Papá es una puta

le mire a los ojos, y no se pueden imaginar el gesto de “Hacéme tu puta, hijo” que tenía la trola de mi papá, rápidamente hice caso a sus deseo moviendo mi pelvis con fuerza.
Bueno, me llamo Tomas y mi cuerpo es bastante similar al de mis hermanos y mi viejo, con el detalle de que ellos tienen más bello que yo, y músculos más definidos, ya que con mis 15 años no me he terminado de desarrollarse, y con una polla de 20 actualmente espero alcanzar al resto de mi familia, o superarlos. Bueno mi papa es como ya saben por el relato anterior es un hombre fornido y con bastante vello por todo el cuerpo.

La historia empieza por el hecho de que tenemos un mini gimnasio en el patio y como era verano estábamos usando yo una musculosa (Una camiseta sin mangas)y un short deportivo que tapaba más o menos tres cuartos de mis muslos. Por el contrario, mi viejo estaba usando algo muy similar a lo mio, con la única diferencia que él no tenía nada en el tren superior por lo que podía ver como sus fuertes pectorales y abdominales estaban totalmente húmedos de sudor, al igual que yo, aunque lo mío se evidenciaba por una mancha más oscura a lo largo de mi espalda y pecho. La cosa es que cuando entro al gym luego de volver del colegio veo que mi papá estaba haciendo sentadillas dando la espalda a la puerta así que lo primero que veo al entrar es como un hombre con 48 años encima y con muslos del tamaño de mi cabeza mostrarme el orto en primer plano.

ㅡ Mierda, papá… ㅡ Le dije nervioso sintiendo cosas que solo había sentido por compañera de mi curso.

ㅡ Tomi… Perdona, no me di cuenta. ㅡ me dijo igual de sonrojado, mientras notaba como estaba mi verga llenándose de sangre, porque bueno, un pendejo con 15 años le calienta hasta un perfume.

ㅡ Bueno, ya esta… venía a entrenar ahora que salgo con unos amigos después. ㅡ Y rápidamente me puse a calentar en la bici mientras mi padre seguía con sus sentadillas, con la única diferencia de que ahora estaba mirando hacia la puerta y no darle la espalda. Pero lo que no contaba era de que, por como estaba puesto todo, podía ver el culo de mi padre en perfil y la verdad es que se veía bien. Dado aquella situación y que ya había terminado, me fui a hacer la maniobra quizás más arriesgada del día y con la posibilidad de una puteada gigante y que me tachen de enfermito.

ㅡ ¿Papa, te ayudo? ㅡ Le dije mientras veía como aún le faltaba una vuelta más, pues no había desarmado la barra aun.

ㅡ Okey, gracias hijo. ㅡ Me puse detrás de él ante su positiva reacción y cuando este bajaba de vez en cuando le rozaba el bulto y me reía además de darle, a mi parecer, unas realistas disculpas. Todo aquello seguía hasta que, cerca del final, mi padre empezó a dar gemidos mientras bajaba, parecía que estaba dándose cuenta de aquello y todo estaba escalando a pasos agigantados para mi, hasta el punto que ya tenia la poronga como una piedra y rozando esta la ultima vez que podía.

ㅡ En vez de calentarme con esos gemidos de hembra, podrías ocuparte de lo que has generado… ㅡ Le dije a mi propio padre sintiendo un calor bastante grande por todo mi ser, mis piernas temblaban al ver como este se erguía, dejando notar la diferencia de altura y complexión aún más, para luego de todo eso darme un beso profundo mientras entre dos de sus dedos yacía mi paquete a punto de estallar.

ㅡ Hijo, no sabía que estos eran tus gustos. ㅡ Me dijo al oído para luego seguir con otro beso esta vez más corto.

ㅡ M-mierda, papá… ㅡ Dije mientras veía como se sacaba el pantalón, mostrando unos brief bastante ajustados los cuales estaban tensos de la fuerza que el garrote de mi padre generaba.

Y sin previo aviso mi papá se agachó para empezar a oler mi sudor, pues me planeaba bañar luego del entrenamiento.

ㅡ Aun te falta para oler a hombre, hijo, pero parece que de todos modos heredaste mi tamaño… ㅡ Me dijo con un tono bastante fraternal, detalle que la situación aumentaba mi morbo aún más. Luego de eso, las manos de mi padre se encargaron de descubrir mi ya venosa y con la punta húmeda verga, la cual tomó con sus manos.

ㅡ ¿Sabes que me vas a sacar la virginidad, padre?

ㅡ Pues con este pedazo la verdad me sorprende.

ㅡ Ya, es que no hubieron tantas salidas.

Mi padre dio un suspiro para luego empezar a lamer aquello.

ㅡ MIERDA. ㅡ Solté un gemido y mis muslos se contrajeron con un reflejo, metiendo mi larga verga dentro de su boca, haciendo que se ahogue de forma notable, sacándose aquel pedazo de la boca con ligeras lágrimas en los ojos.

ㅡ Niño, se que es tu primera vez, así que déjamelo a mi. ㅡ Dicho eso, me fui hacia el banco inclinado, poniendo mis manos a los lados mientras notaba con un hombre de 1,90 y con un bíceps de por lo menos 50cm tomar mi miembro con ambas manos mientras sentía como su lengua rodeaba mi glande con una agilidad la cual era imposible para un primerizo.

ㅡ Completa, puta. ㅡ Le dije cual película porno para luego empezar a marcar yo el pulso, primero con lentitud pues no era el plan que se ahogara de nuevo, además de que era más fuerte y se podría liberar fácilmente. Ya con toda la mercancía dentro, le mire a los ojos, y no se pueden imaginar el gesto de “Hacéme tu puta, hijo” que tenía la trola de mi papá, rápidamente hice caso a sus deseo moviendo mi pelvis con fuerza mientras pre-semen caía a borbotones por todo aquel fierro de carne y manchando el aquel sillón de cuero. Así estuvimos como por media hora, sorprendido de mi aguante pese a ser aquella vez la primera vez que no era mi mano la que tocaba aquel miembro.

ㅡ ¡Buenas! ㅡ Se oyó mi hermano desde la lejanía, y fue aquel estímulo de adrenalina la que me hizo acabar, llenándole la garganta de mi papa con leche. Rápidamente me acerqué a donde había dejado mi ropa para ponérmela y saludar a mi hermano.

ㅡ Vos limpia eso con la boquita. ㅡ Dije empujando a mi papa contra el sillón para luego ir con mi hermano. 

ㅡ Fran, te esperaba más tarde.

ㅡ Si es que uno de los profes no podía ir y no estaban los ayudantes.

Luego de eso, llegó mi papá como si nada hubiera pasado, mirándome con un gesto bastante severo, como si aquellos tratos de irrespeto vayan a tener consecuencias, pero a la vez de complicidad.

Bueno, hasta aquí esta historia de la familia Casanova, espero que les haya gustado, estoy media apretado con los finales, pero no dejare de escribir para ustedes, morbosillos.