Nenito mal portado. Versión padre 2
Ahora mi perverso nenito empieza a jugar también con mi culito, y pronto mi ojete se volvió su juguete favorito .
Yo estaba viviendo el cielo y el infierno al mismo tiempo, mi nenito que apenas estaba por cumplir los 6 años, me había convertido en su juguete sexual.
Cada vez era más claro que ese nenito no era inocente, como había pensado, mi hijito era un perverso, dispuesto a hacer de mi lo que quisiera, y yo se lo permitía.
Por un lado, mi nenito me daba enormes placeres. Pero por el otro, yo sufría, pues lo que hacíamos estaba muy mal y me sabía un mal padre al dejarle tener tanto poder sobre mí.
– hooooo nenitoooooo, que ricoooooo, hooyyyy, dios que buena paja me haces. Gritaba todas las tardes mientras que mi hijo me hacía la paja, riendo como poseso a sabiendas que me controlaba por completo.
Mi verga y huevos eran sus juguetes, yo era su juguete sexual y el me hacía lo que quería, pese a ser tan pequeño.
Ya era una rutina normal entre nosotros, nenito me hacía desnudar todas las noches, a veces en la cama, otras en la sala, pero siempre acababa mostrando mi verga ante él.
– voy a jugar con tu pajarito papi, me decía como una orden. Y sin más agarraba mi verga con ambas manos y empezaba a masturbarme majestuosamente, en pocos días nenito era todo un experto en exprimirme la verga con sus manitas, llevándome al éxtasis de tanto placer en solo unos minutos.
Para él todo esto era pura diversión, jugaba conmigo sin reparos, llegó a hacerme acabar hasta cinco veces seguidas, mientras que yo bramaba y me retorcía del placer.
– grita Papi, me gusta eso, dime qué tú pajarito es mío, es mi juguete y yo puedo jugar con el cuando quiera decía con los ojos inyectados en deseo.
– nenitoooooo, para por favor, te lo suplico, me matas hooooooo, mi nenito que ricoooooo, dios, que ricooo. Gritaba yo de forma pusilánime dejando que mi hijo me hiciera lo que quisiera.
Ambos sabíamos que esto era un juego de dominio, que él me estaba demostrando que yo era su pertenencia, y que jugaría conmigo como quisiera para su placer.
No supe ni cómo, nenito empezó a ordenarme que me pusiera en cuatro, a él le encantaba ver mis nalgas.
– jijiji papi, que nalgotas más gordas tienes me decía riendo perversamente.
Le gustaba azotarme las nalgas con todas sus fuerzas, lo que me hacía gemir como puta, me golpeaba las nalgas con una mano, mientras que la otra no paraba de masturbarme. En esa postura parecía que estaba ordeñando una vaca, pues yo paraba las nalgas y el me exprimía la verga desde atrás.
Pronto empezó a ensañarse con mi culo, se volvió un experto en jugar con mis nalgas y verga al mismo tiempo. Me las apretaba, las golpeaba, no sé cómo se le ocurrió, pero empezó a besarlas y a morderlas con tanta fuerza que me dejaba las marcas de sus dientitos por todos lados. A veces las separaba para verme el ojete, abría mis nalgas con tanta fuerza que hacía que mi culo se estirara.
Cuando terminaba de jugar conmigo, me dejaba tirado en el suelo, agotado por tantas venidas y tanto placer, él se limpiaba y se iba a acostar como si nada.
Yo lloraba todos los días, sabiéndome el peor padre del mundo.
Eventualmente nenito, se dio cuenta que no solo podía jugar con mi verga, mi culo se volvió otro de sus juguetes. Un día mientras me tenía en cuatro y me jalaba la verga, mientras que me abría las nalgas, nenito se fijó en mi ojete, le llamo la atención y empezó a jugar con él.
– jiji papi, te veo tu culito jejej, se te abre mucho, ya no sé si por inocente curiosidad o por perverso deseo, pero nenito decidió explorar mi ojete con su dedito.
– hoooooooo…..noooooo, nenitoooooo, eso nooooo, por favor, no me metas tu dedo…mmmmmm
Pero no tenía caso suplicar, nenito hacía lo que quería, y esa noche quiso meterme los dedos en el culo, mientras su manita me masturbaba lentamente.
– jijiji papi, te entra todo mi dedo, siento como se te abre el culito, que divertido es esto. Y sin más me metió un segundo dedo y después un tercero.
Al ser sus dedos pequeños, me los metía sin problemas, pese a que era la primera vez que algo entraba en mi culito. Mi nenito acababa de desvirgar mi culo con sus deditos.
Los dejo quietos, mientras que la otra mano no paraba de masturbar mi verga, yo movía las nalgas, por qué pese a todo, nenito me estaba matando del placer.
Sus deditos empezaron a moverse, pero no los metía y sacaba, los movía por dentro de mi culo, como acariciando mi recto con ellos. Al inicio yo disfrutaba tanto que me vine, manchando el sueño con mi semen. Pero como siempre, eso no le indicaban a nenito que debía detenerse. Sus dedos seguían acariciando el interior de mi culo, mientras que su otra manita me meneaba la verga, bien rico.
– hoooo nenito, mi nenito, ya hiciste que papi se viniera, ya dejame descansar por favoooor, hooooo
Pero nada, nenito quería seguir jugando conmigo y nada se lo iba a impedir. Y no solo eso, se empezó a volver un poco más sádico, empezó a mover sus deditos en círculos, expandiendo más, la circunferencia de mi recién estrenado culo.
-wooow papi, se te abre muchísimo, me gusta cómo se te ve así, jejej y me encanta como gritas papi.
Era una extraña mezcla del dolor de mi culo siendo expandido, y del placer de mi verga siendo masturbada, al mismo tiempo. Me sentía humillado y al mismo tiempo estaba disfrutando como hace años no hacía.
Deje que nenito me hiciera lo que quisiera, hasta que se cansó de jugar conmigo. Y al fin me dejó en paz, por esa noche.
A partir de entonces, mi culo paso a ser otro de sus juguetes, así como mi verga y huevos. Y a nenito poco a poco le fue gustando mucho jugar con mi culo, se empezó a obsesionar con él.
Era común, qué si yo estaba de pie, haciendo cualquier cosa, nenito se arrodillará detrás de mí, me bajará los pantalones, para descubrir mis nalgas y empezará a jugar con mi culo.
– espera nenito, por favor, no lo hagas, papi está haciendo la comida, por favor, al rato te dejo ¿Sí?
– shhhh papi, yo quiero jugar a hora, tu sigue cocinando y déjame hacerlo. Nenito me hablaba cada vez, de forma más imperativa. Ya me ordenaba directamente, sabiendo que me tenía totalmente dominado.
Siempre empezaba por jugar con mis nalgas, las agarraba con ambas manos y las movía hacia los lados, riendo del movimiento ondulatorio que se producía, o se dedicaba a azotarlas con sus manitas. Si no fuera un niño tan pequeño, me las habría dejado rojas, pues golpeaba con todas sus fuerzas.
Después de divertirse con mis nalgas, me metía una de las manitas entre las piernas y se adueñaba de mis huevos, los acariciaba y rascaba con sus uñitas, para después sujetarlos y apretarlos.
Para ese momento el placer que me daba mi nenito, me hacía doblarme mi cuerpo y separara las piernas, invitándolo son querer a hacerme más cosas
– eso papi, inclínate para que yo pueda jugar bien. Y sin más me abría las nalgas para dejar mi ojete al descubierto y empezar a darme dedo.
– houuu nenito, no me metas así los dedos, ya sabes que me duele…hooo… nenitoooooo, noooooe abras tanto el culo….huuuyyyyy haaaaa, nenito, nenito, para por favor, no está bien que le hagas estas cosas a papi.
– jiji papi, se te abre mucho, me gusta hacerte este, jugar con tu culito…jeje papi que cochino eres, te huele a caquita aquí atrás.
Yo lloraba humillando y avergonzado, pero, aun así, disfrutaba como loco de las caricias de mi nenito, en mi culo. Llegó a hacerse tan bueno en ello, que lograba hacerme venir sin siquiera tocarme la verga, bastaban sus dedos jugando en mi culo, para hacerme explotar.
Mi culo era su nuevo juguete favorito, nenito jugaba con el dos o tres veces al día. Y por las noches, después de la cena, llegaba la hora de jugar con el pajarito de papi.
Mi perverso nenito me hacía desnudarme, se subía en mí y me hacía furiosas pajas bien ricas a dos manos. Matándome del placer por horas. Mientras reía y se burlaba de mí.
Una mañana de domingo nenito despertó con ganas de jugar, yo ya dormía siempre desnudo, pues esa era su indicación, así que solo me destapaba y ahí me tenía para hacerme lo que quiera.
Desperté sintiendo bien rico, nenito masturbaba mi verga y culito con ambas manos. Lo que me volvió loco de inmediato.
– hoooo nenito, aún es temprano, ayer estuviste jugando toda la noche, déjame descansar, te lo suplico…hoooooo mi nenito, haaaaa que ricoooo, nenito, nenitoooooo.
En cosa de dos minutos me dio la primera venida de la mañana, pero ese día nenito estaba más juguetón que de costumbre. No sé por qué lo hizo, pero tomo la manita que me estaba jalando la verga, y que había quedado bañada en mi semen, y la llevo a mi culo.
Reía como poseso, mientras que metía mi propio semen en mi culo, empujándolo bien adentro con sus dedos.
– eso nooooo nenito, por favor, para, no hagas eso.
– jiji papi, es que tu culito amaneció con hambre, le estoy dando leche de desayuno…jajajaja papi que divertido, cómo haces caras raras.
Los dedos bañados en semen resbalaban con facilidad, así que nenito, en un impulso sádico, empujó con fuerzas y creo que logro meterme todo el putito en mi culo.
Casi me desmayo por el dolor. Pero no así nenito se detuvo, me destrozo el culo por horas riendo muy divertido.
– jajajaja papi, que abierto te quedó el culito, wooooow puedo ver dentro de él, está rosita por dentro jajajaja.
Yo ya tenía miedo de nenito, miedo de que no tenía límite alguno y que seguramente Se le irían ocurriendo juegos más sucios y humillantes para mí.
¿Cuándo terminaría está pesadilla?
uffff delicia, bien narrado…que par tan excitante…
Como sigue? necesito mas
Excelente relato.. como sigue?
uuff… menudo calenton… tengo la polla super mojada en precum.. Que fantasia de relato.
Felicidades por el relato… es un gustazo masturbarse con historias como esta, me has dejado con ganas de mas. Espero con ansias la próxima parte.
Excelente relato, me encanta como escribes. Estoy deseando que continúes pronto con la 3º parte.
Como sigue? me fascinan tus relatos.
uufff… despues de correrme aun sigo cachondo… Que delicia de relato, tienes un don para escribir relatos.
Menudo putito esta echo el pequeño… me pone la polla dura de solo leerlo 💦🔥 Que fantasía de historia de verdad!!! 🤤
Ese putito tiene que probar la verga de papi… Tiene que probar su leche 🔥💦