No podía creer que el mecánico me dijera. Podemos hacer un sencillo arreglo, me das el culo, y me mamas la verga y tu cuenta queda totalmente saldada.

Un joven que se dirigía a pedir la mano de su novia, se le accidenta el auto por no darle mantenimiento, un mecánico se lo repara, pero a cambio de que se deje dar por el culo, cosa que termina gustándole al joven. .
Hasta hace poco, digamos que yo era completamente heterosexual, hasta novia tenía, pero casualmente cuando me dirigía a pedir su mano, mi auto relativamente nuevo comenzó a fallar, por lo que me detuve en la primera estación gasolina, que encontré en la carretera, donde me informaron que detrás de la gasolinera había un taller mecánico, y tras llevar mi coche hasta el taller, salió el mecánico.
Me indicó que indicó que le mostrase el motor, y tras escuchar cómo funcionaba, y darle un vistazo me dio una descarga por lo mal que yo trataba al auto, lo que en realidad es cierto, yo hasta esos momentos, solamente me limitaba a ponerle gasolina y usarlo, y tras la descarga que me dio me dijo. “Hay que graduarle las válvulas, cambiar las bujías, el filtro, y el aceite.” Yo estuve completamente de acuerdo, hasta que vi un letrero que decía, solo se acepta pago en efectivo, o acuerdo de pago con el mecánico.
Fue cuando le dije. “No cargo mucho efectivo encima, pero si me indicaba donde podía encontrar un cajero automático, con gusto retiraría la cantidad, que fuera necesaria para pagarle.” En esos momentos comenzando a trabajar en el motor me dijo. “No te preocupes, que ya veremos cómo me pagas.”
La verdad es que no me preocupe por eso, y mientras él trabajaba en el motor, me fui a tomar unas cervezas, hasta que ya comenzando anochecer el mecánico finalmente terminó, fue cuando entregándome la factura me dijo. “Sabes no acepto tarjetas.” Yo le dije. “Vamos al cajero automático más cercano, y retiro el dinero.” Fue cuando él riéndose me dijo. “El cajero automático, más cercano está en la ciudad, y yo pienso ir para haya a esta hora.”
Yo le propuse. “Voy, y de regreso paso, y le pago.” lo que con lo que él no estaba de acuerdo, fue cuando me dijo. “Podemos hacer un sencillo arreglo. Me das el culo, y cuenta saldada.”
Yo la verdad es, que no me esperaba que me saliera con eso, de inmediato le respondí un rotundo no, pero cuando él comenzó a cerrar su taller con mi coche adentro, comencé a ver las cosas desde otro punto de vista, ya hacía unos cuantos años que en medio de una gran borrachera que yo había agarrado, dos de mis amigos que andaban de farra conmigo esa noche, al ver que yo había perdido el sentido, se aprovecharon de mí.
Por lo borracho que me encontraba, como ya les dije perdí el sentido, por lo que terminé dejando que me dieran por el culo, aunque digamos que en cierto momento me desperté, y en lugar de decirles que se detuvieran, disfruté mucho todo lo que me estaban haciendo, lo cierto es que más nunca algo así me volvió a suceder, pero recordando eso, y viendo la cantidad de la factura, me puse a pensar que, al fin, y al cabo, si ya eso lo había hecho una vez, que lo volviera hacer otra no iba a ser tan malo.
Por lo que un segundo ante de que terminase de cerrar la puerta, le dije, está bien. “Tú ganas, voy hacer lo que me pides, pero al terminar ya no te deberé nada.” El mecánico, me vio de pies a cabeza, y sonriendo me dijo. “Pasa, y quítate la ropa.” Cosa que hice, ya estando dentro del taller.
Así que lo primero que me puso hacer, fue que le mamase su parada verga, mientras yo mentalmente me decía a mí mismo. “Esto lo hago, solo por necesidad, la verdad es que no me gusta.” Pero a medida que seguí mama, que mama la verga de aquel mecánico, como algo dentro de mí, hizo que comenzara a cambiar mi manera de pensar.
Ya que cuando me pidió que me recostase, sobre un viejo catre, no dudé hacer, ni por un segundo, y mostrando mis nalgas, me quedé acostado tal, y como él me dijo que lo hiciera, fue cuando comencé a sentir, sus callosas manos acariciando mis nalgas, al tiempo que colocó una botella de ron frente a mí, y de la cual me di un gran trago a pico de botella.
A medida que él continuaba acariciando mis nalgas, yo fui separando mis piernas, permitiéndole que poco a poco me comenzara a ir introduciendo alguno de sus gruesos dedos, por mi culo, yo seguí bebiendo a pico de botella, mientras que él sacó su erecto pedazo de carne, y retirando sus manos de mis nalgas, me penetró lujuriosamente por el culo.
Yo sentí algo de dolor, pero a medida que él continuó metiendo, y sacando su verga de mi culo, yo como si en muchas otras ocasiones lo hubiera realizado, comencé a mover mis caderas, a medida que él seguía empujando toda su sabrosa verga dentro de mi cuerpo, no sé qué me pasó que conforme con lo que él me estaba haciendo, yo comencé a masturbarme, a medida que seguía sintiendo, como toda su verga entraba, y salía de entre mis nalgas.
El resto de la noche me la pasé mamándole su parada verga, cuando no era que gustosamente lo dejaba que, de nuevo, me enterrase toda su herramienta dentro de mi culo, así estuvimos hasta que amaneció, cuando me entregó las llaves de mi auto, la verdad es que nunca había disfrutado nunca de algo así como eso, por lo que en lugar de ir a la casa de los padres de mi ex novia, la llamé por teléfono, y terminé con ella, al siguiente día regresé, donde el mecánico, y sin necesidad de decirle nada, una vez que cerró la puerta de su taller, me quité toda la ropa, para que él nuevamente me volviera a dar salvaje y sabrosamente por todo mi culo, y boca.