Nada, que anoche te entró lo de maricón, y me distes el culo.
Un par de conocidos se ponen a jugar cartas mientras beben, y uno de ellos termina perdiendo todo hasta la ropa pero insiste en seguir jugando, hasta que también pierde el culo, que gustosamente paga..
Nada, que anoche te entró lo de maricón, y me distes el culo.
El día viernes en la noche como me encontraba algo aburrido, por lo que me dio por darme unas cervezas en el pequeño bar del pueblo.
En el negocio había un solo cliente, que resultó ser uno de los ingenieros que están construyendo la represa, con el que a medida que fui tomándome mi cerveza, nos pusimos a conversar.
Al rato el dueño del bar tenía más cara de sueño que de estar dispuesto a seguir despachándonos cerveza durante el resto de la noche, fue cuando el tipo que estaba conversando conmigo, le propuse que continuásemos conversando en mi casa.
Cosa que el ingeniero aceptó, y desde que llegamos a mi casa seguimos bebiendo cerveza.
Ya serían como las doce, o una de la madrugada, cuando se nos terminó la cerveza, y sin perder tiempo saqué una botella de ron.
Al verla él cambió de opinión, ya que me había dicho que pensaba retirarse para ir a dormir, luego de unos cuantos tragos, y de hablar de todo un poco, me levanté a orinar.
En ese momento a mi invitado me parece que le dio algo de curiosidad por ver como yo tenía mi verga, a partir de ese momento él comenzó a traer temas de sexo a nuestra conversación, ya que como yo me encontraba solo en casa, me pareció que era de esperar que me calentase con ese tipo de charla.
Si ese era su plan fue resultando, pero al poco rato me preguntó si yo tenía un paquete de cartas, y le dije que sí, y saqué un paquete de barajas españolas.
Él me invitó a jugar, a sabiendas de que había dejado su cartera en el auto, además era evidente el efecto de las cervezas que se había tomado, y la mezcla que luego realizó con ron en mi casa.
Tras jugar unas cuantas manos ya se encontraba sin un centavo encima, por lo que con la excusa de que tenía una buena mano continuó apostando su ropa.
Lo primero que perdió fue la camisa, en realidad cuando le mostré mis cartas, él no me mostró las suyas, y aceptó que había perdido.
Eso lo hizo tan solo en una par de ocasiones más, lo que me resultó sospechosa su forma tan caballerosa de aceptar que yo le había ganado.
Tras unas cuantas jugadas él se quedó únicamente con su ropa interior puesta, y tras repartir las cartas, y darse un buen trago de ron puro, puso cara de haber recibido la peor jugada del mundo.
Yo al ver su cara de contrariedad, supuse que había recibido una mala mano, por lo que aposté, una buena suma contra todo lo que él tenía puesto en ese momento que en realidad no era mucho, como era de esperar perdió quedando completamente desnudo.
Pero dando la apariencia de estar alegremente muy borracho, pero mi conducta casi no había cambiado para nada hasta esos momentos, de vez en cuando, yo hacía algún comentario jocoso, pero cuando puso sus interiores, sobre la mesa, en pago de la apuesta perdida.
En ese momento me dio la espalda por unos instantes, y vi sus nalgas, pero al volver a sentarse, hice como si no le hubiera puesto atención.
En ese momento mi invitado me dijo como cosa de borracho, que jugásemos una mano más, y al yo preguntarle que pensaba apostar, se quedó en silencio por un instante para luego responderme, “lo que tú quieras ya al fin lo he perdido todo”.
De inmediato le pregunté “¿Apostarías el culo?” Y con una actitud de a quien no le importa lo que le dicen, aceptó.
La suerte no estuvo con él, en esos momentos, aunque le llegó una buena mano la mía resultó ser mucho mejor.
Una vez que quedó bien claro quien había ganado, y quien había perdido, se continuó portando como un borracho impertinente diciéndome. “Bien perdí si me vas a comer el culo, has lo de una vez para salir de eso”.
Levantándose dando unos cuantos, tras pies, y haciendo que perdiese el equilibrio, me preguntó dónde lo haríamos, fue cuando lo tomé por un brazo, y lo conduje a mi habitación, mientras lo llevaba le comenté si a cambio de todo lo que él había perdido, podía actuar como si fuera una mujer.
Lo que a él le causó mucha gracia, y de inmediato comenzó a actuar como una borracha en busca de que se la clavasen, mientras que yo lo conducía a mi dormitorio.
Su mano se posó sobre mi verga, y pudo sentir aun por encima de la tela de mi pantalón lo caliente, y duro de mi miembro.
Con voz de mujer borracha me preguntó de forma indiscreta que, que era eso tan duro y caliente que tenía entre mis piernas, tan solo, le dije. “Es un regalo para ti”.
Al llegar a mi cama se acostó boca abajo, y mientras pasaba el tiempo en que yo quien sabe que estaría pensando el maricón, ya que mientras me desvestía, lo vi riéndose solo.
Cuando él comenzó a sentir mis manos sobres sus nalgas, separó las piernas, luego me recosté sobre su cuerpo desnudo, sintiendo sus caliente nalgas que comenzaban a hacer contacto con mi parada verga, por un largo rato le estuve pasando mi glande, por sobre su esfínter.
Luego de lo cual me levanté parcialmente, y me heche un poco de mi saliva sobre la cabeza de mi verga, acto seguido comencé a metérsela por el culo.
Lentamente comenzó a sentir como mi verga se abría camino dentro de sus nalgas, y desde ese momento en adelante se dedicó a disfrutarlo completamente, de cómo toda mi verga se deslizó hasta el final.
Mi barriga reposaba contra su espalda, mi invitado podía sentir mi aliento sobre su nuca, y mis bolas chocando con sus nalgas, por un largo rato le estuve dando verga en esa posición.
Para luego a pedido de mío, se puso en cuatro, se lo saqué, y cuando se encontró en la posición deseada por mí, se lo volvió a introducir, quizás llegó a pensar que en cualquier momento me vendría dentro de él, pero no fue así.
Modestia aparte tengo la facultad de saberme aguantarse para evitar acabar, y luego seguir con el disfrute, el maricón por su parte se vino, cuando estando en cuatro patas le estaba dando por el culo.
Luego de un buen rato de estar en cuatro, volví a ordenarle que cambiase de posición, acostándome boca arriba con mi verga completamente erecta, y él viéndome de frente sentándose sobre mi verga mientras que yo él se la volvía a introducir por su esfínter.
Por los gemidos y chillidos que dio, para mí fue algo evidente que para él eso era algo del otro mundo, ya que mientras él se daba un buen trago de ron, yo lo hice disfrutar, sin pecar de exagerado puedo decir que fue una de las mejores, y sabrosas cogida de culo que le he dado a otro tipo, mientras tanto él movía su culo como toda una puta.
Ya era la tarde del sábado cuando se despertó, haciéndose el que no sabía lo que pasaba, indignado y sobrio me preguntó que le había hecho, a lo que yo le respondí. “Nada que anoche te entró lo de maricón, y me distes el culo”.
Creo que él de inmediato pensaba refutar lo dicho por mí, pero se dio cuenta que aún me encontraba clavado a sus nalgas, fue cando continué moviéndome para continuar metiendo, y sacando toda mi verga de su culo.
Él supuestamente muy indignado me ordenó que lo dejase de coger, pero a medida que sentía como mi verga entraba y salía de dentro de su culo, sus protestas fueron mermando.
Trató de hacer un último intento de quitarme de encima, pero me aferré a su cuerpo, y casi instantáneamente comenzó a mover el culo de nuevo.
Yo estuve un buen rato clavándolo hasta que al fin me vine dentro de él nuevamente, al terminar me levanté, y tal como me encontraba salí al patio a darme un baño con una lata agarraba el agua de un viejo barril, y luego la dejé caer sobre mi cuerpo.
Me pareció que se hacía el humillado salió de mi habitación, y me dijo, que eso que había ocurrido, se debió a la mala bebida que él tenía, que realmente no se acordaba nada de lo ocurrido hasta esa tarde, fue cuando le dije. “Déjate de pendejadas que lo que hicimos tú lo provocaste completamente”,
En ese momento se hizo nuevamente, el indignado y me reclamó que como yo me había atrevido, a pensar eso de él.
Fue cuando le comencé a decir todo lo que había pasado la madrugada anterior, pero al hacerlo le dije, que él me lo había mamado, y en ese momento como para demostrar que yo me encontraba equivocado me dijo que él no me lo había mamado.
Fue cuando le pregunté con una sonrisa, como era posible que él dijese eso, y en el mismo tono se lo repetí porque eso no sucedió, al terminar de decirlo se dio cuenta de que había caído en su propia trampa.
Le dije. “si no te acuerdas de nada como sabes que no me lo mamaste a noche, luego dije, “Déjate de hacerte el ofendido que yo no sé lo voy a decir de esto a nadie, pero quiero que me digas ahora si te gustó como te cogí a noche”.
Ya ante la evidencia él no podía negar los hechos por lo que aceptó que para él fue una de las mejores cogidas de culo que hombre alguno le hubiera dado.
Yo continuaba desnudo ante él, lo tomé por el brazo, y personalmente comencé a darle un baño de palangana, en cierto momento lo vi a los ojos.
Luego vi mi verga para nuevamente verlo a la cara mientras con mis manos sobre sus hombros hacía una pequeña fuerza para que se agachase.
Cuando su cara se encontraba frente a mi mustia verga se la introduje dentro de su boca y comenzó a mamármela lentamente, y fue sintiendo como mi pedazo de carne se hinchaba dentro de su boca, a medida que él me la apretaba con los labios.
Todo termino después de una extremadamente larga sesión de mamada, eyaculando dentro de su garganta y en gran parte de su boca y cara.
Desde esa época hasta los actuales momentos cada cierto tiempo, le da por pasar por mi casa.
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