Nada más le di un pequeño toque, a mi nuevo jefe.
Un empleado que es abiertamente gay, al llegar un nuevo jefe este se la pasa hostigándolo, y burlándose del empleado, hasta que se le presenta la oportunidad al empleado de darle por el culo a su jefe..
Nada más le di un pequeño toque, a mi nuevo jefe.
En la empresa donde trabajo, todo el mundo sabe que soy gay, pero eso desde que comencé a trabajar, eso no fue nunca un problema.
Los demás empleados, se acostumbraron a que, a las fiestas, yo fuera con mí con mi novio, y ahora marido.
Pero hace unos cuantos meses, nombraron a un tipo, en esos momentos era el cerdo más machista, del mundo.
Apenas me lo presentaron, queriéndose hacer el gracioso, al ver la foto de mi boda, sobre mi escritorio, preguntó. “¿Y cómo se sabe cuál de los dos es la novia?”
Algunos de mis compañeros de trabajo, me hicieron saber, que se sintieron sumamente avergonzados, por la estúpida pregunta que hizo el nuevo jefe.
Mientras que yo no mostré darles importancia a sus palabras, a los pocos días su ordenador se congelo, y por más que él y otros empleados trataron de hacerlo funcionar, no pudieron.
Por lo que me llamaron, a pesar de que él se opuso, en cosa de unos diez minutos, di y con el problema, y lo arreglé, todo se debía a que el muy sucio, se puso a bajar páginas porno, y lo que permitió la entrada de un troyano.
Pero en lugar de darme las gracias, le comentó a otro de los empleados, que yo como era gay, no podía entender las verdaderas necesidades de todo un hombre.
Cosa a la que tampoco le puse atención, ni dejé que me molestara, como a la semana, la empresa conmemoraba su fundación, por lo que yo asistí, con mi esposo. Y la única persona, que se puso con estupideces fue el nuevo jefe.
Haciendo comentarios fuera de lugar, a los que ni mi esposo ni yo les hicimos caso, ya que no valía la pena, amargarse la vida, por un estúpido como ese.
Pero a la siguiente semana, uno de los chicos, nos invitó a su boda, a la que por suerte mi esposo no pudo asistir, por estar de viaje.
Yo la estaba pasando de lo mejor cuando llegó el nuevo jefe, al que también habían invitado, y desde que entró al salón, no perdía oportunidad para seguir haciendo sus irritantes comentarios, sobre mi persona.
Al grado que uno de los gerentes, que estaba invitado a la boda, le llamó la atención, mandándolo a callar finalmente.
Mi jefe después de ganarse ese regaño comenzó a beber, como si fuera agua lo que estaba tomando, después de que los novios se marcharon, y gran parte de los invitados, me lo encontré en la barra, bien borracho.
Tanto que hasta me invitó a beber, y yo por aprovechar la situación, para ver como lo jodía, acepté, realmente no me costó mucho trabajo, al cerrar la barra me ofrecí llevarlo a su casa, aceptó, ya que estaba tan borracho, que apenas se podía mantener de pie, y desde luego que no podía manejar, en el estado en que se encontraba.
Ya en mi coche, apenas lo arranqué, sentí su mano izquierda sobre mi pierna, yo solamente le sonreí, sin decirle nada, hasta que llegamos a su casa.
Tal era su borrachera, que hasta lo ayudé a entrar a su casa, ya pensaba marcharme, cuando me dijo en un tono arrogante. “Mira maricón, ¿cuándo te lo meten, te duele?”
Me dieron unas tremendas ganas de cagarme en su madre, pero en lugar de eso, sonriendo me devolví, y le dije en un tono de voz sumamente afeminado, cosa que nunca acostumbro a hacer. “No que va, eso no me duele nada, es más si quieres probarlo, solo me lo dices, y aquí mismo me bajo los pantalones, para que me lo metas.”
Él con una estúpida sonrisa, me dijo. “Ok, vamos al sofá.” Como era de esperar, con la gran borrachera que él cargaba encima, su miembro se fue de vacaciones, al parecer sin decirle nada.
Ya que por más que él lo intentaba, nada que se le paraba, fue cuando le sugerí, que me dejara darle un toque, cosa que no entendió, por lo que le dije, que en ocasiones, a mi marido le ha sucedido, eso.
Que por más que quiere, no se le para, hasta que yo con mi verga, le doy un toque entre sus nalgas, y se le pone como un mástil, lo que es completamente falso, ya que, en la relación con mi esposo, yo soy completamente pasivo, y a él nunca le ha sucedido algo como eso.
Lo más gracioso de todo, es que mi jefe, ni tan siquiera lo pensó, y bajándose los pantalones, me ofreció sus blancas nalgas, para que yo le diera un toque.
Cosa que cuando comencé a hacer, él comenzó a gemir, y como que se me fue la mano, o mejor dicho se me fue toda mi verga dentro de su culo, ya que lo penetré por completo, mientras que él pegaba, un fuerte grito de dolor.
Pero al cabo de los siguientes, segundos, de golpe se quedó en silencio, y a medida que yo comencé a sacar y meter toda mi parada verga, entre sus nalgas.
Mi jefe comenzó a mover sus caderas, con fuerza, hasta llegándome a pedir que le diera más y más duro.
Esa noche no tan solo le di repetidas veces por el culo, sino que también lo puse a mamar, pero antes de marcharme para mi casa, cuando él ya estaba bien dormido, sobre aquel sofá, con su culo bien abierto, derramé el contenido de todos los condones que use, entre sus nalgas, y me fui.
Al siguiente lunes, no se presentó a trabajar, llamó diciendo que estaba indispuesto, pero el martes cuando llegó, parecía ser otra persona.
Mucho más humilde, y hasta simpático, además más nunca volvió, hacer comentarios, sobre mi persona.
A los pocos meses nos enteramos, en la oficina, que recién y se había puesto a vivir, con un tipo del ambiente gay.
Famoso por las grandes dimensiones de su miembro, y porque lo que le gusta es, vivir de sus parejas…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!