Neverland 25
Agua y sed..
Estoy mareado, se que estoy tirado en el suelo. Mi culo mojado y ardiente por qué 5 hombres incluído mi abuelo han hecho lo que han querido con el. El suelo está está húmedo también, me doy cuenta que estoy sobre algunos almohadones. Miro a mi alrededor y veo lejanos a un grupo de hombres charlando y riendo. -agua- hablo con imperceptible sonido, pues mi boca está seca y llena de viacosicades. -abuelito dame agua- repito y los hombres voltean a verme , se acercan a mi y comienzan a decir muchas cosas, estoy tan mareado que no se que es lo que dicen pero si veo que rien. Así que rio con ellos.
Unos brazos fuertes de levantan del suelo y me alejan de aquella turba feliz. Cuándo mis ojos logran enfocar de quien se trata, veo que es mi papá. Con una mirada tierna me lleva hasta un cuarto pequeño y muy iluminado. Me deposita dentro de una tina y comienza a bañarme. -aun no terminamos bebe- me dice con una suave voz. -estos cabrones están agarrando aire para continuar- sus manos fuertes acarician mi cabello húmedo retirando todo rastro lechoso. -papá quiero agua- vuelvo a repetir con mi voz ronca y seca. Mi papá deja la regadera a un lado y sale de baño, en pocos minutos regresa y trae consigo una botella de agua. La abre y la acerca a mis labios, al sentir el frío del líquido embotellado, retiro mi cabeza y formuló otra frase -de tu agua papá – mi padre se me queda viendo un instante y con rapidez se levanta, con la lentitud de mi mente me doy cuenta que la cara de mi papá pasó de ser tierna a ser una mirada pervertida. Al ir desnudo no tuvo mucho problema, su mano toma su pene flácido y lo apunta hacia mí.
Seguido un chorro de menos comienza a mojar mi rostro al sentir el caliente liquido fue como si me hubiesen dado a oler de aquella botellita amarilla.
Mi instinto fue de abrir mi boca y comenzar a beber todo ese chorro de meo que mi padre amoroso me está dando. -vengan acá, rapido- escucho que mi padre grita y en pocos minutos el pequeño baño está lleno con seis adultos, mi papá y mi abuelo dos de ellos y un nene, o sea se yo.
Al ver aquello mi abuelo se ríe -ahhh con que a esa agüita te referías bebé?- y sin más espera él también comienza a mear mi boca. Dos potentes chorros llenan mi boca, trato de tomar tanto como puedo pero mi garganta irritada se cierra al sentir el caliente liquido. Mi cuerpo empieza a ser mojado por el otro resto de hombres ahí dentro. Todos rien y aplauden con sorna mi tenacidad. Al ir bebiendo de ese líquido mi mente volvió a captar con rapidez, abro mi boca para seguir bebiendo los meos de mi abu y mi papá. Pero no duraron mucho.
Al terminar todos de bañarme, me sacaron de la tina y llevándome de vuelta a aquel grans salón dispuestos a continuar con lo que hacía un rato se había pausado.
Mi abuelo me llevo hasta un potro acolchado donde me acostó boca abajo quedando expuesto mi culo de nuevo. Mi papá se colocó delante de mí con sus piernas abiertas y su pene a mi alcance.
La faena con mi abuelo y sus amigos se reanudó. Mi abuelo fue el primero y después de embarrar aceite de bebé en su reata y en mi culo. Me penetra, el aceite y las ganas de follar con su nieto son muchas que de una sola estocada me llena por completo. Volteo a ver a mi papá con mi cara de dolor y placer y él solo me devuelve un beso. Lleno de lujuria y amor.
Las manos de mi abuelo están lastimando me pero más me causa gusto sentir como su verga resbala dentro de mi. Su cadera se mueve a una velocidad constante y con su miembro masajea mi colita, lo cual hace que me haga pipí. Un chorro caliente y delgado moja al colchón del potro y yo siento que de nuevo abandono este mundo de tanto placer, mi colita se abre al sentir a mi abuelo llenarme.
-haste a un lado pendejo que de verlos ya voy a acabar- le dijo uno de aquellos hombres a mi abuelo, enseguida siento el vacío frío del aire y al segundo siguiente la verga de uno de los amigos de mi abuelo me llena. No sé quién es pero se siente grueso y más caliente. Unas empujones más y aquel hombre, con un alarido, me llena el culo de leche. -ayy pendejo hijo de tu…- lo oí decir mientras sus piernas tiemblan y con su puño golpea mi espalda. Mi ojos están clavados en lo ojos de mi papá quien me besa el rostro y me llena de mimos y palabras de aliento.
Aquel primer trayaso de leche fue solo el comienzo del final. Uno a uno fueron entrando en mi y depositan en mi interior su intenso orgasmo. Cada hombre amigo de mi abuelo entro en mi, según solo eran 5 hombres en aquella fiesta privada pero yo sentí que todo los hombres de Neverland habían estado dentro de mi.
Mi pipí seguía saliendo a chorros constantes en cada embestida de aquellos machos, mi papá me mira y pude contemplar una lágrima escurrir por su mejilla. Pero su amor por mi era tan grande que me comparte con mi abuelo, su suegro y los amigos de mi abuelito.
El último en volver a estar dentro de mi fue mi abuelo, mi hoyo estaba ya super húmedo, escurriendo leche sin yo poderla contener dentro de mi. Mi garganta aunque algo seca es humedecida con los labios y besos de papá. Mi abuelito se mete de a una y me comienza a cojer como solo él sabe hacerlo. Su pene perfectamente sabe cómo masajear mi interior lo que hace que mi pipí salga a chorros incontenibles. El está entregado a darme amor y placer y yo con eso soy feliz. -papi…- si mi amor- me contesta mi papá.
– me voy ha hacer ma…- y no termino la frase cuando siento que de mi pequeño pene un chorro de algo, sale de lo más profundo de mi interior, llevándose consigo toda clase de pensamientos y ideas y todo.
Abro mis ojos y de a poco voy despertando dándome cuenta que estoy en casa de nuevo. Estoy en el cuarto de papá, volteo a ver a mi alrededor y estoy solo. Me asustó así que grito para que alguien me escuché, mi papá, mi abuelo, el vecino, quien sea. Al segundo siguiente el cuarto de mi papá está lleno pero ahora de rostros que yo conozco. Mi abuelo y mi papá fueron los primeros en entrar, seguido de mis primos los gemelos y mi tío tras de ellos. Los últimos en ingresar son el vecino de alado y otro hombre que no reconocí.
-papá quiero agua- lo digo con claridad en voz baja. Mi papá me mira y suelta una carcajadas seguido por todos los presentes.
No sé si este sea el último número de Neverland. Cómo ya habrán visto me tarde en escribir está sola historia. Agradezco a todos aquellos que me han felicitado y contactado para pedirme que continúe la saga. Por su atención muchas gracias! 💋💋💋
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!