Neverland 20.

Vecinos parte 2.
Después de la faena que apenas unos segundos acababa de ocurrir Tomassi ( Tom) nuestro vecino va y se sienta en la primera silla que está cerca, dejando caer su húmeda humanidad y abriendo sus piernas. Su miembro aún gordo e hinchado cuelga de igual forma, pesado entre sus piernas. Le alcanzó una pequeña botella de agua y como si se tratase de un líquido milagroso se lo bebe por completo. – No sabía que supieras hablar árabe – le interrogó. – Soy de ascendencia árabe/teutona, mi abuela solo hablaba árabe así que es una de mis tantos idiomas – se lleva las manos a su rostro y empieza a balbucear en el idioma de su abuela.

Mi hijo se baja de la mesa con mi ayuda, camina tambaleando con sus piernas temblorosas y su culo maltrecho. Me agachó un poco y nos dimos un beso por demás caliente. Cuando me enderezó y mando a mi hijo a que traiga la crema para ayudarle con su inflamación, veo que mil preguntas se han formulado en la cabeza de mi vecino.

No daba credito a lo que acababa de acontecer, pero el ver la ligereza con la que yo y mi hijo actuamos. Pues él entendió que esto que sucedió era cosa muy natural. – volverías a repetir lo que hace rato sucedió? – le pregunté con cerveza en mano y Tom sin pensarlo respondió con un – si, si lo haría. –

Sin más los dos adultos nos levantamos de nuestros asientos y nos dirigimos adentro. Yo iba por delante mientras Tom me seguía, ambos completamente desnudos. Entramos en mi habitación donde mi hijo rebuscaba en el mueble de noche la crema que le mandé a buscar. – Ya no la vas a necesitar – le indique, con mi mano lo alcanzó y lo jaló hasta quedar en medio de ambos adultos. Le mando arrodillar y sin pensarlo dos segundos toma ambas vergas entre sus manos y comienza a chupar.

No puedo con mi cara de orgullo al ver como devora primero mi miembro, que al ser interrumpido del éxtasis reacciona en cuestión de unas cuantas lamidas. Con mi mano sobre su cabeza hago que gire su rostro un poco y se topa con el miembro de nuestro vecino Tom. Su miembro gordo es engullido por completo por la boca húmeda de mi hijo David. Tom por su parte abre sus piernas para dejar que las manos de mi retoño se muevan con total libertad por todo su tronco inferior.

Tom y yo cruzamos miradas, nos encontramos muy calientes mientras mi hijo chupa el miembro ya hinchado de Tom. Ahí veo con asombro que Tom posee una de las herramientas más grandes que he visto. Incluso más que la mía. Por más que mi hijo abría su boca buena parte de la verga de Tom ya no alcanzaba a entrar. Una verga morena y gruesa salía de adentro de la boca de David, tiesa y dura, con una vena que recorre longitudinalmente la verga de su dueño. Y remata en un gordo e hinchado glande que ya mi hijo para ese punto está teniendo problemas para tragar. Con razón mi nené me pidió que le pusiera la crema antiinflamatoria!?

Tomo a mi hijo por la cintura y lo arrojo sobre la mullida cama, quedando él boca abajo, me pongo detrás y abriendo sus piernas me acuesto entre ellas. Veo como una obra de arte sus glúteos carnosos y al abrirlos con mis manos descubro su culo aún dilatado y rojizo. Por su parte Tom se va al frente, mi hijo lo sigue con la mirada. Se sienta delante de mi hijo y abriendo sus gruesas piernas expone todo su miembro en completa erección. Mi nené supo que hacer al momento y con una de sus manos alcanza el caliente miembro de Tom, lo mira un par de segundos y lo vuelve a introducir dentro de su boca. Buena parte fue engullida pero no todo por completo.

Con mi lengua y con mi boca saboreé los restos de leche que aún se mantenían húmedos dentro del culo de mi hijo. Su interior aún está caliente y mi lengua se retorcía en cada rincón dentro de mi nené. De la garganta de mi hijo, salen un sinfín de sonidos guturales entre el placer anal que le estoy proporcionando y el gusto que comerse la barra de Tom, creo que mi nené está en la gloria misma!?

Tom toma entre sus manos la cabeza de mi hijo y empieza a dirigir el ritmo y la profundidad de la mamada. Mi David se deja hacer, abre su boca y deja que aquel caliente tolete entre y salga a su antojo. Mi nené es ya todo un experto catador de vergas pero creo que con la verga de nuestro vecino está poniendo en practica todo lo que ha aprendido en Neverland.

Mis manos abren a toda par los glúteos de mi hijo, exponiendo su interior.e muevo un poco y alcanzó una botella transparente del tocador, la abrí y dejo caer buena cantidad de su contenido en el culo de mi David. Al instante mi nené se mueve como si le hubiese caído hierro fundido pero el que Tom tenga su cabeza entre sus manos y su miembro hundido en su boca no le permitió salir huyendo. Con dos dedos masajeo alrededor de su culo y dejo que otra cantidad liquida se introduzca. Cuando mi nené deja de moverse y se ha acostumbrado al químico. Le hago llegar a Tom otra botella pero está vez contenía lubricante. Tom vacia el contenido de la botella sobre su mano y la distribuye por todo el contorno de su miembro. Mi bebé que se ha puesto de pie sabe lo que se acerca. Me pongo de rodillas y le doy un beso, mientras a la par continuo masajeando sus nalgas.

Tom se acomoda sobre la cama poniendo una almohada en su espalda. Mueve con su mano su falo mientras mira como un padre, yo, besa a su tierno hijo. Me separó de mi hijo y se lo entrego, Tom lo toma con su mano y lo guía hasta donde está él, uniendo ambos sus labios. Poco a poco lo acomoda. Con una mano sostiene su verga hinchada y con la otra abre el culo de mi nené. Mi hijo va descendiendo flexionando sus rodillas, hasta que su culo expuesto se topa con el glande de Tom. Y una vez más, lentamente Tom introduce su verga, despacio, lento, dentro de las entrañas de mi hijo. Yo lo ví todo a tan solo unos centímetros de distancia. Veo con mis propios ojos como la verga de Tom va desapareciendo dentro de mi hijo. Cómo el culo de mi nené se va amoldando a la circunferencia del falo que se está engullendo.

Mi mano se desliza por toda mi verga, extasiado por como veo que mi vecino árabe/alemán posee la naturaleza delicada de mi hijo. Un – Ahhhhhhhh – me saca de éxtasis y veo con asombro que mi hijo alberga por completo dentro de si una verga enorme. Quien se queja no fue mi hijo sino Tomassi. Creo yo, que al sentir el calor del interior de mi hijo!? Lo llevo a sentir tal placer que no pudo contenerse.

Da comienzo una nueva faena. Mi hijo desliza por todo su interior el falo de Tom, mientras esté aferrado a la cintura de David deja que mi hijo le lleve al cielo y al infierno. Tom se recuesta por completo, exponiendo su cadera al vaiven de mi hijo. Mi muchacho baja y sube por todo ese falo, mientras que con su mano acaricia el abdomen velludo de su amante. Dejo de acariciar mi miembro y me subo sobre la cama, de pie, me coloco enfrente de mi hijo y viéndolo en completo éxtasis le mando hasta adentro de su boca infantil mi verga. La misma verga que le procreó. Mi nené abre sus ojos como platos, mi verga ya se encuentra más allá de la garganta y con ayuda de sus manos traviesas trata de sacarlo, pero Tom alcanza a tomarlo y ponerle los brazos tras el cuerpo de mi hijo. Mientras yo le tomo el rostro con mis manos y hundo una y otra vez mi miembro en su húmeda boca.

Ahí estamos. Tom está acostado en mi cama, mi hijo sobre él, en cuclillas mueve su cadera en círculos o lo monta como aún bravo toro. Sus brazos están dispuestos tras su espalda gracias a la ayuda de nuestro vecino. Mientras yo de pie frente a mi hijo, meto y saco mi miembro de su boca con un ritmo marcado por mis manos. Un trío de lo más caliente. La saliva dentro de la boca de mi hijo se va evaporando debido al calor. Así que me dispongo a escupir gruesos escupitajos en la boca de mi hijo que con orgullo observo que abre su boquita y saca su lengua para recibir la saliva de papá. Estuvimos nosé cuanto tiempo así, pero lo bueno dura poco, dicen por ahí.

Mis piernas comenzaron a temblar de forma frenética y mi respiracion comenzó a entre cortarse. Mi abdomen se puso rígido y con la fuerza contenida en los músculos pélvicos, deposito en la boca húmeda de mi hijo la leche acumulada anteriormente. El orgasmo fue impresionante tanto que perdí un poco el equilibrio mientras mi cabeza daba vueltas dentro de la habitación. El rostro de mi hijo lo bañe en leche paterna que no alcanzo a tragar.

Tom al ver como yo alcanzaba el orgasmo, dejo que su cuerpo se entregará al éxtasis y estirando sus músculos duros, se aferró a la cintura de mi hijo y de una sola estocada hunde su verga para depositar su leche hirviente en el interior del culo de mi hijo. David está cansado tanto que se deja caer en el pecho húmedo de Tom. Nuestras respiraciones son pausadas pero fuertes. Bajó de la cama un poco mareado y me siento en el suelo. Mientras veo como Tom besa y acaricia el cabello de mi hijo.

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