, no podía dormir bien. Me dormía, me levantaba, me volvía a dormir… En una de esas que me despierto y veo que son las 2:00AM. Dentro mio pensé que era muy raro que mi papá aun no hubiera venido a darme su ración nocturna de verga por el culo. A veces venía a estas horas, o más tarde, pero solo si había salido a beber o con amigos y ese día no era el caso. Movido por la curiosidad, me acerqué al cuarto de mis padres, la puerta estaba encajada pero no cerrada, empujé despacio y vi que solo estaba mi mamá. Decidí acercarme despacio a las escaleras y efectivamente vi que había algo de luz en el salón. Bajé un poco y me escondí a observar, había un pequeño muro que separaba las escaleras del salón.
Me asomé y vi a mi padre en el sofá masturbándose, tenia la polla babeando, muy dura. Con una mano subía y bajaba su prepucio y con la otra se tocaba los huevazos. Estaba muy concentrado viendo algo en la televisión. Desde mi posición no veía la pantalla pero escuchaba gemidos y ruidos de lo que ya reconocía como sonidos sexuales. Quise saber lo que estaba viendo y me asomé un poco más. Quedé helado al ver lo que se proyectaba en la pantalla.
En el centro de la imagen, inconsciente y tumbado boca abajo en una cama sucia, estaba yo. No reconocía la habitación, el cubículo donde estuve en mi primera aventura era mucho más pequeño, pero reconocí las pollas y supe que era un video del día en los Garajes Gonzalez. Yo no recordaba nada de eso, así que me quedé mirando embobado, completamente absorbido por el video. Alrededor mio había 4 hombres, todos con la cabeza cubierta por un pasamontañas, pajeándose mientras me observaban. Por la firmeza de la piel pude identificar que había uno visiblemente mas viejo, luego había uno de piel oscura con un cuerpo muy bien esculpido, los otros dos eran blancos, parecían jovenes, uno delgado y el otro algo rechoncho.
-Ya parece que le ha hecho efecto el sedante- Dijo el anciano.
-De puta madre- Celebró el negro colocándose detrás mio. Escupió en su polla, en un par de sus dedos y en mi culito… Y sin más, empezó a dedearme para prepararme el ojete.
-Ufff, lo tiene abierto el maricón, se nota que viene entrenado- Dijo el mismo hombre mientras ya empezaba a empujar su capullo en mi interior.
Aunque la cámara permanecía estática, debía estar en el techo en el centro de la sala, se podía apreciar que tenía una gran polla negra, de unos 20cm, muy gruesa y sin vello. Un hermoso ejemplar. Estuvo follándome unos minutos, lento, rápido, volvía a ir lento… hasta que de repente se le ve aumentar mucho el ritmo y entre gemidos saca la verga de mi culo y empieza a correrse por todo mi cuerpo… dejándome la espalda, las nalgas, la entrada de mi ojete, todo bien lleno de lefa. Después de correrse le dio una palmada en la espalda al mas mayor y salió de la imagen.
Los tres hombres que quedaron, seguían pajeándose viendo como había quedado mi pequeño cuerpo lleno de leche de macho. Pasaron unos segundos y empezaron a esparcir con las manos el semen del negro por todo mi cuerpo, cual crema hidratante. Uno de ellos, el mas delgado entre los dos jovenes, se concentró en el semen que había quedado en la entrada de mi culo, con los dedos metía los restos de lefa en mi ojete y jugaba dentro de mi, luego los sacaba y acariciaba mi entrada… Ya muy cachondo se cogió la polla, la movía arriba y abajo llenándola de jugo y punteando mi pequeño ano. Cuando le pareció que ya estaba bien lubricada, la apuntó a mi ojete y la metió de una embestida. Su polla era mas corta y delgada, muy blanca y peluda, con unos grandes huevos. Este me folló como un conejo desde el primer momento, muy rápido y con fuerza.
Así estuvo un rato cuando el gordo le interrumpió:
-Para, vamos a darle la vuelta y ponerlo boca arriba, quiero follarle la garganta- Dijo con la voz entrecortada por la excitación.
-Dale bro- Me da la vuelta, me pone sus rodillas en los hombros.
Otra vez de una estocada, me acerca la verga al ojete y la mete de golpe. Pam, Pam, Pam… A la vez, se ve como el gordo, con una polla bastante más pequeña, se pone frente a mi boquita. No se me ve la cara por el ángulo de la cámara, pero se ven las nalgas gordas del joven subiendo y bajando, también a un ritmo muy rápido. Es obvio, me está violando la garganta.
-Voy a correrme bro- Dijo el delgado, que me tenia ensartado por el culito hacía ya unos minutos.
-Espera un poco que quiero que nos corramos juntos- Respondió el gordito.
El flaco empezó a follarme mas lento mientras el gordo me violaba la garganta cada vez más a saco. Pasaron un par de minutos así, el viejo estaba de pie viendo la escena y pajeándose. Por cierto, el viejo tenía la polla más grande de entre los 4, debía medir 22 centímetros, con un capullo muy grande y unos huevos enormes que colgaban y rebotaban con cada sacudida.
-Dale tío, cuando quieras, estoy listo- Dijo el gordo retirándose de mi boca y poniéndose de pie.
-Ufff.. y yo bro- El flaco se levantó y se colocó al lado de su colega.
Se vió como le daban un par de sacudidas más a sus vergas y de repente y a la vez, empezaron a soltar chorros y chorros de leche por todo mi cuerpo, cara, pelo, pubis… Yo estaba tumbado, boca arriba, inmóvil, recibiendo toda esa leche de macho pervertido en mi cuerpo… sin previo aviso, el viejo se acerca y también me empieza a rociar con su jugo de macho. No pude contar cuantos chorros soltaron, pero fueron muchos.
En ese mismo momento oigo los jadeos de mi papá desde el sofá, también él iba a correrse, semejante escena le había puesto tan cachondo que soltó abundantes chorros de leche, cayeron en su pecho y en el sofá, menuda corrida… Sin limpiarse ni limpiar el sofá y con la polla todavía dura; se levanto, apago la tele, saco el DVD del reproductor y antes de que se diera vuelta… Yo salí corriendo en dirección a mi habitación.
Cuando llegué a la cama me di cuenta de que mi pequeño pene estaba muy duro y yo muy excitado. Oí a mi padre subir, esperé que fuera a entrar a mi habitación así que me hice el dormido, pero en vez de eso, se metió al baño, salió al poco y se fue directo a dormir a su habitación. Parece que esta noche ya había tenido su ración de calentura pervertida viéndome en ese video y no iba a venir a follarme. Algo decepcionado y con el pito muy duro decidí tocarme, me hice una paja con una mano mientras con la otra me tocaba el culito, en poco me llegó un orgasmo seco muy placentero. Quedé profundamente dormido con el pijama en los tobillos.
Continuarán las aventuras…
Dejen comentarios si les gustó!
Como sigue…??
Excelente relato… Como sigue??
Uufff… Que delicia de relato… Menuda excitación me provoco.
Que fantasia de relato. Es un lujo masturbarse con historias asi.
Como sigue??
Gran relato, me encanta tu forma de narrar. Ojala continues con la historia.
Estoy a nada de eyacular con semejante relato 🥵🥵🥵