No, nos hagas perder tiempo, danos el culo y así todos quedamos contentos, que se ve que te va a gustar, no te hagas de rogar.
Un chico y sus amigos se van a surfear, pero una fuerte tormenta se los impide, por lo que se ponen a jugar cartas, ha beber ron y fumar marihuana, hasta que el pierde todo, incluso el culo. .
Mis amigos y yo nos encontrábamos, aburridos como ostras, en una cabaña cercana a la mejor playa para practicar surf.
Pero no pudimos salir a surfear, debido a la tormenta, fuertes vientos huracanados, y las fuertes lluvias que asolaban toda la costa.
Llegamos el día viernes en la tarde, y apenas nos bajamos de los autos, se desató una torrencial tormenta, la cual pensamos erróneamente que ya para el sábado habría terminado, pero no fue así.
Las noticias que escuchamos por la radio, nos indicaban que no pararía de llover, por lo menos hasta el domingo en la noche o lunes en la mañana.
Además de los anuncios de que varias carreteras que debíamos usar para regresar se encontraban cerradas, debido a deslizamientos de tierra.
Después de todo eso, no nos quedó más remedio que quedarnos a salvo donde nos encontrábamos, y esperar a que la tormenta pasara.
Por comida no teníamos problema, había demás, lo mismo que gas para la planta eléctrica, en caso de que se fuera la electricidad.
Pero ya el sábado estábamos tan aburridos, que como nos encontrábamos solo nosotros, que tres de mis amigos y yo nos pusimos los trajes de baño, y salimos bajo la torrencial lluvia, de la cabaña para curiosear.
Nos asomamos a la playa, y vimos como el fuerte oleaje azotaba la costa, además se notaba que corrientes submarinas eran muy fuertes, por lo que cualquiera que se le hubiera ocurrido meterse, de seguro se habría ahogado.
De regreso a la cabaña, mientras fumábamos de la importada, uno de muchachos se acordó que habíamos traído una caja completa de botellas de ron, y sin demora abrió la primera, invitándonos a todos un trago.
Por un largo rato hablamos de muchos temas, , pero en el que nos detuvimos la mayor parte del tiempo fue, cuando nos pusimos hablar sobre las mujeres.
Como siempre nunca falta el exagerado que dice que lo ha hecho con más de una mujer y prácticamente al mismo tiempo, como el que asegura que, en una sola noche, acabó seis veces, y con seis mujeres diferentes.
Yo únicamente mientras fumaba mi tabaco de marihuana y seguía bebiendo ron, me limité a escuchar, ya que realmente, mi mayor experiencia sexual en esos momentos era, aparte de masturbarme viendo videos porno, el haber besado a una chica, y dejar que ella misma colocara una de mis manos sobre una de sus tetas, y apenas por breves segundos.
Pero continuamos fumando y bebiendo, hasta el tema de las mujeres ya nos había aburrido también, fue cuando uno de mis amigos, sacó un par de mazos de cartas, y propuso que jugásemos una partida entre todos.
Al igual que el resto, yo también estuve de acuerdo, pero apenas terminamos de jugar la primera mano, nos dimos cuenta de que el aburrimiento continuaba, por lo que otro de los presentes, propuso que apostásemos algo, mientras que continuábamos bebiendo.
Lo de incluir las apuestas, le dio un vuelco de 180 grados al juego, después de un sin número de manos, ya los centavos que habíamos estado apostando quedaron en las manos de uno solo de los chicos.
Fue cuando él mismo propuso que apostásemos, alguna prenda que cargáramos puesta, o los tragos de ron, o la marihuana.
Con lo que todos estuvimos de acuerdo, rápidamente yo perdí la toalla y la trusa de baño que tenía, quedándome completamente desnudo, y así mis otros tres amigos, por lo que lo único que nos quedaba para apostar eran nuestros tragos de ron, o nuestros tabacos, y nadie quería perder su trago, ni sus tabacos.
Por lo que otro de los chicos propuso que, si no querían apostar nada, el que perdiese o sea el que tuviera la menor puntuación sufriría una penitencia o castigo.
Ya íbamos por la segunda de las botellas, cuando me tocó perder a mí nuevamente, y como me encontraba algo entonado, por no decir que entre drogado y borracho y quería seguir jugando.
Cuando me dijeron que imitase a una reina de belleza caminando por una pasarela, sin pensarlo demasiado me levanté y completamente desnudo, comencé a caminar como lo hacen las modelos.
Pero uno de los presentes, me dijo que ocultase mi verga entre mis piernas para que me viera más real, además que saludase como lo hacen las reinas de belleza, mientras caminan y tiran besos.
Lo que hice, hasta que todos me dieron su aprobación y volví a sentarme a la mesa para seguir jugando.
El detalle que cada vez que yo perdía, me ponían de penitencia o castigo, que hiciera, o imitase a una mujer, modelando mostrando sus nalgas, o perreando también moviendo mis nalgas.
Pero como continuaba bebiendo, y fumando la verdad es que eso no me importó mucho realmente, hasta que una de las veces en que volví a perder, me impusieron de castigo que debía seguir hablando y comportándome como una mujer hasta que finalizara el juego.
O sea, era hacer eso, o dejar de fumar y de beber, y como tontamente quise seguir fumando y bebiendo, comencé hablar y a comportarme como una chica.
Después de un buen rato, me volvió a tocar una racha de mala suerte, y uno de los chicos me propuso que me pusiera a bailar con él.
Pero desde luego, que a mí me tocaba hacer el papel de mujer, por lo que debía ocultar mi miembro entre mis piernas, y dejarme llevar como acostumbran hacerlo las mujeres.
Al principio lo pensé por unos instantes, justo en el momento en que abrieron la tercera botella de ron, y me ofrecieron mi trago, que, de tomármelo, significaba que aceptaba, y me lo tomé.
Como él al igual que yo también estaba desnudo, procuré mantenerme separado de su cuerpo, pero a los pocos pasos de baile que dimos, como él que bailaba conmigo era un poco más alto que yo, ya me tenía pegado a él, pude sentir su caliente y erecto miembro contra la parte superior de mi barriga, al tiempo que sus manos comenzaron acariciar mis nalgas.
Protesté, pero de inmediato el resto de mis amigos, me dijo que siguiera bailando que muchas chicas se dejan tocar las nalgas cuando bailan.
Pero además de tocar y acariciar mis nalgas, comenzó a besuquearme por las orejas, cosa que realmente me agradó, pero por aquello de que no me fueran a decirme maricón, traté de cortar.
Pero a pesar de mi oposición a que continuase besándome por el cuello y orejas, él lo continuó haciendo, con el apoyo del resto de mis amigos.
Cuando continuamos jugando, uno de los chicos dijo. “El próximo que pierda, debe hacerle una paja al que gane, o en lugar de eso, se va a tener que raspar una puñeta bajo la lluvia.”
Por suerte yo no perdí, pero me tocó ver como uno de los chicos, completamente desnudo, comenzó a masturbarse, bajo la lluvia, pero sin llegar a venirse.
La verdad es que me impresionó ver como agarraba su grueso miembro, con su mano derecha y como se fue haciendo una paja frente a todos nosotros.
Pero me quedé sin decir nada, de igual forma me quedé sin decir nada, cuando a medida que prendía otro tabaco de marihuana, sentí que uno de mis amigos, mientras que estábamos viendo al que se hacía la paja bajo el torrencial aguacero.
Comenzó descaradamente a tocarme todo mi culo y, por si fuera poco, fue introduciendo uno de sus dedos, lo que dejó de hacer apenas regresó a la cabaña el que estaba bajo la lluvia haciéndose una paja, y secó todo su cuerpo.
Continuamos jugando y nuevamente perdí, al tener el número de cartas de menor valor, como nadie había dicho nada, sobre la penitencia, yo me dirigí a la puerta, parar para salir fuera y bajo la lluvia comenzar a masturbarme, hasta que, el que ganó la partida dijo. “Las chicas no se hacen la paja como nosotros, así que como tú eres una chica, ahora te toca hacerme una paja a mí.”
El resto estuvo de acuerdo con él, por lo que simplemente tomó asiento en el centro de la sala, y señalando su miembro me dijo. “Qué esperas tú perdiste, te toca pajearme ahora.”
Estuve a punto de negarme, pero otro de mis amigos me entregó un gran trago de ron diciéndome. “Vamos has le paja, al fin y al cabo, eso no es nada del otro mundo.”
Después de que le di el primer sorbo a mi trago de ron, me senté a su lado, y lentamente comencé a manosear su verga, la que ya de por si estaba bien parada, y caliente, de igual manera, poco a poco comencé a mover lentamente mi mano de arriba abajo sobre su caliente verga.
A medida que fui masturbándolo, seguí fumando y bebiendo, por lo que fui sintiendo su caliente y venosa verga entre mis dedos, y me pregunté a mí mismo como se sentiría eso de que me dieran por el culo, o mamar una verga.
De momento el resto de nuestros amigos, quizás por la manera en que me quedé viendo aquella verga entre mis dedos, comenzaron a decir a coro, mámasela, mámasela, mámasela.
Yo continué masturbando el miembro del, a medida que los escuchaba a todos ellos decirme que se la mamase, y entre una cosa.
De momento me encontré llevándome a la boca la verga de mí amigo, la que comencé a chupar y mamar, mientras ocasionalmente dejaba de hacerlo, para darme otro trago de ron, o darle otro jalón de marihuana.
Hasta que él colocó sus manos en mi cabeza, aceleró los movimientos, y repentinamente sentí que se había venido dentro de mi boca.
Sentí ese líquido, caliente y pegajoso, entre mis labios y lengua, mientras que él terminó de venirse sobre mi cara.
Yo casi de manera automática, en lugar de escupirlo, me lo he tragado, apurándomelo con lo que me quedaba de ron, no sin antes recoger con mi lengua y dedo, el reto que había quedado en mi rostro.
Al terminar, yo me dirigía a la mesa para seguir jugando, cuando otro de mis amigos me dijo. “No, nos hagas perder tiempo, danos el culo y así todos quedamos contentos, que se ve que te va a gustar, no te hagas de rogar.”
De momento sentí una gran vergüenza, pero a la vez un gran deseo de que me clavasen, aunque nunca lo había hecho, en esos instantes deseaba intensamente que todos ellos me rompieran el culo.
Así que, sin más demora, pero sin decir ni nada, caminé moviendo mis caderas, hasta una de las habitaciones agarrando una de las botellas de ron, y tras darme un trago a pico de botella, me acosté con mis nalgas en alto.
Mientras que uno de los chicos trajo manteca de la cocina y con ella me embadurno el culo, y a los pocos segundos sentí que me estaban clavando mi primera verga.
Quizás por lo drogado y borracho que estaba, ni vergüenza sentí, si un poquito de dolor, pero apenas sus bolas chocaron con las mías, comencé a mover todas mis caderas.
A medida que no sé quién, me lo estaba clavando por el culo, otro de mis amigos, colocó su verga frente a mi boca, y sin necesidad de que me dijeran nada, y sin demora me dediqué a mamar.
De momento me había convertido en la puta de todos ellos, no me cansaba de escucharlos decir que buen culo yo tenía, y que hacía mucho tiempo tenían ganas de clavarme, y cosas así por el estilo.
Al que se la estaba mamando no tardo en venirse por completo dentro de toda mi boca y sin que me obligase, también me tragué todo su semen, apurándomelo después con otro trago de ron.
Apenas sentí que esa primera verga finalmente salió de entre mis nalgas, me di otro trago de ron y salí fuera de la cabaña y bajo el mismo torrencial aguacero, expulsé todo y como pude me lavé las nalgas bajo la lluvia.
Yo estaba tan y tan drogado que dando tumbos regresé a la cama completamente mojado, y estaba por quedarme dormido, cuando otro de mis amigos me comenzó a secar el cuerpo y diciéndome. “Es mejor que te caliente un poco, no sea que te agarré una fiebre.” y zas que sin tan siquiera separar mis piernas sentí como nuevamente me volvían a tener clavado por el culo.
Yo no sé qué pasó después, pero me lo puedo imaginar, ya que estaba tan y tan aturdido, que me debí quedar dormido, momento que aprovecharon los demás para seguir dándome salvajemente por el culo.
Al siguiente día cuando me desperté, aparte del fuerte dolor de cabeza, me encontré con que uno de los chicos, me tenía aun bien clavado sabrosamente por el culo.
Ya que su verga la tenía metida entre mis nalgas, y no hay que ser muy inteligente para darse cuenta de lo que seguramente había sucedido.
Cuando me levanté todos estaban pasando la borrachera, mi cabeza estaba por reventarme, por lo que me tomé, un trago de ron para el dolor, y me di cuenta de que mis nalgas aun chorreaban semen, y que mi cara estaba toda llena de manchones secos de leche.
Al principio me sentí sumamente mal, y hasta me comencé a molestar con mis amigos por haberse aprovechado de mi borrachera y darme por el culo sin cansancio.
Pero como aún seguía lloviendo aproveché para bañarme y limpiar todo mi cuerpo bajo la fuerte lluvia, pensando en todo lo que había dejado que me hicieran, por estar de pendejo jugando, bebiendo, y fumando.
Pero al regresar a la cabaña me encuentro de frente con uno de mis amigos, que al verme me dijo. “Anoche por lo visto disfrutaste mucho, ¿no querrás que ahora te vuelva a dar por el culo?”
Al tiempo que decía eso se agarró su erecta verga frente a mí de manera vulgar, me le quedé viendo, pero de momento me entraron unas ganas locas de volver a sentir otra verga dentro de mi culo.
Por lo que sin dudarlo por un instante, delicadamente me agaché frente a él, y comencé a mamar suavemente su miembro, y una vez que lo sentí bien duro, me detuve, y sin más ni más me puse en cuatro, ofreciéndole sin vergüenza alguna mis nalgas, al tiempo que otro de mis amigos, que al parecer se estaba despertando nos observaba.
Por lo que apenas el primero me volvió a penetrar divinamente, el segundo se levantó y tras lavar su verga con algo de ron me la colocó en la boca, la que me dediqué a mamar.
El resto del domingo no hubo quien no me diera por el culo nuevamente o me pusiera a mamar, lo estuve haciendo las veces que pude hacerlo tan solo por disfrutar de tener una buena verga clavada dentro de mi apretado culito.
Creo que, de haberme dado cuenta de mi verdadero gusto, no me hubiera negado nunca a que me comieran el culo, y me hubiera divertido tanto como ahora.
Hoy en día mis amigos se aseguran de invitarme cada vez que salen a surfear, así mientras unos surfean, yo me visto de chica y dejo gustosamente que otros me claven.
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